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Es hora de hacerle frente a eso que las personas temen más que a la misma muerte: hablar en público. Afortunadamente, este artículo te ayudará a superar este estresante evento. Mira el paso 1 y aprende a superar tu siguiente discurso sin tener que imaginar desnudo a tu maestro de historia.

Método 1
Método 1 de 3:

Parte uno: Preparar el discurso

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  1. Debes poder resumir todo tu discurso en una oración, quizás dos. Esto es a lo que realmente se reduce tu discurso. Es con lo que vas a comenzar y a lo que volverás al final. Es sencillo y las personas pueden aferrarse a él. Además, ¡también es más fácil para ti!
    • Así que, ¿cuál es tu tema? ¿Tu maestro te dio uno en específico del que hablar? Si ese es el caso, ¿cuál es tu punto de vista? ¿O acaso es algo más personal? Dos o tres historias personales con un tema en común pueden hacer que el discurso sea bastante expresivo.
  2. Esto determinará todo tu discurso. ¡No darías el mismo discurso a niños de cuatro años que a directores ejecutivos! Por eso debes conocer a tu público. Aquí te mostramos algunas cosas que debes tener en cuenta:
    • ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus edades? ¿Sexo? ¿Creencias?
    • ¿Cuánto saben acerca de tu tema? Esto determinará la cantidad de terminología que puedes usar. Sugerencia : si no saben mucho, ¡no la uses!.
    • ¿Por qué están allí? ¿Para aprender algo? ¿Por qué están obligados? ¿Por qué realmente están interesados?
    • ¿Cuánto tiempo han estado allí? Si tu discurso es el decimoséptimo de 18 discursos, ¡entonces ten eso en cuenta!
  3. Si el tema eres tú, ¡felicitaciones! Probablemente ya te conozcas como la palma de tu mano (o como tu brazo o pierna, pero probablemente no como tu cabeza). Pero si ese no es el caso, ¡investiga los pros y contras! Si la gente puede echar por tierra tu argumento, entonces tu discurso no es muy eficaz.
    • Cuenta con al menos tres puntos para apoyar tu mensaje (esa oración breve con la que estás trabajando). Prepara el contraargumento pero no te centres en él.
    • Complica tu discurso tanto como tu público pueda tolerarlo. Evita la jerga especializada y los términos técnicos si vas a dejar a tu público confundido y sintiéndose fuera de lugar.
  4. Un discurso lleno de estadísticas e información aburrida y sin sentido probablemente no te llevará a ningún lado con el público. La mente humana puede desconectarse en segundos si eso es todo lo que oye. En lugar de eso, cuenta historias (hace más fácil seguir la estructura del discurso), y hazlas animadas usando metáforas y antítesis. Cuanto más clara sea la imagen que muestres, mejor.
    • El humor autodespreciativo (burlarse de uno mismo) es válido. De nuevo, esto depende de tu público y del formato de tu discurso. ¿En un discurso como padrino de bodas? Completamente adecuado. ¿En un discurso dirigido al presidente de tu compañía acerca de reasignaciones presupuestarias? Mejor no.
    • La antítesis se trata del uso de opuestos. Clinton dijo: "Quiero nominar a un hombre frío por fuera pero que arda por los Estados Unidos en el interior" durante su discurso refiriéndose a Barack Obama. [1] Algo muy impresionante.
  5. [2] ¡Siguiendo con la idea de un discurso más expresivo! Toma la frase: “La industria pesquera es mala” y conviértela en “las prácticas de la industria pesquera son atroces”. Incluso algo tan simple como “podemos resolver el problema” conviértelo en “podemos resolver rápidamente el problema”, frase que es más fácil de recordar. Tu público podría no recordar exactamente lo que dijiste, pero no olvidarán la emoción que produjiste en ellos.
    • Piensa de manera activa. La frase: “Si tenemos la fuerza de trabajo, podemos forzar un cambio”, puede ser mucho más influyente si se invierte, “podemos forzar un cambio si tenemos la fuerza de trabajo”. Haz que te escuchen, ¿está bien?
  6. Si un discurso se hace popular en YouTube, es porque es bueno, y el de Steve Jobs dirigiéndose a los graduados de Stanford en el 2005 lo fue. El comenzó con: “Hoy quiero contarles tres historias sobre mi vida, solo eso, tres historias”. [3] Eso fue suficiente, los cautivó.
    • Así que no vaciles, no te disculpes ni digas “me preguntaba…” o “gracias”; ve directo al grano. Sé directo. No hables sobre pintar, comienza inmediatamente a crear una imagen para ellos, ya que están ahí es para escuchar tu discurso, no para saber cómo te sentías hace un momento o cómo te sientes ahora. Captura su atención desde el inicio sonando convincente.
  7. Dado que formar un discurso en tu cabeza requiere mucho esfuerzo, lo mejor es que lo anotes y veas como este va de punto a punto, si abarca todos tus fundamentos y si realmente dice lo que quieres decir. Si no es así, ¡modifícalo hasta que lo haga!
    • La introducción, el cuerpo y la conclusión deben ser claros. La introducción y la conclusión deben ser breves e ir al grano, ya que esta última no es más que una reiteración de la primera. ¿Qué hay del cuerpo? Bueno, eso viene a ser el resto del discurso.
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Método 2
Método 2 de 3:

Parte dos: Practicar el discurso

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  1. Ahora que tienes una idea de todo lo que quieres decir (y esperemos que lo tengas en papel), anota tus puntos principales en una tarjeta para apuntes. Toma esta última y ve si puedes abarcar todo con solo guiarte de ella. ¿Cómo suena? ¿En qué partes tienes más dudas?
    • Ensaya hasta que te sea fácil dar el discurso con solo la ayuda de la tarjeta. Mientras más fácil te sea el discurso, más recordarás al momento de darlo.
  2. Bueno, esto no es tremendamente necesario, pero sin duda es una buena idea. Si lo has memorizado, puedes hacer contacto visual con tu público y preocuparte por los últimos detalles, como los gestos y la entonación. No te estreses si no cuentas con mucho tiempo, pero si lo tienes, aprovéchalo.
    • Esto no significa que tengas que salir a darlo sin prepararte. No, ¡debes tener tu tarjeta a la mano! Si tu mente se queda en blanco, puedes echarle un vistazo e ir directamente al punto que necesitas. Con la ayuda de la tarjeta podrás hablar por más tiempo de lo esperado.
  3. Esta es una gran idea por un par de razones:
    • Practicar con alguien te ayuda a acostumbrarte a la presencia de personas observándote mientras hablas. Hablar en público puede ser muy aterrador, por lo que tener una audiencia de práctica te ayudará a tranquilizarte.
    • Haz que de verdad te preste atención. Al final de tu discurso, pídele que te diga qué preguntas surgieron en su mente. ¿Hubo algún error en tu argumento? ¿Algo lo confundió?
  4. En realidad debes practicar en cualquier sitio, pero estos dos lugares son particularmente útiles:
    • Practica frente al espejo para que puedas ver tu lenguaje corporal. ¿Qué gestos valen la pena hacer y en qué momento? ¿Qué piensas sobre las pausas y qué haces durante ellas?
    • Practica en la ducha, ya que probablemente es uno de los pocos momentos en el día en el que puedes repasar sin preocupaciones. ¿Tu mente se pone en blanco en alguna parte? Si es así, revisa la información.
  5. Probablemente tienes una idea de cuánto debe durar tu discurso (ya sea que tengas un período de tiempo específico o un requisito de extensión del discurso). Trata de mantenerte por encima del mínimo y por debajo del máximo con cierta comodidad; de esa manera, aunque aumentes o reduzcas la velocidad sin querer, lo seguirás haciendo bien.
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Método 3
Método 3 de 3:

Parte tres: Dar el discurso

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  1. Pararte como si tuvieras una hoja de parra en tu entrepierna no es la manera de dar un discurso cautivador. Tampoco debes irte al otro extremo e inclinarte sobre el podio. Lo mejor es permanecer erguido, con los pies separados a la altura de los hombros, y usar tus manos tan naturalmente como sea posible.
    • Tu discurso transmite cierta emoción, ¿no? La respuesta correcta es . Toma esos momentos y muévete al ritmo de ellos. Todo el tiempo usas tus manos para expresar emoción, es lo mismo con este discurso. Aún te comunicas con las personas, solo que a una escala un poco mayor. Pero aunque la escala sea distinta, los gestos siguen siendo los mismos.
  2. ¿Has escuchado esa conferencia de TED en el que una mujer está hablando sobre la esquizofrenia y también de la hemorragia cerebral que padece? ¿No? Bueno, ¿has escuchado acerca de esa conferencia de TED en la que una mujer está hablando sobre la esquizofrenia y también de la hemorragia cerebral que padece, y que luego saca un cerebro humano real junto con la médula espinal y todo lo demás? ¡Wow! Puedes ver al público completamente anonadado en el video. [4] Hablando justamente de pintar una imagen clara.
    • Aunque debes utilizarlos con cautela, no saques algo distinto por cada frase que digas. Emplea un objeto realmente efectivo, como lo fue el cerebro. ¿Contarás la historia del último edificio en llamas en el que tu padre entró? Muestra su casco de bombero quemado. ¿Hablarás acerca de la vez que te topaste con un actor famoso en tu cafetería local? Muestra tu taza de café autografiada cuando llegues a la parte en que te desmayaste luego de pedírselo. Úsalos con moderación pero de forma efectiva.
  3. Unas diapositivas pueden ser de gran ayuda en un discurso (para algunos temas al menos). ¡Solo asegúrate de usarlas correctamente! Querrás que el público te escuche a ti, no que se quede asombrado con las bonitas imágenes.
    • Utiliza gráficos para ilustrar tus puntos, especialmente si son difíciles de entender. Las imágenes pueden ser más fáciles de recordar que solo información dicha oralmente, independientemente de lo esencial que sea.
    • ¡No mires a las imágenes cuando estés hablando! Ya sabes lo que hay en ellas, sigue hablándole al público, no a la pantalla.
  4. Mucha gente piensa que mirar a todo el público es ideal, y que si eso te pone nervioso, solo basta con mirar a la pared trasera. ¡No! ¡Abstente de ello! En lugar de eso, considera tener una conversación uno a uno. Haz contacto visual con una persona por aquí, con otra por allá, etc. Atrae su atención uno a uno en lugar de hacerlos sentir ignorados.
  5. En general, debes hablar en un grado calmado y comprensible, además de hacerlo con claridad. Este debe ser tu punto de partida. Pero también necesitas variar tu discurso para hacerlo más dinámico y mantener a tu público despierto. ¡Debes hacer hincapié en las partes que te apasionan! ¡Habla en voz alta y con energía! ¡Mueve tu puño en las partes más enérgicas si es necesario! Mientras que en otras, puedes hacer que se oiga más como una canción de cuna. Incluso hay partes que requieren pausas para permitir que la emoción empiece a sentirse… y LUEGO INCREMENTARLA NUEVAMENTE. Es mucho más eficaz verbalmente que de forma escrita. Lo lograrás.
    • Demuestra emoción con tu tono. No tengas miedo de reírte un poco o de mostrar un poco de pena o frustración, eres un ser humano. Tu público busca una conexión humana, no un robot que solo suelte palabras.
  6. Las pausas tienen tanto poder como las palabras mismas. Piensa en esta frase: “El monóxido de dihidrógeno mató a 50 millones de personas el año pasado. 50 millones. Piensen en ello”. Ahora piensa en esa frase haciendo pausas después de cada punto. Adquiere un poco más de seriedad, ¿no es cierto?
    • Si te sirve de algo, señala, literalmente, las pausas en tu discurso. Traza una raya diagonal en el texto para indicar una pausa, Cuando lo domines, podrás sentir los momentos correctos para hacerlas.
  7. Has completado el discurso, nadie ha muerto y ahora es momento de tu conclusión. Ve al grano, mira fijamente al público, agradéceles, sonríe y abandona el escenario.
    • ¡Bien! Respira profundo. Lo hiciste. La próxima vez darás un discurso acerca de cómo dar discursos. ¿Por qué tenías tantos nervios en primer lugar?
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Consejos

  • Prepárate para las preguntas. Si no conoces la respuesta, no tienes que entrar en pánico. Sé honesto(a) con el público y dile con sinceridad que no la sabes pero que la averiguarás. No inventes respuestas.
  • Respira profundo, muéstrate seguro(a), sonríe y camina hacia el escenario.
  • Recuerda que no muchos quisieran estar en el lugar del orador al momento del discurso. Mantén la calma y pretende que cada una de las personas sentadas son el perro de la familia, el gato o incluso un sofá.
  • No blasfemes o insultes. Solo porque tú lo hagas no significa que todos lo aprueben. Hay una gran cantidad de palabras en español para que puedas expresarte con la suficiente creatividad sin llegar a ofender al público.
  • Grábate a modo de práctica y luego escúchate hasta que te acostumbres al sonido de tu voz y a tu forma de hablar.
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Cosas que necesitarás

  • Lapicero
  • Papel
  • Material de información
  • Tarjeta(s) para apuntes
  • Espejo
  • Grabadora
  • Público

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