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Ya sea que te estés recuperando de una lesión o cuidando una pierna lastimada, un bastón te puede ayudar a mantener la movilidad. Lee algunos consejos acerca de cómo escoger y usar una ayuda para caminar.
Pasos
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Evalúa cuánta ayuda necesitas. Los bastones son la ayuda para caminar más liviana, y transfieren el peso a tu muñeca o antebrazo. Se usan generalmente como ayuda en lesiones menores o para mejorar el equilibrio. Un bastón no puede y no debe sostener la mayoría de tu peso corporal.
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Elige tu estilo. Los bastones vienen en una gran variedad de estilos para suplir las necesidades de los usuarios. Algunas variables para considerar son:
- Empuñadura. Algunos bastones están diseñados para sujetarse con la palma y los dedos, mientras otros poseen soporte para el antebrazo. Sin importar lo que escojas, asegúrate que la empuñadura se sienta sólida y manejable, no resbaladiza o demasiado grande.
- Caña. La caña es la parte larga del bastón, y puede estar hecha de madera, metal, polímero de fibra de carbono y otros materiales. Algunas cañas son retráctiles para que sean más fáciles de cargar.
- Regatón. La punta o la base del bastón generalmente viene cubierta en goma para brindar mayor estabilidad. Algunos bastones tienen tres o cuatro regatones en su base en vez de sólo uno. Esto les permite aguantar más peso.
- Color. A pesar de que muchos bastones son simples y no tienen adornos, no tienes que conformarte con un bastón gris sencillo si no quieres. Puede que encuentres un bastón personalizado que combine con tu personalidad a la vez que aguanta tu peso.
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Comprueba la longitud. Para elegir la longitud apropiada del bastón, ponte de pié con tus zapatos puestos y tus brazos a los lados del cuerpo. La empuñadura del bastón debe alcanzar la articulación en la parte inferior de la muñeca. Si el bastón es apropiado para ti, tu codo se flexionará entre 15 y 20 grados cuando sujetes el bastón mientras estás de pié.
- La longitud del bastón generalmente es la mitad de la altura del usuario (en centímetros) mientras usa zapatos. Tenlo en cuenta como una regla de oro.
- Si tu bastón es muy pequeño, tendrás que agacharte para alcanzarlo. Si tu bastón es muy grande, tendrás que inclinarte hacia tu lado lastimado para usarlo. Ninguna opción es la ideal. Un bastón adecuado te mantendrá en posición vertical a la vez que brinda soporte.
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Sostén el bastón con la mano que está en el mismo lado que tu pierna funcional. Suena ilógico, pero es cierto. [1] X Fuente de investigación [2] X Fuente de investigación Si tu pierna izquierda está lastimada, entonces deberías sostener el bastón con la mano derecha. Si tu pierna derecha está lastimada, entonces sostén el bastón con la mano izquierda.
- ¿Por qué? Cuando los humanos caminamos, damos pasos y balanceamos nuestras manos al mismo tiempo. Pero cuando damos un paso con el pié izquierdo, balanceamos la mano derecha y viceversa. Cuando sostienes el bastón con la mano opuesta al lado de tu lesión replicas el movimiento natural de los brazos, dando oportunidad a tu mano de absorber algo del peso mientras caminas.
- Si estás usando un bastón para mejorar tu equilibrio, considera sostenerlo con tu mano no dominante, de modo que tengas libre tu mano dominante para las taras cotidianas.
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Comienza a caminar. Cuando des un paso con tu pierna lastimada, mueve el bastón hacia adelante al mismo tiempo, colocando tu peso en la pierna y el bastón, pero permitiendo que el bastón absorba más tensión que la pierna. No uses el bastón para dar pasos con tu pierna funcional. A medida que te acostumbras al bastón, se sentirá como una extensión natural de tu cuerpo.
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Para subir escaleras con un bastón, coloca tu mano en la barandilla (si hay) y sostén el bastón con la otra mano. Sube el primer escalón con tu pierna funcional, y luego lleva tu pierna lastimada al mismo escalón. Repite el proceso.
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Para bajar escaleras con un bastón, coloca tu mano en la barandilla (si hay) y sostén el bastón con la otra mano. Baja el primer escalón con la pierna lastimada y el bastón al mismo tiempo, y luego baja tu pierna funcional. Repite el proceso.Anuncio
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Evalúa cuánta ayuda necesitas. Si no puedes colocar ningún peso en la lesión (por ejemplo, si te estás recuperando de una cirugía de rodilla o de pié), entonces necesitarás una o dos muletas; preferiblemente dos para lograr un mejor equilibrio. [3] X Fuente de investigación Las muletas sostienen el peso mejor que los bastones, y te permiten desplazarte con una sola pierna.
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Consigue la altura adecuada. La mayoría de muletas son muletas de antebrazo o muletas axilares. Después que el doctor te diga cuál estilo debes usar, sólo debes preocuparte de que las muletas vayan de acuerdo a tu altura. Para las muletas axilares, la almohadilla debe ir un poco más abajo de tu axila (sólo 2,54cm) y las empuñaduras deben estar niveladas con tus caderas.
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Comienza a caminar. Coloca ambas muletas en el suelo unos 30 centímetros delante de ti e inclínate un poco hacia adelante. Muévete como si fueras a dar un paso con tu lado lastimado, y luego traslada el peso a las muletas y balancéate hacia adelante entre ellas. Desciende en tu pierna funcional a la vez que mantienes elevada tu pierna lastimada, de modo que no coloques presión en la lesión.
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Aprende cómo sentarte o levantarte con las muletas. Coloca ambas muletas juntas en la mano que está en el mismo lado de tu pierna funcional, como si crearas un único bastón grande y robusto. Desciende o asciende lentamente usando las muletas para mantener el equilibrio.
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Aprende cómo subir o bajar escaleras con muletas. Comienza colocando ambas muletas debajo de un brazo, paralelas al suelo. Luego, puedes subir o bajar los escalones únicamente con tu pierna funcional, mientras te sostienes de la barandilla.
- Otra alternativa es colocar tus muletas en los escalones, sentarte, y halar las muletas a medida que te desplazas con tu pierna funcional entre los escalones.
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Consejos
- Los tapones de goma en la base de los bastones y muletas necesitan remplazarse a menudo. Los tapones están disponibles en la mayoría de farmacias.
- Intenta mirar al frente y no hacia abajo a tus muletas o bastón. Esto te ayudará a mantener el equilibrio.
- Siempre lleva tu bastón o tus muletas contigo.
- Discute las opciones con tu doctor, para que sepas cuál tipo de soporte es el mejor para ti.
- Con una prescripción escrita de tu doctor, la mayoría de planes de seguro médico cubrirán el costo de un bastón.
- Si sufres de una lesión crónica demasiado grave como para que te sostenga un bastón, entonces deberías comenzar a buscar un andador.
- Una camilla es una manera efectiva de transportar cosas alrededor de la casa y de darte soporte.
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Advertencias
- Revisa las empuñaduras y los tapones a menudo.
- Sé especialmente cuidadoso cuando estés cerca de niños y animales pequeños. Pueden moverse rápidamente y ser difíciles de ver.
- Asegúrate de no tener el piso desordenado para evitar caerte.
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Referencias
Acerca de este wikiHow
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