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Tienes una planta en tu jardín que realmente te encanta. A lo mejor tiene hojas brillantes y un par de frutos suculentos, o tal vez simplemente no puedes dejar de mirar esos tallos largos y lustrosos. Quieres pasar el resto de tu vida con esta planta, pero te das cuenta de que sus días están llegando a su fin. Podrías sembrar otra semilla, pero estas son poco confiables y no hay garantías de que tu planta vuelva a crecer como lo deseas. ¿Cómo podrías preservar su virtud casta y crear otro organismo a través de métodos no sexuales? [1] Sientes temor, sientes pánico, navegas por la red con la mente ausente. Luego encuentras este artículo de wikiHow y descubres la solución: es hora de clonarla.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Conseguir los materiales adecuados

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  1. El tipo de recipiente que elegirás dependerá del tamaño que tendrá la planta una vez que crezca y de cuántas quieras clonar en un solo recipiente. Investiga un poco sobre tu planta antes de empezar a fin de determinar el tamaño que debería tener el recipiente.
    • Algunas personas prefieren usar macetas para clonar sus plantas, aunque otros usarán algo tan sencillo como una taza de plástico con algunas perforaciones en el fondo.
    • Por lo general, un recipiente translúcido es mejor; así podrás ver cuándo y dónde le están saliendo raíces a tu planta.
  2. Cuando clonas plantas, pones una parte de la misma en la tierra o la lana de roca a fin de que pueda desarrollar raíces y crecer.
    • La lana de roca es más complicada y requiere de más preparación que la tierra. Necesita remojarse durante la noche en agua con un pH de 4,5 y no contiene los mismos nutrientes que la tierra natural. [2] También necesitarás tomarte el tiempo de cortar un hoyo en el centro de un bloque de lana de roca que no sea ni muy grande ni muy pequeño para la planta que vayas a clonar.
    • La tierra requiere de muy poca o ninguna preparación aparte de abrir la bolsa que compraste o tomarla de tu jardín o patio.
  3. Las hormonas de enraizamiento se usan en el proceso de clonación para alentar el crecimiento de las células de la planta. Las plantas contienen hormonas naturales llamadas auxinas, que las ayudan a determinar si deberían o no desarrollar más hojas o más raíces. Si compras una hormona de enraizamiento en una botella, estarás usando auxina sintética. Cuando apliques esta hormona, la planta pensará que tiene que desarrollar más raíces y así se iniciará el proceso de clonación. [3]
    • Si eres un jardinero orgánico, las hormonas de enraizamiento podrían no ser una opción para ti. Muchas de estas hormonas contienen pesticidas y químicos que no son amigables con la tierra. Las marcas populares como la Rootone, de Garden Tech, contienen químicos que pueden causar irritación en las vías aéreas superiores y sarpullido en la piel. No es para nada divertido. [4]
    • Si decides no aplicar la hormona, tal vez no tengas mucha suerte con el clonado. Las plantas como los tomates se clonan fácilmente porque producen mucha auxina natural, pero otras plantas solo podrían desarrollar raíces del cepellón original, en el nacimiento del tallo, lo que podría dificultar que enraíce sin una hormona sintética. [5] Investiga un poco sobre tu planta antes de tomar una decisión a fin de evaluar qué es lo correcto para tu situación en particular.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Plantar el tallo

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    • Si elegiste usar tierra, llena el recipiente hasta el borde. Haz un hoyo en el centro hasta el fondo de la maceta o del recipiente.
    • Si decidiste usar lana de roca, simplemente podrás insertar un pedazo de esta en el recipiente.
  1. Vierte el agua suficiente en la tierra para que esté mojada, pero no empapada. Si vas a usar lana de roca, ya la habrás remojado durante toda la noche previa, así que no será necesario que le agregues más agua.
  2. Querrás seleccionar un tallo lateral para cortar, no uno terminal. Los tallos terminales son los principales, que salen de la tierra y los laterales brotan de los lados de los tallos terminales. [6]
    • Una vez que hayas hecho el corte, observa el tallo y quita todas las hojas o botones de flores desde su base. Cuando hay demasiadas hojas o botones en el corte de una planta, estos absorben la mayor parte del agua de la base del tallo, lo que podría evitar que tu planta desarrolle raíces. [7]
  3. Puedes encontrar hormonas de enraizamiento en polvo o líquido. Si usas un polvo, sumerge el tallo en agua y luego aplica el polvo al extremo, para que se pegue. No cubras todo el tallo con la hormona de enraizamiento. Concéntrate en cubrir levemente el extremo inferior del tallo.
  4. Intenta poner alrededor de un tercio del tallo en el hoyo. [8] .
  5. A menudo, una bolsa de plástico funcionará bien para esto si no tienes otra cosa. Cuando cubres la planta, la humedad permanece en el interior y permite que la planta siga viviendo mientras intenta producir raíces. [9] Lo que uses para cubrir la planta dependerá del recipiente que hayas escogido para hacer la clonación.
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Consejos

  • El mejor tallo que puedes usar para clonar puede ser arrancado en lugar de cortado y se romperá limpiamente. Un tallo arqueado podría ser demasiado viejo para enraizarse exitosamente y uno suave o flexible podría ser demasiado joven. Si no puedes encontrar un tallo perfectamente apto para ser arrancado, trata de encontrar el más sano y córtalo con un cuchillo. [11]
  • Una vez que hayas cortado el tallo, raspa suavemente uno de sus costados. Esto ayudará a que penetren más auxinas y nutrientes en el tallo y a que la planta comience a enraizarse. [12]
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Cosas que necesitarás

  • tijeras o un cuchillo filoso
  • lana de roca o tierra
  • maceta o recipiente limpio
  • hormona de enraizamiento
  • agua

Acerca de este wikiHow

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