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Hacer una fogata durante un campamento o encender una chimenea dentro de una casa puede resultar algo muy acogedor. Además, es una buena manera de calentarte de forma natural. Si el fuego comienza a menguar, puedes agrandar las llamas fácilmente para mantener el fuego encendido agregando otros materiales (por ejemplo, ramas o leña).

Método 1
Método 1 de 3:

Mantener la llama del fuego encendida al aire libre

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  1. Consigue yesca y leña. Estos elementos constituyen pequeños trozos de madera, cuerda o papel que hacen que la llama permanezca encendida fácilmente. La yesca es cualquier material que se queme con facilidad (incluso con una pequeña chispa), por lo que sirve para encender la llama. La leña es más sustancial y prolonga el fuego. Necesitas ambos para obtener una llama duradera.
    • Algunos buenos materiales que puedes utilizar como yesca incluyen papel periódico, hisopos de algodón y papel higiénico. Si cuentas con alguno de estos elementos en el campamento, debes utilizarlo para encender la llama. Si deseas utilizar materiales más naturales, puedes buscar hojas secas, pelusa de espadaña y corteza de abedul. [1]
    • Algunos buenos materiales que puedes utilizar como leña incluyen ramitas secas, trozos de madera pequeños y delgados (como palos y ramas de árboles caídos). Además, las hojas secas funcionan bastante bien.
    • Para mantener la llama encendida debes seguir el siguiente ciclo. Comienza por encender la yesca. Luego, coloca la leña. Por último, debes agregar la madera. Para evitar que el fuego se extinga, debes repetir este procedimiento a cada momento.
  2. Toda la madera que utilices para mantener la llama encendida debe encontrarse completamente seca. Si existe un poco de humedad sobre la madera, será más difícil mantener el fuego encendido. En vez de eso, podrías terminar con un montón de madera humeante. Si no cuentas con madera seca, puedes utilizar leña y yesca adicional para combatir la humedad. [2]
    • Mantente alejado de los árboles recién cortados , ya que cuentan con una gran cantidad de agua inmóvil y no contribuirán a prolongar el fuego.
    • La leña sazonada es la mejor opción, ya que se ha secado durante meses o incluso años. Si la leña se ha sazonado de manera adecuada, se encenderá rápidamente y su llama se prolongará por mucho tiempo.
    • Si te encuentras acampando al aire libre o en el bosque, debes buscar troncos caídos o un árbol viejo para cortar. Los robles y los abedules abundan en los Estados Unidos. La madera de estos árboles es dura y puede prolongar el fuego por mucho más tiempo.
  3. Sopesa tu uso de madera blanda versus dura. La madera blanda sirve para avivar la llama y la madera dura, para prolongar el fuego encendido.
    • La madera blanda (como la de los pinos y los abetos) es más fácil de encender, pero se apaga rápidamente. Si el fuego está menguando y quieres mantenerlo encendido, debes agregar madera blanda rápidamente para agrandar la llama.
    • La madera dura es más difícil de encender si deseas utilizarla para iniciar el fuego (pero lo prolonga por mucho tiempo y se quema cuando el calor se eleva). [3]
    • Una solución para mantener el fuego encendido es iniciarlo con la madera blanda y agregar la madera dura cuando consigas que la llama se estabilice y percibas algunas brasas.
  4. Asegúrate de que el fuego cuente con suficiente ventilación, de preferencia desde todos los lados. Puedes lograr esto encendiendo el fuego sobre una parrilla (si cuentas con una). Coloca un poco de papel (por ejemplo, papel periódico) en medio del fuego en la parte superior de la parrilla antes de colocar la madera.
    • Debes apilar la leña nueva dejando un gran espacio entre los troncos para conseguir que se ventilen adecuadamente.
    • Agrega la yesca y la leña con mayor frecuencia sobre los espacios abiertos entre los troncos.
    • Sopla el fuego. Esto resulta especialmente útil cuando el fuego se acaba de encender para agrandarlo más.
    • Si necesitas volver a encender rápidamente una llama que se ha extinguido, debes reunir todas las brasas en una pila y utilizarlas como una base para amontonar más yesca y leña. Cuando observes una llama que comienza a elevarse, debes agregar más leña. Si es posible, debes utilizar madera blanda.
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener la llama del fuego encendida en la lluvia

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  1. Si está lloviendo o ha llovido recientemente y no cuentas con leña seca, aún puedes mantener el fuego encendido. Solo necesitas un poco de paciencia y esfuerzo.
    • Debes concentrarte en prolongar una pequeña llama en una hoguera. Cuanto más grande sea la zona húmeda, más difícil será proveer el calor suficiente para prolongar el fuego.
    • Utiliza la yesca y la leña adicional. Por el momento, no debes tratar de encender un tronco completo. Tan solo debes encender y prolongar una llama pequeña utilizando papeles y ramitas.
    • Los árboles de abedul tienen una buena corteza que se quema con rapidez (incluso si está lloviendo), ya que esta contiene aceites naturales que repelen la humedad.
    • Si es posible, debes colocar una lona por encima del fuego para bloquear el paso de la lluvia. Tan solo debes asegurarte de que sea lo suficientemente grande como para evitar que el fuego la queme.
  2. Puedes utilizar una toalla seca (o incluso prendas secas) para envolver toda la madera y los materiales. Seca la madera y haz todo lo posible por absorber tanta humedad como puedas.
    • Si sospechas que va a llover, debes tomar un contenedor antes de salir y llenarlo con materiales secos (por ejemplo, ramas, estróbilos y agujas de pino). Una lata funciona muy bien para conservar pequeños trozos de leña secos.
    • Si enciendes una fogata al aire libre, siempre es bueno que cuentes con troncos adicionales envueltos solo en caso de que llueva.
  3. Te resultará más fácil encender un grupo de troncos pequeños que un solo tronco de gran tamaño. Además, puedes tratar de encender cualquier cosa para iniciar el fuego o mantenerlo ardiendo.
    • Los fósforos a prueba de agua, un encendedor o un pedernal constituyen las mejores opciones para lo encender una llama.
    • Además, los alimentos que contienen una gran cantidad de hidratos de carbono se pueden utilizar como combustible si no cuentas con otras opciones. Los alimentos como el chocolate y los malvaviscos pueden resultar muy útiles.
    • Si cuentas con un hacha u otra herramienta para seccionar los troncos, debes utilizarla. Corta los troncos por la mitad para exponer el área seca. Apunta la parte seca de los troncos hacia la llama.
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantener la llama del fuego encendida al interior de un inmueble

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  1. Si limpias la chimenea, no solo te asegurarás de tener espacio para agregar más yesca y leña, sino que contarás con el flujo máximo de aire.
    • El exceso de ceniza sobre la base de la chimenea puede acumularse e impedir que el material nuevo se encienda de manera rápida y apropiada.
    • Además, la ceniza puede constituir un peligro potencial para tu salud.
  2. Si el fuego parece extinguirse, puedes utilizar un palo largo o un atizador para mover los troncos. Además, debes soplar el fuego para proporcionarle una ráfaga de oxígeno. Continúa realizando ese procedimiento hasta que el fuego parezca estabilizarse otra vez, ya que si lo descuidas, se apagará. [4]
    • Debes utilizar el atizador para mantener los carbones juntos. El carbón rojo se quema bien y proporciona suficiente calor para encender rápidamente la yesca, la leña y la madera blanda. Los carbones se calentarán cada vez más a medida que los amontones con el atizador y conservarán el calor durante más tiempo.
    • A medida que la madera se quema sobre el carbón, debes soplar y atizar el carbón hasta que emerja un resplandor rojo. Luego, debes agregar un poco más de yesca y leña.
  3. A veces, cuando deseas encender la chimenea de tu casa, es probable que algunas partes de los troncos no logren calentarse lo suficiente como para encenderse. Si deseas que el fuego se prolongue por más tiempo, debes colocar yesca y leña con más frecuencia antes de agregar los troncos. De esta manera, avivarás las llamas y proporcionarás más calor para que los troncos se quemen.
    • Si cuentas con una parrilla elevada en tu chimenea, debes colocar la leña y la yesca debajo de la parrilla para que las llamas se eleven por debajo de los troncos.
    • Si no cuentas con un espacio debajo de los troncos, debes rellenar los espacios entre los troncos con otros materiales utilizando el atizador.
  4. Coloca troncos nuevos de manera que aún quede espacio para que se ventile el fuego. No debes sofocar la llama que acabas de encender. [5]
    • Si la llama ya está encendida, los troncos más grandes sirven para prolongarla. Si el fuego está lo suficientemente caliente, los troncos no tardarán demasiado en encenderse.
    • Si el fuego está menguando, debes colocar algunos troncos de madera blanda para agrandar la llama rápidamente.
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Consejos

  • Nunca debes quemar lo siguiente:
    • latas;
    • botellas de plástico ;
    • llantas;
    • envolturas de caramelos;
    • madera tratada;
    • árboles cortados recientemente.
  • Puedes utilizar un gel para encender el fuego. Este es un fluido en gel que está compuesto de productos químicos. Solo tienes que aplicar el producto sobre la leña y encenderlo. La llama arderá intensamente por unos cuantos minutos. Esto resulta muy útil para mantener el fuego encendido. Otro producto que también funciona sorprendentemente bien para este propósito es la vaselina.
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Advertencias

  • Antes de abrir fuego en el interior de un establecimiento, siempre debes asegurarte de que el lugar se encuentre adecuadamente ventilado.
  • Siempre debes tener cuidado al manipular fuego.
  • Debes aprender a apagarlo , reportar un incendio y utilizar un extintor .
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