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Puede ser difícil ayudar a una persona paranoica. Estas personas no ven el mundo de la misma forma que la mayoría de nosotros, y es muy fácil enemistarse con ellas o hacer que sospechen de ti. La sensibilidad y la comprensión son vitales para ayudar a una persona paranoica a recibir el tratamiento que requiere sin hacer que sienta que la estás juzgando de forma negativa. Una de las maneras más eficaces en las que puedes ayudar a una persona paranoica es reconfortarla cuando tenga dificultades con los pensamientos delirantes. Asimismo, puedes ayudarla a desarrollar mecanismos de defensa a largo plazo y animarla a solicitar ayuda profesional.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Lidiar con los pensamientos delirantes

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  1. Si tu amigo o familiar expresa pensamientos delirantes, escúchalo pero sin discutir. Esta persona podría ver al delirio como algo totalmente real, por lo que no podrás convencerla de creer en otra cosa.
    • Discutir incluso puede agravar la situación, ya que hará que la persona sienta que nadie la entiende.
  2. Concéntrate en entender lo que siente. Muestra empatía por sus emociones, pero no digas nada que refuerce su delirio. [1]
    • Por ejemplo, si tu amiga te dice que la están siguiendo unos secuestradores, no le sigas el juego. En lugar de ello, dile algo como “Esto suena muy aterrador, pero me cercioraré de que estés segura”.
    • Dile a la persona que no entiendes lo que dice, pero sin tratar de cambiar sus pensamientos. Por ejemplo, dile “No, no vi a nadie siguiéndonos”.
  3. Determina si puedes hacer que la persona te hable más sobre sus miedos. Esto te puede ayudar a descubrir la causa de su delirio y tener una idea más exacta sobre la manera de reconfortarla. Asimismo, la persona podría sentirse mejor luego de hablarte. [2]
    • Haz una pregunta abierta como “¿Por qué crees que los secuestradores te siguen?” o “¿Quieres hablarme más de ello?”.
  4. Si algo del entorno la asusta, llévala a otro lugar. Ofrécele un poco de comida o agua. Ratifícale que no tienes miedo y dile que te cerciorarás de que nada malo le ocurra. [3]
    • Por ejemplo, si te encuentras en un edificio con un familiar que piensa que alguien le está enviando mensajes por el altavoz, llévalo fuera de ese lugar.
    • Si la persona consume medicamentos, pregúntale cuándo ha tomado su última dosis. Si ha sido un tiempo mayor al indicado en el envase del producto, cerciórate de que consuma su dosis tan pronto como pueda.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Desarrollar hábitos para una buena salud mental

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  1. Cuando estés cerca de tu amigo o familiar, muéstrale tus pensamientos positivos y tu optimismo. Ofrécele tu ayuda para que desarrolle algunos mantras o afirmaciones que pueda usar cuando empiece a sentir paranoia. [4]
    • Por ejemplo, a la persona podría parecerle útil repetir algo como “Todos están tan ocupados preocupándose por sí mismos que no tienen tiempo para pensar en mí” o “A pesar de sentirme asustado, en realidad no corro peligro”.
    • Anima a la persona a escribir el mantra y tenerlo a la mano para poder leerlo cuando lo necesite.
  2. Invítala a hablar de sus pensamientos contigo u otra persona en la que confíe si necesita una visión realista. Anímala a darles el beneficio de la duda a las personas si no está segura de las intenciones que tengan. [5]
    • Esta estrategia funcionará con la mayor eficacia en las personas que padezcan una paranoia leve y que no puedan aceptar que su criterio a veces es poco racional. Las personas con una paranoia grave podrían no estar dispuestas a pedir las opiniones de otros.
  3. Un estilo de vida saludable puede hacer que los problemas de salud mental sean más fáciles de manejar. Ayuda a tu amigo o familiar a encontrar maneras de reducir el estrés, reposar lo suficiente y mantener una dieta y hábitos de ejercicio adecuados. [6]
    • Por ejemplo, si la persona incluye la actividad física en su rutina diaria, esto puede ser de utilidad para mejorar su estado de ánimo y su función cognitiva, los cuales podrían verse perjudicados a causa de la paranoia.
  4. Muchas personas con problemas relacionados con la paranoia tienen talentos únicos o una profesión exitosa. Identifica las áreas en las que tu amigo o familiar destaque, y anímalo a seguir practicando las actividades que disfrute y en las que sea bueno. [7]
    • Imagina que tu amigo es muy creativo. Podrías animarlo a enviar su obra de arte a un concurso local para así mantenerse ocupado y concentrarse en las actividades positivas.
  5. Si tu amigo o familiar tiene una enfermedad como la esquizofrenia, ayúdalo a elaborar un plan de emergencia cuando se encuentre estable. Reúne la información de contacto importante como el teléfono de su doctor y determinen quién se encargará de los niños o las mascotas que tengan si lo hospitalizan. [8]
    • Haz que la persona tenga a la mano esta información en todo momento; por ejemplo, puede escribirla en una tarjeta o en un pedazo de papel.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Ayudar a una persona paranoica a buscar tratamiento

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  1. La paranoia puede parecerse a la ansiedad a simple vista, pero estos problemas son muy diferentes. La paranoia consiste en tener pensamientos delirantes, los cuales no surgen al sufrir de ansiedad. Ambos trastornos requieren tratamientos diferentes, por lo que es vital que no se confundan. [9]
    • Por ejemplo, a una persona ansiosa podría preocuparle tener una enfermedad, mientras que una paranoica podría estar convencida de que el doctor le ha causado una enfermedad a propósito.
    • La ansiedad es mucho más común que la paranoia. Una persona ansiosa lucirá más alerta por si corre peligro, pero alguien con paranoia lucirá como si esperara el peligro en cualquier momento.
  2. Si tu amigo o familiar aún no ha recibido un diagnóstico, será importante que recurra a un profesional. Diagnosticarse uno mismo suele conducir a un diagnóstico inexacto, lo que podría hacer que la persona solicite el tipo de tratamiento incorrecto. [10]
  3. Tu amigo o familiar podría requerir medicamentos, psicoterapia o ambos para poder controlar su paranoia. Anímalo a conversar con el doctor sobre sus opciones de tratamiento. Si tiene dificultades para ir a sus citas, ofrécete a ayudar llevándolo o cuidando a sus hijos. [11]
    • Puede ser difícil convencer a una persona paranoica para que acuda al doctor. Quizás no confíe en los profesionales de la salud. Si la persona no quiere recibir tratamiento, no la presiones demasiado, ya que también podría sospechar de ti.
    • Si tu amigo opone resistencia, podrías decirle algo como “Sé que crees que todo está bien, pero me tranquilizaría mucho que acudas al doctor. ¿Irías para poder sentirme mejor? Si todo anda bien, dejaré de molestarte”. Esto centrará la petición en ti (en lugar de la persona) y podría hacer que sea más fácil que acepte.
  4. Tu amigo o familiar requerirá atención médica inmediata si empieza a tener delirios extravagantes, o si amenaza con lastimarse o herir a otros. No esperes para ver si mejora por su cuenta; en lugar de ello, llama al 911 o al departamento de servicios de emergencia. El hospital será el lugar más seguro para esta persona hasta que vuelva a estabilizarse. [12]
    • Un delirio no extravagante es algo que en realidad podría ocurrir. Por otra parte, un delirio extravagante no podría ocurrir en el mundo real.
    • Por ejemplo, si alguien creyera que los extraterrestres le han dado la capacidad de volar, este sería un delirio extravagante.
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