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El latín es catalogado como una «lengua muerta». Sin embargo, puedes aprender a hablarlo todavía hoy en día. No solo mejorarás tu repertorio lingüístico, sino también serás capaz de leer los clásicos originales, de aprender lenguas romances con más facilidad y de expandir tu vocabulario del idioma español. Si quieres comenzar a estudiar este idioma (que por cierto es la madre de muchos otros), mira el paso 1 que te presentamos a continuación.

Método 1
Método 1 de 4:

Los conceptos básicos

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  1. Si hablas español u otro idioma que utilice el alfabeto latino, puedes considerar que ya conoces el alfabeto. No obstante, los idiomas están en constante evolución y, si bien la mayoría de las cosas se mantiene, hay algunas diferencias. [1]
    • Las letras J, V, y W no existen. Bueno, al menos no en este alfabeto. El alfabeto latino clásico poseía 23 letras.
    • La letra R es similar a la del español.
    • La letra Y es conocida como «i Graeca» («i griega») y la Z como «zeta.»
    • La letra I puede ser pronunciada a veces como la letra «y» del español y la letra Y es pronunciada como la «u» francesa.
      • Si conoces el Alfabeto Fonético Internacional (AFI), esto significa que la letra I se pronunciaría a veces como /j/ y la letra Y se pronunciaría a veces como /y/. ¿Lo ves?
    • La letra U es a veces similar a la W. En realidad, la letra W se origina de la letra U. Esta letra se escribe como «V».
  2. Si bien la pronunciación del latín no ofrece tantas dificultades como el inglés (generalmente, cada letra tiene su propio sonido… generalmente), hay un par de cosas que debes tener en cuenta: la extensión y las combinaciones.
    • La tilde (´) o acento agudo (como el “accent aigu” en francés) es usado para indicar vocales largas. Con uno, la letra “a” se convierte en una “a” larga. La letra “e” por sí sola se pronuncia como en “pez”, pero con la tilde el sonido de la “e” se alargaría.
      • Desafortunadamente, la pronunciación del latín moderno ha hecho que esto sea más confuso al usarse el macrón (¯) para indicar también la pronunciación extendida de las vocales, cuando en realidad es usada para indicar sílabas largas. Actualmente, parece que transcribir las sílabas y la extensión vocálica es un caos, y muchos diccionarios no lo hacen de forma adecuada. Además, el español usa el mismo símbolo para indicar sílabas acentuadas. No obstante, si te encuentras en Italia y haces un esfuerzo por mirar los monumentos, podrás notar los acentos agudos en las inscripciones romanas (al menos en las de épocas clásicas y postclásicas) en su justa gloria. [2]
    • Las diferentes combinaciones de vocales y consonantes pueden cambiar el sonido de las letras. Así por ejemplo, la “ae” se pronuncia como “ai”; la “ch” se pronuncia como “k"; la «ei» se pronuncia como “ei”; la “eu” se pronuncia como “iu” y la “oe” se pronuncia como en la palabra “hoy”.
      • Si conoces el AFI, esto se vuelve mucho más fácil, ya que hay muchas similitudes. Está de más decir que el AFI deriva del latín. [3]
  3. El español posee muchas raíces latinas y, por lo tanto, comparte algunos de los mismos patrones de énfasis. Sin embargo, sería ridículo decir que cualquiera se aplica un 100% en la lengua franca actual. Para el latín, ten en cuenta las siguientes reglas:
    • Para las palabras monosilábicas, el énfasis no es un problema.
    • Para las palabras con dos sílabas, enfatiza la primera sílaba ( pos -co: yo exigo).
    • Para las palabras con tres o más sílabas, el énfasis va en la penúltima sílaba si es pesada o larga (menti un tur: ellos mienten).
    • Para las palabras con tres o más sílabas que poseen una penúltima sílaba ligera o corta, el énfasis va en la antepenúltima sílaba (im per ator: comandante).
      • Hasta el día de hoy, todas estas reglas son similares a las del inglés. De hecho, el inglés por mucho tiempo consideró las reglas del latín como la forma «correcta» de hablar y cambió sus raíces germánicas para ajustarse a las del latín. Por esta misma razón, tu profesor de inglés te dice que no dividas los infinitivos (¿comprendes?). Esto se origina en el latín (que hoy en día es arcaico).
  4. Por si aún no lo sabes, el latín es un idioma muy complicado. Estás a punto de emprender una larga y ardua batalla. Veamos un ejemplo: los verbos deben considerar un par de cosas, ¿cierto? ¿Deben considerar tal vez el plural, el género y los casos difíciles? No tan solo eso, sino mucho más. Pero puedes manejarlo, ¿cierto? Los verbos en latín deben tener en cuenta lo siguiente: [4]
    • Tres personas: primera, segunda y tercera.
    • Dos aspectos: perfectivo (acción acabada) e imperfectivo (acción no acabada).
    • Dos números: singular y plural.
    • Tres modos finitos: indicativo, subjuntivo e imperativo.
    • Seis tiempos: presente, imperfecto, futuro, perfecto, pluscuamperfecto y futuro perfecto.
    • Dos voces: activa y pasiva.
    • Cuatro formas no personales: infinitivo, gerundio, participio y supino.
      • ¿Ya mencionamos que hay 7 casos y 3 géneros?
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Método 2
Método 2 de 4:

Sustantivos, verbos, raíces y otros

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  1. Está bien, probablemente puedes estar sintiendo en este momento el peso de la lucha que decidiste emprender. Después de todo, para aprender este idioma se requiere de mucho esfuerzo. Pero si hablas una lengua romance o incluso inglés, se puede decir que ya estás listo, al menos con el léxico.
    • Todas las lenguas romances derivan del latín vulgar (“vulgar” aquí significa común y no repugnante o inaceptable) y el inglés también. Aunque este sea de origen germánico, el 58% de su vocabulario fue influenciado por el latín. [5] Esto incluye al francés (por si has levantado una ceja), que es una lengua romance fuertemente influenciada por el latín.
      • El idioma inglés está plagado de dobletes germánicos y latinos. Esto básicamente significa que existen dos palabras para cada cosa. Las palabras germánicas son consideradas como las más comunes (y también puedes notar la diferencia). Entre “begin” y “commence”, ¿cuál crees que es la de origen germánico y cuál de origen latino? ¿Qué hay de “ask” y “inquire”, o de “aware” y “cognizant”? [6] Encontrarás muchas palabras latinas en las alternativas más sofisticadas del inglés.
      • Las raíces de las palabras inglesas que derivan del latín son prácticamente innumerables. Una vez que reconozcas una palabra en latín, tu mente comenzará a llenarse de palabras que de repente empiezan a tener sentido. Brev- es la palabra latina para “breve” o “corto”. [7] De modo que, ahora las palabras “brevity”(brevedad), “brief” (breve) y «abbreviation» (abreviación) tienen sentido, ¿no es así? ¡Muy bien! Esto hará que tu vocabulario (en latín e inglés) se incremente fácilmente.
  2. El latín es una lengua fusionante y esto hace que sea demasiado flexivo. [8] Si tienes alguna experiencia con idiomas europeos, esto no te parecerá tan sorprendente. Por otra parte, las complejidades del español, del francés y del alemán no se comparan con las del latín.
    • La inflexión verbal en latín puede definirse en cuatro patrones de conjugación. Sin embargo, es necesario recalcar que la clasificación se basa solamente en cómo el verbo se comporta en el tiempo presente. No se puede inferir a través de su clasificación cómo el verbo se comporta en otros tiempos. Desafortunadamente, necesitarás muchas formas verbales para saber solamente cómo actúa y cómo formarlo en todos los contextos posibles. Si bien la mayoría de los verbos pertenecen a uno de los cuatro patrones, algunos (como “ese” (ser o estar)) no. Siempre son los verbos más comunes los que no pertenecen. I am, you were? Je suis, tu es? ¿Yo soy, tú eres? Es lo mismo. [4]
      • Si aquello te parece un poco confuso, solo ten en cuenta que hay 4 familias verbales y que la mayoría se encuentran en una y siguen el patrón de esa clasificación particular.
    • Todos los tiempos usan desinencias personales. En la voz activa, todos son iguales, a excepción del tiempo perfecto que es una verdadera molestia. Este es el patrón que siguen los 5 tiempos:
      • Tiempo presente, etc.:
        Singular
        Primera persona –ō, –m
        Segunda persona –s
        Tercera persona
        –t
        Plural
        Primera persona –mus
        Segunda persona –tis
        Tercera persona –nt
      • Perfecto:
        Singular
        Primera persona –ī
        Segunda persona –istī
        Tercera persona –it
        Plural
        Primera persona –mus
        Segunda persona –istis
        Tercera persona –ērunt
  3. Este es un término sofisticado para denominar la conjugación de sustantivos (en su momento también veremos la conjugación de pronombres y adjetivos). En latín existen cinco declinaciones. Por una parte, esto se parece a la conjugación verbal, ya que cada sustantivo cabe dentro de una categoría y su desinencia cumple con los patrones de cada familia específica de sustantivos.
    • La declinación se vuelve un poco más complicada porque los sustantivos ( y adjetivos y pronombres...) no vienen solamente en singular y plural, sino también son masculinos, femeninos y neutros. Cada sustantivo puede caber en 7 casos diferentes, dándoles a todos ellos diferentes desinencias. La palabra agua ( aqua, -ae ) es femenina, puede ser singular o plural y por consiguiente, tiene 14 diferentes desinencias posibles.
      • Por si quieres saberlo, la palabra aqua es un sustantivo de la primera declinación (aquellos sustantivos generalmente terminan en -a ). [9]
    • El latín tomó prestado del griego palabras que son bastante comunes y que, por lo general, tienen sus propias declinaciones. Sin embargo, algunos han sido regularizados. [9]
    • Por una parte, el primer y segundo pronombre pueden ser solamente masculinos o femeninos (suena bien, ¿no lo crees?), pero por la otra, el género de los adjetivos se determinan por medio del sustantivo al que describen. Así tienen desinencias para todos los casos y para todos los géneros. Sin embargo, solo hay tres declinaciones para los adjetivos, gracias a nuestra buena suerte. [9]
  4. Hay siete casos (cinco de ellos son grandes) y, si es que esto todavía no te hace sentir mal, la misma desinencia es usada a menudo para más de un caso. Te gustan los buenos retos, ¿no es así? Cuando estés estudiando, encontrarás que los casos están abreviados a sus primeras tres letras.
    • Probablemente sabrás que en inglés el plural de “book” es “books” pero, ¿qué hay de “child” y “children”? ¿Por qué sucede eso? El inglés solía tener casos también, pero se ha deshecho de ellos enormemente. En caso de que no tengas una terminología suficiente, los casos se pueden ver en las desinencias que se ponen a una palabra (sustantivos y adjetivos, específicamente) y estas marcan su función gramatical. Esta es la lista:
    • El caso nominativo : este señala el sujeto de una oración. Se usa para indicar la persona o el objeto que está ejecutando la acción en la oración.
    • El caso acusativo : este señala el objeto directo del verbo. Tiene otras funciones, pero por lo general solo se usa para esto. Algunas preposiciones pueden determinarlo.
    • El caso genitivo : este caso expresa posesión, medida o fuente. Su equivalente en inglés sería la palabra «of». En el idioma anglosajón (o inglés antiguo), los sustantivos en el caso genitivo solían marcarse con «-es». ¡Imagínate cómo ha evolucionado! [10]
    • El caso dativo : este señala el objeto indirecto o el receptor de una acción. En inglés, las palabras «to» y «for» sirven para señalar este caso, al menos en algunos contextos (son palabras muy comunes).
    • El caso ablativo : este caso indica separación o los medios por los que una acción es realizada. En inglés, los indicadores más cercanos de este caso serían las preposiciones «by», «with», «from», «in» y «on».
    • El caso vocativo : este se usa en el discurso directo para dirigirse a alguien o algo. En la oración: «Jane, ¿vienes? ¡Jane!», Jane es el vocativo.
    • El caso locativo : de manera sorprendente y un poco ridícula (¿quién necesita saber esto?), este caso se usa para expresar dónde se llevó a cabo una acción. En las etapas tempranas del latín, el locativo se solía utilizar frecuentemente, pero es en el latín clásico que finalmente se dieron cuenta de que solo era información superflua y que eventualmente moriría, y solo sería aplicado a los nombres de ciudades, pequeñas islas y algunas otras palabras aisladas y probablemente sin importancia. [11]
  5. En el inglés, el orden de las palabras es absolutamente imperativo porque no carece de una conjugación y declinación adecuadas. Sin embargo, en latín por ejemplo, la frase “el chico ama a la chica” no tiene que escribirse necesariamente “puer amat puellam”. Esta frase literalmente se traduciría como “el chico ( puer ) ama ( amat ) a la chica ( puellam )”. De hecho, “puellam amat puer” significa lo mismo porque todo depende de las desinencias.
    • Aunque parezca que el segundo ejemplo dice “la chica ama al chico”, no es así. “La chica ama al chico” sería “puella amat puerum”. ¿Puedes ver cómo las desinencias cambian de lugar? ¡Eso es lo hermoso de los casos!
      • En realidad, los verbos en latín generalmente van al final de la oración. No sigue el orden SVO (sujeto-verbo-objecto) como en el español o el inglés, aunque puede ser tentador hacerlo de esa manera, ya que el orden no importa. “Puer puellam amat” es una auténtica réplica.
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Método 3
Método 3 de 4:

Aprende por ti mismo

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  1. Rosetta Stone y Transparent son dos marcas que te permitirán aprender latín como uno de sus idiomas. El sitio web de Transparent también tiene algunas palabras y frases en latín que puedes escuchar de forma gratuita.
    • De lejos, esta es la manera más fácil de empezar. Puedes hacerlo en tu propio horario y a tu propio ritmo. Es mejor estudiar un poco cada día (¡y qué mejor que hacerlo en tu casa!) para asimilar todo apropiadamente. Los programas hacen que esta sea una tarea más fácil.
  2. Visita tu librería o tu biblioteca pública local y busca publicaciones que te ayuden a aprender a hablar el idioma. Los posibles recursos que necesitarás son un diccionario de latín o libros de gramática latina.
    • Como un recurso adicional, sumérgete en Internet. Hay cientos de videos y sitios que pueden ayudarte a empezar. A pesar de que técnicamente nadie hable latín, hay aún muchas personas que están buscando una forma de mantenerlo “vivo”.
  3. Las figuras clásicas como Virgilio y Cicerón escribieron en latín. Durante la era medieval, el latín era usado ampliamente en distintos campos, tales como la educación, la religión y las leyes. ¡Qué genial debe ser leer los clásicos en su idioma original!
    • Cuando hagas esto, no caigas en la tentación de usar el diccionario para cada palabra, ya que se convertirá en una traba y te volverás más lento. Cuando leas, hazlo solo con la intención de captar el sentido general y usa el diccionario si en realidad estás confundido.
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Método 4
Método 4 de 4:

Aprende con otros

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  1. Si en tu escuela secundaria o en tu universidad ofrecen este idioma, ¡fantástico! Puedes empezar. El departamento de historia o de literatura clásica de tu universidad pueden ser buenos lugares para averiguar si hay clases de latín que puedas tomar.
    • Además de tomar clases de latín directamente, puedes averiguar si hay clases de vocabulario y de etimología española, literatura clásica e historia de las lenguas europeas.
  2. Intenta poner un aviso impreso en tu instituto local de aprendizaje y en bibliotecas, preguntando si hay un alumno de latín avanzado o un instructor de latín que esté dispuesto a enseñarte a hablarlo.
    • Intenta conseguir a alguien que tenga al menos un poco de experiencia en enseñanza. El hecho de que una persona hable un idioma no significa que pueda enseñarlo. Si eres un estudiante, pregúntale a tus profesores si conocen a alguien que pueda ayudarte.
  3. El evento Rusticatio, organizado por el Septentrionale Americanum Latinitatis Vivae Institutum (SALVI), es una inmersión anual de una semana en la que los participantes pueden hablar en latín. El nombre del instituto se traduce en español como «Instituto Norteamericano para el Estudio del Latín Vivo».
    • Estos eventos se llevaron a cabo en California, Oklahoma y Virginia Occidental (EE. UU.) en el 2013. También ofrecen una intensa visita a Roma. [12]
  4. Este puede ser un club informal de tu escuela secundaria, una sociedad de honor oficial de tu universidad o una organización nacional o internacional. Allí conocerás a otros que aprenderán latín y que puedan practicarlo contigo.
    • Trabajar con otros te ayudará a consolidar el conocimiento en tu cerebro y te proveerá también el escenario para realizar preguntas y usar el conocimientos de los demás para mejorar los tuyos.
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Consejos

  • Mira los artículos relacionados que te ofrecemos en wikiHow para comenzar a aprender latín básico. Al final de este artículo podrás encontrar otros enlaces que te ayudarán en tu aprendizaje.
  • Los estudiantes de latín pueden mejorar sus puntajes en las pruebas estandarizadas de los procesos de admisión a universidades, tales como los exámenes SAT o GRE en los Estados Unidos. Estos exámenes requieren frecuentemente conocimiento del vocabulario inglés, comprensión y expresión escrita.
  • El latín sirve al menos en parte como la base del vocabulario especializado en español de las actuales profesiones médicas, legales y científicas.
  • Si bien muchas palabras en español derivan del latín, aprender esta antigua lengua puede ayudarte a mejorar tu comprensión del vocabulario español y a usar las palabras apropiadamente y con precisión.
  • Aprender latín te puede ayudar a aprender las lenguas romances modernas con más facilidad porque estas se originan del latín. Las lenguas romances son el rumano, el portugués, el español, el francés y el italiano.
  • Aprender el AFI sería una buena idea. Este sistema puede ser usado para estudiar cualquier idioma y te da todos la transcripción de todos los sonidos universales.
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