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La escritura puede constituir un pasatiempo increíble, así como también una habilidad necesaria. Desde la ficción realista, los misterios y la ciencia ficción hasta la poesía y los ensayos académicos, lo único que limitará tu escritura es tu imaginación. Ten en cuenta que la escritura involucra mucho más que poner un bolígrafo contra el papel, ya que se necesita lectura, investigación, consideración y revisión. No todos los métodos de escritura funcionarán para todos, pero todos los escritores pueden hacer ciertas cosas para mejorar su oficio y elaborar piezas que sean completas e interesantes.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Desarrollar tu estilo de escritura

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  1. Es posible que te guste escribir como pasatiempo o que quieras publicar un libro. Quizás tengas que entregar un ensayo largo para una clase o quieras mejorar tus habilidades de redacción en el trabajo. Independientemente de lo que sea, siempre es posible mejorar tu escritura. Si comprendes tus objetivos de escritura, esto simplemente te facilitará saber en qué debes enfocarte en el futuro. [1]
    • Por ejemplo, en caso de que vayas a escribir un ensayo para una revista científica, no será necesario que establezcas un escenario de la forma como lo haría un novelista. Si comprendes lo que quieres escribir, esto te permitirá adaptar tu enfoque sobre el desarrollo de habilidades.
  2. Debes leer una amplia variedad de autores, géneros y estilos de escritura, de forma que tu comprensión en cuanto a los distintos estilos y voces se expanda. La lectura es útil para que desarrolles aquello sobre lo que quieras escribir y la forma como quieras que suene tu escritura. [2]
    • Evita limitarte a un género específico. Debes leer novelas, libros de no ficción, ficción escrita por fanáticos, poesía, artículos periodísticos, artículos de revistas académicas e incluso el material bueno de marketing. Si te familiarizas con la mayor cantidad posible de estilos de escritura, adquirirás un mayor conjunto de habilidades.
    • Asimismo, es muy recomendable que leas textos que te sean útiles para lograr el tipo de escritura en el que quieras enfocarte. Por ejemplo, si estás escribiendo una novela de ciencia ficción, leer artículos de revistas científicas te será útil para dominar la expresión técnica, en tanto que puedes aprender sobre el sensacionalismo y el llamado emocional leyendo buenos textos publicitarios.
    • Lleva un horario regular de lectura. Aunque tan solo leas 20 minutos al día antes de irte a dormir, observarás que tu escritura mejora.
  3. Haz una lluvia de ideas sobre temas, tramas y personajes para una pieza creativa. Antes de que puedas ponerte a escribir, será necesario tener una idea sobre la cual puedas escribir. Por ejemplo, podrías escribir sobre romances entre zombis y momias, sobre Mercurio o incluso sobre ti mismo. No existe nada sobre lo cual no puedas escribir. Como una forma de ayudarte a empezar, toma en cuenta las siguientes preguntas: [3]
    • ¿En qué género vas a escribir?
    • ¿Cuáles son los temas que quieres que estén al centro de tu historia?
    • ¿Qué rasgos importantes tendrá tu personaje principal?
    • ¿Cuál será la motivación del antagonista?
    • ¿Cuál será el tono (cómico, trágico, etc.) de tu historia?
    • ¿Por qué el lector debe tener interés en la trama?
  4. Independientemente de que lo que escribas sea un artículo periodístico, una entrega para una revista, un ensayo para una clase o un libro de no ficción; para empezar, debes reducir tus opciones en cuanto al tema. Considera la mayor cantidad posible de temas, conceptos, personas y conjuntos de datos relacionados, y utilízalos para ayudarte a reducir el tema hasta un subtema de interés. [4]
    • Hazte preguntas como las siguientes: ¿cuál es mi argumento? ¿Quién es mi público? ¿Qué tipo de investigación deberé realizar? ¿En qué género voy a escribir?
    • Por ejemplo, en caso de que debas escribir sobre la relación entre los dioses griegos y fenicios, puedes hacer una lista de todas las deidades que se te ocurran de cada panteón junto con sus rasgos y luego elegir unas cuantas cuyas conexiones sean las más claras para sustentar tu ensayo.
    • En caso de que tu tema sea más amplio (por ejemplo, las conexiones coloniales en el exterior), tendrás más libertad. Podrías discutir sobre la forma como la comida atravesaba los océanos o cómo las personas solían comunicarse entre las colonias en el extranjero.
  5. Prueba con la escritura libre para que tus ideas empiecen a fluir. Programa un temporizador y escribe de manera continua hasta que se acabe. Si estás apresurado por lograr que las palabras salgan, no tendrás tiempo de preocuparte por los errores. No importa si nunca utilizas lo que escribas, tan solo debes llenar la página en blanco y lograr que tus músculos de escritura escriban como una forma de vencer el bloqueo mental.
    • La escritura libre sirve para casi cualquier tipo de escritura. Puedes empezar a escribir una historia, tomar nota de tus pensamientos y observaciones, escribir todo lo que sepas sobre tu tema, etc. Tan solo debes dejar que las palabras fluyan.
  6. Los buenos escritores comprenden la perspectiva de su público y saben de qué forma utilizarla para atraer a un lector hacia su pieza. Considera quién es el lector previsto para tu pieza. Si conoces mejor a tu público, podrás dirigir tu escritura de una mejor manera hacia las personas que verdaderamente vayan a leerla. [5]
    • El lenguaje que utilices, lo que sea necesario explicar y lo que pueda asumirse en tu pieza dependerán de tu público.
    • Por ejemplo, en el caso de un público académico, es probable que de por sí tenga experiencia básica en tu rubro y prefiera las explicaciones concisas en lugar de la prosa florida. No será necesario que le expliques los conceptos básicos.
    • Si bien es natural que quieras que tu escritura sea atractiva para todos, te irá mejor siendo realista en cuanto a tu público objetivo. Es posible que alguien que únicamente lea novelas románticas pruebe tu misterio de asesinato, pero de todas formas los fanáticos de este género son quienes conformarán tu público objetivo.
  7. Independientemente de aquello sobre lo que vayas a escribir, investigar un poco marcará una gran diferencia. En el caso de un ensayo, será necesario que investigues datos y fuentes que sean específicos para el tema, mientras que, en el caso de una novela, debes investigar sobre tecnologías, historias, temas, épocas, personas, lugares y cualquier otra cosa que conecte tu escritura con el mundo real. [6]
    • Sé selectivo en cuanto a la información que encuentres en línea. En algunos casos, las fuentes en internet pueden no ser confiables. Las fuentes establecidas (por ejemplo, las revistas arbitradas y los libros de editoriales académicas) deben pasar por un proceso de escrutinio minucioso y, por tanto, es más seguro utilizarlos como fuentes. [7]
    • Prueba con una biblioteca. Quizás te sea posible conseguir información sobre tu tema en una biblioteca que aún no haya llegado a internet. Puedes probar con una biblioteca universitaria para obtener una mayor variedad de recursos.
    • La investigación también es importante para las piezas de ficción, ya que querrás que lo que escribas suene verosímil, aunque los eventos sean inventados. Podrías sacar a tus lectores de la historia con detalles como decir que tu personaje tiene 600 años de edad y conoció a César (quien vivió hace más de 2000 años).
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Redactar tu pieza

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  1. Es posible que tu jefe, tu profesor o tu editor te impongan un plazo o que sea necesario que lo hagas tú mismo. Usa este plazo para establecerte objetivos en cuanto a lo que harás y para cuándo. Debes adjudicar tiempo para escribir, revisar, editar, pedir opiniones e incorporar la retroalimentación. [8]
    • En caso de que la fecha límite sea abierta, podrías apuntar a un objetivo como escribir 5 páginas al día o 5000 palabras al día.
    • En caso de que tu plazo sea específico (por ejemplo, para un ensayo escolar), quizás sea necesario ser más específico. Por ejemplo, podrías adjudicar 3 semanas para la investigación, 1 semana para escribir y 1 semana para editar.
  2. Si elaboras un esquema simple , esto te permitirá mantenerte encaminado y tener la certeza de abordar los puntos más importantes. El esquema puede constituir el esqueleto de tus puntos más básicos o bien podrías llenarlo con más datos e información.
    • El flujo del esquema debe estar en el orden aproximado en el que quieras que esté la pieza. Conforme vayas escribiendo, podrás reorganizarlo y reordenarlo, pero el objetivo del esquema es ayudar a que tus puntos fluyan en conjunto.
    • En algunos casos, los escritores prefieren escribir sin un esquema, y esto no tiene nada de malo. Sin embargo, deberás dedicar más tiempo para la revisión y para reescribir, debido a que no establecerás un flujo aproximado antes de empezar.
  3. Si bien la escritura creativa puede variar en gran medida, por lo general la historia subyacente tiene una disposición, un conflicto, un clímax y una resolución (en ese orden). Para darle forma a tu historia, primero debes introducir al protagonista y su mundo y luego incorporar a una persona, cosa o acontecimiento que revolucione ese mundo. Luego, haz que este cambio radical alcance un pico intenso o emocionante (el clímax) antes de llevar todo a una conclusión con una resolución bien planeada. [9]
    • Ten en cuenta que las resoluciones no tienen que significar un final feliz si es que ese no es tu estilo. La resolución tan solo debe atar todos los cabos de la trama de forma que tengan sentido.
    • Este formato sirve para la escritura creativa de muchos tipos, no solamente para la ficción. Por ejemplo, los libros populares de historia suelen seguir este formato.
  4. La forma exacta como organices una pieza analítica dependerá de lo que se te haya asignado y de los estándares del rubro. Sin embargo, por lo general las piezas analíticas como mínimo introducen primero el tema y el argumento, y luego pasan a la evidencia de sustento seguida del análisis o la interpretación del escritor, y después brindan una conclusión. [10]
    • En caso de que tú mismo hayas hecho la investigación o recopilado tu propia información, debes discutir sobre tus métodos de investigación antes de presentar la información.
    • Asimismo, es común incluir secciones de discusión entre las secciones de análisis y conclusión. En ellas, se discute sobre otras posibles interpretaciones de la información y el trabajo que debe realizarse a continuación para responder a las preguntas que tu investigación haya traído a colación.
  5. Escribe todo lo que quieras incluir en tu escritura. No importa la cantidad de errores de ortografía o adjetivos débiles que incluyas, ya que más adelante tendrás tiempo de reorganizar la pieza y editarla. Por tanto, al principio tan solo debes enfocarte en desarrollar todas tus ideas. [11]
    • Puedes ya sea redactar una versión completa de tu pieza o hacerlo en etapas. Hacerlo en etapas (por ejemplo, un capítulo a la vez) puede ser de particular utilidad en caso de que la pieza que estés escribiendo sea más larga.
    • En caso de que tengas un esquema, no debes preocuparte por seguirlo al pie de la letra. El esquema es útil para orientar el flujo general de la pieza, pero constituye una guía, no un reglamento.
  6. Edita en el segundo borrador. Debes revisar el primer borrador y empezar con la edición y reorganización del contenido. Incorpora más sustancia a la trama o el argumento, y enfócate en establecer transiciones limpias de un punto al siguiente. Asimismo, empieza a considerar qué es lo que no funciona y lo que quizás sea necesario eliminar. [12]
    • Revisa la coherencia. ¿Todas las partes de la pieza tienen sentido en conjunto? De ser el caso, continúa, pero si no es así, podrías revisar o eliminar lo que no encaje.
    • Revisa la necesidad. ¿Todas las partes de la historia contribuyen con algo? ¿Cada sección proporciona un trasfondo necesario, avanza la trama o el argumento, desarrolla un personaje o un punto importante, o introduce análisis críticos? De no ser el caso, debes eliminarla.
    • Fíjate que no falte nada. ¿Has introducido adecuadamente todos los personajes o puntos? ¿Toda la información o los datos de respaldo están presentes? ¿Los puntos fluyen en conjunto sin problemas o hay algunas brechas en la lógica?
  7. Con frecuencia, la escritura pasa por varios borradores y etapas. No debes dejar de reescribir, reorganizar y revisar el contenido hasta que te sientas cómodo con mostrárselo a alguien que pueda criticarlo. Debes tener en cuenta el plazo y tener cuidado de contar con el tiempo suficiente para la edición antes de entregar la pieza final. [13]
    • No existe una cantidad establecida de borradores que debas hacer antes de que una pieza esté terminada. Tu cronograma, tu nivel de comodidad y tu estilo personal de escritura determinarán la cantidad exacta de borradores que harás.
    • No es inusual que te parezca que siempre hay algo más que añadir o revisar. Sin embargo, debes evitar enfocarte en la perfección. En algún momento, será necesario que dejes el bolígrafo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Perfeccionar tu escritura

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  1. No olvides que el corrector ortográfico por sí solo no siempre es suficiente. Solo tú puedes detectar la diferencia entre "seria" y "sería" o "hay", "ay" y "ahí" . Asimismo, además de buscar errores de ortografía y gramática, debes fijarte en cosas como las palabras que utilices en exceso y el uso incorrecto de las palabras. [14]
    • Puedes utilizar herramientas y editores en línea para revisar los elementos más avanzados (por ejemplo, la claridad y el uso de las palabras). Sin embargo, al igual que con el corrector ortográfico, no debes depender de estas herramientas para realizar ediciones completas.
  2. Este constituye un paso importante debido a que los demás verán lo que verdaderamente has escrito y no lo que creas que has escrito. Debes pedirles a entre 2 y 3 personas de confianza, como mínimo, que revisen tu trabajo y se fijen en cosas como la claridad, la coherencia y el uso adecuado de la gramática y la ortografía. [15]
    • Buenas opciones de personas a quienes puedes pedir ayuda son tus profesores e instructores, los expertos en el tema, tus colegas y otros escritores. Asimismo, podrías unirte a un grupo de escritores en donde puedas compartir tu obra, leer la escritura de otras personas y brindarse retroalimentación mutuamente.
    • Pídeles a estas personas que sean honestas y minuciosas. Solo podrás convertirte en un mejor escritor con una retroalimentación honesta (aunque sea una crítica indiscriminada de todo tu cuento).
    • En caso de que estas personas necesiten algo de orientación, proporciónales las mismas preguntas que hayas estado haciéndote.
  3. No es necesario que te guste todo lo que una persona diga sobre tu obra o que estés de acuerdo con ello. Por otro lado, si es que recibes el mismo comentario de más de una persona, deberás tomártelo en serio. Establece un equilibrio entre conservar los aspectos que quieras y hacer cambios basándote en las contribuciones en las que confíes. [16]
    • Vuelve a leer tu obra teniendo en cuenta los comentarios de tus lectores. Presta atención a los espacios en blanco, las partes que deban eliminarse o las partes que debas revisar.
    • Reescribe las partes necesarias valiéndote de las perspicacias que hayas obtenido de tus lectores y de tu propia lectura crítica posterior.
  4. En caso de que una palabra no sea esencial para la narración de una historia o la semántica de una oración, debes omitirla. Lo mejor es que haya muy pocas palabras en lugar de demasiadas. Si hay demasiadas, tu escritura sonará estirada o pretenciosa, o será ilegible. Debes tener cuidado sobre todo con lo siguiente:
    • Los adjetivos: estos describen a los sustantivos y su mayor eficacia radica en el uso intencionado y selectivo. Considera la oración "El hombre dio un paso a un costado, la indignada ira cociéndose en sus entrañas". "Indignado" quiere decir "enojado", al igual que "ira". Esta sería una mejor oración: "El hombre dio un paso a un costado, la ira cociéndose en sus entrañas".
    • Los modismos y la jerga: los modismos (por ejemplo, "pan comido" o "echar espuma por la boca") no siempre dan como resultado una escritura agradable, ya que al igual que ocurre con la jerga, delatan la edad de una pieza (¿hay alguien que siga diciendo "a mover el esqueleto"?) y podrían malinterpretarse.
    • El verbo "estar": cambia los verbos "estar" (por ejemplo, "está", "estaba", "están", "estaban", "estoy" y "estando") a verbos activos. Por ejemplo, en lugar de escribir "Estaba cansada", podrías escribir "Colapsó bajo el peso del agotamiento".
    • Series de frases preposicionales: no hay problema con usar frases preposicionales, pero tampoco debes incluir una lista de varias de ellas seguidas. Por ejemplo, en lugar de escribir "El cíborg trepó encima de la moldura sobre la escalera a lo largo de la pared al lado del trono", podrías escribir "El cíborg bordeó la moldura de la escalera en la pared más cercana al trono". [17]
  5. La prosa extensa y fluida tiene su lugar, pero la mejor técnica suele ser lo claro y simple. No utilices argot ni palabras grandilocuentes tan solo para dar la impresión de ser profesional o acreditado, ya que esto suele tener el efecto contrario. Asimismo, con una escritura demasiado complicada, podrías confundir al público. Considera los siguientes ejemplos de Hemingway y Faulkner. ¿Cuál de ellos es más fácil de seguir?: [18]
    • "Manuel bebió su brandi. Él mismo tenía sueño. Hacía demasiado calor para salir al pueblo. Además, no había nada que hacer. Quería ver a Zurito. Se iría a dormir mientras esperaba". — Ernest Hemingway, Hombres sin mujeres .
    • "No se sentía débil, simplemente se deleitaba en esa lasitud absolutamente hastiada de la convalecencia, en la que el tiempo, la prisa y el hacer no existían, la acumulación de segundos y minutos y horas a los cuales el cuerpo en buen estado está esclavizado tanto al dormir como al despertar ahora se había invertido y el tiempo era ahora quien hablaba de boquilla y mendigaba al placer del cuerpo en lugar de la esclavitud del cuerpo al rumbo precipitado del tiempo". — William Faulkner, El villorrio .
  6. Con un verbo en la ubicación adecuada, harás que una oración deslumbre y la mantendrás libre del exceso de adjetivos. En donde sea posible, construye tus oraciones mediante verbos sólidos. [19]
    • Considera la siguiente oración: "Entró tenebrosamente en la habitación". Si bien no tiene nada de malo, es un poco sosa y verbosa. Puedes introducir un verbo nuevo para realzar la oración y ser más específico. Prueba con reemplazar "entró tenebrosamente" por "reptó", "se escabulló" o "serpenteó" .
  7. En las oraciones que están escritas en la voz activa, el sujeto es quien lleva a cabo la acción (por ejemplo, "El perro encontró a su dueño" ). Por otro lado, en la voz pasiva, es el sujeto quien recibe la acción (por ejemplo, "El dueño fue encontrado por su perro" ). Como regla general, debes utilizar la voz activa en donde sea posible. [20]
    • Existen ciertos rubros y sectores en los que el estándar es usar la voz pasiva. Por ejemplo, un ensayo científico podría decir "La solución recibió dos gotas del activador" de forma que no se incluya al sujeto en la oración. Debes seguir las convenciones de tu rubro en caso de que allí la voz pasiva sea estándar.
  8. El lenguaje figurado abarca recursos como la símil, la metáfora , la personificación, la hipérbole, la alusión y los modismos. Debes emplear el lenguaje figurado con moderación para crear un efecto. Es posible que la oración "Los botines de fútbol estaban duros y deformes" sea más vívida si se utiliza una símil: "Los botines de fútbol estaban duros y deformes, como una concha escupida por el mar". [21]
    • Si bien es fácil ceñirte a las símiles y metáforas, debes tratar de incorporar distintos recursos para que tu escritura tenga profundidad y textura. Por ejemplo, la hipérbole puede hacer que tu escritura explote de la página.
    • La personificación constituye otro ejemplo del lenguaje figurado. Este recurso otorga atributos humanos a objetos que no lo sean. La oración "El viento bailaba por el cielo" genera la imagen de un viento fuerte pero grácil sin que sea necesario decir "El viento era fuerte pero grácil".
  9. La puntuación es útil para comprender el significado de las distintas disposiciones de palabras. La puntuación debe estar presente y ser fluida, pero tampoco debe ser llamativa. Las personas cometen el error de intentar lograr que la puntuación haga demasiado, sea ostentosa o llame la atención hacia sí misma. Debes enfocarte en la forma como la puntuación afecte el flujo de tu escritura y no en utilizar la mayor cantidad posible de comas. [22]
    • Utiliza con moderación los signos de exclamación. Las personas no suelen exclamar las cosas y las oraciones tampoco suelen ameritar una exclamación. Por ejemplo, la oración "¡Jaime estaba entusiasmado de verlo!" no requiere signos de exclamación, ya que de por sí se menciona que Jaime está entusiasmado.
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Consejos

  • Busca un lugar cómodo para escribir. Distintos lugares podrían prestarse para distintas actividades. Por ejemplo, quizás el mejor lugar para una lluvia de ideas sea en casa en tu cama, y el mejor lugar para editar sea la biblioteca.
  • No emplees vocabulario ni convenciones de escritura arcaicos, ya que son más difíciles de escribir y comprender.
  • No debes tener miedo de escribir en desorden. En muchos casos, los escritores empiezan por el final o por el análisis y luego trabajan a la inversa.
  • Una vez que hayas escrito el primer borrador, distánciate de tu escritura durante un tiempo. De esta forma, podrás volver a leerla con la mente de un lector, y es posible que encuentres algunos errores muy obvios a los que no hayas prestado atención al momento de escribir.
  • Memoriza los términos técnicos. En caso de que quieras describir una casa, será necesario que conozcas términos como "aleros", "columnas" y "fachada", los cuales no tienen sinónimos buenos. Tendrás que referirte a algo ya sea como "molduras de oro" o como "cosas doradas a un lado de la pared".
  • Enséñale tu historia a alguien para que la lea y verifique que no haya errores de ortografía.
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Resumen del artículo X

Antes de comenzar a escribir algo, sin importar si es algo creativo o académico, investiga sobre el tema para tener una mejor idea de cómo comenzar. Si ya estás cómodo con el tema, también puedes hacer la prueba con la escritura libre durante 10 minutos. Trata de no preocuparte de si lo que escribes es "bueno", mejor céntrate en hacer fluir tu creatividad.

Luego, una vez que estés listo para escribir, escribe un esquema rápido de lo que hayas escrito. Si escribes un ensayo académico, anota tu tesis, que es tu argumento central. Escribe los argumentos y ejemplos que usarás para respaldar tu tesis y a qué conclusión llegarás con esos ejemplos para complementar el esquema académico. Alternativamente, si escribes algo creativo, escribe el incidente incitador, que es lo que inicia la acción. Sigue eso con un par de ideas para la acción ascendente, que deberían llevarte al punto culminante. El punto culminante es el punto de inflexión en la historia, que es cuando tu personaje principal superará el conflicto. Luego, esquematiza la resolución, que es cómo terminará tu historia. Ten en cuenta que la resolución no tiene que ser feliz, siempre y cuando los lectores se sientan satisfechos con la trama.

Una vez que hayas escrito el primer borrador, tómate un descanso si puedes, para volver a él con ojos frescos. Primero, léelo una vez sin un bolígrafo para que puedas ver si te gusta la estructura general. Si no, ¡intenta reescribirlo! Sin embargo, si estás contento con la forma en que resulte, edítalo en cuanto a gramática, claridad y estructura de oraciones. Finalmente, pídele a alguien de confianza que lo lea y te dé su opinión. Si quieres más consejos de nuestro coautor académico, por ejemplo, cómo desarrollar una voz de escritura única, ¡sigue leyendo!

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