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Lograr metas académicas es de vital importancia para lograr metas profesionales más adelante en la vida. Sin embargo, superar lo que se percibe como "fracaso" en contextos académicos puede parecer una tarea abrumadora. Sin embargo, si aprendes de los errores del pasado y desarrollas un plan de acción para el futuro, podrás recuperarte de prácticamente cualquier contratiempo académico.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Practicar la autoindulgencia

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  1. Las cuestiones académicas son algo mental, de modo que la mentalidad adecuada juega un papel importante en el logro de las metas académicas. En vez de juzgarte a ti mismo por los defectos del pasado, concéntrate en cómo te sentirás cuando hayas dominado las áreas con las que tienes problemas.
  2. Las personas tienden a verse a sí mismas como “exitosas” o “fracasadas” académicamente, y no como personas con problemas específicos en un área en particular. El fracaso y el éxito son condiciones, lo cual significa que se conciben como algo que abarca períodos largos de tiempo. Define lo que significa el éxito para ti y deja que esa definición sea tu guía.
    • En vez de pensar que es un fracaso, piensa que es un problema. Los problemas están ahí para solucionarse. Un problema se puede arreglar. Lo más importante es que todas las personas tienen problemas, incluso las más exitosas.
    • Analiza si necesitas modificar tus expectativas. Pregúntate cuáles son tus prioridades y cómo encajan las cuestiones académicas en estas. Si descubres que las cuestiones académicas no son tu fuerte, considera la posibilidad de adaptar tus metas a tus puntos fuertes.
  3. El fracaso y el éxito se convierten en parte de la identidad de las personas. [1] Muchas de las personas que han tenido dificultades en la escuela han adoptado una identidad propia de fracasadas. Si una persona se identifica como fracasada, entonces el éxito se convierte en algo contrario a su naturaleza.
    • Si crees que has adoptado la identidad de un fracasado, entonces la primera medida que debes tomar es practicar la autoindulgencia. Deja de pensar en ti mismo como un fracasado y piensa que eres una persona con un problema que puede resolverse. [2] La existencia del problema en sí es independiente respecto del éxito y el fracaso. El problema es la ocasión, pues la forma en que una persona responde a un problema es lo que determina el éxito o el fracaso.
    • Recuerda que puedes ser inteligente en más de un área. Muchas personas tienen inteligencia en algunas áreas y deficiencias en otras. Piensa en las áreas de inteligencia en las que puedas tener éxito.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Identificar los puntos problemáticos

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  1. Los problemas en casa o en las relaciones personales son los factores externos más comunes que afectan el rendimiento académico de los estudiantes. Piensa en qué es lo que sucede en casa y en tus relaciones personales. Si tus seres queridos y tú pelean constantemente, si uno de tus padres ha comenzado el proceso de divorcio o si has terminado con una pareja, esto puede contribuir con los problemas académicos. [3]
    • Este tipo de análisis puede ser difícil. Debido a que las personas en las relaciones personales íntimas implican muchas cosas, es difícil admitir que esas relaciones puedan causar problemas en otras áreas. Pero el hecho de tener problemas en una relación no significa que esta sea mala. La cuestión es separar los problemas relacionales de los problemas académicos para que ambos se puedan resolver.
  2. Las distracciones sociales son una fuente común de problemas académicos. Si participas en varias actividades extracurriculares, incluyendo deportes, fiestas, espectáculos, artes visuales o escritas, o incluso simplemente salir con amigos, esto puede contribuir a las dificultades académicas.
    • Hay solo 24 horas en un día. Una persona duerme ocho horas y un estudiante de tiempo completo va a la escuela otras ocho. La manera en que inviertas el resto del tiempo puede determinar el resultado de un problema académico. [4]
    • Asegúrate de reservar algo de tiempo cada día para el autocuidado a fin de mantenerte mental y emocionalmente equilibrado.
  3. La desorganización y la gestión inapropiada del tiempo es un factor decisivo en los problemas académicos. Hacer un inventario de las asignaciones próximas, las fechas de entrega y las pautas es una manera de medir tus habilidades organizacionales.
    • No todas las personas recordarán todo lo que tienen en la cabeza. Eso no significa necesariamente que sean desorganizadas. Sin embargo, si no puedes recordar las fechas de entrega, las pautas y las asignaciones, o si no puedes encontrar las notas o las separatas que las describen, entonces probablemente tengas problemas organizacionales. Especialmente si entiendes la materia, pero tienes problemas para cumplir con las tareas, las fechas y los procedimientos, entonces lo más probable es que la raíz del problema sea la desorganización.
  4. Si te olvidas de cosas que sabías antes de una prueba o si te sientes ansioso, inquieto o nervioso antes de que se te pida que demuestres lo que sabes en un examen o en una presentación, entonces la falta de confianza y la ansiedad pueden ser el problema.
    • Todas las personas se ponen nerviosas algunas veces. El problema es cuando te pones tan nervioso que no puedes hacer las cosas que normalmente haces. Si rendir una prueba te causa una ansiedad tan extrema que afecta tu rendimiento y tus calificaciones, habla con el profesor para ver la posibilidad de hacer otro tipo de adaptaciones para ti.
  5. Si tienes problemas con una materia en particular y no en la escuela en general, entonces la falta de comprensión puede ser el problema. Estudia con otras personas para adquirir una mejor comprensión del material o trabaja con un tutor que te ayude a profundizar en el tema fuera de la clase.
    • Trata de resolver algunos problemas del libro de texto, pídele al profesor una prueba de muestra o entra a Internet para buscar algunos problemas con los que no estés familiarizado.
    • Aunque parezca ilógico, este es el problema académico más fácil de arreglar, porque no requiere de un cambio significativo en la conducta para hacerlo. Casi todas las personas pueden comprender prácticamente cualquier cosa si se les da la explicación apropiada y practican lo suficiente.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Recuperarte

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  1. Esto puede ser difícil, de modo que debes ser muy metódico al hacerlo (si no tienes estos registros, puedes pedírselos al maestro). ¿Tus calificaciones eran buenas, pero bajaron repentina o lentamente, o son inestables?
    • Si bajaron lentamente, eso probablemente indique un problema externo continuo pero que empeora o una falta de destreza en un conjunto de habilidades fundamentales. Las habilidades fundamentales a menudo surgen como porciones pequeñas de las calificaciones pero que cobran importancia a medida que pasa el tiempo.
    • Si las calificaciones bajaron repentinamente, eso puede indicar entonces la presencia repentina de un factor externo muy problemático. Situaciones como el desalojo de la familia o la falta de vivienda, el encarcelamiento de uno de los padres o el cambio de escuela o de clase, pueden entrar en esta definición. Alternativamente, la materia de esa clase puede haber cambiado de manera abrupta, lo que puede hacer que tengas problemas con el material nuevo.
  2. Una vez que hayas identificado los factores que contribuyen a los problemas y determinado cuándo comenzaron, tendrás que desarrollar un plan de acción. Este dependerá de la naturaleza del problema.
    • Pídele a alguien que te ayude a cumplir con el plan de acción. Habla con un amigo, un familiar, un profesor o un consejero para que te ayude a mantenerte encaminado.
  3. Si has tenido problemas con tus padres, tu pareja, tus compañeros de cuarto o tus hermanos, fíjate qué puedes hacer para salir de la situación lo más pronto posible.
    • Estudia en una biblioteca, una cafetería o incluso en la casa de un amigo. Aunque debas enfrentar los mismos problemas cuando llegues a casa, busca un espacio en el que puedas aprender en paz. [5]
  4. Si tienes problemas organizacionales, entonces debes establecer una rutina que funcione para ti. [6] Trata de estudiar a las mismas horas y en los mismos lugares todos los días, de modo que se vuelva un hábito. Al final de la clase, pregúntale al profesor para asegurarte de saber cuáles son las próximas asignaciones.
    • Programa alertas telefónicas y de correo electrónico para no olvidarte de las asignaciones. Ponlas a las horas que necesites para empezar a trabajar en estas.
  5. Si tienes problemas con la ansiedad, pregúntale al profesor si puedes rendir el examen en un lugar silencioso o más cómodo. Lee las instrucciones con cuidado. No rindas el examen con el estómago vacío. Asegúrate de estar preparado. [7] Evita atiborrarte de material nuevo justo antes de la prueba y, sobre todo, recuerda que la ansiedad también es un hábito. Rompe con este. [8]
  6. Si tienes problemas con el material académico, ahora que sabes con qué partes del material tienes problemas, tómate un tiempo adicional para estudiarlas. La mayoría de las escuelas ofrecen programas para proporcionar tutoría adicional después de la escuela para los estudiantes. Aprovéchalos tanto como puedas. Usa todos los recursos que puedas, como tutores, tutorías en línea, amigos, padres y maestros.
    • Hay una cantidad significativa de ayuda adicional disponible en línea. YouTube.com y http://www.khanacademy.org ofrecen servicios gratuitos para ayudar a estudiantes en casi cualquier tipo de materia.
  7. Los problemas no aparecieron de la noche a la mañana y probablemente no los resuelvas enseguida. Debes asegurarte de celebrar incluso los progresos pequeños en el rendimiento. Únicamente reconociendo el progreso podrás animarte a continuar.
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