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Un cerco vivo es una forma ideal de crear una barrera natural en el patio para proporcionar privacidad, reducir el viento y proteger la tierra de la erosión. Si bien se pueden necesitar algunos años para que crezca por completo, puedes plantar fácilmente los arbustos para crear un cerco vivo con algunas herramientas. Luego, cava agujeros y enriquece la tierra para plantar arbustos en tu patio. Siempre y cuando riegues regularmente y mantengas los arbustos, ¡crecerán y formarán un cerco!

Método 1
Método 1 de 3:

Escoger los arbustos

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  1. Los arbustos de hoja perenne conservan el follaje en todo el año, por lo que siempre crecen y lucen poblados. Visita el vivero local y evalúa las opciones disponibles de variedades de arbustos de hoja perenne. Busca plantas que crezcan bien en el clima de tu zona. De lo contrario, tu cerco parecerá menos poblado o alargado y delgado. [1]
    • Algunos arbustos de hoja perenne que puedes escoger son las tuyas, los bojes, los juníperos y la Photinia.
  2. Los arbustos de hoja caduca tienen flores brillantes durante la temporada de cultivo, pero sus hojas mueren durante la estación fría. Incluso cuando las plantas pierden su follaje, los arbustos de hoja caduca pueden proporcionar privacidad y protección cuando tienen ramas gruesas. Visita la tienda de jardinería local para averiguar qué tipos de arbustos sobreviven en tu zona. [2]
    • Los arbustos de hoja caduca incluyen la Forsythia, la Weigela, las lilas, la rosa sugosa y el membrillo.
    • Algunas plantas de hojas caduca tienen espinas en las ramas que pueden proteger el jardín o patio de animales grandes, como los venados.

    Advertencia: evita usar plantas como agracejo japonés, arbusto ardiente, olivo de otoño o ligustro dado que se consideran invasivas y pueden crecer rápidamente fuera de control si no las puedes mantener de forma correcta. [3]

  3. Algunos arbustos pueden alcanzar una altura de 4,5 metros (15 pies), por lo que requieren un mayor tiempo de podado y control si quieres mantenerlos cortos. Presta atención al tamaño máximo de los arbustos que te interesen y asegúrate de que sean similares a la altura a la que quieres mantenerlos. Si quieres una pared pequeña y natural, opta por arbustos de 0,5 a 1 metro (2 a 3 pies) de alto. Si quieres algo más privado, opta por arbustos de crezcan hasta 1,2 o 1,8 metros (4 a 6 pies). [4]
    • Los bojes, la Weigela y la Forsythia crecen aproximadamente hasta 91 o 152 cm (3 a 5 pies) de alto.
    • Los arbustos como la Photinia, la tuya y los juníperos generalmente crecen hasta 4,6 metros (15 pies) si no se podan, pero se pueden controlar con facilidad.
    • Procura mantener los arbustos al nivel de los ojos para no tener que usar una escalera para recortar las ramas más altas.
  4. Opta por arbustos cultivados en maceta o que tengan las raíces envueltas en arpillera, dado que son más fáciles de cultivar que las semillas. Divide el largo que quieres para el cerco entre 0,9 metros (3 pies) y redondea la cifra para saber cuántos arbustos necesitarás. Compra las mismas especies de arbustos para que el cerco vivo luzca uniforme. [5]
    • Por ejemplo, si quieres tener un cerco vivo de 4,6 metros o 15 pies, divide 15 entre 3 para obtener 5 como resultado. En este caso, tendrás que plantar cinco arbustos.
    • Puedes escoger distintas especies de arbustos si quieres que tu cerco tenga un aspecto más natural, aunque quizás no crezca tan denso.
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Método 2
Método 2 de 3:

Plantar el seto vivo

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  1. Mide el diámetro y la altura del cepellón de cada arbusto que hayas comprado con una cinta métrica para identificar el más largo. Encuentra un lugar en el patio donde quieras plantar el cerco y comienza a cavar con una pala. Comienza en la parte media de la zanja antes de expandirla a lo ancho para poder medir el tamaño con facilidad. [6]
    • Por ejemplo, si el cepellón tiene 46 cm (1 pie y medio) de ancho y 60 cm (2 pies) de alto, la zanja debe tener 90 cm (3 pies) de ancho y 60 cm (2 pies) de profundidad.
    • También puedes rentar una excavadora pequeña o una excavadora de zanjas en una tienda de suministros de maquinaria pesada si quieres acelerar el proceso.

    Consejo: rocía pintura en el borde de la zanja en el piso para poder ver cuánto más tienes que cavar.

  2. Compra bolsas de composta y abono en la tienda local de jardinería. Vierte una parte de composta y una de abono por cada dos partes de tierra que caves de la zanja. Usa una pala para colocar la composta y el abono en la tierra una vez que estén bien mezclados. [7]
    • También puedes usar tu propia composta para el cerco.
    • Mezcla la tierra con la composta y el abono en una carretilla si te resulta más sencillo.
  3. Un cultivador manual es una garra pequeña de metal que despedaza la tierra sin romper las raíces. Quita los arbustos de las macetas por la base del tronco o corta la arpillera alrededor del cepellón. Pasa suavemente el cultivador por la tierra alrededor de las raíces para exponerlas. No quites toda la tierra del cepellón. De lo contrario, podrías dañar el arbusto. [8]
    • Puedes comprar un cultivador de mano en la tienda local de jardinería.
    • También puedes quitar la tierra a mano si no tienes un cultivador manual. Usa guantes de jardinería para no irritarte la piel mientras trabajas.
  4. Coloca el primer arbusto para que esté a 46 o 60 cm (1 pie y medio a 2) del extremo de la zanja, dado que crecerá y se expandirá. Coloca el arbusto en la parte media de la zanja y haz que la parte más repleta apunte hacia tu casa. Coloca el próximo arbusto para que su tronco esté a 0,9 a 1,22 metros (3 a 4 pies) del tronco del primer arbusto. Sigue colocando los arbustos a lo largo de todo el cerco vivo. [9]
    • No plantes los arbustos más cerca, dado que competirán por los nutrientes y no crecerán por completo.
  5. Usa una pala o carretilla para verter la mezcla de tierra, composta y abono en la zanja. Asegúrate de cubrir las raíces de cada arbusto por completo para que no estén expuestas. Compacta la tierra alrededor de los troncos de los arbustos para formar pequeños montículos y evitar la acumulación del agua que causa pudrición. [10]
  6. Usa una regadera o una manguera de jardín con un accesorio de rociado para rociar los arbustos. Vierte el agua tan cerca como puedas de las raíces para que se absorba en la tierra y proporcione nutrientes. Mete un dedo en la tierra hasta el primer nudillo para evaluar si la tierra está húmeda. Si no lo está, sigue regando hasta que lo esté. [11]
    • No uses un accesorio de chorro en la manguera, dado que puede dañar las plantas o alterar la tierra.
    • También puedes usar un rociador para regar las plantas.
  7. Palea o vierte la cubierta orgánica en una capa uniforme en la tierra para que esté a una profundidad de 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas). Mantén la cubierta orgánica a una distancia de 5 cm (2 pulgadas) de los troncos de los arbustos, dado que puede causar pudrición. [12]
    • Puedes comprar cubierta orgánica en la tienda de jardinería local.
    • La cubierta orgánica ayuda a retener la humedad en la tierra y evitar que crezca la maleza debajo del cerco.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuidar el cerco

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  1. Usa una regadera o una manguera para regar los arbustos. Procura regar la tierra de forma uniforme alrededor de las raíces para que puedan absorber los nutrientes y mantener los arbustos saludables. Revisa la tierra al meter un dedo en la tierra hasta el primer nudillo. Si la tierra se siente húmeda, puedes dejar de regar. De lo contrario, sigue regando y vuelve a revisar en cinco minutos. [13]
    • Si llueve mucho durante la semana, no es necesario que riegues el cerco.
    • Instala un sistema de irrigación por goteo debajo del cerco para regarlo regularmente sin tener que hacerlo de forma manual.
  2. Revisa las hojas del cerco para ver si tienen agujeros, picaduras o lesiones escamosas. Levanta las hojas y revisa la parte inferior para ver si tienen insectos. Si encuentras plagas, rocía un pesticida comercial en los arbustos para deshacerte de ellas. Si observas ramas muertas, follaje arrugado u hojas amarillentas, corta la zona afectada para que la enfermedad no se propague. [14]
    • Las plagas comunes de jardín incluyen los pulgones, las cochinillas y las arañas rojas.
    • Las enfermedades incluyen moho polvoriento, cancro bacteriano y tizón.

    Consejo: si no estás seguro de cuál es el problema con los arbustos, toma un recorte de la zona afectada y llévalo al centro de jardinería local para obtener un diagnóstico preciso.

  3. Poda el cerco después de que cualquier brote o flor se vuelva amarillento para no quitar crecimientos saludables. Sujeta una podadora eléctrica para que la hoja esté paralela con el lado a recortar. Guía la podadora en línea recta por la parte superior y los laterales de los arbustos para recortar aproximadamente un tercio del crecimiento. Asegúrate de que la parte superior del cerco se estreche más que la base. De lo contrario, las ramas inferiores no podrán recibir la luz del sol. [15]
    • Los cercos generalmente necesitan tener un grosor de 90 cm (3 pies) para mantenerse saludables y crecer.
  4. Toma una o dos ramas de la parte media del cerco. Córtalas a un ángulo de 45 grados con una podadora manual para que el agua no se estanque en la parte superior. Llega al menos a 60 cm (2 pies) de la parte de abajo del cerco y corta una o dos ramas internas más. Sigue cortando a lo largo de todo el cerco vivo. [16]
    • Quitar las ramas internas permite una mayor circulación de aire y que la luz alcance la parte interior del cerco.
    • Usa una camiseta de manga larga y guantes de jardinería si el cerco tiene ramas con espinas para no lastimarte.
  5. Acércate a la tienda local de jardinería y busca un fertilizante granulado para usar en el cerco. Toma la cantidad recomendada de fertilizante en el paquete y aplícala en la base del cerco. Riega el cerco de inmediato para que el fertilizante pueda penetrar la tierra y proporcionar nutrientes a las plantas. [17]
    • No permitas que el fertilizante toque los troncos de los arbustos dado que puede dañarlos.
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Consejos

  • Los cercos vivos generalmente necesitan entre tres y cinco años para crecer a su tamaño y densidad completos.
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Advertencias

  • Evita usar ligustros, arbustos ardientes, agracejo japonés u olivo de otoño para el cerco vivo dado que se consideran arbustos invasivos y son difíciles de controlar.
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Cosas que necesitarás

  • arbustos
  • guantes de jardinería
  • pala
  • composta
  • abono
  • carretilla
  • cultivador de mano
  • manguera de jardín o rociador
  • cubierta orgánica
  • rastrillo
  • bordeadora eléctrica de cercos
  • podadoras de mano
  • fertilizante 10-10-10

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