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La necesidad de tener sexo es una parte normal de la naturaleza humana. No obstante, en ocasiones estas sensaciones pueden interferir con la vida cotidiana y las relaciones, a veces de una manera muy perjudicial. Si encuentras formas de controlar tus impulsos sexuales, esto podría ayudarte a mejorar tu calidad de vida, tus relaciones y tu productividad . Puedes aprender a evitar las situaciones que te provoquen los impulsos sexuales. Puedes conversar con los demás sobre tus inquietudes, incluso puedes solicitar ayuda profesional si sientes que tus impulsos sexuales están influyendo en tu vida de forma negativa.

Método 1
Método 1 de 4:

Buscar soluciones inmediatas

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  1. Abandona tu entorno actual . Intenta alejarte de todo entorno en el que tengas dificultades para controlar tus impulsos. Por ejemplo, si estás en casa y sientes la necesidad incontrolable de masturbarte, da una caminata rápida hacia la tienda. Si no puedes salir de tu entorno actual (p. ej. si estás en el trabajo), conversa con un compañero de trabajo o toma un descanso.
    • Asimismo, podría ser de utilidad que cuentes con alguien que haga que te responsabilices de tus actos, como un amigo de confianza o incluso un terapeuta.
  2. Ten una lista de cosas por hacer en el bolsillo. Anota todas las tareas, los recados o las actividades de la casa que tengas que hacer hoy. Si sientes la necesidad comportarte compulsivamente, revisa tu lista y distráete con otra actividad.
    • Si crees que es poco probable que seas capaz de hacer algo productivo mientras experimentas una fuerte necesidad sexual, ten una distracción sencilla a la mano, como un buen libro o un rompecabezas que puedas usar.
  3. Si postergas el comportamiento compulsivo, esto hará que pienses en él antes de realizarlo. Asimismo, esto te ayudará a tolerar las sensaciones incómodas y la angustia. [1]
    • Fíjate una meta de tiempo. Intenta repetirte algo como “Miraré pornografía en una hora”, o la mayor cantidad de tiempo durante el cual puedas posponerlo. Quizás solo te sientas cómodo posponiendo tu comportamiento por 1 minuto. No hay ningún problema, date 1 minuto.
    • Al culminar tu tiempo asignado, puedes volver a optar por posponerlo, o puedes realizar tu comportamiento. No obstante, debes optar por posponerlo siempre que sea posible, incluso si solo lo haces por otro minuto.
    • Luego de un tiempo, podrás prolongar el tiempo que pases sin sentir la necesidad de realizar el comportamiento.
  4. Si elaboras una lista de todos los riesgos o las consecuencias negativas relacionadas con el comportamiento, esto también puede ayudarte a prevenir los impulsos sexuales. Anota todos los riesgos y las posibles consecuencias de actuar dejándote llevar por tu comportamiento. Lleva la lista contigo en todo momento y revísala si experimentas un impulso sexual.
Método 2
Método 2 de 4:

Evitar los desencadenantes de estas situaciones

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  1. Dedica un tiempo a reflexionar sobre tu comportamiento y lo que provoque tus impulsos sexuales. Reflexiona sobre los estímulos desencadenantes, la hora del día, y también el entorno en el que suelas tener estos impulsos. Identifica todo patrón que surja en tu comportamiento.
    • Si has descubierto un patrón, identifica la forma en la que puedas eliminar el ciclo con nuevos comportamientos o cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, quizás notes que te sientes más abrumado por los impulsos sexuales en las noches y en los fines de semana, ya que no estás trabajando y no tienes nada que hacer. Podrías adoptar un nuevo pasatiempo para dejar de pensar en el sexo.
    • Quizás tus impulsos surjan a causa de los estímulos de tu entorno. Por ejemplo, si notas que te excitas al ver escenas de amor apasionadas en las películas, quizás sea lo mejor que mires otros tipos de películas que no sean románticas, hasta que puedas controlar mejor tus impulsos.
    • Puedes escribir en un diario las acciones y el comportamiento que provocan los impulsos sexuales. Un diario puede ayudarte a reconocer los desencadenantes y los patrones.
  2. No mires pornografía . La pornografía se ha convertido en una industria multimillonaria, y ahora mirarla es más aceptable que nunca. Esto hace que tengas dificultades para ignorarla, pero esta recompensa los impulsos sexuales; por ello, lo mejor es no mirarla si eres propenso a desarrollar impulsos sexuales problemáticos. [2]
    • Podrías instalar extensiones en tu navegador o controles parentales en tu computadora para que así sea difícil acceder a la pornografía. Incluso podrías hacer que un amigo o tu pareja los instalen y no te brinden la contraseña.
    • Desecha toda revista, libro o película pornográficos que tengas.
  3. Podrías evitar la masturbación por un tiempo determinado para controlar tus impulsos sexuales. Para algunas personas, abstenerse de masturbarse podría ser más importante que para otras. Puedes obtener sugerencias de tu terapeuta sobre lo que sería adecuado para ti. [3]
    • Por ejemplo, si sientes que te masturbas de forma compulsiva, quizás sea una buena idea que evites masturbarte por un tiempo determinado. Esto también podría ser adecuado si eres adicto a la pornografía.
    • Para otras personas, la masturbación podría ser de utilidad para mejorar la intimidad y la salud sexual. [4]

    Algnas religiones (como los Testigos de Jehová) condenan taxativamente esa práctica ya que la consideran "un hábito inmundo e inmoral".

  4. Las drogas y el alcohol pueden hacerte perder las inhibiciones, incluido tu control sexual. Evita las fiestas y las situaciones que creas que puedan ser problemáticas.
    • Si estás bajo la influencia de las drogas o el alcohol, esto aumentará la probabilidad de que realices una actividad sexual peligrosa. [5]
  5. Busca técnicas mentales que puedas usar como ayuda para “cambiar de tema” en tu mente cuando los impulsos sexuales empiecen a abrumarte. Puedes conversar con un terapeuta sobre las maneras de controlar los pensamientos obsesivos. Estas pueden ser algunas técnicas:
    • Despeja la mente a través de la meditación o la plenitud mental. ¡No renuncies si es muy difícil al inicio!, ya que lo será para la mayoría de las personas. Ten fe en que se volverá más sencillo con la práctica. Si participas en una práctica espiritual, también podrías decir una oración que te ayude a concentrar la mente y obtener apoyo espiritual.
    • Desvía tu atención a la tarea presente. Reconoce tus impulsos sexuales repitiéndote algo como “Estos solo son pensamientos. En estos momentos no me ayudan, solo me lastiman”. Luego toma unos respiros profundos y desvía tu atención a la actividad que estés realizando. [6]
  6. Minimiza el estrés . En ocasiones, los pensamientos obsesivos suelen tomarte desprevenido cuando te sientes abrumado o estresado. Si notas que esto te ocurre con tus impulsos sexuales, identifica maneras en las que puedas vivir una vida con menos estrés. [7]
    • Por ejemplo, quizás notes que piensas de forma obsesiva en el sexo durante los días en los que llegas tarde al trabajo. Experimenta despertando más temprano o contando con un tiempo adicional para viajar al trabajo, así determinarás si tus patrones de pensamiento cambian.
    • Elabora una lista de diversas responsabilidades que tengas, e identifica qué es lo que puedes eliminar o delegar. Trabaja de forma más inteligente, no con más esfuerzo.
  7. Si te mantienes ocupado, esto será de utilidad para mantener tu mente preocupada y concentrada en otras cosas, además del sexo. Adopta un nuevo pasatiempo o llena tu calendario social con actividades que realices con tus amigos. [8]
    • Canaliza tu energía sexual en un proyecto creativo. Superar las emociones difíciles mediante la imaginación es un tipo de sublimación, o tomar una emoción “negativa” o indeseada, y convertirla en algo más positivo o útil. [9]
    • Busca un pasatiempo que te aleje de los estímulos que desencadenen tus impulsos. Por ejemplo, si sueles mirar pornografía cuando estás solo en casa, busca un pasatiempo que te haga salir de casa y rodearte de personas, así no estarás en un entorno desencadenante.
  8. Haz ejercicio . La actividad física es una de las maneras más saludables de controlar diversos sentimientos y emociones, incluido el impulso por tener sexo. Haz ejercicio con frecuencia para combatir la energía sexual, o ve al parque o gimnasio más cercano tan pronto como empieces a experimentar estas sensaciones. [10]
    • Puedes fijarte una meta de aptitud física en la cual concentrarte. Por ejemplo, podrías optar por bajar de peso , levantar cierto peso en el gimnasio o entrenar para una maratón o una carrera de larga distancia en bicicleta. Cuando no estés ejercitándote, podrás dedicar tiempo a averiguar la forma de alcanzar tu meta de aptitud física, en lugar de distraerte con los impulsos sexuales.
Método 3
Método 3 de 4:

Conversar con otras personas que puedan ayudarte

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  1. Puedes someterte a un examen para descartar todo problema físico que podría ser la causa de tus impulsos sexuales. En ocasiones, las enfermedades o los trastornos pueden perturbar las hormonas y hacerte sentir hipersexual. [11]
    • El doctor podría pedirte que acudas a un psicólogo o psiquiatra para que te evalúe y determine si sufres de trastornos del estado de ánimo. Por ejemplo, un deseo intenso de sexo es un síntoma de un trastorno bipolar. [12]
    • Sé sincero con el doctor sobre tus impulsos sexuales y expresa tus inquietudes. Calcula las veces al día en las que pienses en sexo o te comportes dejándote llevar por tu impulso sexual. Por ejemplo, podrías decir algo como “Miro pornografía y me masturbo 4 veces al día”. El doctor podrá ayudarte a determinar si tu comportamiento es problemático o si se encuentra dentro del rango normal.
  2. Si actualmente te encuentras en una relación, conversa con tu pareja sobre tus impulsos sexuales. Si te sientes insatisfecho a nivel sexual en tu relación, sé sincero y hablen sobre la manera en la que podrían esforzarse para darle prioridad al sexo.
    • Podrías decir “Me preguntaba si estoy teniendo tantos impulsos debido a que no hemos tenido mucho sexo últimamente. ¿Qué opinas? ¿Estás feliz con nuestra vida sexual?”.
    • Ten en cuenta que tu pareja y tú podrían tener diferentes niveles de deseo sexual. Quizás desees tener sexo con tu pareja con más frecuencia. Esto no hace que ninguno de los dos esté en lo correcto o equivocado, tan solo es lo que sienten. Sean sinceros consigo mismos y con el otro para determinar si esto se puede controlar o si quebrantará la relación.
    • Conversa con tu pareja si te sientes forzado a engañarla. Sé sincero, incluso si esta podría ser una conversación difícil. Podrías decir algo como “Sé que te duele escucharlo, pero siento deseos sexuales por otras personas. Te lo digo porque quiero ser sincero, y tengo dificultades”. [13]
    • Pueden acudir a un terapeuta de parejas con formación en adicciones o problemas sexuales, así podrán evaluar su relación. [14]
    • Si conversas con un amigo de confianza, esta también podría ser una buena opción. Él podrá ayudarte a hacerte responsable de tus metas, te escuchará cuando necesites desahogarte, y te brindará comentarios objetivos.
  3. Si te preocupa el control de tus impulsos sexuales debido a la fe que practicas, puedes solicitar la orientación de un líder espiritual de tu comunidad religiosa. Puedes conversar con un clérigo, un líder de asistencia pastoral o un líder joven de tu congregación. [15]
    • No te avergüences. Lo más probable es que los líderes de tu comunidad religiosa ya lo hayan oído y sepan cómo abordar tus inquietudes. Podrías indicarles que te sientes avergonzado cuando pidas hablar con ellos, Por ejemplo, podrías decir algo como “He tenido dificultades con algo personal y vergonzoso. ¿Podría hablarle de ello en privado en algún momento?”.
    • Pídele a tu líder religioso que te brinde recursos que puedan ayudarte a comprender tu problema desde una perspectiva espiritual.
Método 4
Método 4 de 4:

Buscar ayuda para afrontar los comportamientos sexuales compulsivos

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  1. Conoce los signos de advertencia de la adicción al sexo . La adicción al sexo, o el comportamiento sexual compulsivo, se considera de ese modo cuando tus deseos e impulsos sexuales empiezan a influir de forma negativa en tu vida. Si empiezas a sentirte abrumado a causa de tus impulsos sexuales, puedes buscar a un consejero que pueda ayudarte a desarrollar un plan de tratamiento. Estas son algunos signos de advertencia a los cuales prestarles atención:
    • gastar sumas de dinero considerables para saciar tus necesidades sexuales (por ejemplo, comprando pornografía, visitando clubs de striptease o contratando a trabajadoras sexuales); [16]
    • sentir el impulso de realizar comportamientos sexuales, pero no obtener placer de ellos; [17]
    • daños en las relaciones interpersonales, incluidas las que se tengan con parejas íntimas; [18]
    • tener que disculparte con frecuencia por tu comportamiento;
    • realizar comportamientos sexuales riesgosos que pueden provocar problemas físicos e interpersonales (como tener sexo sin condón o con una empleada); [19]
    • pasar mucho tiempo buscando la gratificación sexual, o disminuir tu productividad por dicho motivo. [20]
  2. Puedes acudir a un consejero que se especialice en la adicción al sexo. Para encontrar a un terapeuta, puedes consultar con tu doctor, comunicarte con el programa de ayuda al empleado de tu empleador, pedir que tu centro de salud comunitario te derive, o averiguar por tu cuenta en Internet.
    • Quizás tengas que buscar a un consejero con una certificación en el tratamiento de comportamientos sexuales problemáticos o de terapeuta de adicción al sexo. Estas certificaciones demostrarán que el consejero ha recibido una formación en las causas y los tratamientos de los comportamientos sexuales. [21] [22]
    • Los terapeutas están capacitados para tener una mente abierta, no juzgar y aceptar los problemas de las demás personas. No te sientas avergonzado por necesitar ayuda profesional. Los terapeutas también se ciñen a leyes de confidencialidad y protegerán tu privacidad, siempre y cuando no corras el riesgo de lastimarte a ti o a los demás, o si denuncias un abuso o un desamparo. [23]
  3. Existen varios grupos de apoyo para la adicción al sexo, y todos tienen modelos de programa similares que están compuestos por 12 pasos (similar al modelo de alcohólicos anónimos). Estas reuniones pueden brindarte apoyo, lograr que te hagas responsable de tu recuperación, y darte una estructura para la cual trabajar y así cumplir tus metas. Si estás en los EE. UU., podrás encontrar un centro de reuniones cerca de ti visitando las páginas web de estos grupos en los siguientes enlaces: [24]

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