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La vida está llena de decisiones, pero ¿qué puedes hacer cuando no sabes qué camino tomar? Sin importar qué decisión te cueste tomar, debes respirar hondo. wikiHow ha compilado una lista de estrategias útiles para ayudarte a determinar el siguiente paso. Puede parecerte abrumador no saber qué hacer, ¡pero recuerda no perder la confianza en ti mismo!

Cosas que debes saber

  • Redacta una lista de cosas que más disfrutas para que puedas priorizar actividades y pasatiempos que te ayuden a sentirte bien al tomar una decisión.
  • Replantea las ventajas como objetivos y las desventajas como miedos para ayudarte a sopesar tus opciones con mayor claridad.
  • Comprende que sentirte incómodo o agobiado por una decisión es completamente normal, ya que significa que la situación te importa profundamente.
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Practica la gratitud

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  1. Prueba hacer una lista de todas las cosas en tu vida por las que te sientes agradecido. Pueden ser cosas grandes o pequeñas, como tu familia o los macarrones con queso. Cuando te sientas agobiado, revisa tu lista para reconocer que existe mucho por lo que debes sonreír y que una decisión no necesariamente cambiará todo eso. [1]
    • En lugar de centrarte en lo que puedes perder, debes hacerlo en todo lo que posees.
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Mejora tu cuidado personal

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  1. Un poco de cuidado personal puede resultar de gran ayuda, en especial si tu autoestima está baja. Puede ser fácil sentirte inseguro de tus decisiones si dudas constantemente de ti mismo, así que debes combatir los pensamientos negativos con cosas positivas. Haz algo por ti mismo: mira tu película favorita, toma un baño largo o sal a caminar con tranquilidad.
    • El cuidado personal no tiene por qué ser demasiado elaborado ni costoso. ¡Simplemente puedes realizar actividades que te hagan sentir bien!
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Realiza una actividad que te ayude a sentirte bien

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  1. Cuando la vida se vuelve agobiante, es probable que creas que no tienes tiempo para divertirte o relajarte, ¡pero esto no es verdad! Trata de incorporar pasatiempos y actividades que disfrutes en tu vida diaria. Incluso hacer algo que te guste durante 30 minutos al día puede ayudarte a aumentar la productividad y a sentirte bien .
    • La actividad no tiene que ser grande. Puede ser tan simple como colorear, mirar televisión o cocinar con tu pareja.
    • Tomarte el tiempo para reconocer aquello que te hace feliz puede ayudarte a crear un plan para sentirte más feliz en el futuro, en especial cuando se trata de tomar decisiones difíciles.
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Evalúa tus miedos

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  1. Cuando se te asigna una decisión, puede ser fácil vacilar constantemente en tu cabeza, lo que te conduce a la procrastinación. Tómate un tiempo para escribir las ventajas y desventajas de cada decisión que debes tomar. Luego, pregúntate por qué temerías una elección más que la otra. ¿Los temores o desventajas de una elección superan las ventajas de la otra?
    • Piensa en las ventajas como objetivos y en las desventajas como miedos. A veces, reformular tus pensamientos puede ayudarte a ver las cosas con mayor claridad.
    • Por ejemplo, puedes preguntarte lo siguiente: “¿Mi miedo a perder dinero y tiempo de calidad supera mi objetivo de conseguir el trabajo de mis sueños?”
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Concéntrate en el objetivo final

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  1. Puede resultarte sencillo quedarte atrapado en dudas acerca de tomar la decisión equivocada, pero esta mentalidad puede hacer que tomar una decisión en lo absoluto sea mucho más difícil. En lugar de centrarte en lo que te preocupa ahora, concéntrate en adónde te llevará cada elección: ¿cuál es el objetivo final? [2]
    • Por ejemplo, si te están entrevistando para un nuevo trabajo y tu objetivo es ascender en la jerarquía. Trata de centrarte menos en la logística del trabajo. En lugar de eso, concéntrate en cómo el nuevo rol te ayudará a llegar hasta donde deseas.
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Ten siempre presentes tus valores

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  1. Cada elección que realices te ayudará a crecer y evolucionar. Si no estás seguro de qué camino tomar, pregúntate lo siguiente: “¿Qué tipo de persona quiero ser? ¿Qué valoro más en la vida? ¿Cuáles son mis intereses? Tus valores moldean quién eres y, si una elección va en contra de uno de tus valores fundamentales, es probable que no sea la elección correcta para ti. [3]
    • Por ejemplo, si valoras la familia, aceptar un trabajo con un horario que interfiera con el tiempo familiar podría no ser lo ideal para ti.
    • Quizás valoras la educación e ir a una fiesta en una noche escolar podría afectar tu desempeño en un examen importante.
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Pide consejo u orientación

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  1. Acude a alguien en quien confíes (un mentor, padre, terapeuta o amigo) y pregúntale si tiene tiempo para conversar. Coméntale la situación y qué decisión tienes que tomar. A veces, exponer las cosas en voz alta puede ayudarte a organizar tus pensamientos y conseguir una nueva perspectiva. Además, ese ser querido de confianza puede brindarte información adicional. [4]
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Acepta la incomodidad

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  1. Lo que sientes ahora es normal y no estás solo. Es difícil tomar decisiones, pero sentirte nervioso, ansioso o abrumado significa que estás tomando el camino correcto porque no te sentirías así si no significara mucho para ti. Replantea tu malestar como algo que puedes superar en lugar de un indicio para detenerte. [5]
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Deja de compararte con los demás

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  1. Quedarte atrapado comparándote con los demás puede ser fácil, pero entiende que tu trayecto no es como el de los demás. Debes moverte a tu propio ritmo y concentrarte en lo que es mejor para ti , en lugar de distraerte con los objetivos de los demás. [6]
    • Recuerda que, lo que hace feliz a otra persona no necesariamente te hará feliz a ti, ¡y eso está bien!
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Duerme por tu propia elección

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  1. ¿Quién dice que tienes que tomar una decisión al instante? Permítete dormir por tu propia elección para que puedas evaluar tus metas y reflexionar sobre tus decisiones. Tomarte un momento para tranquilizarte y pensar realmente las cosas puede impedir que tomes una decisión apresurada. [7]
    • Está perfectamente bien no saber qué hacer o decir.
    • No tengas miedo de pedir más tiempo para tomar una decisión. Contar con un periodo para saber cuándo necesitas una respuesta puede ayudar a aliviar la ansiedad.
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Arriésgate

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  1. A veces, no hay una respuesta clara y simplemente tienes que seguir tu instinto. ¡No tengas miedo de arriesgarte, probar cosas nuevas y experimentar! La vida es un proceso de prueba y error, así que piensa en cada decisión que tomes como una experiencia de aprendizaje. [8]
    • Por ejemplo, si no estás seguro de en qué deseas especializarte, puedes tomar clases en los campos que te interesan y verificar con qué te va mejor.
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Fluye con la corriente

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  1. No es necesario que todas las decisiones sean claras o prolongadas. Si has estado indeciso acerca de una elección durante unos días, considera la posibilidad de dejar que otra persona tome las riendas. Busca indicios que apunten a una decisión u otra y mantente abierto a todas las posibilidades. [9]
    • Seguir la corriente no significa dejar de lado todo el control. Simplemente significa observar y aceptar lo que sucede a tu alrededor.
    • Como Epícteto dijo una vez: “No busques que todo suceda como deseas que suceda, sino más bien desea que todo suceda como realmente debe suceder, entonces tu vida fluirá bien”.

Entrevista a especialista

Gracias por leer nuestro artículo! Si deseas conseguir más información sobre la toma de decisiones, consulta nuestra entrevista con Rebecca Tenzer .

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