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Es triste que muchos cristianos tengan problemas con su vida cristiana y no sepan qué hacer. Algunas personas solo necesitan tomar medidas sencillas para mantenerse enfocadas en Dios en medio de este mundo ajetreado y distractor en el que vivimos. La deserción suele ser sutil. Es por eso que "todo" cristiano necesita tomar frecuentemente las siguientes medidas para asegurarse de evitar la sutil y peligrosa deserción de la fe cristiana. Recuerda que Dios está siempre contigo (no importa cuántas veces recaigas en un pecado), pero que también debes poner de tu parte.

    • Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba? 2 Corintios 13, 5 (LBLA)
    • No harías un viaje largo sin antes comprobar el nivel de aceite y otros fluidos del auto; entonces, ¿por qué no revisar también tu vida espiritual?
    • Lee la Biblia para recordar la fe y el amor de Dios, y para recordar lo que hizo por ti.
    • Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado. Hebreos 3, 12-13 (LBLA)
    • Al igual que al conducir, sabrás cuando vas a la deriva porque las cosas serán distintas cuando pases la barrera de la derecha o de la izquierda. Habrá señales de advertencia como frialdad respecto de las cosas espirituales, irritabilidad, menos lectura de la Biblia y cosas similares. Debes tomar la primera medida para saber que debes tomar la segunda.
    • Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1 de Juan 1, 9 (LBLA)
    • Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. Apocalipsis 22, 14 (LBLA)
    • Arrepiéntete del pecado que hayas cometido y asegúrate de no volverlo a cometer. Si te asaltan los pensamientos de culpa que traten de hacerte creer que no has sido perdonado, simplemente ignóralos y confía en que Dios te ha perdonado. Si luchas contra el pecado, entonces quiere decir que tratas de poner resistencia.
    • En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el Señor escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, Él te dejará encontrarle; pero si le abandonas, Él te rechazará para siempre. 1 Crónicas 28:9 (LBLA)
    • Lee la Biblia y reza diariamente. Pon tu corazón en Dios y Él se revelará gradualmente a ti. No rechazará a una persona realmente arrepentida, sincera y persistente que lo busque.
    • Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida. Proverbios 4, 13 (LBLA)
    • Habitúate a leer la Palabra de Dios. Al principio, es posible que sea difícil o que tengas distracciones; sin embargo, haz un esfuerzo para habituarte. Si te obligas a hacerlo con frecuencia, con el tiempo te gustará y la Palabra cobrará vida en ti.
  1. La vida cristiana no es para que la vivas solo, sino con otras personas que puedan fortalecerte en los momentos difíciles.
    • No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca. Hebreos 10, 25 (LBLA)
    • El solo hecho de ir a la iglesia y ver a otras personas que desean conocer a Dios te ayudará a buscarlo más fácilmente. La iglesia es una buena manera de hacer amigos también.
  2. Prepárate para los momentos difíciles de la vida cristiana.
    • Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Mateo 10, 22 (LBLA)
    • Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud. Gálatas 5, 1 (LBLA)
    • Tendrás problemas, pero no te des por vencido. Recuerda, "sin dolor, no hay ganancia". Si no tienes problemas, es posible que no hayas hecho algo que debes hacer. El diablo no quiere que seas cristiano y si no peleas contra él, entonces posiblemente vayas en su misma dirección.
    • Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. 1 de Timoteo 4, 15-17 (LBLA)
    • Mantente firme. Comprende que "no puedes" fallar, porque si lo haces, no irás al cielo. Realmente no hay opción. El cielo o el infierno depende de ti. Para ir al cielo, tendrás que esforzarte, luchar, soportar el dolor, los insultos y los contratiempos de la vida, y hacer cosas que no necesariamente disfrutarás.
    • ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero solo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis. Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 1 de Corintios 9, 24-25 (LBLA)
    • He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 de Timoteo 4, 7-8 (LBLA)
    • Mantén el rumbo. No solo corres esta carrera por una corona, sino que también para encontrar el significado y el propósito verdaderos cuando esta vida termine. Una vez que mueras, se acabó. Todo lo que puedes llevar contigo es tu alma y tus buenas acciones, y lo que hiciste para el Señor. Todos los títulos, los premios, las casas, los autos, los pasatiempos y el resto de cosas desaparecerán para siempre. No temas, porque tendrás versiones "eternas", nuevas y mejores de todas estas cosas en el cielo. Todo lo que tienes que hacer es asegurarte de llegar allí.
    • Pero recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos. Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma. Hebreos 10, 32, 35-39 (LBLA)
    • Una táctica que al enemigo le gusta usar es recordarte tu situación actual y hacer que te olvides de que el Señor te ha protegido, te ha salvado y te ha provisto con lo que necesitas. Eres un milagro andante y ni siquiera te das cuenta. Dios tiene grandes planes para ti en el futuro también.
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Consejos

  • Desarrolla el hábito de pasar tiempo con Dios. Los hábitos son difíciles de romper una vez que los adquieres.
  • Involúcrate en un ministerio significativo con otros cristianos (por ejemplo, evangelismo, darle de comer a los pobres, estudio bíblico, etc.).
  • Escucha música cristiana o de adoración para mantener la mente y el corazón en sintonía con el Señor.
  • Memoriza todos tus versículos bíblicos favoritos para recordarlos en los momentos difíciles.
  • Cultiva amistades cristianas para que tengas compañía cuando te sientas débil y cansado.
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Cosas que necesitarás

  • Biblia (prueba la versión NVI, RVR1960 o LBLA)
  • amigos cristianos
  • iglesia (que crea en la Biblia y en sus enseñanzas)

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