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La lectura de los versículos de la Biblia es una excelente manera de enriquecer la práctica espiritual, y aprender un poco más sobre las enseñanzas de Dios y Jesús. Es posible que también desees comprender mejor la Biblia como un texto, a través de una lectura detallada y la meditación. Analiza los versículos leyéndolos en voz alta e identifica cualquier pregunta o ideas que te vengan a la cabeza. También puedes seleccionar los versículos para estudiarlos según los intereses que tengas. Una vez que hayas concluido la lectura detallada de los versículos, aplícalos en tu vida diaria para así profundizar tu espiritualidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Analizar los versículos

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  1. Escucha el sonido de los versículos. Fíjate en cualquier palabra o término que se repita en los versículos, ya que estos, por lo general, resultan importantes. Reflexiona acerca del tipo de emociones o pensamientos que experimentas cuando escuchas los versículos en voz alta. [1]
    • Es posible que también encuentres útil el hecho de escuchar grabaciones de audio de los versículos de la Biblia. Muchos libros de la Biblia, tales como las Epístolas de Pedro, se leían originalmente en voz alta en frente de la congregación, en vez de tenerlas por escrito. Es posible que, al escuchar las grabaciones de audio, tu comprensión de los versículos se profundice y además puedas experimentarlos de la manera en la que fueron originalmente concebidos.
    • Busca grabaciones de audio de la Biblia en la biblioteca de tu localidad o también en línea.
  2. Existen varios tipos distintos de literatura en los libros de la Biblia, que abarcan desde las leyes y reglas, hasta pasajes sobre historia, canciones, epístolas y los Evangelios. También existen distintos tipos de literatura dentro de los versículos mismos, tales como la prosa, parábolas, profecías y genealogías. La identificación del tipo de literatura utilizado en los versículos puede ayudarte a comprenderlos mejor. [2]
    • Por ejemplo, si vas a leer los versículos que describen los detalles y eventos del nacimiento de Jesús en el Libro de Lucas, te encontrarás leyendo en prosa. Si vas a leer a los versículos que utilizan un lenguaje poético y frases cortas, es probable que se trate de poesía.
    • Es posible que te cruces con parábolas que describan una escena corta y realicen preguntas retóricas, o que finalicen con una enseñanza evidente.
  3. Busca aquellos versículos que se encuentren cerca de los versículos que vas a estudiar. Piensa en cómo los versículos circundantes preparan el camino para los versículos que vas a revisar. Revisa cualquier información disponible acerca del autor del pasaje, y averigua también para quién o quiénes se encontraba dirigido ese versículo luego de revisar los versículos subsiguientes. Es posible que puedas descubrir información acerca del porqué fue escrito ese versículo, así como la temática que el autor intentaba explicar o explorar. [3]
    • Por ejemplo, si vas a leer los versículos que describen el nacimiento de Jesús, revisa los versículos circundantes y busca cualquier detalle sobre los eventos que condujeron al nacimiento de Jesús, o alguna introducción hecha por el autor.
  4. Piensa en cuáles son las ideas o conceptos más resaltantes y sobre los que más se habla en los versículos. Subraya o encierra en un círculo aquellas palabras clave que se relacionen con una idea o concepto. Busca cualquier frase o palabra que no comprendas y te generen preguntas. Ocupa algo de tiempo en fragmentar los versículos para que puedas comprenderlos mejor. [4]
    • Por ejemplo, es posible que te concentres en una frase específica tal como “No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”, y así puedas determinar la idea principal en los versículos.
    • Es posible que, luego, te surjan preguntas con respecto a la frase, tales como “¿Quién es el ‘tú’ y quién es el ‘mí’ en la frase?”, “¿Qué es lo que indica esta frase acerca de mi relación con Dios?”, “¿Cuáles son los males que temo o me preocupan en la vida?”.
  5. Evita tratar de imponer el modo moderno de ver las cosas cuando analices los versículos. En lugar de eso, piensa en las tradiciones, costumbres y la cultura de aquellos tiempos cuando fueron compuestos los versículos. Reconoce las diferencias culturales entre el tiempo de ahora y los tiempos antiguos. Ponte en los zapatos de alguien que vivió en el pasado, y lee los versículos de una manera metafórica, en lugar de una forma literal. [5]
    • Por ejemplo, es posible que analices un versículo como “Algunos confían en carros y otros en caballos, pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios”, y evalúes la importancia de los carros y los cabellos en el tiempo en que el versículo fue escrito. Piensa en cómo puedes interpretar las ideas o términos más antiguos a través de una perspectiva moderna.
  6. Luego de leer y analizar los versículos detalladamente, ocupa algo de tiempo para hacer una oración. Cierra los ojos y coloca tus manos en posición de oración, o colócalas encima de los versículos. Pídele a Dios que te oriente acerca del significado de los versículos. Piensa en cómo Dios desearía que interpretes y comprendas los versículos. [6]
    • Es posible que encuentres útil el hecho de hacer una oración con frecuencia cuando leas los versículos de la Biblia. Esta acción puede profundizar la práctica espiritual y puede hacerte sentir más cerca de Dios, conforme avance tu lectura.
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Método 2
Método 2 de 3:

Seleccionar cuáles versículos leer

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  1. La Biblia se encuentra dividida en varios libros, los cuales han sido agrupados. Cada libro está dividido en capítulos y versículos enumerados. Los capítulos y los versículos han sido organizados por eruditos, de forma que encontrar un pasaje de la Biblia sea una tarea sencilla. Si deseas encontrar un versículo de la Biblia en particular, busca el nombre del libro. Luego, revisa el número del capítulo y los números de los versículos. [7]
    • Por ejemplo, si deseas encontrar el pasaje Proverbios 31:25-27, entonces deberás buscar en el libro de Proverbios, el capítulo 31, versículos del 25 al 27.
    • Ten en cuenta que, desde una perspectiva espiritual, los números de los capítulos y los versículos no poseen relevancia alguna con respecto al significado de los versículos. Estos se encuentran estrictamente organizados, así para que la localización de un versículo en particular resulte una tarea más sencilla.
  2. Busca los versículos en la Biblia que se encuentran en los Evangelios y así podrás comprender la vida de Jesús y su ministerio. Los Evangelios constan de cuatro libros: el Evangelio de San Mateo, el Evangelio de San Marcos, el Evangelio de San Lucas, y el Evangelio de San Juan. Cada libro está compuesto y ha sido compilado por un discípulo de Jesús. Los Evangelios se centran en la vida de Jesús, así como el enfoque que tuvo con respecto a la espiritualidad y la religión. [8]
    • Puedes comenzar por repasar algunos versículos de uno de los Evangelios para así profundizar tu comprensión de la vida y las enseñanzas de Jesús. Por lo general, la lectura de estos resulta una buena opción si eres nuevo en la práctica de leer los versículos de la Biblia.
  3. Es posible que prefieras aquellos versículos de la Biblia que se centren en temas como la esperanza, el amor, la sanación, o el temor. También puedes buscar temas específicos, tales como las relaciones familiares o una crisis de la fe. Haz una búsqueda en línea de aquellos versículos que se centren en un tema de tu interés. También puedes acudir con tu sacerdote, pastor, o guía espiritual, para que te orienten acerca de aquellos versículos que se relacionen con el tema de tu interés. [9]
    • También puedes explorar la Biblia y buscar aquellos versículos que contengan términos como “esperanza”, “amor”, “sanación” o “temor”.
  4. A veces puede resultar útil el simple hecho de abrir la Biblia y elegir un versículo al azar. Esto puede añadirle espontaneidad a tu lectura, y te permitirá descubrir nuevos versículos. Esto también puede resultar una excelente forma de desafiarte a ti mismo y sumergirte en la lectura detallada de un versículo sin darle muchas vueltas al asunto. [10]
    • Puedes elegir unos versículos de la Biblia al azar para su lectura y análisis una vez al día, de manera que puedas ocupar más tiempo leyendo la Biblia. Esto también puede ampliar tu fe y profundizar tu comprensión de la Biblia como un texto.
  5. La Biblia no se encuentra organizada cronológicamente, así que, de cuando en cuando, habrá pasajes que no seguirán un orden correlativo. Si prefieres comprender el orden de los eventos tratados en la Biblia, busca un ejemplar cronológico en la tienda de Biblias de tu localidad, o en línea. Esta Biblia se encontrará reorganizada para que los eventos sigan una secuencia. [11]
    • Esto podría resultar útil si eres un principiante en la lectura de la Biblia, y te gustaría comprender la secuencia de eventos en el texto, de una forma más sencilla.
  6. Puede resultar abrumador si intentas la leer la Biblia de un solo golpe. Elige un libro o capítulo a la vez para que puedas realizar una lectura meticulosa. Puedes establecer un horario según el cual puedas analizar el contenido de un libro completo durante el transcurso de varios meses o un año. También puedes intentar leer la Biblia basándote en una temática durante varios años y así logres profundizar la práctica espiritual. [12]
    • Intenta leer un libro de la Biblia durante una sola sesión, o durante el lapso de varios días, ya que los libros fueron diseñados para ser leídos en una sola sesión.
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Método 3
Método 3 de 3:

Aplicar los versículos en tu vida

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  1. Anota los versículos en una hoja de papel o ponlos en tu teléfono. Llévalos contigo, de forma que puedas consultarlos y meditar sobre su contenido cuando te encuentres pasando por una dificultad o una situación confusa. Usa los versículos como una referencia que te ayude a procesar cualquier conflicto o problema que tengas que afrontar.
    • También puedes consultar los versículos con regularidad, de forma que los leas y trates de comprenderlos mejor. A veces, una simple lectura y una oración sobre los versículos, puede resultar de mucha ayuda.
  2. Pon la sabiduría y la orientación de los versículos en práctica, modificando tus hábitos o rutinas. Intenta mantener un versículo específico en tu mente mientras vives tu día para que te mantengas concentrado y enfocado. [13]
    • Por ejemplo, puedes seguir las enseñanzas sobre la confianza que leíste en la Biblia, si cambias la manera en que le hablas a tu pareja, o la forma en cómo te comunicas con Dios.
  3. Si te encuentras luchando contra algún problema, o estás experimentando algún conflicto en tu vida, acude a los versículos de la Biblia para recibir orientación. Busca aquellos versículos de la Biblia que se centren en el tema o tópico que pueda ayudarte a encontrar tranquilidad y a pensar en maneras para meditar sobre la situación. [14]
    • Por ejemplo, si te encuentras en un conflicto con sentimientos de temor o duda, puedes leer y reflexionar sobre aquellos versículos que tratan sobre estos temas.
  4. Muestra aquellos versículos de la Biblia que encuentres útiles o reveladores a tus amistades y familiares. Saca a la luz algún versículo en particular con tu sacerdote, pastor, o guía religioso para que puedan conversarlo con más detalle. Publica los versículos de la Biblia en tu cuenta de redes sociales para que otros puedan leer y reflexionar sobre ellos también. [15]
    • También puedes llevar contigo los versículos a un grupo de estudio de la Biblia para que puedas compartirlos con otros y reflexionen juntos sobre ellos.
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