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Los pensamientos y sentimientos negativos se caracterizan por aparecer en momentos poco convenientes y nos distraen de lo bueno de la vida. Pronto, nuestra mente empieza a inclinarse más hacia la negatividad la mayoría de las veces, además darle demasiadas vueltas a las emociones oscuras es una mala costumbre difícil de erradicar. Pero, como cuando se quiere dejar cualquier otro hábito, exige volver a entrenarte para pensar de forma diferente.

Cuando estamos estresados por lo general tenemos un millón de cosas que nos pasan al mismo tiempo y una mente que no se calla es lo último que necesitamos. Por lo tanto, es muy importante ser capaz de pasar tiempo relajándote, poniendo las cosas en contexto y después dejarlas ir.

Lee el paso 1 y los demás para aprender a relajar tu mente acelerada.

Método 1
Método 1 de 4:

Crear nuevos patrones de pensamiento

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  1. Cuando tus pensamientos se estén saliendo fuera de control, ¿qué es lo que normalmente piensas? Lo más probable es que estés dándole demasiadas vueltas a algo del pasado, aunque sea algo de la semana pasada, o te estés obsesionando con algo que está por suceder. La clave para mantener ese tipo de pensamientos en su lugar es estando consciente del momento presente. Darte cuenta de lo que sucede en el momento necesariamente arranca tus pensamientos de esas esquinas oscuras. Esto se debe a que muy a menudo los pensamientos se detienen al enfocarte en ellos porque de repente están siendo expuestos al escrutinio y estás viendo tus deseos interiores que crean el proceso de pensamiento desde otra perspectiva. Suena algo sencillo, pero como seguramente sabes, no siempre es fácil de hacer. A continuación te presentaremos algunas maneras para ser más consciente de lo que está sucediendo en este preciso momento:
    • Si ves una imagen calmante, la mente puede relajarse y dejarse ir, pero solo funciona cuando dejas de intentar y esperar que pase. Este es un buen método primario para relajar y calmar la mente.
  2. Una de las desventajas de darle vueltas a los recuerdos o emociones negativas es que te obliga a ser un poco distante de lo que pasa fuera de tu mente. Cuando decides conscientemente que saldrás de tu cascarón y te conectarás con el mundo, le darás menos cabida en tu mente a los pensamientos y sentimientos persistentes que normalmente drenan tu energía mental. Al juzgarte respecto a dichos pensamientos en realidad podría dificultar aún más el problema. Es probable que hayas estado pensando en lo mucho que no te cae bien alguien, y que luego te hayas sentido culpable o enfadado por ello. Así, estarás entrenando a la mente a acostumbrarse o arraigarse a un proceso de causa y efecto y se volverá más difícil de controlarlo en el futuro. A continuación te presentaremos algunas maneras para empezar a conectarte a nivel básico:
    • Sé un mejor oyente durante las conversaciones. Tómate el tiempo para absorber realmente lo que la otra persona te dice en lugar de escuchar a medias mientras te preocupas por otros temas. Haz preguntas, comparte tus sugerencias, en general, sé un buen conversador.
    • Considera ofrecerte como voluntario o participar de otra manera en tu comunidad. Conocerás gente nueva y estarás expuesto a temas importantes e interesantes que podrían tener mayor peso que los pensamientos y sentimientos que estás tratando de dejar.
    • Observa tu cuerpo. Presta atención al lugar donde estés sentado. Sintoniza con tu ambiente inmediato. Tu realidad es donde estás en este momento. Es imposible regresar al ayer y es imposible predecir lo que sucederá mañana. Mantén tus pensamientos ocupados con tu presencia física en este momento. [1]
    • Di algo mentalmente o en voz alta. El acto físico de reproducir un sonido traerá tus pensamientos al ahora. Di: “Este es el presente” o “Estoy aquí”. Repítelo hasta que tus pensamientos estén de vuelta al presente.
    • Ve afuera. Cambiar tu ambiente inmediato podría ayudar a que tus pensamientos vuelvan al presente, ya que tus sentidos estarán ocupados en expandirse para registrar más información. Observa la manera en que se mueve el mundo a tu alrededor, cada ser vive en su propio presente. Céntrate en los cambios pequeños, como un pájaro posándose o una hoja arremolinándose en la acera.
  3. La autonegatividad en su gran variedad de formas también es un instigador de los pensamientos y sentimientos negativos para muchos. Cuando eres acomplejado, es como si tuvieras un segundo carrete en tu mente, que te distrae en todas las cosas que estás haciendo. Por ejemplo, cuando hablas con alguien, estás pensando en cómo te ves físicamente, en qué impresión recibes, en lugar de participar enteramente en la conversación. Disminuir los complejos es esencial a la hora de dejar los pensamientos y sentimientos negativos para que puedas participar plenamente en la vida.
    • Practica estando más presente realizando actividades que te absorban completamente y te hagan sentir seguro de tus destrezas. Por ejemplo, si eres bueno haciendo pasteles, saborea la experiencia de tamizar los ingredientes secos, batir la masa, llenar el molde, oler el aroma de tu creación que llena la cocina, tomar el primer bocado cuando está lista.
    • Cuando experimentas una consciencia del momento presente, explórala y recuerda cómo se siente, así como también cómo llegaste y recréalo lo más que puedas. Recuerda que lo único que te impide sentir esa libertad en otras situaciones es tu mente; pon a un lado la autocrítica de tu proceso de pensamiento diario.
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Método 2
Método 2 de 4:

Comprender la mente

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  1. Los pensamientos usualmente son producto de un hábito, así que regresarán cuando dejes de estar consciente. Intenta dejarlos ir también, pues no solo debes detener la cadena, deberás prevenir que se formen nuevas.
  2. Observa lo que está pasando para desarrollar una percepción y entendimiento de cómo los pensamientos y los sentimientos te controlan. Cuando contemplas los sentimientos, no toma mucho tiempo ver que hay dos cosas diferentes que suceden: un tema y un proceso. El proceso es el pensar o expresar los sentimientos.
    • La mente no siempre necesita un tema para pensar, ahí es cuando la mente hace ruido sobre lo que parece un fuerte torrente de pensamientos ilógicos. La mente está usando el pensar como un chupón para calmarse o como una distracción y por lo general lo hace cuando hay dolor físico, cuando tiene miedo o está tratando de protegerse a sí mismo de algo. Si ves a la mente como a una máquina, algunas veces podrás verla tomando todo lo que pueda encontrar o sentir para usarlo como tema de pensamiento.
    • Cuando el pensamiento está basado en un tema mucho más obvio; quizá estés enojado, preocupado o tengas un sentimiento particular sobre un problema y estés pensando en ello. Estos pensamientos tienden a ser repetitivos y están enfocados solo en ese tema.
    • La dificultad es que hay un problema central: esencialmente la mente tiene que desinteresarse o desencantarse con el tema y el proceso de pensar o sentir emocionalmente. Por lo general, te ayudará reconocer que el tema y el proceso de sentimiento o pensamiento no están contribuyendo en nada por el momento. Existen muchos temas de sentimientos y pensamientos que no queremos dejar ir ni considerarlos estresantes, porque por lo general queremos explorar los temas y problemas que representan (como cuando estamos enojados, ansiosos, etc., queremos pensar en el quién, dónde, qué, por qué, etc.).
    • El deseo de “querer pensar en determinado tema” o “querer pensar porque sí” es más poderoso que nuestro deseo de dejar ir las cosas; dejarlas ir es muy difícil cuando es opacado por un deseo más fuerte. Cuando no somos cuidadosos o no estamos conscientes, solo empezamos a luchar con nosotros mismos, que también es parte del truco si estás pensando por el simple hecho de pensar. Luchar se convierte en otra distracción del problema del que la mente está huyendo; la mente aún está en control total, aunque no lo parezca. Tienes que contrarrestar el deseo de "querer pensar" con un gentil pero persistente: “Bueno, es tiempo de seguir adelante y dejarlo ir” hasta que finalmente el deseo de dejarlo ir sea más fuerte que el deseo de pensar en el problema.
    • El otro problema es que los sentimientos son algo que vemos como parte de nuestra identidad o parte de nosotros. No tenemos deseo de reconocer que esa parte de nosotros podría causarnos dolor, sufrimiento o que tiene la capacidad de hacernos infelices. La gente es entrenada para pensar que "todos" los sentimientos son valiosos cuando son "yo" o "míos". Algunos sentimientos causan estrés, pero otros no. Esto explica todo el método, tienes que observar el pensamiento y el sentimiento lo suficiente para decidir, sin condenarte, si vale la pena mantener el sentimiento o si vale la pena dejarlo ir.
  3. Si tienes un pensamiento basado en un tema que quieras dejar ir, prueba con alguno de los experimentos a continuación:
    • Intenta con todas tus fuerzas evitar pensar en un oso polar o, incluso algo más inusual, un flamenco morado con puntos tomando una taza de café. Este experimento es muy antiguo, pero aun así es bueno para demostrar la dinámica del pensamiento. El hecho es que, cuando hacemos un esfuerzo por no pensar en osos polares, o en un pensamiento que nos hace infelices, luchamos con él. Tratar de suprimir un pensamiento y luchar con él requiere esfuerzos aplicados y prolongados, además del tema (como el oso polar) como objeto. Si sigues tratando o luchando para no pensar en ello, el oso se quedará en donde está.
    • Digamos que estás sosteniendo un lapicero en tu mano y quieres soltarlo.
    • Para poder soltar el lapicero, debes estar sosteniéndolo en primer lugar.
    • Cuando sigues queriendo soltarlo, tienes que seguir sosteniéndolo.
    • Lógicamente, no puedes soltarlo si aún lo estás sosteniendo.
    • Entre más esfuerzo e intención le dediques a “querer” soltar el objeto, sujetarás con más fuerza el lapicero.
  4. Esta misma física aplicada sirve para la mente. Como estamos tratando de forzar que se vayan los pensamientos, más nos aferramos a ellos para poder aplicar la fuerza para forzarnos a dejarlos ir. Entre más intentemos forzarlo, más estamos tensando y aplastando la mente. Sin embargo la mente responde como si estuviera siendo atacada.
    • La manera de salir es que en lugar de forzarlo solo se debe relajar el agarre. El lapicero se cae de tu mano por sí solo al igual que los pensamientos y sentimientos. Tal vez necesites un poco de tiempo; si estabas usando la fuerza, tal vez deje alguna huella en la mente durante un tiempo, porque la mente está tan acostumbrada a luchar que casi se ha convertido en algo arraigado como ocupación mental.
    • Esto es muy parecido a la mente. Cuando nos sujetamos a pensamientos y sentimientos explorándolos o tratando de destruirlos, no se van a ningún lado, están encerrados bajo candado. Tienes que soltar el agarre para ser capaz de dejarlos ir.
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Método 3
Método 3 de 4:

Desarrollar habilidades más profundas

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  1. Hay un gran número de cosas que puedes intentar o preguntarte a ti mismo cuando haya un pensamiento o sentimiento que se siga repitiendo. A continuación te presentaremos algunas cosas que puedes intentar o considerar:
    • ¿Alguna vez has leído un libro, visto una película o hecho algo tantas veces que sabes todo sobre ello y te parece poco interesante y aburrido? Si haces lo mismo, miras el pensamiento y te sientes poco interesado en él, entonces no habrá más apego, así que será más fácil dejarlo ir.
  2. No huyas de los pensamientos negativos . Estás cansado de los pensamientos y sentimientos que parecieran nunca irse de tu mente, pero ¿te has tomado el tiempo para enfrentarlos cara a cara? Cuando tratas de ignorar los pensamientos y sentimientos en lugar de reconocerlos es posible que nunca desaparezcan. Permítete sentir profundamente lo que necesites sentir antes de empezar el proceso de dejarlo ir. Si tu mente está insistiendo con las cadenas de pensamientos o emociones, juzgarte es otra herramienta que podría usar para dominarte. Es sabio recordar que nuestra mente es la fuente de todas nuestras habilidades manipuladoras, por lo tanto conoce más trucos de los que pensamos. Lo hace debido a que las partes de la mente que piden y son adictas a las cosas quieren seguir sintiendo el desenfreno de que tengamos nuestros deseos activos y controlándonos. En general, nuestras adicciones son las que nos motivan.
    • Un mantra útil para poder hacerle frente a los pensamientos y sentimientos es recordar que deberás ser el encargado de tu propia felicidad y que no tienen el control sobre tu vida. Fundamentalmente, si dejas que los problemas del pasado o del futuro y otros deseos controlen tu felicidad, nunca producirán buenos frutos.
    • Manipula el pensamiento. Míralo al revés, tuércelo, dóblalo, cámbialo; al final, te darás cuenta de que tú estás a cargo del show. Sustituir un pensamiento no placentero con una cadena de pensamientos reconfortantes es una solución temporal, pero aun así es bueno en tiempos de necesidad. Podrás dejar ir el problema con más facilidad cuando sientas que tienes un terreno más seguro donde pararte.
    • Si tus pensamientos y sentimientos acelerados están relacionados a un problema que falta solucionar, planéalo cuidadosamente, luego toma las medidas para solucionar dicha situación, aunque tengas que reconocer que está fuera de tu control.
    • Si tus pensamientos y sentimientos están relacionados a un evento triste, como una ruptura o el fallecimiento de un familiar, permítete estar triste. Mira la fotografía de la persona que echas de menos y piensa en aquellos momentos que compartieron juntos. Si te sirve de algo, llora; recuerda que es perfectamente normal ser un ser humano. También te podría ayudar anotar tus emociones en un diario.
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Método 4
Método 4 de 4:

Mantenerte positivo

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  1. Cuando te sientes estresado, exhausto o decaído en general, aquellos pensamientos y sentimientos que creías que se habían ido para siempre tienden a volver sigilosamente. Cuando eso ocurra, necesitarás tener unos cuantos métodos de defensa que te ayudarán a superar los momentos bajos sin permitir que ciertos pensamientos y sentimientos se apoderen de ti por completo.
  2. Practica la visualización . Si eres una persona ocupada con poco tiempo para relajarse , practicar la visualización podría ser de gran ayuda. Un ejemplo es considerar esta imagen (o un recuerdo de un lugar hermoso o donde te hayas sentido contento):

    Imagina un campo agradable, hermoso, lleno de flores y otros aspectos escénicos. Tómate un minuto explorando el espacio abierto, el cielo azul y el aire limpio. Luego imagina una ciudad construida en el campo con torres y edificios, calles y vehículos. Ahora deja que la ciudad desaparezca lentamente de nuevo, dejando como resultado el campo vacío y hermoso. La relevancia de esta imagen es que el campo representa que nuestra mente en esencia es vacía y hermosa, pero que hemos construido una ciudad de pensamientos y sentimientos encima. Con el tiempo, nos acostumbramos a la ciudad y nos olvidamos que, debajo de ella, el campo vacío yace ahí. Cuando los dejas ir, los edificios se van y el campo (la paz y tranquilidad) regresan.
  3. El mundo está lleno de gozos pequeños al ayudar a los demás, culminar las tareas, alcanzar las metas, salir y ver un paisaje hermoso, la puesta de sol o disfrutar una comida deliciosa con amigos o familiares. La práctica de reflexionar sobre estos aspectos bellos de la vida aumenta la autoconfianza, además aumenta nuestro gozo de experiencias futuras.
  4. Cuando no te sientes bien, es difícil reunir la fuerza y la energía para mantenerte optimista. Haz lo que sea necesario para mantener tu mente, tu cuerpo y tu espíritu saludables; aquellos pensamientos y sentimientos negativos tendrán menos oportunidades de apoderarse.
    • Duerme mucho. Si tienes un déficit de sueño, será más difícil mantener la mente funcionando de manera positiva. Duerme 7 u 8 horas todos los días.
    • Come saludablemente. Ten una alimentación balanceada, llena de todos los nutrientes que tu cerebro necesita para estar sano. Asegúrate de consumir muchas frutas y verduras.
    • Haz ejercicios regularmente. Tener una buena rutina de ejercicios mantendrá el estrés a raya, además ayudará a que tu cuerpo esté en forma. Ambos efectos influenciarán en gran medida los pensamientos y sentimientos que ocupen tu mente.
    • Evita el alcohol y las drogas . El alcohol es un agente depresivo, beber en exceso podría ocasionar que tus pensamientos se salgan fuera de control. Lo mismo ocurre con muchos tipos de drogas. Si regularmente consumes muchas drogas y alcohol, considera disminuir su consumo para mejorar tu salud mental.
    • Busca consejería cuando lo consideres necesario. Cuidar de tu salud mental es tan importante como cuidar de tu salud física. Si estás teniendo problemas para controlar tus pensamientos, no trates de solucionar todo solo. Busca un profesional, un consejero religioso o no, un asistente social o un psiquiatra, quien te podrá ayudar a regresar al camino positivo.
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Consejos

  • Recuerda: los pensamientos y las emociones son como el clima, vienen y van. Tú eres el cielo, los pensamientos; las emociones son la lluvia, las nubes, la nieve, etc.
  • Entre más practiques, más fácil y más rápido se volverá.
  • Es fácil apegarse a los sentimientos dichosos y felices, pero estos vienen y van, no podemos fijar nuestra mente en ese estándar con la esperanza de que se quede ahí. Sin embargo, puedes usar estos sentimientos como un punto de referencia para desarrollar y calmar la mente.
  • Conocer tu mente lo hace más fácil, un ejercicio simple es relajarse y contemplar la mente por cierto tiempo, incluidas tus reacciones. Imagina que eres un científico viendo una nueva especie y es tu trabajo averiguar cómo vive.
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Advertencias

  • Ve a un terapeuta cuando lo necesites. No tengas miedo de buscar ayuda.
  • No hay manera de mantener tu mente a prueba de balas, ya que cambia y reacciona a los impulsos. Esto es porque la mente y el cuerpo existen y no está dentro de nuestro poder que sea como queramos.
  • Tratar de destruir aspectos de la mente que la forzará a proteger lo que estás tratando de destruir; esta es la capacidad de defensa mental cuando está bajo ataque.





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