Descargar el PDF
Descargar el PDF
No necesitas un inmenso jardín para producir una variedad interesante de sabores con tus plantas. Una simple maceta puede proveerte de muchas plantas deliciosas con las que aderezar tus recetas y crear un espacio verde bien práctico para la cocina, el patio o un pequeño espacio verde.
Pasos
-
Selecciona las hierbas. Al preparar una maceta con hierbas, es esencial tener una buena variedad de hierbas y plantas acompañantes que te asistirán con tus fines culinarios. Algunas buenas elecciones incluyen:
- Mejorana dulce
- Melisa (o citronela)
- Salvia
- Albahaca
- Menta
- Ocimum americanum
- Tomillo
- Oregano
- Frutillas
- Pimientos picantes
-
Prepara la maceta.
- Asegúrate de que la maceta tenga agujeros en la base, para que drene bien.
- Toma grava o arena y viértela en el contenedor, hasta un cuarto de la profundidad de la maceta.
-
Rellena. Cuando la grava esté ubicada, comienza a llenar la maceta con un compost multipropósito o a base de tierra. Esto debería llenar aproximadamente tres cuartos del espacio restante de la maceta.
-
Comienza a plantar.
- Ubica las hierbas en la maceta, con unos 15cm de espacio entre cada tallo.
- Extrae con delicadeza las plantas de su maceta temporaria, y desenrieda las raíces. Esto hará que la planta crezca extendiéndose.
-
Ubica las plantas más altas en el centro del arreglo, y las más pequeñas cerca del borde. Esto asegurará un mejor crecimiento. El arreglo podrá parecer desordenado al principio, pero no te preocupes, porque comenzará a llenarse y a verse exuberante en unas semanas.
-
Rellena los espacios entre las plantas.Cuando estés conforme con las posiciones, comienza a llenar los espacios vacíos entre las plantas, con compost.
- Presiona el compost firmemente en los espacios, metiendo los dedos dentro de la tierra que acabas de agregar, con cuidado de no dañar ninguna raíz.
- Agrega más si es necesario. Deja unos centímetros entre el borde de la maceta y la tierra, para que la maceta no se desborde al regarla.
-
Poda las hierbas. Corta la parte de arriba de las plantas más altas, dejándolas más o menos por la mitad de su altura. Esto animará a cada planta a formar un arbusto y a proveer más hojas para cosechar llegado su momento.
-
Fertiliza. Consigue un fertilizante de liberación controlada.
- Mete 3 a 5 de éstos en la tierra, según el tamaño de la maceta. Sólo mete el fertilizante de liberación controlada presionándolo con el dedo para que entre en la tierra, y luego vuelve a cubrir el espacio. Estos fertilizantes de liberación lenta deberían durar toda una estación, o sea que no necesitas volver a alimentar la maceta.
-
Riega. Riega abundantemente, hasta que el agua comience a escurrirse de la base de la maceta. El compost necesita absorber mucha agua la primera vez, así que prepárate para aplicar unos cuatro litros. Continúa regando los siguientes meses, cada unos días o hasta que la tierra se vea seca. Las hierbas suelen secarse entre riegos, y algunas como el romero, pueden anegarse fácilmente.
-
Listo.Anuncio
Video
Consejos
- Si tienes una ventana grande que reciba mucha luz en la cocina, éste puede ser un excelente lugar para una maceta con hierbas, porque siempre está a mano mientras cocinas.
- Las macetas con hierbas son excelentes regalos para quienes disfrutan de la cocina, la jardinería y las plantas de fácil cuidado. Agrega un moño grande a la maceta y regálala a su destinatario con una tarjeta.
- Si te gustan los jardines perfumados, haz una versión que sólo tenga hierbas aromáticas, como albahaca y hierbas con aroma cítrico.
- La albahaca es anual en la mayoría de los climas, y vuelve a crecer si se la mantuvo en el exterior durante una helada. En su etapa de crecimiento, corta con las uñas los capullos de flor, para alentar el crecimiento de hojas y dar a la planta la forma de arbusto.
- Las hierbas prefieren los terrenos con buen drenaje. Deja que la superficie de la tierra se seque entre riegos, y no dejes la maceta sobre una bandeja de agua.
- Las hierbas también pueden plantarse en el exterior si el clima es suficientemente cálido, tanto en la tierra o en macetas. De este modo, puedes conseguir cosechas y plantas más grandes, como romero o lavanda.
- Si las plantas están caídas, es hora de regarlas. Las plantas crecen fácil, sólo tienes que regarlas correctamente. En climas calurosos, en que la temperatura supera los 80ºF/27ºC, algunas plantas (especialmente en el exterior) necesitan riego diario (por ejemplo en terrenos arenosos con mucho drenaje).
- Por otro lado, el exceso de riego puede hacer decaer las plantas, e incluso matar algunas hojas de los tallos más altos, especialmente en las macetas con poco drenaje o productos para retener líquidos. Esto sucede porque el exceso de agua puede alimentar en exceso las hojas altas, o incrementar la cantidad de hongos en la base, y hacer que la raíz se pudra.
- La escasez de riego puede manifestarse con tonos amarillentos y muerte de hojas de las ramas más bajas.
- El riego adecuado implica dejar que el agua penetre bien, y no tanto en permitir el crecimiento de la raíz. No conviene rociar la tierra, ya que sólo alimentaría a las raíces más superficiales, de manera que las más profundas estarían en problemas.
Anuncio
Advertencias
- La menta y la melisa crecen vigorosamente y pueden desparramarse muy rápido. Te convendría mantenerlas en sus propias macetas. Tenlas en una maceta o planifica cómo las contendrás, antes de sacarlas al exterior.
Anuncio
Cosas que necesitarás
- Una variedad de hierbas, según lo listado anteriormente
- Una maceta grande, de terracota o cerámica
- Grava
- Compost
- Fertilizante de liberación controlada
- Una regadora
Anuncio