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La jardinería es un pasatiempo divertido y gratificante. No obstante, a veces puede ser difícil determinar exactamente cuánta agua necesita una planta en específico. Esto se debe a que las necesidades de una planta pueden variar según cómo la cultives, el entorno, el tipo de suelo y mucho más. En esencia, determinar cuánta agua necesita una planta es un proceso científico en el que tendrás que vincularte con muchas pruebas y errores. Al buscar señales de exceso de agua, evitar el riego insuficiente, e investigar la planta específica sobre la cual surge el dilema, estarás mejor equipado para determinar cuánta agua necesita una planta.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Suministrar agua en base a las necesidades de la planta

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  1. Determina dónde crece la planta en estado silvestre. Luego, proporciona el agua en base a ese entorno o ecosistema. Por ejemplo, si una planta es nativa de una región tropical y vives en un ambiente semiárido, necesitarás regarla mucho más que a las plantas nativas de tu región. [1]
    • Si estás en un lugar seco (como el desértico Suroeste), riega mucho más las plantas que producen frutas y verduras que las plantas nativas. Además, riega más a los helechos y a las plantas con flores no nativas.
    • Si estás en un ambiente tropical, puede que no sea necesario proporcionar agua extra a las plantas que producen frutas y verduras.
    • Si estás en un ambiente templado, investiga sobre la planta en específico (especialmente si es frutal o vegetal) para verificar que recibe suficiente agua.
  2. Las plantas que acabas de transferir a una nueva maceta o pedazo de tierra deben tener las raíces y la tierra del rededor mojadas de inmediato. Durante la primera semana, proporciona agua agrégales agua cada dos días. Después de la primera semana, supervisa la planta de cerca para asegurarte de que la tierra se mantenga húmeda. Si el suelo es seco, proporciona agua adicional en todo momento. [2] En verano, esto puede requerir regar una o incluso dos veces al día.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Maggie Moran

    Especialista del hogar y jardinería
    Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania.
    Maggie Moran
    Especialista del hogar y jardinería

    ¿Lo sabías? Las plantas de maceta suelen requerir un riego más frecuente, pues la tierra de las macetas tiende a secarse con más rapidez. De forma ideal, necesitarás que la tierra esté siempre húmeda, por una profundidad de hasta unos 3 cm (1 pulgada), lo que podría requerir regar una o dos veces al día en climas más secos.

  3. Mete el dedo en la tierra, alrededor de la planta, hasta llegar al primer nudillo. Si la tierra se siente fresca, húmeda o mojada, tiene suficiente agua. Si se siente seca, quizás necesite más agua. [3]
  4. Si tienes una planta, en particular, con raíces poco profundas, debes establecer un sistema de riego por goteo. Este sistema liberará lentamente el agua por un período de tiempo más largo. Como resultado, las plantas con raíces poco profundas tendrán un mejor acceso al agua. [4]
    • La irrigación por goteo es especialmente útil para las plantas que producen frutas y verduras en ambientes áridos. Los tomates, fresas y pimientos se beneficiarán enormemente de la irrigación por goteo.
  5. Si tienes problemas para suministrar suficiente agua a una planta, puedes contactar con alguien que tenga experiencia en tratar con esto. Los empleados de los viveros, arboristas o biólogos de plantas pueden proporcionar información sobre la cantidad de agua que necesita una planta en específico.
  6. Encuentra un libro o visita un sitio web que tenga información sobre la determinada planta con la que tienes el dilema. Por ejemplo, si te preocupa proporcionar suficiente agua a las plantas de tomate, busca un libro sobre plantas de tomate (y la variedad que piensas cultivar) y ve lo que el libro sugiere. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Evitar el riego excesivo

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  1. Compra un medidor de humedad y colócalo en la tierra, cerca a la planta. Deja el medidor ahí y úsalo para monitorear la tierra. El medidor indicará si la tierra está seca, húmeda o mojada. La mayoría de las plantas prosperarán si el suelo está algo húmedo.
    • Algunos medidores tienen una escala del 1 al 10 sobre ellos. Los números del 1 al 3 indican seco, del 4 al 7 indican húmedo, y del 8 al 10 indican mojado. Muchas plantas tienden a funcionar bien en el rango de 4 a 5. Los tomates lo hacen muy bien en el rango de 5 a 6.
    • Una vez hayas determinado el rango de humedad óptimo para la planta, usa el medidor para mantenerte dentro de este. [6]
  2. Si la planta está en algún tipo de recipiente, verifica si hay mucha agua acumulada en el fondo. El agua acumulada es un signo revelador de exceso de agua. Esto es importante, pues demasiada agua en el fondo del recipiente podría causar la putrefacción de las raíces y otros problemas. [7]
    • Si la maceta tiene agua estancada, intenta ponerla encima de una capa de piedras. Esto ayudará a que drene con más eficiencia.
  3. Inclina el contenedor de la planta o cava hasta el fondo de la planta. Si observas que las raíces son marrones, grises, negras o viscosas, es probable que estén sobresaturadas de agua. En cambio, las raíces sanas deben ser blancas, sólidas y vigorosas. [8]
    • La putrefacción de la raíz es especialmente común en los suelos con drenaje pobre, como el suelo que contiene arcilla.
    • Busca atentamente alguna putrefacción de la raíz, si es que cultivas vegetales como lechuga, frijoles, remolacha, zanahorias o cebollas.
  4. Si el suelo está húmedo y notas que se caen las hojas de la planta, tal vez estés regándola demasiado. En este caso, riega menos. [9]
  5. Si trabajas con plantas en la tierra, necesitarás hacer un poco de trabajo para asegurarte de que el suelo drene correctamente. Para ello, cava un agujero de 30 cm (1 pie) de profundidad en el suelo. Llena el agujero con agua y deja que drene. Luego, vuelve a llenar el agujero con agua y calcula el tiempo que tarda en drenarse. Los resultados te darán una idea de lo bien que drena el suelo:
    • Si el agua se drena en menos de 4 minutos, la mayoría de los árboles y plantas deberían crecer bien ahí.
    • Si el suelo se drena dentro de 5 a 15 minutos, la mayoría de los árboles y plantas se desarrollarán muy bien.
    • Si el suelo drena dentro de 16 a 60 minutos, las plantas que necesiten un suelo con buen drenaje necesitarán mucha menos agua que en otros suelos.
    • Si el suelo tarda horas en drenar, solo vivirán las plantas que crecen en pantanos o a lo largo de cuerpos de agua. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Evitar el riego insuficiente

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  1. El marchitamiento de las hojas y los tallos puede ser una señal de que estás regando las plantas de manera insuficiente. Generalmente, las hojas marchitas parecen débiles y se ven colgadas. Las hojas sanas deben aparecer vigorosas y firmes. En definitiva, si la planta se está marchitando, es posible que necesites darle más agua. [11]
    • Aunque es más probable que sea un signo de falta de agua, el marchitamiento también puede ser un signo de exceso de agua. Para determinar adecuadamente si el marchitamiento indica riego insuficiente o excesivo, hay que tener en cuenta otros factores, como la humedad del suelo. En general, si el suelo está seco y la planta se está marchitando, necesita más agua.
    • El marchitamiento de las hojas es una señal importante de que las plantas de frutas y vegetales pueden producir cosechas bajas o experimentar otros problemas.
  2. Como regla, el suelo para la mayoría de las plantas debe estar algo húmedo a lo largo de una profundidad de unos 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas). Esto es importante, pues debes asegurarte de que la humedad llegue a las raíces de la planta. Si el suelo no está húmedo por debajo de 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas), es posible que la planta no reciba suficiente agua. [12]
    • Esto es especialmente importante para los tomates, las fresas y otras frutas que dependen de mucha agua.
  3. Ya sea que crezca en algún tipo de recipiente o en una cama de plantas, proporciona alrededor de 3 cm (1 pulgada) de agua por semana. Si estás en un clima árido, proporciona 5 cm (2 pulgadas). Además, si estás en un ambiente muy caluroso, agrega 1 cm (½ pulgada) por cada 10 grados sobre 60 grados. Está bien si esta agua se proporciona artificialmente o a través de la lluvia.
    • Calcula la temperatura media de la zona sumando la máxima temperatura del día y la mínima de la noche. Luego, divide esto por 2. Por ejemplo, si la mínima es de 60 y la máxima de 80, calcularás la temperatura promedio como de 70 grados. Si estás en un clima templado, querrás proporcionar 4 cm (1,5 pulgadas) de agua por semana. [13]
  4. Compra un pluviómetro en la ferretería local. Luego, coloca el pluviómetro en el jardín. Presta atención a cuánta agua se acumula en el pluviómetro después de que ha llovido o de que has regado las plantas.
    • Si la cantidad de agua que recibe el área alrededor de la planta es menor que la cantidad recomendada para esta y para el clima, proporciona más agua instalando aspersores o haciendo tu propio irrigador por goteo . [14]
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