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Los lentes esclerales se utilizan para evitar daño ocular después de una cirugía, una lesión o un trasplante de córnea. Asimismo, se usan para corregir algunos tipos de problemas visuales, como el queratocono. Los lentes esclerales son mucho más grandes que los lentes de contacto comunes, así que debes seguir un procedimiento especial para ponértelos y quitártelos. Al momento de ponerte los lentes esclerales, el ojo debe estar bien abierto. Retirarte los lentes puede sentirse extraño al principio porque se adhieren al ojo mediante la succión, y debes liberar esa succión para quitártelos. ¡Tan solo recuerda que la práctica hace al maestro!

Método 1
Método 1 de 2:

Ponerte el lente escleral

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  1. Lávate bien las manos y quítate el maquillaje de ojos. Para reducir el riesgo de una infección ocular, nunca toques los lentes esclerales a menos que tengas las manos limpias. Lávate las manos con jabón suave que no contenga humectantes, y sécatelas con una tolla limpia y sin pelusa. [1]
    • Si usas cualquier tipo de maquillaje alrededor de los ojos, quítatelo completamente con un limpiador suave (un champú para bebés es una opción excelente) y seca el área con una toalla limpia sin pelusa. De lo contrario, podrías transferir maquillaje a la parte interna de los lentes y hacer que entre en contacto con los ojos.
  2. Usa las yemas de los dedos, no las uñas, del dedo índice, dedo medio y dedo pulgar para tomar el lente alrededor de su borde y retirarlo de su estuche. Luego, si tienes un par de ventosas para lentes de contacto codificados por colores, presiona la copa de succión de la ventosa sobre la parte externa del lente. Sin embargo, no centres la ventosa sobre el lente, adhiérela justo cerca del borde externo. [2]
    • Si no tienes una ventosa para lentes de contacto, mantén una sujeción tipo trípode con las tres yemas de los dedos. Ese procedimiento es más difícil aunque es muy manejable para ponerte el lente simplemente con los dedos. [3]
    • Si tienes dos lentes esclerales, es importante que te pongas los lentes adecuados en el ojo correcto cada vez que lo hagas. La forma más fácil de mantener un registro es siempre primero ponerte y retirarte los mismo lentes. Por ejemplo, siempre retírate primero el lente del ojo derecho. [4]
  3. Obsérvalo detenidamente en busca de astillas, grietas, rayones o suciedad pegada. Si encuentras cualquiera de estos problemas, no te lo pongas. En lugar de eso, llama al doctor. De lo contrario, sostenlo con el lado inferior hacia arriba para que puedas llenarlo completamente con solución salina. [5]
    • Tu oculista probablemente te recomendará usar un tipo específico de solución salina con los lentes esclerales. No uses una solución salina para lentes de contacto comunes a menos que el oculista te lo haya recomendado.
    • Procura mantenerlos completamente llenos de solución salina hasta que entren en contacto con los ojos. Si viertes más de una cantidad pequeña, vuelve a hacerlo.
  4. Flexiona la parte superior del cuerpo y el cuello de manera que tu rostro esté paralelo a la mesa (si estás sentado) o a la encimera (si estás de pie). Mientras mantengas la cabeza en esa posición, procura mirar hacia tu mentón, de manera que los globos oculares estén en los párpados inferiores. [6]
    • Coloca una toalla sobre la mesa o encimera. De ese modo, si un lente se cae, no se romperá.
    • Debes ponerte los lentes esclerales mediante el tacto y no con la vista. Sin embargo, puedes poner un pequeño espejo en la mesa o encimera las primeras veces que realices el procedimiento. De ese modo, podrás mantener la cabeza en la posición paralela apropiada. [7]
  5. Usa el dedo pulgar y el dedo índice de la mano libre para empujar el párpado tanto como sea posible. Luego, con el lente adherido a la ventosa o equilibrado sobre el “trípode” de los dedos de la otra mano, levántalo hacia arriba y presiónalo en el medio del globo ocular. [8]
    • Un poco de la solución salina del “tazón” de los lentes se derramará a medida que presiones el lente contra el globo ocular. No te preocupes.
    • Los lentes esclerales son mucho más grandes que los lentes de contacto comunes, así que levántate los párpados hacia atrás para que no estorben.
    • Probablemente tengas que practicar unas cuantas veces antes de centrar fácilmente el lente sobre el globo ocular. Sin embargo, te acostumbrarás a ello.
  6. Deja que el párpado se relaje ligeramente, de manera que se superponga a los bordes del lente escleral. Eso, junto con la succión del globo ocular mantendrá el lente en su lugar. Luego, retira la ventosa para lentes o el “trípode” de dedos, y retira la otra mano de manera que el ojo pueda cerrarse completamente. [9]
    • Parpadea unas cuantas veces y, luego, mira al espejo. Si el lente se siente y luce como si estuviese centrado. Además, si puedes ver claramente y no ves burbujas de aire debajo de él, estará en el lugar adecuado. Continúa el otro lente si tienes dos lentes esclerales.
    • Si el lente no está centrado o sientes que no está bien colocado sobre el ojo, sigue las instrucciones para retirarlo. Luego, repite el proceso de colocación desde el principio (incluyendo lavado de manos). [10]
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Método 2
Método 2 de 2:

Retirarte el lente escleral

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  1. Sigue los mismos procedimientos para limpiarte las manos y limpiar el maquillaje de ojos como hiciste antes de colocarte el lente o los lentes. Es importante que mantengas a las bacterias y los compuestos indeseados alejados de los ojos para reducir las posibilidades de desarrollar una infección ocular. [11]
    • Usa limpiadores suaves, como un jabón suave para las manos y champú para bebés para el maquillaje, y seca con un paño limpio sin pelusa.
  2. A diferencia del procedimiento para colocarte el lente, en donde debes inclinarte de manera que tu rostro apunte hacia abajo, mantén la cabeza completamente recta para quitártelo. Por ejemplo, mira directamente hacia el espejo del baño, y coloca una toalla sobre el fregadero y la encimera de abajo para que el lente no se rompa si se cae. [12]
  3. Usa el pulgar y el dedo índice de una mano para levantar los párpados hacia atrás tanto como sea posible. Toda la circunferencia del lente escleral debe ser visible cuando te mires al espejo. [13]
  4. Si el lente o los lentes esclerales vienen con un par de ventosas codificadas por colores, usa la ventosa “para retirar los lentes”. Adhiere la copa de succión de la ventosa al medio del lente y, luego, retíralo lentamente. Si el lente no está en el párpado, saldrá con un poco de fuerza pero sin mucha dificultad. [14]
    • No tienes que presionar la ventosa contra el lente (y el ojo). Sin embargo, aplica presión suave, de manera que la copa de succión se adhiera.
    • Si tienes problemas para hacer que la copa de succión se adhiera, mójalo en un poco de solución salina limpia.
  5. Mientras mantienes el rostro hacia adelante, dirige los ojos hacia abajo. Presiona el dedo índice ( y el párpado superior esté abierto) hacia la nariz. Luego, presiona contra el globo ocular, hacia abajo, y ligeramente afuera con dirección a la sien. Eso ocasionará que el párpado superior se deslice debajo del borde superior del lente, lo cual ocasiona que la succión se libere. [15]
    • El lente caerá del ojo cuando la succión se libere. Ten la mano libre lista para atraparlo, o coloca una toalla gruesa sobre la encimera debajo de ti.
    • Esta maniobra puede requerir de un poco de práctica para hacerla de forma correcta. Si tienes una ventosa para retirar lentes de contacto, úsala.
    • Otra cosa que puedes hacer es realizar la misma maniobra con el párpado inferior si te parece más fácil.
  6. Las instrucciones pueden variar ligeramente, aunque siempre tendrás que enjuagarlo con solución salina justo después de retirarlo del ojo. Después de eso, es de esperar que hagas lo siguiente: [16]
    • Aplica la solución limpiadora para lentes recomendada para ambos lados. Luego, frota los lados cuidadosamente entre las yemas del dedo índice y la punta del dedo pulgar. ¡No uses las uñas!
    • Enjuaga el lente con solución salina nuevamente para quitar la solución limpiadora.
    • Usa un paño suave y limpio para secarlo.
    • Coloca el lente en su estuche cuando esté completamente seco.
    • Continúa retirando el otro lente si tienes lentes para ambos ojos.
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Advertencias

  • ¡Nunca reutilices la solución salina!
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Cosas que necesitarás

  • solución salina
  • solución limpiadora para lentes de contacto
  • estuche para lentes esclerales
  • jabón y agua
  • paño suave y limpio
  • espejo
  • toallas
  • ventosas para lentes (opcionales pero recomendables)

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