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Una gata doméstica tiene un periodo de gestación de aproximadamente 63 días. Sin embargo, si no sabes la fecha exacta de la concepción, tal vez no tengas una idea clara de cuándo tu gata estará lista para el trabajo de parto (también conocido como alumbramiento). [1] No obstante, si ves con atención algunos signos conductuales y físicos reveladores de que el parto está cerca, podrás cuidarla y saber si el alumbramiento está o no avanzando con normalidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Mirar signos conductuales

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  1. En los días previos al alumbramiento, una gata embarazada empezará a buscar un nido o un lugar adecuado para dar a luz y cuidar a sus gatitos. Muchas gatas que están a punto de dar a luz buscarán privacidad; por ejemplo, un armario u otro lugar en el cual pueda esconderse. Si ves que tu mascota busca lugares como esos, puedes tender una manta o toallas para que sea más cómodo. [2] [3]
    • También puedes ofrecerle un nido, como una caja de cartón. Ten en cuenta que muchas gatas querrán elegir su propio nido e incluso podrían cambiar de lugar.
  2. A medida que se acerque la fecha del parto, tu gata podría empezar a parecer inquieta y a pasear de un lado a otro con frecuencia. También podrías notar que muestra hábitos cambiantes. Por ejemplo, si tienes una gata que por lo general es distante, podría volverse más cariñosa cerca de la fecha de su parto o viceversa. [4]
  3. Por lo general, las gatas embarazadas comen más de lo normal. Sin embargo, una vez que el alumbramiento esté cerca, podría tener un apetito reducido o incluso no comer nada. [5]
  4. El inicio del alumbramiento implica cambios fisiológicos, los cuales tu gata empezará a sentir. En particular, podrías ver que limpia o lame su parte genital. Esto podría o no estar acompañado de una secreción mucosa, lo cual indicará que el parto está muy cerca. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Examinar a tu gata

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  1. Controlar la temperatura de una gata a partir del día 60 después del apareamiento puede dar una indicación relativamente confiable de que el alumbramiento está cerca. Incluso si no estás seguro de la fecha del apareamiento, controlar la temperatura de tu gata con regularidad una vez que esté embarazada puede ser un indicador útil. [7] [8]
    • La temperatura rectal de una gata embarazada varía entre 38,5 y 39 °C (100,5 y 102 °F).
    • Dentro de las dos horas previas al trabajo de parto, la temperatura rectal debe bajar, incluso hasta 2 grados.
  2. Cuando se acerque la fecha de alumbramiento de una gata embarazada, sus tetillas y glándulas mamarias se agrandarán. También podría empezar a lamerse las tetillas. Otros signos físicos son tener un abdomen descendido (caído) y una vulva agrandada y ablandada. Todos estos signos deben ser muy obvios al hacer una inspección visual. [9]
  3. Si sospechas que el alumbramiento es inminente y tu gata permite que te acerques, escucha con atención su respiración. Su ritmo respiratorio podría volverse más rápido e incluso podría empezar a jadear. Es posible que también ronronee de forma rítmica y continua. [10]
  4. Cuando el parto esté muy cerca, tu gata empezará a tener contracciones. Puedes saber si las tiene al sentir suave su abdomen. Así, la presión y tensión en el área abdominal probablemente indiquen que tiene contracciones. También podrías ver cómo el abdomen de tu mascota se contrae y suelta. Tu gata se podría acostar de lado durante este tiempo de tal modo que facilite más la inspección. [11] [12] [13]
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Método 3
Método 3 de 3:

Ver signos de advertencia

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  1. La mayoría de las gatas pueden dar a luz por sí solas. Sin embargo, vigílala de cerca si parece que el trabajo de parto está por empezar. Si los signos (como las contracciones) indican que tu gata está en trabajo de parto forzado, pero no pasa nada después de 1 hora de esfuerzo, ponte en contacto con un veterinario de inmediato. Él puede determinar la forma de ayudar a tu mascota. [14] [15]
  2. Controlar la temperatura de tu gata no solo indicará cuán cerca está el alumbramiento, sino que también indicará si hay problemas potenciales. Por lo general, la temperatura de una gata bajará cerca del momento de alumbramiento. Si su temperatura aumenta, mírala de cerca y revísala de nuevo lo antes posible. Si la temperatura todavía es más alta de lo normal, ponte en contacto con un veterinario. [16]
  3. El proceso de alumbramiento podría estar acompañado de un poco de sangrado. Las gatas embarazadas también tendrán secreciones de líquido amniótico y mucoso cuando el nacimiento esté cerca. Sin embargo, si notas un sangrado excesivo o secreciones malolientes, ponte en contacto con un veterinario, ya que estos signos podrían indicar un problema. [17]
  4. El alumbramiento implicará algunas molestias y cambios de comportamiento; por lo tanto, podría ser difícil saber si tu gata está bien. La mayoría de las gatas darán a luz bien por sí solas. Sin embargo, si muerde su parte genital o llora y se lame, considera llamar a un veterinario a fin de descartar posibles problemas. [18]
  5. Acercarte al trabajo de parto hará que tu gata se comporte de forma inusual. Sin embargo, el letargo y la depresión comúnmente no se asocian con el trabajo de parto y podrían indicar un problema. Ponte en contacto con un veterinario a fin de describir el comportamiento y conseguir recomendaciones sobre qué hacer. [19] [20]
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