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Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión. ~ Dalai Lama

¿Por qué cultivar la compasión en tu vida? Bueno, existen estudios científicos que sugieren que hay beneficios físicos al practicar la compasión. [1] Pero existen otros beneficios también, y estos son los espirituales y emocionales. El beneficio principal es que te ayuda a ser más feliz, y hace que los que te rodean sean más felices. Si estamos de acuerdo en que uno de los objetivos principales es ser feliz, entonces la compasión es una herramienta fundamental para alcanzar la felicidad. Es por esto que es importante cultivar la compasión en nuestra vida y practicarla todos los días. ¿Cómo hacemos esto? Esta guía contiene 7 prácticas diferentes que puedes intentar hacer y tal vez incorporarlas a tu vida diaria.

  1. Saluda todas las mañanas con un ritual. Intenta hacer este, sugerido por Dalai Lama: “Hoy soy afortunado por haber despertado, estoy vivo, poseo una afortunada vida humana, y no voy a desperdiciarla. Utilizaré todas mis energías para desarrollarme a mí mismo, para expandir mi corazón hacia los demás, para alcanzar la claridad para el beneficio de todos los seres vivos, voy a tener pensamientos amables hacia los demás, voy a eliminar el enojo o los pensamientos negativos hacia los demás, voy a beneficiar a la mayor cantidad de personas que pueda”. Luego de hacer esto, trata de realizar alguna de las siguientes prácticas.
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    Practica la empatía. El primer paso para cultivar la compasión es desarrollar la empatía por los demás seres humanos y por ti mismo. Muchos creemos que tenemos empatía y que en algún nivel todos la poseemos. Pero muchas veces estamos centrados tanto en nosotros mismos que dejamos que nuestro sentimiento por empatía se oxide. Trata de practicar esto: imagina que un ser amado está sufriendo. Algo terrible le ha sucedido. Ahora trata de imaginar el dolor por el que está pasando. Imagina el sufrimiento en detalle. Luego de hacer esto por algunas semanas, deberás intentar imaginar el sufrimiento a otras personas que conoces, no solo las personas cercanas.

    Esto significa que debes experimentar el sufrimiento o emociones desde la perspectiva de éstas personas, lo que significa ponerte en los zapatos de la otra persona.
    • Trata de no volver la empatía en “simpatía”, mantente enfocado en la otra persona, en lugar de permitir que la empatía se transforme en tu propia experiencia y los recuerdo de tu sufrimiento. [2]
  3. En lugar de reconocer las diferencias que tienes con los demás. Trata de reconocer las cosas que tienes en común. Al final de cuentas todos somos seres humanos. Necesitamos de comida, de refugio y amor. Necesitamos de atención, reconocimiento y afecto, pero sobre todo, de la felicidad. Reflexiona sobre éstos puntos en común que tienes con otros seres humanos, e ignora las diferencias. Un excelente ejercicio que aparece en la revista Ode, es un ejercicio de 5 pasos que debes realizar cuando te reúnes con amigos y extraños. Hazlo discretamente y trata de hacer todos los pasos con la misma persona. Con tu atención enfocada en la otra persona, di te a ti mismo: [3]
    1. Paso 1: “Como yo, esta persona busca felicidad en su vida.”
    2. Paso 2: “Como yo, esta persona trata de evitar el sufrimiento en su vida.”
    3. Paso 3: “Como yo, esta persona conoce de la tristeza, la soledad y la desesperación.”
    4. Paso 4: “Como yo, esta persona está buscando satisfacer sus necesidades.”
    5. Paso 5: “Como yo, esta persona está aprendiendo sobre la vida.”
  4. Una vez que hayas enfatizado con otra persona, y comprendido su humanidad y sufrimiento, el siguiente paso es hacer que la persona alivie su sufrimiento. Esto es el núcleo de la compasión, de hecho la definición de ello. Intenta practicar este ejercicio: imagina el sufrimiento que experimenta el ser humano que acabas de conocer. Ahora imagina que tú eres el que está sufriendo. Reflexiona en lo mucho que te gustaría que el sufrimiento terminara, reflexiona en lo feliz que serías si otra persona deseara que tu sufrimiento terminara, y te ayudara. Abre tu corazón a la persona que está en sufrimiento y si sientes que te gustaría que su sufrimiento terminara, reflexiona en ese sentimiento. Ese es el sentimiento que debes desarrollar. Con una constante practica, el sentimiento crecerá y se fortalecerá.
    • Un estudio sugiere que mientras más medites sobre la compasión, más se reorganiza tu cerebro para sentir empatía hacia los demás. [4]
  5. Ahora que has llegado a la cuarta practica, hagamos el ejercicio más interesante. Imagínate nuevamente el sufrimiento de alguien que has conocido recientemente. Imagina que tú eres esa persona, y que estas pasando por ese sufrimiento. Ahora imagina que otro ser humano quisiera que tu sufrimiento acabara—tal vez tu madre u otro ser querido. ¿Qué te gustaría que esa persona hiciera para dejaras de sufrir? Ahora cambia los papeles: tú eres la persona que desea acabar el sufrimiento de esa persona. Imagina que hacer algo para aliviar el sufrimiento o para que termine por completo. Una vez que logres hacerlo, practica haciendo algo bueno cada día para ayudar y terminar el sufrimiento de los demás, incluso haciendo algo pequeño. Puede ser una sonrisa, o una palabra amable, hablando sobre su problema con otra persona. Practica haciendo algo amable para aliviar el sufrimiento de los demás. Cuando seas bueno en esto, encuentra la manera de practicar diariamente y eventualmente los harás todo el tiempo.
  6. El punto final en esta práctica de compasión es no solamente tratar de aliviar el sufrimiento de aquellas personas que amamos y conocemos, sino también aquellos que nos tratan mal. Cuando encontramos a alguien que nos trata mal, en lugar de actuar con enojarnos, retírate. Luego, cuando estés más calmado, reflexiona sobre esa persona que te trató mal. Trata de imaginar el día o la semana que está teniendo, las cosas malas que le sucedieron a esa persona. Trata de imaginar el humor o el estado mental que tenía esa persona, el sufrimiento que debe tener esa persona para tratarte de esa manera. Y comprende que lo que hizo no estaba relacionado contigo, sino en las cosas por las que está pasando. Ahora reflexiona un poco más sobre el sufrimiento de esa persona, y ve si puedes imaginarte deteniendo su sufrimiento. Y luego piensa si has tratado mal a alguien, y si ellos actuaron con amabilidad y compasión hacia ti, de esta manera evitarás tratar mal a alguien en el futuro, y ser una persona amable. Una vez que hayas realzado esta práctica, trata de actuar con compasión y comprensión la próxima vez que trates mal a alguien. Hazlo en pequeñas dosis, hasta que seas todo un experto. La practicas hace la perfección.
    • Llevará tiempo poder manejar tus emociones hasta el punto en que puedas practicar la compasión por completo. Pero las siguientes técnicas te ayudarán; además, las personas que las practican es un estudio demostró que produjo 100% más de DHEA, que es una hormona que evita el proceso de envejecimiento, y produjo un 23% menos de cortisol- la hormona del estrés. [5]

      • Corta el sentimiento: observa tus sentimientos, enfocándote en tu corazón. Pretende que eres alguien más fuera de la situación, date un consejo “Relájate, no es tan importante” imagina que tus pensamientos negativos son absorbidos y difundidos en tu corazón. Esto te ayudará a transformar en lugar de reprimir los sentimientos negativos. [6]
      • Escucha a tu corazón Haz callar a tu mente y enfócate en tu corazón. Enfócate en los sentimientos que tienes hacia alguien que amas y trata de quedarte con este sentimiento por 10 o 15 minutos. Luego trata de enviar estos sentimientos a ti mismo y a otros. [7]
    • Puede que también desees leer cómo perdonar.
  7. Es bastante recomendable que tomes unos minutos antes de ir a la cama para reflexionar sobre tu día. Piensa en las personas que conociste, las personas con las que conversaste y como las trataste. Piensa en las metas que te fijaste por la mañana, el actuar con compasión con los demás. ¿Cómo te fue? ¿Qué puedes mejorar? ¿Qué aprendiste de tus experiencias hoy? Y si tienes tiempo, trata de hacer una de las prácticas que se mencionaron.
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Consejos

  • Éstas prácticas pueden realizarse en cualquier lugar y momento. En el trabajo, en la casa, cuando viajas, en una tienda, o en la casa de algún familiar o amiga. Al hacer una rutina por la mañana y por la noche, puedes enmarcar tu día apropiadamente, en una actitud de tratar de practicar la compasión y desarrollarla en ti. Y con práctica, puedes empezar a hacerlo durante todo el día, durante toda tu vida. Esto trae felicidad a tu vida y a los que te rodean.
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  • Una dieta saludable

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