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El cuidado de las miniorquídeas es bastante parecido al cuidado de la variedad de orquídea estándar. Al igual que sus contrapartes de tamaño estándar, las miniorquídeas prosperan en condiciones húmedas y cálidas con las raíces semisecas. Sin embargo, las miniorquídeas tienden a ser más delicadas y requieren menos riegue y una fertilización menos frecuente. Las miniorquídeas, como sus primas de variedad estándar, también necesitan que les cambien de maceta cada par de años para que se mantengan saludables.

Método 1
Método 1 de 2:

Sembrar en maceta y cambio de maceta

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  1. Las raíces de las miniorquídeas crecen rápido y uno de los motivos por los cuales necesitas cambiarles periódicamente de maceta es para darles a sus raíces espacio suficiente. La nueva maceta solo necesita ser lo suficientemente grande para que quepan las raíces; no necesitas escoger una maceta significativamente más grande para anticipar el crecimiento de las raíces.
  2. Un sustrato con base de moho y corteza es mucho mejor que la tierra de maceta estándar.
  3. Para mejores resultados, deja que el sustrato remojado repose por 24 horas para que pueda absorber el agua por completo.
  4. Corta las espinas verdes a unos 2,50 cm (1 pulgada) por encima del nódulo superior. Corta las espinas amarillas o marrones a unos 2,5 cm (1 pulgada) por encima del nódulo inferior.
  5. Sujeta gentilmente la base de la orquídea con una mano y la maceta con la otra. Inclina la miniorquídea a un lado o de cabeza, y aprieta o rota lentamente los lados de la maceta hasta que la mata de raíces se suelte.
  6. El sustrato se descompone a medida que pasa el tiempo, y el sustrato viejo y descompuesto hará que las raíces de tu orquídea se pudran. Por eso, necesitas retirar todo el sustrato viejo que puedas.
  7. Las raíces muertas se ven marrones y marchitas. Las raíces sanas, por otro lado, se ven blancas o verdes y relativamente firmes.
  8. Solo necesitas un poco ya que las raíces de la miniorquídea van a llenar casi todo el contenedor.
  9. Sujeta la orquídea de tal forma que la base de la hoja más baja esté por debajo de la orilla de la maceta por 1,27 centímetros (1/2 pulgada).
  10. Presiona ligeramente el sustrato para forzarlo hasta el fondo y alrededor de los lados del contenedor. Golpetea periódicamente el lado del contenedor para ayudar a que se asiente. Continúa agregando el sustrato hasta que todo el sistema de raíces esté cubierto, dejando a la planta expuesta desde la hoja más cercana a la base hacia arriba.
  11. Levanta la planta por el tallo, Si la maceta empieza a deslizarse, necesitas agregarle más sustrato para asegurar más la orquídea.
  12. En vez de eso, colócala en un lugar tibio y atomízala con un poco de agua en punto de rocío cada día. Las hojas deberán estar secas en la noche.
  13. Las miniorquídeas requieren el cambio de maceta cada año, pero algunas pueden aguantar hasta tres años sin que les ocurra daño alguno. Si tu sustrato empieza a oler mal y si las raíces de tu planta se ven asfixiadas, entonces ya sabes que debes cambiar la maceta.
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Método 2
Método 2 de 2:

Cuidado diario

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    Riega la orquídea cuando empiece a secarse. Coloca el dedo o la punta de un lápiz afilado en el medio del cultivo. Si la tierra se siente seca, riega la planta colocándola bajo agua corriente tibia en el fregadero durante unos 15 segundos y luego deja que el exceso de agua se drene por unos 15 minutos.
    • El riego excesivo puede matar a la orquídea, por lo que es importante evitar que las raíces se asienten en tierra empapada.
    • Las phalaenopsis y paphiopedilums deben regarse antes de que el suelo se seque por completo, mientras que los cattleyas y los oncidium necesitan un suelo completamente seco entre riegos.
    • Contrariamente a la creencia popular, no debes regar la orquídea con hielo. No es la única forma de evitar el riego excesivo, y el hielo frío puede estresar a la planta y reducir su vida útil.
  2. Bajo condiciones ideales, un cubo de hielo a la semana proporciona suficiente agua. En condiciones excesivamente calurosas o secas, puedes necesitar agregar un rociado de agua a mitad de semana. Deja que el sustrato se seque parcialmente, pero si se siente seco, agrega 5 cm (2 pulgadas) más de agua por debajo de la superficie.
  3. Coloca la flor en una ventana que dé hacia el este que solo reciba luz indirecta o bloquea algo de la luz directa del sol colocando una placa o pantalla traslúcidas en una ventana que dé hacia el sur.
  4. La luz fluorescente o las luces de descarga de alta intensidad son las mejores alternativas. Coloca las luces a unos 15 a 30,5 centímetros (6 a 12 pulgadas) de distancia de la parte superior de la orquídea para prevenir una sobre exposición a la luz.
  5. Por lo general puedes determinar si la orquídea recibe la cantidad correcta de luz basándote en cómo se ven sus hojas. Poca luz y las hojas estarán de un color verde oscuro y sin flores. Mucha luz y las hojas se pondrán amarillas o rojas. Algunas hojas pueden llegar a desarrollar manchas marrones de “quemaduras por el sol”.
  6. Las miniorquídeas prosperan en condiciones húmedas y cálidas. Para mejores resultados, mantén la temperatura en la parte alta de la escala durante el día y bájala unos 8 grados Celsius (15 grados Fahrenheit) durante la noche; pero nunca dejes que la temperatura descienda a menos de 13 grados Celsius (55 grados Fahrenheit).
  7. Evita dejarla cerca de ventanas abiertas y ventilas de aire.
  8. A las orquídeas les gustan las condiciones húmedas, y atomizar la planta cada uno o dos días imitará la humedad. Si eso no funciona, enciende un humidificador en la misma habitación durante el día.
  9. Usa un fertilizante balanceado y mézclalo con agua, diluyendo a la mitad su fuerza recomendada. Si a tu planta no le va bien con ese fertilizante, puedes probar con un fertilizante rico en nitrógeno, especialmente si estás usando un sustrato de cultivo de corteza.
    • Asegúrate de que el fertilizante no contenga urea o nada en lo absoluto.
    • Otra opción es fertilizar la orquídea una vez a la semana, justo después de regarla, al diluir un fertilizante balanceado y seguro para plantas en maceta. Esto reducirá el riesgo de regarla demasiado.
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Consejos

  • Determina la especie específica de orquídea que posees. Cada variedad es ligeramente diferente y, si bien las instrucciones para su cuidado son por lo general las mismas para cada tipo, algunas variedades tienen requerimientos más específicos. Presta especial atención al rango ideal de temperatura y niveles de humedad de la variedad que posees, ya que esas son las características que tienden a variar.
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Cosas que necesitarás

  • Sustrato de cultivo de partículas gruesas
  • Una maceta grande o contenedor similar
  • Cubos de hielo
  • Una botella rociadora o atomizadora
  • Humidificador
  • Luces para plantas
  • Fertilizantes

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