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Los niños autistas son únicos e interpretan el mundo de una forma diferente de la persona promedio. Sus diferencias son muy aparentes en términos de sus habilidades sociales y de comunicación. Los niños autistas parecen tener su propio lenguaje, implementando un sistema que les funciona. Si conoces a un niño al que se le haya diagnosticado autismo, es importante que aprendas su lenguaje para poder comunicarte con él y abordarlo de la forma correcta.

Método 1
Método 1 de 3:

Comunicarte con eficacia con un niño autista

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  1. Elige un momento en el que tu hijo esté tranquilo para interactuar con él. Si está relajado, será más receptivo a lo que vayas a decir. Asimismo, elige un entorno en donde no estén ocurriendo muchas cosas al mismo tiempo, ya que el exceso de estímulos puede hacer que tu hijo no pueda funcionar .
  2. Es posible que los niños autistas, sobre todo los que son hipersensibles, necesiten un espacio adicional para poder estar cómodos. Podrías sentarte junto a él, dejar un poco de espacio y permitir que se acerque a ti si decide hacerlo.
    • Los aportes sensoriales (por ejemplo, tu mano en su hombro o el olor a pasta dental en tu aliento) pueden abrumarlo y distraerlo. Si quieres que sea un buen oyente, debes darle espacio.
    • Si se da la vuelta, se inclina en la dirección contraria o te empuja, estos son indicios de que necesita que retrocedas un poco. [1]
  3. Los niños autistas no siempre responden con facilidad a las preguntas como "¿Cómo estás?", las cuales podrían parecerles intimidantes o abrumadoras. A las personas autistas puede tomarles tiempo ordenar sus pensamientos en oraciones y, por ende, si empiezas por algo que no los presione tanto, los ayudas a sentir que la interacción no es algo que o aprobarán o reprobarán.
    • Puedes iniciar una conversación haciéndole un cumplido a su juguete.
    • Simplemente haz un comentario y fíjate si responde.
    • Nuevamente, empieza por un tema que le interese.
    • Es posible que los niños mayores hayan desarrollado guiones que reciten cuando se les haga una pregunta, en cuyo caso empezar por "¿Cómo estás?" dará como resultado de manera automática una respuesta como "Bien". Empezar por una pregunta no será estresante si el niño tiene un guion para ella.
  4. Después de averiguar qué es lo que le interesa al niño, será mucho más fácil entablar una conversación. Si hablas sobre un tema que le resulte cómodo, es posible que se abra. Es esencial que encuentres la "sintonía" adecuada en la que comunicarte para tener una conversación fluida. [2]
    • Por ejemplo, es posible que tu hijo esté obsesionado con los autos, y puedes usar ese tema como un buen punto de partida.
  5. Si hablas con un niño autista usando oraciones cortas, quizás pueda procesar la información con mayor eficacia. [3]
    • Esto depende del niño. Existen algunos niños autistas que pueden procesar bien las oraciones largas. Nunca debes ser condescendiente ni tratarlos como si tuvieran la mitad de la edad que tienen.
    • Algunos niños autistas tienen dificultades para procesar las palabras habladas. De ser así, podrías escribirles mensajes (por ejemplo, "Ahora vamos a comer"). Es posible que te escriban o te respondan verbalmente de una forma más eficaz debido a la comunicación visual.
    • La comunicación escrita puede ser una excelente herramienta.
  6. Las personas autistas suelen pensar de manera visual y pueden beneficiarse de las imágenes. Podrías hacer dibujos, diagramas, instrucciones o imágenes simples para ayudar a comunicar ideas. Las imágenes podrían ayudar a que el niño comprenda con mayor claridad lo que intentas expresar verbalmente, ya que, en muchos casos, los niños autistas responden de una forma más eficaz a la comunicación visual. [4]
    • Haz el intento de usar imágenes para crear el horario de tu hijo.
      • Dibuja sus actividades diarias: desayunar, ir a la escuela, regresar a casa, jugar, la hora de dormir, etc. Añade palabras si tu hijo está aprendiendo a leer.
      • De este modo, tu hijo podrá tachar sus actividades diarias y le añadirás estructura a su día.
    • Si bien es posible usar muñecos de palitos para explicar las actividades, debes asegurarte de añadir un componente que personalice cada personaje.
      • Por ejemplo, quizás tengas el cabello rojo. Añádelo a tu muñeco de palitos de forma que tu hijo asocie esa figura con "mamá".
  7. Es posible que debas hacer pausas con mayor frecuencia que en una conversación promedio. Es importante que le des tiempo a tu hijo para procesar la información que acabe de recibir. Ten paciencia y asegúrate de no apresurarlo. Deja que procese y responda a su propio ritmo. [5]
    • Si no responde a la primera pregunta que le hagas, evita hacerle otra, ya que podría confundirlo más.
    • No olvides que esta es una cuestión de procesamiento, no de inteligencia. Las personas muy inteligentes pueden tener dificultades para procesar las palabras habladas y, por ende, no debes asumir automáticamente que el niño no tiene habilidades intelectuales.
    • Ten en cuenta que tomará decisiones con lentitud. Avísale con bastante anticipación y dale mucho tiempo para pensar.
    • Reconoce que el tiempo de procesamiento puede variar. Si el niño está abrumado, quizás necesite mucho más tiempo que al estar relajado.
  8. Cualquier persona que hable un idioma sabe que la expresión tiene muchas variaciones posibles. Cada variación tiene el mismo significado final, pero las palabras pueden diferir. Los niños autistas no pueden procesar esta variación y, por ende, debes asegurarte de que las frases permanezcan constantes para evitar la confusión. [6]
    • Por ejemplo, si están cenando, puedes pedir que te pasen los guisantes de muchas formas distintas. Sin embargo, en el caso de algunos niños autistas, lo mejor es ceñirte a una frase uniforme y constante.
    • No olvides que es imposible que haya una constancia perfecta, y no tienes que estresarte si no usas la misma frase todo el tiempo.
  9. Si bien es posible que tu hijo no te hable del todo, debes hacer tu mejor esfuerzo por no tomártelo a personal. Aborda a tu hijo con sensibilidad, respetando sus límites y dejando en claro que estás disponible si lo quiere.
    • Nunca puedes saber con certeza por qué un niño guarda silencio. Es posible que la conversación no haya sido en el momento adecuado, el entorno podría ser negativo o el niño podría estar imaginándose otra cosa.
    • La mejor forma de lograr que tu hijo se abra contigo es que respetes de manera fundamental sus sentimientos y límites.
    • Si otras personas intentan hablarle a tu hijo, quizás piensen que es antisocial o que no le agradan. Es probable que ninguna de estas opciones sea cierta. En cualquier caso, asegúrate de ser sensible a la situación de tu hijo.
  10. Los niños autistas pueden tener dificultades con el lenguaje figurativo. Les cuesta trabajo entender el sarcasmo, los modismos y el humor. Asegúrate de ser literal y específico. Esto le facilitará más entenderte. [7]
    • Puedes introducir el lenguaje figurativo en su vida conforme vaya estando listo en términos de su desarrollo.
    • Si tu hijo parece estar confundido, tan solo prueba con reformular o explicar lo que hayas dicho. Si usaste una figura literaria, puedes explicarle su significado. Los niños autistas pueden aprender el significado de palabras y frases nuevas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Apoyar la comunicación

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  1. Las personas autistas y no autistas son diferentes y, por ende, si no eres autista, es posible que no entiendas de manera intuitiva la forma como tu hijo piensa y se comporta. No hay problema con que eso te frustre. Tomará tiempo, práctica y paciencia aprender a comprenderlo mejor.
    • Considéralo como los perros y los gatos: su comportamiento es diferente. [8] Si te preocupas todo el tiempo porque tu gato no mueve la cola ni escarba agujeros como un perro, quizás pienses que eres un mal dueño. Sin embargo, si te tomas el tiempo de aprender la forma como los gatos son únicos, con el tiempo podrías comprenderlos. No te culpes ni a ti ni al niño sino, en cambio, trabaja en aprender sobre las diferencias.
    • No dejes de prestar atención al lenguaje corporal del niño, leer recuentos personales de personas autistas e intentar conectar con él. Te resultará más fácil con la práctica.
    • Habla con un terapeuta si te resulta particularmente difícil.
  2. Mantente muy involucrado con el o los terapeutas de tu hijo y asegúrate de incluirlo en las conversaciones en donde sea apropiado. Es importante recordar que tu hijo procesa la información de forma diferente y, por ende, no puedes esperar que se comunique exactamente como los demás. Evita dejar que esto se convierta en un motivo para aislarlo. En cambio, involúcralo y estimúlalo.
  3. Las personas autistas y no autistas son diferentes, por lo que tu hijo necesitará ayuda adicional para aprender a entender a las personas no autistas que lo rodean. Asimismo, quizás tenga dificultades para comprender las convenciones sociales. Enséñale a tu hijo sobre el comportamiento no autista y ayúdalo a aprender a interactuar bien. Prueba con usar palabras, imágenes, juegos de roles o libros. [9]
    • Explícale las diferencias entre las personas autistas y no autistas de una forma no crítica. Por ejemplo, "A las personas no autistas les gusta el contacto visual, pero a las personas autistas les puede parecer incómodo. Si alguien cree que estableces contacto visual, pensará que lo escuchas y eres educado. Puedes fingirlo mirando la boca o la barbilla de la persona si te resulta más cómodo".
    • Respeta el lenguaje corporal singular del niño. Tu objetivo no es entrenarlo para que se comporte como alguien no autista sino ayudarlo a comprender a los demás y llevarse bien con ellos.
  4. Es posible que los niños autistas no digan nada cuando algo les moleste, ya sea porque no se les ocurre intentarlo o porque creen que a las personas no les importarán sus sentimientos. Si consideras que hay algo que le molesta al niño, pregúntale qué pasa. Estimula lo más posible las habilidades de autodefensa.
    • Si el niño parece angustiado, puedes decir "¿Qué puedo hacer para ayudar a que estés más cómodo?".
    • Podrías decir por qué consideras que hay un problema y luego preguntarle al respecto. Por ejemplo, "Estás escondido detrás de la planta. ¿Algo te molesta?".
    • Elógialo por decirte cuando haya algún problema. Por ejemplo, "Gracias por decirme que hay mucho ruido. Hiciste un buen trabajo al ser asertivo. ¿Quieres ir allá en donde está más tranquilo?".
    • Aunque no puedas arreglar lo que le moleste, consolarlo y demostrarle que te importa pueden marcar una diferencia.
  5. Habrá muchas ocasiones en las que tu hijo quiera participar pero podría tener dificultades. Toma consciencia de su presencia e inclúyelo. Aunque no responda, es importante que te esfuerces. Podría significar mucho para él.
    • Pregunta qué es lo que tu hijo quiere hacer. Quizás quiera unirse a los demás niños que juegan a la persecución o quizás le parezca muy ruidoso y prefiera alinear sus juguetes con tranquilidad. Evita exigirle demasiado a un niño reticente.
    • Es posible que la comunicación escrita funcione mejor para los niños autistas. Considera la escritura de cartas o las amistades en línea para tu hijo. [10]
    • Pregunta por las barreras sensoriales. Un niño autista podría vacilar en cuanto a unirse si el entorno parece hostil o abrumador. Quizás puedas hacer algún ajuste (por ejemplo, bajar el volumen de la música o darle un asiento a tu hijo en el rincón) para ayudar a que participe.
  6. Una excelente forma de fomentar el desarrollo de tu hijo es asegurarte de que otros adultos que suelan interactuar con él comprendan la situación. Involúcrate en la escuela de tu hijo, ya que es importante que las prácticas de comunicación permanezcan constantes. [11]
    • Incluso puedes enseñarles este y otros artículos de wikiHow.
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Método 3
Método 3 de 3:

Comprender la forma como los niños autistas son distintos

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  1. Las personas autistas simplemente no interpretan el mundo del mismo modo que las personas no autistas. Cuando tienen dificultades para interpretar las cosas, puede ser desafiante hablar, escuchar y entender. Sin embargo, las personas autistas aportan al mundo una perspectiva única e importante.
    • Por ejemplo, algunas personas podrían tener dificultades para comprender los mensajes hablados y preferir comunicarse por escrito. Quizás su dominio de la palabra escrita conduzca más adelante a novelas fascinantes o artículos muy perspicaces que hagan que el mundo sea un lugar más feliz y mejor informado.
  2. Los niños autistas suelen enfocarse en sus pasiones y no tienen tanto interés en otros temas de conversación. Esto no se debe a que les desagradas sino a una falta de interés en el tema en particular. En un extremo, es posible que a algunos niños no les interese para nada el tema.
    • Acostúmbrate a su lenguaje corporal cuando escuchan. Es posible que algunas personas autistas miren en otra dirección, estén inquietas o estén completamente calladas al prestar atención. Quizás de verdad tengan interés pero simplemente lo demuestren de una forma diferente.
  3. Es posible que las personas autistas no entiendan que están siendo groseras, no se den cuenta de que estás triste o ni siquiera se den cuenta de que quieres hablar con ellas. Si consideras que han pasado algo por alto, diles directamente qué es y ayúdalas a actuar sobre esa información.
  4. Quizás quieran participar en una actividad, pero no es inusual que un niño autista no tenga las habilidades sociales necesarias para unirse. Es posible que necesite entrenamiento en cosas como entablar conversaciones.
    • Son muy sociables a su modo, pero quizás sea necesario que averigües la forma de incluirlos más eficazmente.
  5. Esto no quiere decir que no puedan aprender. De hecho, muchas personas autistas aprenden de una forma inteligente y adaptable. Simplemente es cuestión de que aprendas a hablar su idioma. Durante este proceso, debes recordar que sus necesidades son únicas y no debes tratarlas despectivamente.
    • A los niños que tienen alalia puede serles beneficiosa la comunicación aumentativa y alternativa (CAA) incluso desde los 18 meses. Esto puede ayudarlos a comunicarse con mayor facilidad y podría cerrar la brecha mientras aprenden a hablar.
    • Algunas personas autistas tienen dificultades para encontrar las palabras que quieren decir. Ten paciencia y haz preguntas para ayudarlas a determinar lo que verdaderamente quieren decir.
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