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¿Alguna vez has tenido el cuello tan dolorido que pensaste que ese dolor nunca pasaría? Si tu respuesta es sí, este artículo te resultará muy útil. El dolor de cuello puede ser ocasionado por diversos motivos, desde malas posiciones para dormir, hasta lesiones o posiciones de trabajo incómodas.
Pasos
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Ejercita tus músculos lentamente. Rota lentamente tu cuello en círculos para estirar los músculos tensionados. Puedes sentir cierta incomodidad al hacerlo, pero ayuda a aliviar el dolor.
- Mueve tu cuello lentamente hacia adelante y hacia atrás. Deja de hacerlo si comienzas a sentir dolor. Tu amplitud de movimiento mejorará cuanto más veces repitas este movimiento hacia adelante y hacia atrás.
- Mueve tu cuello de lado a lado. Deja de hacerlo cuando comiences a sentir dolor. Al igual que con el ejercicio anterior, tu amplitud mejorará cuanto más repitas este movimiento.
- Mueve tu cuello dibujando un 8 con tu cabeza. Mueve tu cuello de lado a lado mientras lo mueves simultáneamente hacia arriba y hacia abajo. Hazlo lentamente y deja de hacerlo si sientes algún dolor mientras lo repites.
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Toma medicamentos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno. Estas drogas deberían aliviarte el dolor en el cuello. De todas maneras, no des aspirinas a niños menores de 18 años, ya que existe relación entre las aspirinas y el Síndrome de Reye, el cual causa inflamación de la corteza del cerebro.
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Toma una ducha. Deja que el agua tibia tirando a caliente caiga sobre tu cuello por lo menos durante 5 minutos. Mantén tu cuello enderezado mientras lo haces, no lo gires.
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Toma un baño de inmersión. El agua puede ayudarte a mejorar la circulación, aliviar dolores musculares y reducir el estrés. Prueba tirando en el agua diferentes esencias de baño indicadas para el alivio de dolores musculares.
- Las sales de Epsom se pueden utilizar para los baños de inmersión. Las sales de Epsom están compuestas de magnesio y sulfato y actúan directo sobre el foco del dolor relajando al mismo tiempo tu mente. El magnesio ayuda a regular la actividad de numerosas encimas, al mismo tiempo que es el responsable de elevar los niveles de serotonina en el cerebro.
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Utiliza una almohadilla caliente. Aplica una almohadilla caliente durante algunos minutos para estimular la circulación en la zona de tu cuello.
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Utiliza una compresa fría. Aplícala sobre la zona afectada. Aplacará el dolor mejor que el calor.
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Aplica un bálsamo para el dolor de cuello. Los bálsamos se ofrecen en distintas presentaciones: pueden ser a base de hierbas, analgésicos o rubefacientes. Conoce qué tipo de bálsamo utilizas.
- Los bálsamos como IcyHot o Namman Muay (un bálsamo a base de hierbas de Tailandia) ayuda a calentar o a simular el calor en la piel. IcyHot pretende mitigar el dolor con el calor, tras lo cual calienta el área del dolor para aliviarla. Masajea o frota estos bálsamos o bálsamos parecidos en el área del cuello para aliviar el dolor leve.
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Si tu dolor de cuello es fuerte, puede ser necesario un cuello corsé para sostenerlo. Utilízalo solamente si sientes que tu cuello se encuentra inestable y el dolor es fuerte. Para hacerlo en forma casera, enrolla una toalla de baño y dale vuelta alrededor de tu cuello para que la base de tu cráneo descanse sobre la toalla. Siéntate en una posición cómoda.
- Si el dolor es fuerte, busca ayuda . Si has tenido un accidente, sufres alguna enfermedad o piensas que puede haber sido un latigazo por un golpe fuerte, consulta a tu médico para conseguir un cuello corsé.
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Hazte masajes. Consulta a tu médico antes de recibir un masaje si el dolor persiste durante mucho tiempo. Ve a hacerte masajes con un especialista. Los masajes son costosos, pero pregunta a conocidos por referencias para encontrar un masajista que ofrezca un buen servicio.
- La acupuntura puede ser efectiva cuando el dolor de cuello es crónico. Algunas pruebas realizadas en los últimos años han comprobado que la acupuntura es en verdad efectiva. [1] X Fuente de investigación La acupuntura y el masaje trabajan con presión sobre el músculo, pero la acupuntura es más efectiva para trabajar con presión más intensa dentro del músculo. [1] X Fuente de investigación
- La hidroterapia también puede ser efectiva. [2] X Fuente de investigación La hidroterapia se puede hacer en tu casa, en la ducha, y es un tipo diferente de masaje. Coloca tu cuello bajo el agua caliente durante entre tres a cuatro minutos. Cierra el agua caliente y coloca tu cuello bajo el agua fría durante entre 30 segundos y un minuto. Repítelo tantas veces como sea necesario para aliviar tu dolor muscular.
- Hazte masajes con aceites esenciales o con alcohol isopropílico . Los aceites esenciales de lavanda, de árbol de té o de citronela contienen propiedades curativas y además estimulan tu olfato. El alcohol isopropílico comienza dando una sensación refrescante y gradualmente comienza a volverse más caliente, con un efecto semejante al de los bálsamos.
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Duerme correctamente. Si despiertas con tortícolis o dolor en el cuello por haber dormido en una posición inadecuada, estás en la situación de miles de otras personas. Prueba con las siguientes indicaciones para evitar la tortícolis de aquí en más:
- Duerme con la ventana cerrada, a la misma temperatura que hace fuera de tu habitación. Especialmente durante el verano, muchas personas abren la venta de su cuarto al irse a dormir. Cuando en el medio de la noche la temperatura cae precipitadamente, el aire frío hace que los músculos del cuello se endurezcan y se acalambren. A partir de ahora, utiliza un ventilador en vez de abrir la ventana de tu habitación.
- Duerme con suficientes (pero no demasiadas) almohadas. Las personas a las que les gusta dormir boca abajo deben dormir con por lo menos una almohada. La tortícolis puede darse cuando la persona gira la cabeza para respirar.
- Las personas que duermen boca arriba no deberían usar demasiadas almohadas, ya que al hacerlo podrían perjudicarse con la diferente altura del cuello y la cabeza en relación al resto del cuerpo.
- Toma precauciones después de realizar actividades inusuales. Muchas personas sienten dolor de cuello tras haber hecho algo que generalmente no hacen, como trabajos de jardinería, un nuevo ejercicio o acomodar muebles. Si sabes que has hecho algo que puede transformarse en una tortícolis, masajea tu cuello, estíralo con diferentes ejercicios y toma un baño caliente antes de irte a dormir.
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Asegúrate de que tu lugar de trabajo esté ergonómicamente bien diseñado. Si trabajas durante muchas horas frente a un escritorio, lo ideal sería trabajar en un entorno en el que puedas relajarte debidamente . Si dedicas algún tiempo de antemano a predisponer tu lugar de trabajo para que tu cuerpo no sufra, evitarás tener que hacerlo luego con el cuello dolorido.
- Apoya tus pies en el suelo. Esto dependerá de la altura de tu silla, lógicamente, pero experimenta hasta encontrar el mejor resultado.
- Cambia tu postura regularmente. Sentarte durante mucho tiempo en la misma posición no es saludable. Siéntate derecho la mayor parte del tiempo. Reclínate a veces. Inclínate solamente por algunos momentos.
- Encuentra momentos para pararte. Cada hora, tómate un recreo de 5 minutos y camina un poco. Mira al cielo, habla con algún compañero de trabajo o haz cálculos mentales. Lo que sea con la finalidad de romper la monotonía de estar sentado durante horas en la misma posición.
- Piensa en la posibilidad de trabajar de pie en tu oficina. Busca escritorios para estar de pie o piensa en la posibilidad de trabajar desde un escritorio con cinta caminadora .
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Practica la meditación. Intenta meditar, concentrando tu atención hacia dentro tuyo y no tanto hacia las cosas que ocupan tu vida. Puedes descubrir que practicar meditación no solamente alivia el dolor de tu cuello sino que además aquieta tu mente y elimina el estrés. El siguiente ejercicio lleva 3 minutos y cualquiera puede hacerlo.
- Durante un minuto, concentra tu atención en lo que está pasándote en ese exacto momento. Atrapa tus pensamientos y emociones.
- Durante el minuto siguiente, lleva tu atención a tu respiración. Descubre cuál es la parte de tu cuerpo más involucrada en tu respiración.
- Durante el último minuto, lleva tu atención más allá de tu consciencia inmediata: de tu cabeza a tus manos, pies, tu cabello y finalmente, si fuera posible, fuera de tu cuerpo.
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Elimina los estresores físicos y emocionales de tu vida. El estrés emocional puede afectar notablemente tu salud física y, en la opinión de algunos, puede causar dolor físico. Encuentra formas naturales y saludables de eliminar el estrés de tu vida:
- Ejercítate regularmente. Encuentra una actividad (natación, correr, ciclismo, etc.) que te haga sentir vivo. Haz que sea una rutina. Tu cuerpo se sentirá mejor y tu mente estará más relajada.
- No entres en círculos viciosos. No te castigues por hacerte daño. Date cuenta de lo que pasa, toma el control de la situación y encuentra razones para quererte.
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Consejos
- Para evitar que el dolor empeore, mantén la altura de tu cabeza cuando te vayas a dormir. Tu cuerpo se resiente cuando duermes en una posición irregular o utilizas demasiadas almohadas.
- Frotarte el cuello puede ayudarte a aliviar el dolor. También puedes pedirle a alguien que te lo haga.
- Si todos estos consejos fallan, consulta a tu médico. Él sabrá identificar si hay algo mal en tu cuerpo.
- Cuando leas o trabajes en la computadora, asegúrate de mantener tu cabeza recta y procura no encorvarte para nada.
- Si utilizas un dispositivo portátil, como un iPhone, siempre sostenlo al nivel de la cara, y lleva tu cabeza atrás de tus hombros un poco.
- No truenes el cuello. Puede traer alivio al principio, pero solo lo pondrá peor en el futuro.
- Consulta a un profesional, es decir, un quiropráctico, un osteópata o un fisioterapeuta.
- Utiliza una almohada adecuada para tu tamaño para dormir.
- Compra una nueva almohada.
- Apoya el cuello en una almohada tipo rollo de espuma para liberar los músculos doloridos tensos.
- Toma NSAID (antiinflamatorios sin esteroides) tales como el ibuprofeno para aliviar el dolor.
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Advertencias
- No saques conejos de tu cuello. Es posible que te traiga alivio al principio, pero a la larga te causará más problemas.
- Evita dormir en sillones, sillas u otros lugares que no brindan apoyo apropiado para el cuello.
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Referencias
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