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Pensar en sexo es algo totalmente natural. Somos seres hormonales y sexuales, cuyos genes nos hacen procrear. En ocasiones, los pensamientos sexuales pueden ser abrumadores, lo que nos dificulta concentrarnos y realizar cosas sencillas. Sin embargo, es posible que esos impulsos y deseos se conviertan en un ruido de fondo a lo largo de tu vida cotidiana, sobre todo cuando debes pensar más en tu profesión, educación, salud, intereses y pasatiempos , familiares y amigos, dinero, etc. Con este artículo, podrás aprender a ya no pensar en el sexo.

Parte 1
Parte 1 de 5:

Evitar los factores desencadenantes

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  1. Si bien puede ser fácil identificar los desencadenantes específicos o situacionales, como los mencionados anteriormente, determina si puedes aislar los patrones que los originan. Conocerlos puede ayudarte a ser más proactivo con respecto a los tipos de cosas que debes evitar al momento de tratar de disminuir la frecuencia de tus pensamientos sexuales.
    • ¿Tus factores desencadenantes tienden a ser más visuales o verbales? Por ejemplo, los hombres tienden a excitarse más por medio de los estímulos sexuales, [1] mientras que las mujeres lo hacen más por medio de los verbales.
  2. Si una persona, hora del día o emoción en particular siempre te hace pensar en el sexo, aprende a identificar estos factores desencadenantes y elabora una lista de ellos. Quizás siempre piensas en sexo cada vez que se dan los siguientes casos:
    • al despertar por la mañana;
    • durante una clase en particular, como el gimnasio, yoga, etc.;
    • en el autobús;
    • cuando se supone que estás estudiando o trabajando;
    • al estar cerca de una persona del sexo opuesto;
    • en la cama.
  3. Haz que te sea difícil mirar pornografía . Si bien pueden parecer una forma de satisfacer tus impulsos sexuales de manera temporal, desarrollar una dependencia poco saludable en la pornografía podría hacerte tener cada vez más pensamientos sexuales, lo que te dificulta la posibilidad de salir de esa espiral.
    • Deshazte de los videos, las revistas, los calendarios y otros materiales pornográficos que tengas en casa y, en lo posible, evita echarles un ojo.
    • Si tienes un cortafuegos en tu computadora, intenta habilitar el control parental y coloca el perfil de un adolescente con la finalidad de que no te topes accidentalmente con material pornográfico. El control parental no necesariamente debe estar dirigido únicamente a los niños, así que puedes colocarlo en todos tus navegadores y otros dispositivos. [2]
  4. Básicamente, esto es lo opuesto a lo que consideras sexi. Podrías tratar de apagar tu deseo sexual al entrenarte para pensar en cosas poco sexis cada vez que tu mente se adentra en el territorio sexual. Cualquier cosa que considerarías una distracción mental poco sexi podría funcionar.
    • Trata de pensar en temas neutrales agradables, como vistas panorámicas al aire libre, paisajes bajo el agua, cachorros, errores deportivos o estrategias de ajedrez.
    • Podrías pensar en temas relacionados con el frío, como ropa grande y abultada, nieve o el invierno.
  5. Hazlo a tu manera y no te permitas pensar en sexo al concentrarte en estas cosas. En poco tiempo, se convertirá en algo natural.
    • Intenta ocuparte en algo a modo de distracción. Por ejemplo, si siempre piensas en sexo durante tus viajes de inactividad en autobús, haz un esfuerzo especial por hacer algo más, como terminar tu tarea, leer un libro nuevo o hablar con un amigo. Del mismo modo, si piensas en sexo en momentos aburridos de una clase, una reunión o en el trabajo, podrías empezar a tomar notas . Al mantener el bolígrafo en movimiento, deberás mantener concentrado en la conversación que se lleva a cabo en lugar de lo que pasa por tu mente.
    • Ten temas de conversación en la mente. Si no cruzarte con una persona en particular sin pensar en sexo y avergonzarte, piensa en tres cosas específicas que te gustaría preguntarle la próxima vez que la veas. También podrías pensar en temas que incentiven la reflexión y que se apliquen a la mayoría de las personas, como los relacionados con los acontecimientos actuales, los asuntos mundiales, el medio ambiente o incluso la política. [3]
  6. Establece una meta mínima para frenar tus pensamientos sexuales de modo que no te distraigan de tus demás actividades cotidianas (tales como el trabajo o la escuela) y comprométete.
    • Si necesitas un recordatorio de tu compromiso, usa una joya o una cuerda sencilla alrededor de tu muñeca que te recuerde que debes resistir la tentación de sumergirte en los pensamientos sexuales.
    • Cuéntale tu meta a alguien. Contarle tus esfuerzos a un amigo de confianza o familiar es una buena manera de ayudarte a mantener la responsabilidad. Pídeles que se pongan al tanto contigo frecuentemente para ver si vas bien y brindarte ayuda o sugerencias en caso de que sea necesario.
    • Recompénsate por mantener tu compromiso. Las recompensas deben ser bastante sencillas. Podrías recompensarte con un postre favorito, un viaje de compras o algo más que te guste.
  7. Pensar en sexo es una parte significativa de la adolescencia y adultez, y no es necesario que sientas culpa por ello. La única forma en que los pensamientos sexuales se convierten en un problema es cuando no puedes concentrarte en lo que quieres pensar. Recuerda que no siempre será difícil y que el deseo actual desaparecerá. [4]
Parte 2
Parte 2 de 5:

Mantenerte ocupado

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  1. Elabora planes específicos. Llena el tiempo de inactividad en tu horario al planificar cosas con antelación. Todos necesitan un momento para relajarse, pero tener varias horas disponibles podría hacerte recaer y pensar mucho en el sexo. Programa tu día lleno de eventos y actividades para mejorar como persona. Reserva un poco de tiempo al final del día para reflexionar y relajarte , pero no tanto como para que te aburras o permitas que tu mente divague hacia el sexo.
  2. Sé creativo . Convierte tu deseo sexual en energía creativa. Tómate el tiempo que normalmente pasarías pensando en sexo y dedícalo a un pasatiempo creativo. Si es algo que en verdad disfrutas, podrá proporcionarte una vía alterna para experimentar la catarsis y la satisfacción, lo que mantendrá tu mente ocupada.
  3. Perderte en un libro o una película apasionante es divertido, pero también puede ser una forma sencilla y no extenuante de evitar los pensamientos sexuales, en especial a corto plazo.
    • Asegúrate de encontrar una película que no te recuerde el sexo y mantente alejado de las novelas románticas o las ilustraciones sexis.
    • Lo más adecuado es que consigas películas y libros animados, de acción, aventura, suspenso o misterio.
  4. Esto mantendrá tu mente ocupada con otras cosas y podría ser muy divertido. Salir con amigos es aún mejor, pues podrán distraerte más. Además, puedes hablar con ellos sobre el evento y tus opiniones acerca de él.
    • Considera la posibilidad de asistir a un espectáculo en vivo, como un concierto, un musical, una obra teatral, una conferencia o una lectura.
    • También podrías ir a un museo, una exhibición nueva, un acuario o un zoológico.
Parte 3
Parte 3 de 5:

Mantenerte sano

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  1. Los pensamientos sexuales o el descontento podrían surgir de algún tipo de insatisfacción, como el hambre, así que no te saltes las comidas. Procura comer tres comidas saludables y equilibradas por día y tampoco olvides hidratarte, sobre todo cuando hace calor. Si quieres mantener tu mente lo suficientemente avispada como para mantener a raya los pensamientos sexuales, come alimentos que fortalezcan el cerebro, como el apio, las espinacas, las nueces, el girasol o las semillas de calabaza, las remolachas e incluso el chocolate negro. [5]
  2. Haz ejercicio . Como es evidente, el ejercicio es una actividad saludable, pero también hace algunas cosas específicas que te ayudan a despejar las preocupaciones sexuales. El ejercicio puede ser absorbente y distractor, y si es lo suficientemente intenso, otras distracciones tienden a pasar a segundo plano.
    • El ejercicio te brinda un subidón natural de endorfinas, las cuales te proporcionan una sensación de bienestar general y alivian la depresión. [6] Durante el sexo, también se liberan endorfinas además de otras sustancias químicas, tales como la hormona oxitocina. [7] Por lo tanto, el ejercicio puede ser un buen sustituto de la actividad sexual.
  3. En un deporte individual, podrías tener dificultades para hacer a un lado tus propios pensamientos. Por el contrario, en los deportes de equipo, es mucho menos probable que tengas este problema debido a que se trata de actividades sociales.
    • Escoge el tipo adecuado de deporte y equipo. Desde luego, aún puedes sentir atracción por alguien de tu equipo o tu liga, pero debes ser capaz de determinar si los beneficios de jugar superan el riesgo de agravar tus pensamientos sexuales. También podrías unirte a un equipo o liga donde solo jueguen personas del mismo sexo.
  4. Duerme bien . Cuando estás cansado, puedes tener problemas para concentrarte. La falta de sueño reduce tu estado de alerta y concentración, lo que puede afectar tu estado de ánimo. [8] Por lo tanto, tendrás dificultades para evitar que tu mente divague hacia el sexo y será más difícil implementar los métodos mencionados anteriormente. Asegúrate de que tu cama sea cómoda, de dormir ocho horas y de tener un sueño profundo o sueño REM .
Parte 4
Parte 4 de 5:

Desarrollar una vida sexual saludable

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  1. Si tienes una relación, la comunicación es una parte esencial en el desarrollo de una vida sexual saludable . Expresar tus pensamientos también es una buena forma de evitar que crezcan o se queden en tu cabeza y puede mejorar tu vida sexual .
    • Si eres sexualmente activo, comunícate con tu pareja para mantener una relación sexual sana y abierta que los mantenga satisfechos. Tampoco es necesario que la comunicación sea verbal, ya que puedes escribirle notas a tu pareja. También podrían leer un libro juntos o mirar una película que muestre o exprese sus pensamientos. [9] Asimismo, si no tienes muchos deseos de comunicarte con tu pareja en temas como el sexo, recuerda que la comunicación misma es una forma de excitación. [10]
    • Si no eres sexualmente activo, la comunicación es igual de importante. Si piensas en sexo más de lo que te gustaría, aun cuando no eres sexualmente activo, ¿se debe a que te falta algo o te sientes frustrado con tu vida sexual? Habla abierta y sinceramente con tu pareja. También deberás asegurarte de que tus expectativas sean congruentes con las de tu pareja. Por ejemplo, debes saber si tu pareja quiere iniciar las actividades sexuales y viceversa.
  2. Si estás en una relación, utiliza tu deseo sexual para comportarte de una forma amorosa y cariñosa con tu pareja. Sé romántico en lugar de estrictamente sexual. De esa manera, podrás desarrollar la intimidad emocional que compartes con tu pareja.
  3. Con la masturbación, no hay nada por lo que sentirse culpable, sobre todo si ayuda a mantener al margen tus pensamientos y deseos sexuales, algo que la abstinencia incluso podría empeorar. Si continuamente piensas en encontrar una pareja sexual, puedes tener citas con frecuencia y aun así mantenerte parcialmente satisfecho mediante la masturbación. Esto puede ayudarte a despejar tu mente para enfocarte en cosas más importantes. No obstante, solo asegúrate de que la masturbación no se convierta en una nueva adicción .
  4. Cualquier cosa en la que pienses demasiado o te genere obsesión puede parecer muy demandante, y si bien el sexo es importante y parece omnipresente, la vida no se reduce completamente al sexo y los deseos sexuales. Eres una persona complicada y multifacética, así que respeta tus diversos pensamientos, intereses y habilidades.
Parte 5
Parte 5 de 5:

Buscar ayuda externa

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  1. Aun cuando los padres puedan parecer dinosaurios cuando llegas a tus años de adolescencia, ellos ya han pasado por lo mismo anteriormente. Si eres adolescente, habla con uno de tus padres que te haga sentir a gusto y, si no resuelve tu problema, por lo menos te ayudará a sentirte más cómodo y normal. Pensar en sexo es un problema común en los adolescentes, y hablar puede ser de utilidad.
    • Habla con otros familiares. Si no quieres hablar con tus padres, considera la posibilidad de hacerlo con un hermano o primo mayor. Cualquiera de ellos podría relacionarse mejor contigo gracias a que no tienen mucha diferencia de edad.
  2. Por más aterrador que pueda parecer, es uno de los métodos más sólidos y eficaces. Si tienes la suficiente suerte de conocer a alguien que no sea crítico, y que entienda y aprecie tu meta, habla con esta persona de lo que haces. Tener una conversación sincera con respecto a las cosas que te obligan a pensar o actuar de maneras en que preferirías no hacerlo puede ayudarte a encontrar un apoyo permanente.
  3. Si tienes problemas con los deseos sexuales como parte de tu compromiso con una fe en particular, solicita ayuda de tu pastor u otro líder religioso. Este es un problema común y no debes sentir vergüenza de mencionarlo. Estas personas lo han escuchado en repetidas ocasiones anteriormente y pueden ayudarte a mantener tus desafíos en perspectiva.
  4. Entre ellos podrían estar los psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales u otros tipos de terapeutas.
    • Desde luego, algunos especialistas cobran una tarifa, pero determina si tu aseguradora cubre todo o parte de las consultas. Si eres estudiante o tienes beneficios laborales completos, podrías consultar con un especialista por un costo bajo o nulo. Independientemente de que pagues una tarifa o no, tu consulta y preocupaciones específicas quedarán en la confidencialidad, y tu terapeuta puede explicártelo con más detalles. Estos profesionales pueden ayudarte a saber cómo abordar un pensamiento obsesivo, ya sea sexual o de otra índole.
    • Hoy en día, cada vez es más común hablar con los terapeutas, y podrías sorprenderte al saber la cantidad de personas que acuden a un especialista con regularidad. Por lo tanto, no permitas que las razones sociales te hagan dudar sobre si debes visitar a un terapeuta.
    • Si sospechas que tus pensamientos abrumadores pueden ser síntomas de una adicción al sexo , solicita la ayuda de un terapeuta sexual licenciado y trata esos síntomas. No permitas que una obsesión se convierta en un comportamiento destructivo o peligroso.

Consejos

  • No te frustres con tus pensamientos sexuales. Recuerda que todo el mundo piensa en sexo. Lo que importa es que puedas continuar con tu vida cotidiana sin permitir que algo tan tonto como el sexo te moleste.
  • Si eres mujer, es posible que tu método anticonceptivo pueda aumentar tu libido como efecto secundario. Consulta con tu médico para ver si puedes optar por una fórmula menos andrógenica (los andrógenos están relacionados con la testosterona, la cual aumenta la libido en las personas de ambos sexos).
  • Practica la meditación.
  • Imagina que estás dentro de tu lugar de adoración si eso te resulta de utilidad.

Advertencias

  • En los casos sumamente graves, es posible controlar una obsesión al sexo por medio de la terapia y los medicamentos. Si bien es posible que no pienses en el sexo tanto como creas que lo haces, consulta con tu médico en caso de que creas que tus pensamientos se han vuelto totalmente incontrolables.

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