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El perejil es una planta herbácea utilizada para dar sabor a muchos platos, y también como parte de la guarnición. Después de comer, puedes masticar el tallo del perejil (conocido por sus propiedades neutralizantes del mal aliento) para refrescar tu boca. El perejil es una planta bienal muy fácil de cultivar en climas suaves, y anual en climas fríos.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar lo necesario para sembrar el perejil

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  1. Puedes encontrar dos variedades generales de perejil: de hoja rizada y de hoja plana (también conocido como perejil italiano). El perejil de hoja plana tiende a tener un sabor más fuerte que el de hoja rizada, pero ambos tipos son relativamente suaves al paladar. También debes decidir si quieres cultivar el perejil germinando las semillas o si prefieres comprar esta planta una vez que ya haya brotado en una maceta para cuidarla y cosecharla.
  2. El perejil se puede cultivar sin problema en cualquier jardín o maceta, ya que no requiere condiciones estrictas para crecer adecuadamente. Elige una zona a la que llegue (de forma parcial al menos) la luz solar, ya sea en un área reservada solo para el perejil o entre otras plantas del jardín. Si decides dejar que el perejil crezca en una maceta, colócalo en el alféizar de una ventana a la que llegue la luz del sol por la mañana, como en un que esté orientada al este.
  3. La tierra perfecta para cultivar perejil debe estar relativamente aireada (suelta), ser rica en compost y nutrientes y tener un nivel de pH entre 6 y 7. Comprueba el pH y, si la tierra es demasiado básica, agrégale turba de musgo. Para crear la combinación perfecta, mezcla un 50 % de tierra para macetas con un 50 % de compost, que aportará nutrientes. De esta forma, obtendrás una mezcla ligera y aireada que permitirá que el pequeño sistema de raíces del perejil se sujete sin problema. [1]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Sembrar las semillas

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  1. Llena una taza grande o un bol con agua templada (no utilices agua caliente). Añade un chorro de jabón lavavajillas y remueve la mezcla para que se disuelva bien. Echa las semillas de perejil al agua jabonosa y déjalas a remojo durante una hora. El calor del agua y del jabón lavavajillas ayudará a que la cáscara considerablemente dura de las semillas de perejil se rompa. De esta forma, una vez sembradas las semillas, brotarán más rápido que si no se dejan antes a remojo con jabón.
  2. Utilizando un colador pequeño, filtra el agua jabonosa y enjuaga las semillas con agua tibia. De esta forma, eliminarás cualquier residuo de jabón y prepararás las semillas para el siguiente paso. Llena un bol con agua templada (a unos 105 ºF, que equivalen a 40,5 ºC) y echa las semillas dentro. Déjalas a remojo durante toda la noche para que el proceso de germinación continúe.
  3. Una vez que las semillas hayan pasado 24 horas a remojo, sácalas del agua con un colador y deja que se sequen al aire libre sobre un trozo de papel encerado. Cuando se hayan secado por completo, podrás sembrar las semillas.
  4. Si quieres acelerar aún más el proceso de germinación del perejil, puedes sembrar las semillas en recipientes pequeños y trasplantarlas a su lugar definitivo una vez que hayan brotado. Entre 6 y 12 semanas antes de las últimas heladas antes de la primavera, planta las semillas de perejil en pequeños recipientes y riégalas a diario. De esta forma, lo normal es que tengan tiempo suficiente para empezar a brotar, prolongando su periodo de florecimiento completo una vez que se planten al aire libre o en una maceta más grande. [2]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Plantar las semillas

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  1. Espera a que haya pasado cualquier posibilidad de heladas y siembra las semillas directamente en el jardín si no han empezado a brotar dentro de casa. Normalmente, las semillas se plantan justo al comienzo de la primavera, en marzo o abril.
  2. Utilizando una pala pequeña, cava agujeros en el jardín, formando hileras separadas de 25 a 30 cm (10 a 12 pulgadas) entre sí y suficientemente largas como para poder plantar las semillas dejando un margen de unos 7,5 cm (3 pulgadas) a su alrededor. Sólo tendrás que cubrir las semillas o los brotes con 1 cm (½ pulgada) de tierra, por lo que los agujeros no deben ser muy profundos.
  3. Trasplanta las semillas que hayan comenzado a brotar en una zona interior al jardín después de la primera helada y cuando los brotes hayan alcanzado una altura de 7,5 cm (3 pulgadas) como mínimo. Coloca los brotes de forma que queden separados a una distancia mínima de 20 a 25 cm (8 a 10 pulgadas) entre sí, en filas separadas a 15 cm (6 pulgadas) unas de otras. De esta forma, el perejil tendrá espacio suficiente para crecer, lo cual supondrá una gran ventaja si se planta justo al comenzar la última etapa de la primavera.
  4. Riega el perejil abundantemente al menos una vez a la semana para potenciar el desarrollo de las raíces primarias. Tal vez necesites regarlo con más frecuencia durante las temporadas más cálidas y secas. Si plantas el perejil en macetas dentro de casa, ríégalo con agua suficiente para mantener siempre la tierra ligeramente húmeda. Considera la posibilidad de instalar un sistema de riego por goteo si no puedes regar el perejil con regularidad. [3]
  5. Las malas hierbas pueden mezclarse fácilmente con el perejil, pero absorben nutrientes necesarios y bloquean la luz solar. Esparce mantillo alrededor de las plantas para ayudar a que la tierra retenga la humedad y evitar el crecimiento de las malas hierbas. Además, debes eliminar cualquier mala hierba que veas y desecharlas en un lugar alejado del jardín.
  6. En el camino, las plántulas necesitarán adelgazarse para que haya una sola planta cada 8 a 10 pulgadas. Una vez que las semillas comiencen a convertirse en plantas, hazlo con un par de tijeras y corta algunas de las plantas más pequeñas o menos saludables hasta el suelo. Si deseas trasplantar estas plántulas a una ubicación diferente, puedes desenterrarlas cuidadosamente con una pala pequeña. [4]
  7. Fertiliza el perejil una vez al mes aplicando un fertilizante de uso general para mantener el nivel de producción de la planta durante toda la temporada. También puedes añadir compost a la tierra para mantenerla repleta de nutrientes, favoreciendo el crecimiento y el buen estado del perejil.
  8. Cuando hayan brotado hojas agrupadas de tres en tres y totalmente desarrolladas, sabrás que ha llegado el momento de cosecharlas. Cosecha el perejil poco a poco a lo largo de la temporada, cortando los tallos exteriores de la planta justo a ras del suelo para permitir que sigan creciendo. Si cosechas las hojas de la parte superior de la planta, frenarás la producción de perejil. [5]
  9. Se aconseja consumir el perejil congelado o secado en un período máximo de un año para obtener un sabor óptimo.
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Consejos

  • Las raíces del perejil también son comestibles. Dependiendo de la variedad de perejil que cultives, las raíces pueden ser parecidas a las chirivías o a las zanahorias. Crudas o cocinadas, las raíces son estupendas para las sopas, los estofados, las menestras y las ensaladas.
  • El perejil también crece sin problema en zonas interiores, siempre y cuando haya algo de luz solar. Si cultivas perejil dentro de casa, asegúrate de utilizar macetas grandes para que las plantas puedan desarrollar sus largas raíces.
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Advertencias

  • El clima cálido y seco puede hacer que el perejil adquiera un color marrón. Si esto sucede, poda la planta, eliminando cualquier zona muerta o seca, y riégala generosamente.
  • Si el perejil florece, quiere decir que ha dejado de producir hojas con sabor y debe ser podado.
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Para cultivar perejil, primero remoja algunas semillas de perejil en agua tibia y jabonosa durante 1 hora y luego ponlas en un tazón de agua tibia limpia para que remojen toda la noche. Luego, sécalas y plántalas en exteriores o en una maceta para interiores. Sea cual sea el lugar donde las plantes, asegúrate de que el perejil esté en un lugar que reciba al menos luz solar parcial durante el día. Riégalo bien 1 vez a la semana y arranca la mala hierba que brote. Cuando tenga series de 3 hojas, el perejil estará listo para la cosecha. Para aprender a abonar perejil, ¡sigue leyendo!

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