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Hay un momento en el que la mayoría de las personas no se sienten satisfechas con sus vidas o consigo mismas. Si crees que tienes que hacer un cambio importante en tu persona, ¡tienes suerte! ¡Puedes cambiar! Un gran cambio puede lucir abrumador, pero definitivamente puedes lograrlo si estás dispuesto a fijarte objetivos claros y a ceñirte a ellos. Básicamente, cambiar lo que haces puede generar un cambio en la forma en la que te percibes en general.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Analizar tus necesidades

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  1. Has decidido cambiar, ¿pero de qué forma y por qué motivo lo harás? La única forma de descubrirlo es determinar de forma clara cuál es el problema o el aspecto de tu personalidad que hace que quieras cambiar. ¿Qué lograrás al cambiar?
    • Lo mejor es empezar de manera positiva. Elabora una lista de los rasgos de tu persona que te gusten. Si esto te parece difícil, ¿qué es lo que a las otras personas les gusta de ti? Si conoces tus cualidades, será más fácil recurrir a ellas en un futuro, para eliminar los hábitos que estás tratando de erradicar.
    • Escribe una oración indicando con exactitud qué es lo que deseas. Asegúrate de escribir lo que deseas, no lo que los demás consideran que deberías desear. Si en verdad no deseas cambiar, el cambio no ocurrirá.
    • Ahora escribe una lista con los motivos por los que deseas lograr este cambio. Podrás mantenerte encaminado si cuentas con todos los motivos anotados (y los consultas en un futuro).
  2. Realizar autoafirmaciones (o decirte cosas positivas sobre tu persona) puede serte de utilidad para establecer tus valores principales y seguir enfocado en la persona que quieres llegar a ser. Las autoafirmaciones poco realistas (como “acepto absolutamente todo de mí”) podrían no servir, ya que podrían generar una posible disputa contigo mismo. [1] En cambio, las frases positivas y realistas como “Soy una persona valiosa y me esfuerzo mucho” pueden serte de utilidad para seguir siendo positivo e incluso para resolver mejor los problemas. [2] Puedes elaborar autoafirmaciones eficaces haciendo lo siguiente: [3]
    • Usa frases con “soy”.
      • Por ejemplo, “Soy una buena persona”, “Soy una persona que se esfuerza mucho” o “Soy creativo”.
    • Usa frases con “Puedo”.
      • Por ejemplo, “Puedo alcanzar mi máximo potencial”, “Puedo convertirme en la persona que quiero ser” o “Puedo alcanzar mis objetivos”.
    • Usa frases con “Lograré”.
      • Por ejemplo, “Lograré convertirme en la persona que quiero ser”, “Lograré sortear los obstáculos” o “Lograré demostrarme a mí mismo que puedo mejorar mi vida”.
  3. La visualización es un tipo de ensayo mental que puede ser de utilidad para imaginarte una situación diferente. Puedes experimentar una visualización abstracta (si todo está en tu mente) o una expresión más real de tu visualización, como un conjunto de imágenes que representen lo que quieres lograr. [4] La visualización eficaz es de utilidad para determinar los aspectos específicos de lo que quieres lograr, y puede servirte para pulir tus objetivos. Asimismo, la visualización puede ser de utilidad para desarrollar un sentido de control sobre una situación o tu vida. [5] Para visualizar un futuro diferente, haz lo siguiente:
    • Cierra los ojos.
    • Imagina a la persona ideal que serás en el futuro. ¿En dónde te encuentras? ¿Qué haces? ¿En qué ha cambiado tu situación? ¿Cómo luces? ¿Cuáles son los aspectos específicos que te hacen feliz en la vida que has cambiado?
    • Imagina y averigua los detalles específicos de tu vida ideal. ¿Cómo luce? Trata de pensar en lugares, sonidos, olores o sabores específicos. Los detalles exactos harán que tu visualización sea más real.
    • Recurre a esta visualización positiva para fijarte objetivos sobre cómo alcanzar esta visión de tu vida.
  4. [6] En la vida ocurren cosas que nunca podríamos anticipar. En tu recorrido para alcanzar el cambio te toparás con muchos obstáculos y personas que tratarán de causarte dificultades. Para alcanzar el éxito, debes tener en cuenta que los obstáculos con los que te topes son percances sin importancia y que puedes superarlos.
    • Ser realista es la mejor forma de afrontar todo tema abrumador. Si no puedes alcanzar tu objetivo, no culpes a los demás ni a ti mismo. Los percances son comunes y ocurrirán.
  5. [7] Podrías atravesar situaciones que consideres como fracasos. No se trata de alcanzar una meta o un objetivo, al final, la línea recta hacia tu objetivo se convertirá en un camino con muchas curvas, o adoptarás objetivos totalmente diferentes en tu recorrido. Sin embargo, ten en cuenta que los fracasos no son fracasos, en realidad son oportunidades. Puedes obtener lecciones valiosas de los tropiezos, y podrías descubrir que si eres un poco flexible con tus objetivos a largo plazo, podrías tener una vida más feliz. [8]
  6. Si pudieras cambiar de la noche a la mañana, no valdría la pena. Es probable que no obtengas resultados con la prontitud que habías previsto. En ocasiones, también es difícil identificar cambios o resultados en tu persona con la misma rapidez o facilidad con la que lo haría otra persona. Cambiarás un poco todos los días y podrías tener dificultades para percibir o controlar tu propio cambio, pero definitivamente está ocurriendo.
    • Dividir una meta grande en metas u objetivos más pequeños puede ser de utilidad para determinar si estás bien encaminado. ¡Premiarte por haber alcanzado estos objetivos puede mantenerte motivado para seguir adelante!
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Fijarte las metas adecuadas

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  1. Fijarte metas es como un arte y hacerlo adecuadamente puede ser de mucha ayuda para garantizar que en verdad las alcances. Existe un acrónimo en inglés muy útil que puedes emplear para determinar la eficacia de tus metas. Verifica si tus metas cuentan con las características indicadas por el acrónimo SMART: [9] [10]
    • Específicas (o importantes)
    • Medibles (o importantes)
    • Alcanzables (o enfocadas en las acciones)
    • Relevantes (o o enfocadas en los resultados)
    • Con un plazo límite (o se les puede dar seguimiento)
  2. [11] Esto consiste en tener metas delimitadas y detalladas. Si tienes metas demasiado extensas, esto puede hacer que tengas dificultades para implementar un plan de acción para alcanzar tu meta. Si tu plan es específico, será más probable que tenga éxito.
    • Por ejemplo, “ser exitoso” es demasiado ambiguo. El éxito no es un atributo específico y cada persona podría definirlo de diferentes formas.
    • Una meta más específica podría ser “Graduarme con una maestría en labor social en una universidad estatal”. Esta meta es mucho más específica.
  3. [12] Debes poder determinar en qué momento has alcanzado una meta. Si no puedes hacerlo, tu meta no podía medirse.
    • Por ejemplo, la meta “ser exitoso” no puede medirse. No podrás determinar el momento exacto en el que te hayas vuelto “exitoso”, y la noción que tienes de su significado podría cambiar cada día (o incluso a cada hora).
    • En cambio, la meta “Graduarme con una maestría en labor social en una universidad estatal” puede medirse; podrás determinar que has alcanzado tu meta cuando asistas a la ceremonia de graduación o cuando recibas tu diploma en el correo.
  4. [13] Una meta alcanzable puede ser diferente para cada persona. Hay muchos factores que determinan si una meta es alcanzable, algunos de ellos están fuera de tu control. Una forma de identificar si una meta es alcanzable consiste en preguntarte si cuentas con el conocimiento, las capacidades y las habilidades necesarios. [14] También es probable que tengas que analizar si la meta es factible.
    • Por ejemplo, una meta que podrías no alcanzar sería convertirte en la persona más inteligente, adinerada y poderosa del mundo.
    • Una meta más fácil de alcanzar sería obtener un título universitario. Para algunas personas, una meta más fácil de alcanzar sería obtener un diploma de educación general o un certificado de educación secundaria.
  5. [15] Esto es importante en particular para las metas a corto plazo que ayudarán a alcanzar una meta a largo plazo. Tus metas deben ser relevantes, ya que deben encajar en un contexto más amplio de tu vida. Tendrás menos probabilidades de ser exitoso si tienes una meta que no guarda relación con el resto de tu vida.
    • Por ejemplo, fijarte la meta “Graduarme con una maestría en labor social en una universidad estatal” solo tendrá relevancia en tu vida si quieres convertirte en un asistente social (o si deseas una carrera en un campo relacionado). Si la meta de tu vida es convertirte en piloto, es poco probable que un título en labor social sea de utilidad para alcanzar esta meta mayor.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Shannon O'Brien, MA, EdM

    Coach de vida y carrera
    Shannon O'Brien es la fundadora y asesora principal de Whole U (una consultora de estrategias laborales y de vida con sede en Boston, Massachusetts). A través de asesoramiento, talleres y aprendizaje en línea, Whole U empodera a las personas para que sigan el trabajo de sus vidas y vivan una vida equilibrada y decidida. Shannon ha sido calificada como la coach laboral #1 y coach de vida #1 en Boston por los revisores de Yelp. Ha aparecido en Boston.com, Boldfacers y en UR Business Network. Recibió una maestría en Tecnología, Innovación y Educación en la Universidad de Harvard.
    Shannon O'Brien, MA, EdM
    Coach de vida y carrera

    Un error común al establecer una meta es elegir incorrectamente. A menudo, las personas eligen una meta profesional o de vida que no es la que realmente buscan. Fijarte metas es una excelente práctica, pero si estableces una para alguien más o para impresionar a los demás, será menos probable que tengas éxito o que seas feliz. Fíjate metas para ti y para los que vengan del lugar correcto.

  6. [16] Las metas eficaces deben tener un plazo límite; de lo contrario, podrías dedicarte en todo momento a alcanzarlas y nunca llegar a hacerlo.
    • Por ejemplo, la meta “Graduarme con una maestría en labor social en una universidad estatal en los siguientes 5 años” tiene un plazo límite. Puedes reevaluar el tiempo que requerirás para alcanzar tu meta según lo necesites; sin embargo, esta debe tener un tiempo límite que te motive a esforzarte para alcanzarla, en lugar de percibirla como una imagen imprecisa y ambigua de lo que podría ocurrir “algún día”.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Llevar a cabo tus metas

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  1. Si dices que empezarás “mañana”, es lo mismo que no empezar nunca. Este día nunca llega. Si deseas cambiar, no debes postergar las cosas, o no lograrás nada.
  2. [17] Cuando tengas una meta principal, divídela en objetivos más pequeños (algunos los llaman “macrometas” y “micrometas”). Estos harán que puedas asimilar tu meta mayor con un poco más de facilidad y te brindarán oportunidades para celebrar conforme alcances tus metas pequeñas.
    • Si no estás seguro de empezar a esforzarte para alcanzar tu meta porque tu meta final te abruma, no pienses en ella y enfócate en tu primer objetivo.
    • Por ejemplo, si quieres bajar 20 kg (45 lb) en 2 años, no pienses en el peso total. Empieza con tu primera meta, la cual podría ser bajar 2 kg (5 lb).
    • Elabora un calendario con las fechas en orden inverso. [18] Si empiezas con la meta final (con plazo límite), podrás ir en orden retrospectivo, fijándote “objetivos” o metas más cortas hasta llegar al día actual. Es probable que debas revisar tu calendario algunas veces para hacer que todo concuerde con el plazo determinado (o podrías tener que reevaluar el plazo límite de tu meta final).
    • Un calendario con las fechas en orden inverso te brindará un punto de inicio determinado y puede ser de ayuda para dar el primer paso, el cual suele ser el más complicado.
  3. Aceptar tu progreso con una emoción positiva y con premios pequeños te mantendrá motivado por mucho tiempo. Celebra alzando tus manos, mirando televisión por 30 minutos más o consintiéndote con una cena costosa.
    • No emplees premios que sean contrarios a tu progreso. Por ejemplo, si lo que buscas es bajar de peso, prémiate con un nuevo traje o unas pequeñas vacaciones, no con una tercera porción de helado.
  4. [19] Cuando te esfuerces para alcanzar tus metas, es probable que sientas una gran variedad de emociones, las cuales son una parte común de tu vida. Si experimentas emociones que surgen al alcanzar tus metas o al lograr cambiarte, úsalas a tu favor: [20]
    • Si has alcanzado un objetivo o una “micrometa”, alégrate y emplea esa emoción para motivarte y alcanzar tu siguiente meta.
    • Si en tu recorrido te topas con obstáculos, permite que la frustración haga que vuelvas a centrar tu atención en tus metas.
    • Si estás a punto de alcanzar tu meta, pero algo ha hecho que pierdas el rumbo a último minuto, emplea los sentimientos de furia para revigorizar el compromiso que has hecho para alcanzar tu meta, sin importar los obstáculos que encuentres.
  5. La mayoría de las personas se sienten cómodas realizando sus actividades propias en la vida. Sin embargo, si quieres realizar un cambio importante, tendrás que abandonar tu comodidad. Pero no te preocupes, estas sensaciones de incomodidad pueden ayudarte a crecer y experimentar cosas nuevas. [21]
    • Este es otro punto en el que las “micrometas”, o las metas más pequeñas, te pueden beneficiar. Si quieres abandonar tu estado actual y tratar de alcanzar tu meta final, es probable que este cambio sea importante e intimidante. Sin embargo, si quieres abandonar tu estado actual y alcanzar tu primer objetivo, esto podría ser una posibilidad menos inquietante.
    • Por ejemplo, imagina que tienes un trabajo de oficina que te causa infelicidad y te fijas la siguiente meta: “Convertirme dentro de 3 años en una enfermera certificada que trabaja en una sala de emergencias”. Ingresar de forma directa a ese entorno podría aterrarte. Sin embargo, esforzarte para alcanzar tu primera meta o postular a la escuela de enfermería no te alejará mucho de tu zona de confort.
    • Déjate sentir un poco de incomodidad conforme avances en cada fase o etapa nueva de tu meta, y deja que este sentimiento te ayude a crecer. Es probable que te sorprendas a ti mismo y que sientas emociones positivas conforme obtengas nuevas experiencias en tu vida y te acerques a tu meta.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Revisar tu progreso

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  1. A lo largo de este proyecto dirigido a cambiar tu persona, sufrirás caídas en las que tendrás dificultades para seguir encaminado. Ten en cuenta estos momentos y afróntalos de forma apropiada.
    • Asume la responsabilidad. Muéstrales tu progreso a tus familiares o amigos, o ingresa a un foro en Internet.
    • No te agotes. El primer día, podrías sentir que eres capaz de correr 16 km (10 millas), pero al siguiente día, sentirás demasiado cansancio como para moverte. Alcanza tus metas de forma gradual.
    • Observa cómo hablas de ti mismo. Si es de forma negativa, ¡detente! Sustituye todo pensamiento negativo por uno positivo. Abandona los pensamientos a la mitad de la frase.
    • Busca a personas que piensen como tú. Un sólido grupo de ayuda hace que todo esfuerzo sea mucho más fácil.
  2. Supervisar tus comportamientos y buscar patrones será de utilidad para encontrar la manera más eficaz de alcanzar tu meta.
    • Si sucumbes a tus antiguos hábitos, anota en qué momento, de qué forma y por qué ha ocurrido. Evalúa las posibles causas. Quizás te sentías hambriento, cansado o frustrado por tu día en el trabajo.
    • ¡Toma nota de tu progreso! Si has tenido un buen día, ¡anótalo! Poder revisar tu progreso te motivará a seguir progresando.
  3. Todo es más fácil de afrontar si cuentas con una buena salud. Además de los muchos beneficios para tu salud y tu calidad de vida en general, cuidar tu salud te permitirá mantener una actitud positiva con más facilidad.
    • Comer alimentos saludables, dormir lo suficiente durante la noche y permanecer activo son buenas formas de empezar un buen día en general. Fijarte metas que te frustren y sean difíciles de alcanzar es algo muy complicado; por lo que debes asegurarte de tener las mejores oportunidades. Cuida tu mente y tu cuerpo antes de afrontar un problema importante.
    • Si te sientes mal casi todos los días, primero tendrás que encargarte de un problema mayor. Tu salud y tu felicidad son más importantes que jugar juegos mentales, pensar de forma positiva y fijarte metas.
  4. Conforme progreses, podrías querer cambiar tus metas. Identifica tu progreso y cede o toma medidas, para hacer lo que esté dentro de tus posibilidades.
    • Si estás progresando mucho, ¡esto es fantástico! Desafíate y fíjate nuevas metas que sean más difíciles.
    • No te sientas culpable si no alcanzas lo que te has fijado en un inicio. Vuelve a analizar tu situación y fíjate algo alcanzable. Debes evitar desanimarte y rendirte.
  5. Cuando hayas alcanzado el resultado que buscabas, no te detengas. Se requiere tiempo para desarrollar un hábito, date un tiempo para adaptarte a tu nueva rutina.
    • Este debe ser un cambio para toda tu vida. Al inicio requerirás un esfuerzo deliberado para alejarte de los carbohidratos, iniciar conversaciones y ahorrar dinero; sin embargo, esto quedará arraigado en tu cerebro en poco tiempo, y se volverá algo automático.
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Consejos

  • No importa lo que las demás personas piensen. Lo harás por ti, no por ellas.
  • El cambio empieza principalmente con la consciencia. Si no sabes qué es lo que haces, no podrás cambiar tu conducta.
  • Puedes cambiar todas las veces que desees. Nada es permanente o irreversible.
  • Sonríe. Esto le dará un toque positivo a tu día de manera automática.
  • No vaciles ni te rindas. Recorre tu camino y nunca te detengas.
  • Cambiar por otras personas nunca dará buenos resultados, en particular si esa persona deja de formar parte de tu vida. Si eliges cambiar, hacerlo por ti mismo es lo mejor.
  • Viaja a algún lugar para aclarar tus pensamientos. Podrías descubrir cosas nuevas o pensamientos nuevos que podrían modificar tu forma de pensar, lo que podría formar parte de tu nueva identidad.
  • Ten en cuenta que la persona en la que te conviertas debe hacerte sentir feliz. Si vas a cambiar por otra persona, esto no funcionará.
  • Modificar tu apariencia es una forma de incentivar el cambio en tu interior (prendas con un estilo más profesional te incentivarán a ser más profesional, etc.), pero nunca debes confundirlo con un cambio real.
  • Sé tú mismo y no creas que a algunos les va mejor que tú, ya que todos tenemos defectos.
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