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La achicoria suele usarse como sustituto del café ; sin embargo, hay otros usos culinarios para esta planta silvestre o cultivada en casa. Las hojas de achicoria pueden comerse crudas o pueden cocinarse para reducir su amargor. La achicoria blanqueada o “forzada”, a veces llamada “chicón”, tiene un color pálido, está bien amarrada, es crujiente y menos amarga. Las hojas de achicoria combinan bien con ensaladas sabrosas. La raíz de la planta puede tostarse y molerse para hacer una bebida caliente o usarse como ingrediente saludable.

Método 1
Método 1 de 4:

Quitar el amargor

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  1. Lava las hojas de achicoria en un colador con agua del grifo. Echa las hojas sobre papel toalla o una superficie de trabajo limpia. Escoge y retira cualquier hoja o hierba seca. Lava las hojas de achicoria otra vez y deja que escurra el exceso de agua. [1]
    • También puedes escoger las hojas y retirar los residuos durante el lavado.
    • Puedes usar este mismo proceso para quitar el amargor de la raíz de achicoria. Restriega la raíz limpia con un cepillo para vegetales. [2]
  2. Pon una olla de agua a hervir a fuego medio a alto. Echa las hojas al agua hirviendo y déjalas cocinar. Usa un colador para verter y desechar el agua sin perder las hojas. [3]
    • Si un poco de amargor no te afecta, puedes dejar de cocinar las hojas después de este primer hervor.
    • Las hojas de achicoria son menos amargas a principios de primavera y su amargor aumenta durante la temporada de cultivo. Serán más amargas si las condiciones de cultivo son deficientes. [4]
  3. Echa las hojas a la olla nuevamente. Echa otra agua a la olla y ponla a hervir. Pasados 5 minutos, retírala del fuego y escurre el agua a través de un colador para no perder las hojas. [5]
    • Las hojas blanqueadas pueden tener también un ligero amargor, por eso debes hervirlas dos veces para quitarle el sabor amargo. [6]
    • Si quieres quitar todo el amargor de las hojas sin blanquear, prosigue a un tercer hervido.
  4. Vuelve a echar las hojas a la olla. Echa otra agua a la olla. Ponla a hervir. Pasados 5 minutos, apaga el fuego. Escurre las hojas usando un colador en el fregadero. Echa las hojas cocidas a la receta de tu elección, por ejemplo, puedes soasarlas en mantequilla o echarlas a una ensalada. [7]
    • Las hojas de achicoria no blanqueadas son más amargas, así que para quitarles todo su amargor hay que hervirlas 3 veces.
    • Usa unas cuantas hojas de prueba, si quieres. Cocina una hoja 1 vez, otra hoja 2 veces y una tercera las 3 veces. Prueba cuál prefieres antes de cocinar todas las hojas.
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Método 2
Método 2 de 4:

Soasar achicoria

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  1. Lava bien las hojas. Si quieres reducirles o quitarles el amargor, realiza el proceso de hervir las hojas primero. [8]
  2. Vierte agua a una olla hasta llenarla aproximadamente 1 cm (½ pulgada). Echa las hojas limpias al agua. Añade sal, mantequilla o margarina, y jugo de limón. [9]
    • Las hojas de achicoria también pueden soasarse con tocino. [10]
  3. Cocina los ingredientes a fuego lento durante unos 45 minutos. Sirve el platillo caliente con el jugo incluido. [11]
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Método 3
Método 3 de 4:

Usar las hojas para ensaladas

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  1. Escoge hojas jóvenes de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de largo. [12] También puedes usar los tallos inferiores hervidos por lo menos 1 vez (durante 5 minutos). [13] Lava las hojas con agua del grifo y tira las hojas muertas o los residuos. Deja que las hojas escurran o sécalas dándoles toques leves con papel toalla.
  2. Pon a calentar ¼ de taza (60 ml) de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Saltea 1 cucharada de ajo picado, 1 cebolla picada y ¼ de taza (40 g) de cebolleta picada. Cocínalo durante 3 minutos sin dejar de revolver. Echa los camarones, saltéalos durante 2 minutos y luego añade los condimentos. Retira la sartén del fuego y échale vinagre, jugo de limón y un manojo de achicoria lavada. [14]
    • Usa de 150 a 230 g (½ a ¾ de libra) de camarones sin vena, pelados y cocidos.
    • Puedes sazonarla con 3 cucharadas de perejil picado y 1 cucharada de cilantro picado.
    • Usa 3 cucharadas de jugo de limón recién exprimido y 2 cucharadas de vinagre de arroz.
  3. Saltea cebolla en una olla grande con ¼ de cucharadita de sal a fuego medio durante 5 minutos. Añade la achicoria y el ajo, y cocínalos hasta ablandarlos (unos 10 minutos). Casca 4 huevos grandes en la olla. Tápala y ponla a fuego bajo. Cocina los huevos de 5 a 7 minutos, hasta que las claras estén cocidas y las yemas un poco líquidas. [15]
    • Usa una cebolla roja mediana (cortada por la mitad y luego en rodajas), ½ kg (1 libra) de achicoria (lavada y picada) y 4 dientes de ajo picados.
    • Sirve cada huevo con un poco de vegetales. Sazónalo con queso romano, pimienta negra y pimentón picado.
  4. En un tazón, mezcla 6 cucharadas de aceite de oliva, ½ cucharadita de sal, 2 cucharadas de jugo de limón, una pizca de pimienta cayena y 1 diente de ajo picado. Baña las rodajas de aguacate en la mezcla. Pon la achicoria en cada plato con aguacate. Por encima, échale cebolla, cilantro y la vinagreta. [16]
    • Usa 2 aguacates grandes, pelados, despepitados y cortados por la mitad. Corta cada mitad en 6 rodajas.
    • Sirve la ensalada inmediatamente o ponla a refrigerar.
    • La suave cremosidad del aguacate compensa el componente amargo de la achicoria.
  5. Cocina al vapor achicoria sin blanquear y sírvela tibia con mantequilla. Otra opción es freír achicoria blanqueada con mantequilla. También puedes echar hojas de achicoria cruda a cualquier ensalada preparada. [17]
    • Corta un manojo de achicoria blanqueada por la mitad a lo largo. Pon cada mitad con el lado del corte hacia abajo en una sartén grande con mantequilla. Cocina la achicoria a fuego lento durante unos 15 minutos, pero voltéala una vez. [18]
    • Puedes servir la achicoria como guarnición para acompañar pescado o pollo asado.
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Método 4
Método 4 de 4:

Tostar raíces de achicoria

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  1. Restriega las raíces con un cepillo para vegetales usando el agua del grifo hasta que queden limpias. Pon las raíces limpias sobre una tabla para picar. Con un cuchillo afilado, corta los extremos y tira cualquier porción inservible de las raíces. Corta el resto en rodajas o trozos gruesos. [19]
    • La parte utilizable de una raíz debe ser de unos 23 a 25 cm (9 a 10 pulgadas). [20]
  2. Pon el horno a fuego medio bajo, aproximadamente a 140 °C (280 °F). Pon las rodajas sobre papel aluminio en una bandeja para hornear o en una bandeja para galletas. Hornéalas hasta que queden doradas. [21]
  3. Usa un molinillo fuerte para procesar las raíces hasta alcanzar una consistencia similar al café molido. Usa las raíces tostadas y molidas en alimentos o bebidas. Guárdalas en el refrigerador o en un lugar fresco y seco por hasta 1 año. [22]
    • Si quieres, echa las raíces de achicoria molida a una receta de barras energéticas. También puedes echar achicoria cocida y molida a yogur o queso cabaña para aumentar su contenido fibra y textura. [23]
  4. Usa 1 cucharadita de achicoria por cucharada de café molido. Otra opción es echar 1 cucharada de raíz de achicoria sola por taza (250 ml) para hacer una bebida caliente y saludable sin cafeína.
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Consejos

  • Los elementos amargos de las plantas comestibles poseen diversos beneficios para la salud, por ejemplo, ayudan a prevenir enfermedades crónicas. Puedes entrenar tu paladar para disfrutar un sabor tan fuerte comiendo plantas como la achicoria lavada y fresca. [24]
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