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Es bueno aplicar compresas frías a las lesiones a fin de reducir la inflamación y el dolor alrededor del área lastimada. Estas podrían ser desde un trapo empapado en agua fría hasta una almohadilla o compresa comercial que se enfríe en el congelador o por acción química. Las compresas frías son una parte necesaria en el tratamiento de las lesiones del tejido blando y conocer la manera apropiada de prepararlas y aplicarlas es un tema importante dentro de los primeros auxilios básicos.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Evaluar la lesión

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  1. Hay una gran variedad de traumatismos que requieren de una compresa fría, la mayoría de estos son golpes y magulladuras menores que no necesitan ninguna atención médica. Algunas lesiones, como las fracturas, dislocaciones y contusiones, requieren de tratamiento médico de emergencia. Si tienes alguna duda y no estás seguro, visita al médico o acude a la sala de emergencias a fin de obtener el diagnóstico y tratamiento adecuados.
  2. Una fractura es una emergencia médica que requiere de tratamiento inmediato. Puedes aplicar una compresa fría a un hueso roto para reducir la inflamación y el dolor, pero hazlo solo mientras esperas a que te atienda un profesional y no como reemplazo a un tratamiento médico. Si tienes alguno de los siguientes síntomas, llama a la línea de emergencias o acude directamente al hospital. [1] [2]
    • Una parte del cuerpo desfigurada o deformada, como por ejemplo, una curva visible en el antebrazo indicaría que te lo has fracturado.
    • Dolor severo que empeora cuando mueves esa parte del cuerpo o aplicas presión.
    • Pérdida de la función del área lesionada. A menudo, el área debajo del hueso fracturado perderá toda su función o parte de la misma. Alguien con una pierna rota podría encontrar difícil mover el pie.
    • Un hueso que sobresale de la piel. Algunas fracturas serias hacen que el hueso roto haga presión a través de la piel.
  3. Una dislocación se presenta cuando uno o ambos de los huesos que forman una articulación son forzados fuera de su posición normal. Esta lesión también requiere de atención médica. Puedes aplicar una compresa fría mientras esperas a que te atienda un médico, igual que en el caso de un hueso fracturado. Si presentas alguno de los siguientes síntomas, mantén el área inmóvil, aplica una compresa fría y busca ayuda médica de inmediato. [3] [4]
    • Una articulación visiblemente deformada o descolocada.
    • Una magulladura o inflamación alrededor de una articulación.
    • Dolor severo en la articulación.
    • Inmovilidad, ya que a menudo resulta difícil o imposible mover las áreas debajo de la articulación dislocada.
  4. Si bien es frecuente aplicar una bolsa de hielo sobre los golpes y magulladuras en la cabeza, es aconsejable que te asegures de no estar sufriendo de una concusión. Ten presente que este es un traumatismo serio que requiere de atención médica inmediata. Tal vez te resulte difícil evaluar por ti mismo si tienes o no una concusión, por lo que es recomendable que otra persona revise si presentas alguno de los siguientes síntomas y busque asistencia médica si sospecha que sufres de un traumatismo de este tipo. [5]
    • Pérdida de consciencia. Aun si solo perdiste la consciencia por unos pocos segundos, esto podría ser la señal de un traumatismo serio y deberías buscar asistencia médica de inmediato.
    • Dolor de cabeza severo.
    • Confusión, mareo y desorientación.
    • Náuseas o vómitos.
    • Zumbido en los oídos.
    • Problemas para hablar o balbuceos.
  5. Cuando hayas evaluado la lesión adecuadamente y te hayas asegurado de que no es una emergencia médica, podrás decidir cuál es el curso apropiado de tratamiento. Con frecuencia, las personas preguntan si, en el caso de las lesiones menores, el tratamiento ideal es con frío o con calor. Ten presente que ambos son útiles en diferentes situaciones. [6]
    • Aplica hielo directamente después de haber sufrido una lesión. Por lo general, el hielo es el mejor tratamiento dentro de las primeras 48 horas posteriores a un traumatismo. El frío reducirá la hinchazón, el dolor y las señales de inflamación.
    • El calor es útil para los dolores musculares que no estén asociados con una lesión específica. También puedes aplicar calor sobre tus músculos antes de una actividad o deporte que suela producirte dolores musculares, a fin de relajarlos y calentarlos.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Aplicar la compresa fría

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  1. Ten presente que cuando se trate de compresas frías tendrás varias opciones. Algunas de estas están disponibles en las farmacias y hay otras que puedes hacer tú mismo en casa. Si bien cada opción tiene ventajas y desventajas únicas, todas funcionan esencialmente de la misma manera: mantienen la lesión fría a fin de prevenir la hinchazón y la inflamación.
    • Compresas frías de gel. Estas compresas están rellenas de un gel que permanece frío cuando se pone en el congelador antes de usarse. Por lo general, se mantienen frías mucho más tiempo que otras opciones, ya que salen directamente del congelador. Además son reutilizables, algo que resulta muy atractivo si tienes en cuenta el costo del producto. Sin embargo, habitualmente solo pueden utilizarse en casa, dado que comienzan a calentarse cuando las sacas del congelador. [7]
    • Compresas frías instantáneas. Están rellenas con dos químicos diferentes separados por un plástico. Cuando se aprietan, el plástico se rompe, lo que permite que ambos químicos se mezclen, reaccionen y se enfríen. A diferencia de las compresas frías reutilizables, estas son portátiles y se pueden utilizar en cualquier parte, siempre y cuando los dos químicos no hayan entrado en contacto entre sí antes de usarse. Esta característica las hace ideales para tener a mano en los eventos deportivos, sin embargo no son reutilizables. [8]
    • Bolsas de hielo hechas en casa. Toma una bolsa de plástico y llénala con cubitos de hielo. Luego agrega el agua apenas necesaria para cubrir el hielo. Aprieta la bolsa para retirar todo el aire y séllala. Estas bolsas son una buena opción en caso de apuro, si no tienes una compresa fría comercial. Los inconvenientes son que no duran tanto y que la condensación en el exterior de la bolsa te podría mojar la piel y la ropa. [9]
    • Toallas heladas. Este es otro método casero que puedes utilizar. Moja una toalla y escúrrela bien, a fin de que solo quede húmeda. Colócala dentro de una bolsa de plástico y ponla en el congelador por 15 minutos. Luego podrás envolverla alrededor del área lesionada. Esta opción tampoco conservará el frío por mucho tiempo, por lo que tendrás que poner y sacar la toalla del congelador a fin de mantenerla fría. [10]
  2. Esto ayudará a que la sangre no se concentre en el área del traumatismo y a combatir la hinchazón. Idealmente, el área lesionada quedará levantada por encima del corazón. Así, por ejemplo, si te has lesionado la muñeca, recuéstate en un sillón y sube tu brazo apoyándolo sobre el respaldo.
  3. Esto es importante, porque si aplicas la compresa directamente sobre la piel esta podría producir una quemadura por frío. Asegúrate de que la compresa permanezca separada de la piel por una toalla durante toda la duración del tratamiento. [11]
  4. Presiónala un poco a fin de asegurarte de que toda el área afectada reciba el frío adecuado. [12]
    • De ser necesario, puedes asegurar la bolsa de hielo con una venda o envoltorio no adherente. Envuelve ligeramente la venda alrededor de la bolsa de hielo y el área lesionada. Asegúrate de no ajustar mucho el vendaje o podrías cortar la circulación. Si la extremidad comienza a ponerse azul o morada, el vendaje está demasiado apretado y deberías retirarlo inmediatamente.
  5. No la dejes por más tiempo o te arriesgas a provocarte una quemadura por frío. Asegúrate de no quedarte dormido mientras usas la compresa, porque esto podría resultar en que la tengas puesta por varias horas y te produzca daños en la piel. Es recomendable que pongas una alarma o que le pidas a alguien que te avise cuando hayan pasado los 20 minutos. [13]
    • Si usaste una compresa fría química, deséchala después de usarla. Si utilizaste una compresa de gel o una toalla, vuelve a ponerla en el congelador a fin de prepararla para la siguiente sesión de tu tratamiento.
  6. Asegúrate de que el área afectada ya no esté adormecida por el frío. De ser así, espera hasta recuperar la sensibilidad para reaplicar la compresa. Sigue con el tratamiento de aplicarte la compresa fría por 20 minutos cada 2 horas durante 3 días, o hasta que la hinchazón haya desaparecido completamente. [14]
  7. Considera que si después de 3 días de tratamiento con hielo, tu lesión sigue inflamada y el dolor no ha disminuido, podrías tener una fractura o una dislocación que no fue detectada. Visita al médico a fin de asegurarte de no tener una lesión más seria de lo que habías pensado inicialmente.
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Consejos

  • Aunque los dolores de cabeza no están acompañados de una inflamación, una compresa fría en la frente, de sien a sien, o en la nuca, puede aliviar el dolor.
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Advertencias

  • Nunca enfríes una compresa química antes de activarla. Ten presente que hacerlo podría resultar en que la compresa se enfríe demasiado como para que sea seguro aplicarla sobre la piel.
  • Busca siempre atención médica para las lesiones serias antes de tratarla por ti mismo. Si sospechas que tienes una fractura o una dislocación, debes visitar al médico.
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