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Hay diversas maneras de bajar de la bicicleta de forma segura. A continuación, encontrarás algunos métodos recomendados con los que empezar.

Método 1
Método 1 de 4:

Procedimiento básico

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  1. Desde la posición sentada, con el pedal a un lado, inclínate hacia delante para ponerte de pie mientras levantas el trasero del sillín. (Este es el paso más importante. Si te quedas sentado, será más difícil controlar tu bicicleta una vez esté detenida).
  2. Utiliza tu cuerpo en lugar del manillar.
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Método 2
Método 2 de 4:

Procedimiento para principiantes

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Método 3
Método 3 de 4:

Procedimiento "huida hacia delante"

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  1. La bicicleta debería empezar a derrapar.
  2. Debes parar de forma algo brusca.
  3. Pasa la pierna sobre la bicicleta y camina hasta un lugar perfecto para aparcarla.
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Método 4
Método 4 de 4:

Procedimiento de altura

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  1. Pasa una pierna (normalmente el derecho, pero puede ser el que prefieras) por detrás del sillín de la bicicleta mientras aún está en movimiento. Nota: si tienes estribos, asegúrate de desenganchar el pedal de ellos. Si lo olvidas, te estrellarás literalmente contra el suelo cuando la pierna que vayas a pasar toque el piso para parar.
  2. Equilíbrate con el cuerpo en lugar de con el manillar.
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Consejos

  • Para muchos ciclistas principiantes puede ser incómodo levantarse sobre un pedal. La posición sentada puede parecer mucho más segura, porque el centro de gravedad está más bajo. Sin embargo, detenerse mientras se está sentado puede ser complicado. Si la altura del sillín está correctamente ajustada (puedes tocar el piso solo con los dedos de los pies), tendrás que inclinar la bicicleta hacia un lado para poder pisar con todo el pie. Es muy probable que esto haga que la bicicleta se caiga hacia un lado (posiblemente con tu pierna debajo) y te lesione.
  • Puede ser un buen principio bajar el sillín de modo que puedas pisar con todo el pie mientras estás sentado. Así reducirás el miedo a caer. Sin embargo, una vez vayas adquiriendo experiencia, sube el sillín para que solo puedas tocar el suelo con los dedos de los pies.
  • Cuando empieces a practicar el segundo método, hazlo en una superficie blanda por si te caes. Este es el método preferido para niños y adolescentes, aunque también pueden hacerlo los adultos.
  • Asegúrate de que el sillín esté a la altura correcta. De lo contrario, puedes hacerte arañazos o moretones.
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