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Ya sea que estés planeando un viaje a una región vitivinícola o solo quieras aprender un poco más sobre lo que estás bebiendo, aprender a apreciar el vino es uno de los placeres más refinados. Si ansías caminar a través de los viñedos y admirar las vides y el fondo pintoresco con una copa de vino en la mano, lo disfrutarás más si primero aprendes a apreciar la belleza sutil del vino un paso a la vez.

Método 1
Método 1 de 3:

Ver y oler los vinos

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  1. Sujetar la copa por el cáliz calentará el vino y distorsionará el sabor. La razón para los tallos es evitar agregar calor excesivo, así que sujeta la copa ligeramente por el tallo delgado. [1]
    • El vino necesita "respirar", o reposar expuesto al aire, después de abrirse para obtener el mejor sabor, así que tómate tu tiempo examinando el vino antes de empezar a tomarlo. [2]
  2. Este es un buen momento para obtener un olor preliminar del vino de forma que puedas comparar su fragancia después de girarlo. Esto también te permite revisar en busca de cualquier olor raro que podría indicar un vino echado a perder (acorchado) o alguna otra imperfección biológica o química, la cual olerá rancia o podrida. Los olores de los que debes tomar nota incluyen:
    • Un olor a moho, húmedo y parecido al de un ático significa que el vino no se embotelló adecuadamente y no puede salvarse.
    • El olor a fósforos quemados es producto del embotellado, pero debería desvanecerse después de exponerlo al aire.
    • Los olores parecidos al esmalte de uñas o el vinagre son indicadores de que un vino es demasiado ácido.
    • El hongo Brettanomyces , o "Brett", ocasiona un olor a levadura que es natural en los vinos tintos. Sin embargo, mucho de este olor a levadura puede arruinar otros sabores del vino e indicar un error en el proceso de elaboración. [3]
  3. Inclinar el vaso puede hacer que sea más fácil observar la forma como el color cambia del centro a los bordes. Sujeta el vaso frente a un fondo blanco, como una servilleta, mantel u hoja de papel, para percibir el color verdadero del vino. Para un profesional del vino, esta es la primera pista sobre cuán antiguo puede ser el vino y cuán bien se está manteniendo. Busca el color y la claridad del vino. Una intensidad, oscuridad y saturación en el color no necesariamente son consistentes con la calidad.
    • El vino no debería tener un color turbio o nebuloso.
    • Los vinos blancos se vuelven naturalmente más oscuros con la edad, pero no deben volverse marrón.
    • Los vinos rojos tienden a perder su color con el tiempo, tornándose amarronados, y tienen una pequeña cantidad de un sedimento inocuo y color rojo oscuro en el fondo de la botella o la copa. [4]
  4. La formación de sedimento, el cual parece tierra en el fondo de la copa, es un proceso que ocurre de forma natural en el que la polimerización ocasiona que la precipitación de coloides de pigmentación, entre otras cosas, se desprenda de la solución y forme un pequeño sedimento granuloso. Para hacer el cuento corto: esta no es una falla en el vino; es una parte natural del proceso de elaboración.
  5. Esto es para incrementar el área superficial del vino esparciéndolo a través del interior de la copa, permitiendo que el aroma se desprenda de la solución y llegue a tu nariz. También permite que un poco de oxígeno entre al vino, lo cual ayudará a que sus aromas se abran.
    • Gira ligeramente el tallo de la copa, manteniendo la parte inferior sobre la mesa si te preocupan los derrames.
    • La viscosidad es cuán rápido el vino se desliza de regreso hacia abajo por la copa. Se dice que los vinos más viscosos tienen "piernas" y que es probable que sean más alcohólicos o que contengan más glicerol (para vinos más dulces de postre). Fuera de verse bonito, esto no tiene relación con la calidad de un vino, pero tener más "piernas" puede indicar un vino con mucho cuerpo. [5]
  6. Inicialmente, debes sujetar la copa a unos cuantos centímetros de tu nariz. Luego, deja que tu nariz se sumerja alrededor de 1,2 cm (media pulgada) dentro de la copa. ¿Qué hueles? Continúa girando el vino suavemente si no puedes oler mucho; girar permite que el alcohol que se evapora lleve a las moléculas aromáticas hacia tus sensores olfativos. Si no crees que un vino huele bien, es probable que no tenga un buen sabor. El buen vino es atractivo a la nariz y te da una pista de lo que vendrá. [6] Los olores comunes incluyen:
    • Frutas: bayas, cerezas y frutas más suculentas para los vinos tintos y frutas cítricas para los vinos blancos
    • Olores florales o a hierbas en vinos blancos y vinos tintos más ligeros, como los vinos tintos de la región del Ródano
    • Los olores a tierra, como minerales o rocas, son posibles en vinos blancos más agradables.
    • Las especias y los olores únicos, como a vainilla, pan tostado, pimienta, chocolate y café, vienen de los toneles de madera, generalmente de roble, que se usan para añejar el vino. [7]
    • Los vinos más viejos a menudo tienen olores matizados y sutiles que son difíciles de clasificar, así que no te preocupes si no puedes distinguir un olor.
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Método 2
Método 2 de 3:

Saborear el vino

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  1. Una diferencia importante entre beber y saborear es expectorar . Rueda el vino por la boca, exponiéndolo a todas las papilas gustativas. Presta atención a la textura y a otras sensaciones táctiles, como la sensación del peso o el cuerpo (si el vino se siente físico). ¿Cuáles son los sabores iniciales que destacan? Lo que es más importante, ¿te gustan? [8]
    • Escupe el vino en una "escupidera", la cual se proporciona en todos los tours de vino, si planeas saborear muchos vinos. Emborracharte hará que sea más difícil saborear vinos complejos más adelante. Si vas a conducir, usa la escupidera.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    "Cuando pruebes el vino, piensa en las notas que tomaste cuando lo oliste y determina si puedes identificarlas".

    Samuel Bogue

    Sommelier certificado
    Samuel Bogue es el director de vinos de Ne Timeas Restaurant Group en San Francisco, California. Es un sommelier certificado, ganador del premio Zagat’s 30 under 30", y consultor de vinos para algunos de los mejores restaurantes del área de la Bahía.
    Samuel Bogue
    Sommelier certificado
  2. Con los labios fruncidos como si fueras a silbar, aspira un poco de aire hacia la boca y exhala por la nariz. Esto libera los aromas para el vino y les permite llegar a la nariz por medio del pasaje en la parte trasera de la garganta, conocido como la cavidad retronasal. La nariz es el único lugar en donde puedes detectar los aromas de un vino. Sin embargo, las enzimas y otros compuestos en la boca y la saliva alteran algunos de los compuestos aromáticos del vino. Lo que buscas es cualquier aroma nuevo que haya sido liberado por la interacción del vino con el ambiente de tu boca.
  3. En otras palabras, sorbe el vino (sin hacer un sonido fuerte, por supuesto). Toma nota de las diferencias sutiles en el sabor y la textura. Los sabores y olores vienen en olas sucesivas en los vinos refinados; se revelan a medida que tus sensores se adaptan al vino.
    • Esto es especialmente importante con los vinos tintos.
    • No te preocupes si esto te hace sentir fuera de lugar. Es un paso aceptado en la cata de vinos.
  4. ¿Hay algún sabor que domine al resto? ¿Puedes detectar los mismos sabores que oliste ahora que estás saboreando el vino? Los buenos vinos están balanceados de forma que no ataquen las papilas gustativas. Puedes saborear de 2 a 3 frutas diferentes, una mezcla de dulce y agrio, y algunas características terrosas.
    • Un poco de amargura es natural, pero no debería arruinar el paladar.
    • Todos los vinos son diferentes. Los vinos blancos y tintos de postre, por ejemplo, generalmente son más dulces. Estás buscando sabores balanceados, sean cuales sean, no un solo equilibrio "perfecto". [9]
  5. ¿Cuánto dura el acabado? Un sabor de 60 segundos o más en el regusto es una buena señal de calidad. A veces, detectarás cosas como el acabado que no eran detectables en el sabor inicial. ¿Te gusta el sabor? ¿Ha cambiado?
  6. Puedes usar la terminología con la que te sientas más cómodo. Lo más importante que debes anotar es tu impresión del vino y cuánto te gustó. Mientras más específico o detallado seas, tu referencia será mejor contra un vino similar de otra bodega. Muchas bodegas proporcionan cuadernillos y bolígrafos para que puedas tomar notas. Esta puede ser una gran ayuda para prestar atención a las sutilezas del vino y recordar lo que te gusta.
    • Mantén un cuadernillo con tus botellas favoritas y la comida con la que las bebiste para una referencia futura.
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Método 3
Método 3 de 3:

Aprender más sobre el vino

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  1. Las copas vienen en una variedad de formas y tamaños. Los conocedores y bebedores de vino más experimentados a menudo disfrutan de vinos en copas o cálices hechos a la medida para un varietal específico. Cuando apenas estés empezando, la regla general básica es que quieres copas más grandes para vinos tintos y copas más pequeñas para vinos blancos. [10]
  2. Los vinos tienen innumerables componentes que pueden categorizarse generalmente como aromáticos o táctiles . Los aromáticos tienen relación con lo que hueles. Los elementos táctiles incluyen la amargura, la salobridad, la dulzura, la acidez y los elementos sabrosos.
    • El añejado suavizará los taninos, que es el sabor amargo en algunos vinos.
    • La acidez percibida se suavizará a lo largo de la vida de un vino a medida que experimenta cambios químicos, incluyendo la descomposición de los ácidos.
    • La intensidad aromática y de sabor aumentarán y disminuirán a lo largo de la vida de un vino, entrando en una etapa de capullo en la mitad de su vida y resurgiendo.
    • El contenido de alcohol se mantendrá casi igual. Todos estos factores contribuyen a saber cuándo beber o decantar un vino.
  3. Hay algunos sabores que se encuentran comúnmente para cada una de las variedades más comunes. Sin embargo, recuerda que la región de cultivo, las decisiones de cosecha y las decisiones de producción también tienen un gran impacto en el sabor de un vino.
    • Cabernet : grosella negra, cereza, frutas negras, especias verdes
    • Merlot : ciruela, frutas rojas y negras, especias verdes, flores
    • Zinfandel : frutas negras (a menudo parecidas a la mermelada) y especias negras, a menudo llamadas espinosas
    • Syrah (o shiraz, dependiendo de la ubicación del viñedo): frutas negras y especias negras, sobre todo la pimienta blanca y negra
    • Pinot Noir : frutas rojas, flores, hierbas
    • Chardonnay : clima fresco: frutas tropicales, frutas cítricas en climas ligeramente más cálidos y melón en regiones calurosas. Con una proporción creciente de fermentación maloláctica, el Chardonnay pierde el sabor a manzana verde y adquiere toques cremosos y sabores a manzana, pera, durazno y albaricoque.
    • Sauvignon Blanc : toronja, grosella espinosa europea blanca, lima, melón.
  4. Hay muchas decisiones que un vinicultor debe tomar al diseñar un vino, y sería imposible explicarlas todas. Algunos de los métodos más comunes, y el sabor que producen, son:
    • La fermentación maloláctica (la introducción natural o artificial de una bacteria específica) ocasionará que los vinos blancos tengan un sabor cremoso o mantecoso.
    • Añejar en roble ocasionará que los vinos adquieran un sabor a vainilla, caramelo o nuez.
    • La mineralidad y terrosidad de un vino vienen de la tierra en la que se cultivó la uva.
    • Los "taninos" se refieren a los compuestos astringentes y amargos que se encuentran en las cáscaras, tallos y semillas de las uvas, así como en los toneles de roble en los que se añeja el vino. Si quieres saber cuál es el sabor de los taninos, muerde el tallo de una uva o come una uva Cabernet directamente de la vid. En los vinos tintos jóvenes, los taninos tienen un sabor amargo y seco pero se vuelven sedosos con la edad. [11]
  5. Con vinos tintos, prueba diferentes quesos, chocolate de buena calidad y bayas. Con vinos blancos, prueba manzanas, peras y frutas cítricas.
    • Maridar el vino con la comida es más complicado que simplemente decir "el vino tinto va con carne de res y el vino blanco va con pescado". No dudes en beber el vino que quieras con la comida que quieras, pero recuerda que el maridaje perfecto es una experiencia altamente placentera.
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Consejos

  • Si los taninos son demasiado dominantes, dale al vino un poco de tiempo.
  • Prueba los vuelos vinícolas. Estos son muy buenas formas de comparar diferentes vinos y ver cómo diferentes varietales reaccionan a diferentes manejos. Estos vuelos a menudo tienen un buen precio y te permiten probar de 3 a 5 vinos diferentes sin tener que abrir 3 botellas.
  • No te preocupes si tus preferencias son diferentes de las de las personas a tu alrededor. Todos tienen sus propios gustos y preferencias.
  • Habla con las personas que trabajen en la bodega. Generalmente, estarán más que gustosas de impartir un poco de su extenso conocimiento sobre el tema, especialmente cuando se trata de su producto residente.
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Advertencias

  • Al usar decantadores o copas de plomo, hay una remota posibilidad de envenenamiento por plomo que es proporcional a la cantidad de tiempo que el vino haya entrado en contacto con el plomo. Si usas un decantador de plomo o cristalería de plomo, consume el vino en el espacio de 48 horas para evitar cualquier riesgo de envenenamiento.
  • La mayoría del vino, al abrirlo, no se conserva durante más de unos días; pierde su frescura y carácter frutado, se vuelve soso y se oxida.
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