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Ahorrar energía en casa es beneficioso para el bolsillo, la familia y el medioambiente. Sin embargo, dicho ahorro es más complejo que el solo hecho de utilizar menos electricidad, puesto que cualquier actividad doméstica que requiera agua o combustibles fósiles también consume mucha energía. Además, existe el compromiso de cuidar del planeta y su medioambiente. Pero si todos hacemos nuestra parte y ahorramos energía, el problema disminuirá considerablemente. La reducción del uso de energía en toda la casa implica consumir menos electricidad y agua, saber en qué momento y de qué manera utilizar la energía, evitar la pérdida de energía, además de elegir electrodomésticos y dispositivos que contribuyan al ahorro de energía.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Hacer que tu casa consuma menos energía

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  1. Estos generan mucho calor y por eso son muy poco eficientes. Cambiarlos por focos fluorescentes compactos (CFL, por sus siglas en inglés) o focos LED te permitirá ahorrar hasta un 75 % en electricidad.
    • Las necesidades de iluminación representan el 10 % del consumo de energía. Un solo foco CFL podría ahorrarte unos $30 en gastos de energía durante toda su vida útil en comparación con un foco incandescente. [1]
  2. Los calentadores de agua antiguos (tipo tanque) gastan mucha energía para mantener caliente el agua del tanque. De hecho, es posible que tu calentador de agua represente hasta una cuarta parte de tu consumo energético. Para disminuir la cantidad de energía que utiliza este aparato, pon la temperatura del agua en 49 °C (120 °F). [2]
    • No pongas tu calentador de agua a una temperatura inferior a la recomendada o de lo contrario, darás lugar al desarrollo de patógenos peligrosos en el tanque.
    • Al bajar la temperatura del calentador de agua ahorrarás energía sin importar que funcione a gas o con electricidad, puesto que demanda mucha energía para producir el gas utilizado en tu casa.
    • Si quieres aumentar aún más la eficiencia de este aparato, envuélvelo con una manta de aislamiento y coloca mangas de aislamiento en las tuberías. [3]
  3. Mantener la casa en una temperatura cómoda exige un gran gasto de energía. Las filtraciones que permiten la entrada del aire exterior y la salida del aire de la climatización aumentan mucho más la cantidad de energía necesaria para calentar o enfriar tu casa. Por eso, sellarla de forma adecuada es otra buena medida para ahorrar energía. Puedes hacerlo de la siguiente manera: [4]
    • Instala burletes en las puertas, las ventanas y el ático o tapa los agujeros de acceso al espacio debajo del piso.
    • Sella las ranuras de correo sin utilizar.
    • Sella las aberturas y las grietas en el techo, las paredes, alrededor de los tomacorrientes y alrededor de las tuberías y los cables con sellador o espuma expansiva.
    • Tapa los agujeros grandes, por ejemplo, con un producto de espuma.
    • Instala láminas de plástico en las ventanas con filtraciones de aire o utiliza cortinas gruesas para bloquear las corrientes de aire.
  4. Esto también mantendrá tu hogar en una temperatura cómoda sin necesidad de hacer trabajar mucho a tu caldera o aire acondicionado. Recorre la casa y revisa el grosor del aislamiento, sobre todo en el sótano y el ático. En las zonas donde el aislamiento tiene un espesor inferior a 30 cm (12 pulgadas), añade aislantes de algodón adicionales para minimizar las filtraciones y las corrientes de aire. [5]
    • También puedes aplicar el aislamiento soplado para obtener una mejor capa. Esta opción es más económica.
    • El estándar más usado para el aislamiento es un valor R de 30.
  5. Los aparatos antiguos suelen utilizar mucha más energía que los modernos y los aparatos de eficiencia energética emplean la menor cantidad de energía posible. Cuando llegue la hora de cambiar los aparatos antiguos, busca la certificación de Energy Star u otro sello de eficiencia energética. Los aparatos con la certificación de Energy Star gastan hasta un 50 % menos energía y agua que sus equivalentes tradicionales. [6]
    • Las lavadoras de carga frontal son de mayor eficiencia energética que las de carga superior.
    • Los refrigeradores con el congelador en la parte superior o inferior consumen menos energía que los refrigeradores de dos puertas verticales. [7]
    • Las estufas con placas de inducción son de mayor eficiencia energética que las estufas a gas.
    • Los calentadores de agua sin tanque permiten ahorrar mucha más energía que los calentadores de agua con tanque.
  6. Es posible que estés perdiendo un gran porcentaje de energía por medio de las puertas y ventanas con rendijas o agujeros. [8] Las ventanas viejas con frecuencia son muy ventiladas, lo que significa que la caldera y el aire acondicionado deben esforzarse más para calentar o enfriar tu casa y esto implica más gasto de energía. Cuando llegue la hora de cambiar las ventanas, busca unas de mayor eficiencia energética con doble o triple vidrio, ya que ayudan a disminuir el consumo de energía. [9]
    • Existen muchos lugares que ofrecen créditos fiscales a los propietarios que cambian sus ventanas por otras de menor consumo energético, así que averigua si en tu zona están disponibles dichos programas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Practicar hábitos para ahorrar energía

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  1. Utilizar el horno es excelente si vas a cocinar un plato completo. Pero si solo vas a asar unos cuantos vegetales, hacer tostadas o preparar otro plato pequeño, utiliza aparatos para comidas específicas que gastan menos energía. Por ejemplo, utiliza: [10]
    • una tostadora para hacer tostadas;
    • un horno tostador para cocinar porciones pequeñas;
    • una vaporera o una olla arrocera para preparar ahorrar y verduras al vapor;
    • una sartén para saltear o sofreír en vez de hornear o rostizar;
    • un microondas para hornear, cocer al vapor y hervir cualquier tipo de alimentos.
  2. Las luces, los televisores, las computadoras y otros aparatos y dispositivos electrónicos utilizan mucha energía. Para ahorrar energía, apaga las luces al salir de una habitación, apaga el televisor y la radio al terminar de utilizarlos y pon la computadora en modo suspensión o hibernación al salir de la habitación.
    • Cuando estés fuera de casa durante toda la noche o por más tiempo, desconecta todos los aparatos y los dispositivos electrónicos, puesto que muchos de ellos utilizan energía incluso al estar apagados. Para hacerlo más fácil, utiliza regletas multicontactos para los aparatos que suelen utilizarse juntos como el televisor, el estéreo y el reproductor DVD. [11]
    • Desconecta los cargadores de celulares y otros dispositivos cuando no estén en uso, puesto que consumen energía mientras están conectados. [12]
    • Reduce las cargas fantasma. Ciertos aparatos y dispositivos electrónicos siguen consumiendo energía incluso cuando no los utilizas. A esto se le llama carga fantasma. En general, ocurre cuando los dispositivos electrónicos aún están conectados o no están apagados. Puedes dejar de desperdiciar energía y dinero desconectando los dispositivos electrónicos o apagando las regletas multicontactos donde los conectas.
  3. El agua que llega a tu casa viene tratada, filtrada, clorada y bombeada por toda la ciudad y esto demanda un gran gasto energético. En consecuencia, encontrar formas de ahorrar agua en casa te ayudará a ahorrar energía. Estas son algunas sugerencias rápidas para lograrlo:
    • Toma duchas cortas.
    • Cierra los grifos mientras te enjabonas.
    • Llena el fregadero con agua para lavar los platos en vez de dejarla correr.
    • Reserva el agua de la cocina para el jardín.
    • Reutiliza el agua de la cocción.
    • Tira de la cadena del inodoro con menos frecuencia.
    • Invierte en accesorios y grifos eficientes.
    • Captura la condensación del aire acondicionado y riega las plantas con ella.
  4. Aparte de gastar mucha agua, la lavadora y el lavavajillas también consumen mucha electricidad, así que utilizarlos de forma responsable contribuirá al ahorro de energía en casa.
    • Si deseas ahorrar más agua con la lavadora, siempre elige el tamaño adecuado de carga, de modo que la lavadora regule el nivel de agua.
    • Otra forma de ahorrar energía con el lavavajillas es apagar el ciclo de secado y dejar escurrir los platos y secarse con el aire. [13]
  5. La lavadora de por sí ya utiliza mucha energía en la forma de agua y electricidad, pero es posible reducir dicho gasto lavando con ciclos de agua fría. El solo hecho de calentar el agua representa el 90 % de la energía que consume una lavadora cuando pones en marcha una carga con agua caliente. [14]
    • Reserva los ciclos de agua caliente para las cargas de ropa demasiado sucia, pero activa el ciclo de enjuague para utilizar agua fría.
  6. La secadora de ropa también funciona con mucha energía, por eso es mejor colgar la ropa en un cordel o una torre al exterior. De este modo, ahorras energía y a la vez le das a tu ropa el olor a limpio y fresco del aire. [15]
    • Evita secar la ropa al interior porque puedes generar humedad y moho en tu hogar.
  7. Los árboles y las marquesinas son un medio excelente de enfriar tu casa en verano y de calentarla en invierno de forma natural. Para sacarle provecho a esto, planta árboles de hoja caduca en el lado sur de tu casa o instala una marquesina. [16] Estos elementos le darán sombra a la casa.
    • En invierno, los árboles pierden sus hojas y permiten la entrada de la luz solar a tu casa.
    • En vez de plantar árboles de hoja caduca, instala cortinas gruesas que bloquean el sol, mosquiteros solares o una lámina de protección UV en las ventanas para darles sombra. [17]
  8. Aunque puede parecer contraproducente, recargar una pila es una muy buena forma de ahorrar energía en vez de comprar una nueva. Producir una pila nueva demanda mucha más energía que recargar una ya hecha, así que cuando tus pilas mueran, sustitúyelas con otras recargables.
    • Las pilas recargables resultan más económicas a largo plazo, puesto que ya no es necesario comprar más. [18]
    • También son mejores para el medioambiente, debido a que no van al vertedero después de utilizarlas.
  9. De la misma manera que las pilas, se gasta menos energía para reciclar un artículo que para fabricarlo. Por lo tanto, recicla todo lo que puedas para reducir el consumo de energía. Mejor aún, reutiliza los artículos de la casa. Por ejemplo, lava los frascos de vidrio y guárdalos para almacenar alimentos.
    • Dependiendo de tu municipalidad, los artículos que puedes reciclar son el vidrio, las latas de aluminio, las botellas, el plástico, el cartón, el papel, etc.
    • Otra buena forma de ahorrar energía es comprar productos con el mínimo de empaquetado, puesto que no se desperdicia ningún recurso o energía al fabricar o reciclar el empaque. [19]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Reducir las necesidades de calefacción y aire acondicionado

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  1. Cuando este se ensucia y queda obstruido, la caldera se vuelve menos eficiente, lo que implica un mayor gasto de energía. Para evitarlo, revisa el filtro de forma mensual durante los meses en que calientas la casa. Lava el filtro o pásale la aspiradora conforme sea necesario o cada 3 meses. [20]
    • Algunos filtros de caldera no se lavan y debes cambiarlos cada 3 meses.
  2. Este tipo de termostato suele ser más costoso, pero en unos meses, la inversión habrá valido la pena gracias a la energía que vas a ahorrar. A continuación te mostramos cómo aprovecharlo para ahorrarte dinero: [21]
    • Coloca el termostato de modo que la caldera o el aire acondicionado se enciendan con menos frecuencia durante el día (cuando todos estén fuera de casa) y en la noche (mientras todos duermen).
    • Utiliza el termostato para bajar la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado cuando estés de vacaciones, pero vuelve a encenderlo como de costumbre poco antes de llegar a casa. También existen algunos termostatos que funcionan a control remoto, por ejemplo, utilizando una computadora o un celular inteligente.
  3. Como ocurre con las paredes y las ventanas con filtraciones, los conductos con fugas pueden desperdiciar una enorme cantidad de energía, debido a que la caldera o el aire acondicionado deben trabajar más de lo normal para reponer el aire perdido. Revisa todos los conductos de la calefacción, el aire acondicionado y el retorno de aire en búsqueda de agujeros, fugas y otros problemas. Si encuentras fugas, séllalas con sellador de conductos y luego envuelve los conductos con aislante.
  4. Durante los meses de verano, fija el termostato en 25,5 °C (78 °F) si puedes soportarlo. En invierno, ponlo en 20 °C (68 °F). Así evitarás que el aire acondicionado y la caldera estén activados todo el tiempo y ahorrarás mucha energía en casa.
    • En invierno, cúbrete con chompas, guantes gruesos, pantuflas y mantas para mantenerte abrigado en casa.
    • En verano, enciende ventiladores de techo para producir una brisa fresca en tu hogar. [23]
    • Incluso un calentador para espacios pequeños podría ser suficiente en invierno si vives en el sur de los Estados Unidos.
  5. El aire acondicionado puede representar una carga pesada en cuanto al consumo de energía. Los interruptores temporizados son dispositivos eléctricos que vienen incorporados con un temporizador, apagando y encendiendo un circuito electrónico. Estos pueden programarse para permitir el enfriamiento durante determinado periodo y el corte del suministro de electricidad hasta el siguiente ciclo de enfriamiento. De este modo, podrás ahorrar energía sobre todo durante la noche.
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