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Hoy en día, es buena idea saber algo de defensa personal . La mayoría de las maniobras de defensa personal se enfocan en sacudirse al atacante para tener oportunidad de escapar, pero también hay algunas que pueden noquearlo si se ejecutan correctamente. Sigue leyendo para aprender a ejecutar algunas de estas maniobras.

  1. Sujeta al atacante por la camisa. Utiliza ambas manos para sujetar al atacante por la camisa, en el centro del pecho justo bajo el cuello.
    • La manera más efectiva para darle un cabezazo a alguien es agarrarlo en un movimiento de latigazo. Para hacerlo, necesitas empujar al atacante y luego tirar de su camisa.
    • Evita sujetar al atacante por detrás del cuello. El instinto natural es agarrar al atacante por detrás del cuello y bajar la cabeza para dar el cabezazo, pero el problema es que el cuello y los hombros se tensan naturalmente cuando te agarran por detrás del cuello, lo que hace mucho más difícil tirar de la persona.
  2. Utiliza todo tu peso para empujar al atacante hasta que su torso se incline hacia atrás.
    • Este movimiento hará que el atacante pierda el equilibrio y que sus hombros se suelten.
    • Como este movimiento probablemente sea inesperado, también tendrás a tu favor el elemento sorpresa.
  3. Tan pronto como el atacante relaje los hombros utiliza los brazos para tirar del atacante hacia tu cabeza.
    • Con los hombros relajados de esa manera, los brazos del atacante se abrirán de manera natural, lo que le impedirá utilizarlos para bloquear el cabezazo.
  4. Golpea rápidamente con la parte derecha o izquierda de la coronilla, ya que, si utilizas la parte del medio, podrías romperte la cabeza. Mientras atraes al atacante hacia ti, baja la parte superior de tu cabeza para que se estrelle contra su nariz mientras cae.
    • Golpea con la coronilla. No utilices la frente.
    • La nariz es un punto sensible a la presión y, si la golpeas con la suficiente fuerza, podrás dejar inconsciente a la otra persona.
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Método 1
Método 1 de 4:

El gancho [1]

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  1. Párate directamente frente a él para que el centro vertical de tu cuerpo se alinee con el de tu atacante.
    • Al ejecutar el gancho , necesitarás subir el brazo por esta línea central hasta llegar al mentón del atacante. Tendrás que colocarte en una posición en la que tienes acceso a la línea central de su cuerpo.
  2. Utilízala para bloquear y golpear el bloqueo de tu atacante. Mantén la mano cerca de su línea visual para que atraiga su atención.
    • Mantener esta mano libre te permitirá defenderte de los golpes de tu atacante y también hará que su atención se aleje de tu mano dominante.
  3. Balancea tu brazo dominante a lo largo de la línea central de tu atacante con los dedos ligeramente doblados, exponiendo la palma de tu mano hacia la cara del atacante.
    • No cierres el puño.
    • La palma de la mano se ubica justo sobre la muñeca y debes dirigirla hacia el mentón de tu atacante.
  4. Golpea justo abajo del mentón, lo que sacudirá bruscamente su cabeza hacia atrás y le hará perder el conocimiento.
    • Golpear al atacante en este punto hará que su cabeza vaya hacia atrás y pellizcar los nervios de la parte superior de la columna vertebral, lo que le hará desmayarse.
    • Utilizar la palma de la mano te dará un área mayor en la lucha sin guantes. También protegerá tus dedos y toda tu mano, previniendo el daño a la única "arma" de la que dispones en la lucha.
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Método 2
Método 2 de 4:

Golpe a la nariz

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  1. Puedes golpear la nariz de tu atacante si está frente a ti o detrás tuyo, pero el movimiento que utilices variará dependiendo de tu posición inicial . [2]
    • Si tu atacante está frente a ti, tendrás que moverte hacia adelante.
    • Si tu atacante está detrás de ti, tendrás que atacar mientras giras para enfrentarlo.
  2. Cuando te encuentres cara a cara con tu atacante, abre la mano y golpea hacia adelante, golpeando la base de la nariz y empujándola hacia atrás.
    • Utiliza tu peso durante el ataque para aplicar la mayor fuerza posible.
    • Este movimiento ocasiona que la cabeza de tu atacante se sacuda hacia atrás, lo que presionará los nervios de la columna vertebral y, si se ejecuta con la fuerza suficiente, ocasionará que pierda el conocimiento.
  3. Si el atacante está detrás de ti, dobla el brazo y levántalo para que tu codo apunte a su cara. Gira tu torso para lanzar tu codo hacia el lado de la nariz del atacante.
    • El lado central de la nariz, en ambos lados, son otros puntos sensibles a la presión. Si golpeas con fuerza suficiente, puedes romper la nariz y hacer que el atacante caiga inconsciente.
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Método 3
Método 3 de 4:

Golpe en el cuello

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  1. Esta técnica funciona especialmente bien cuando tu atacante viene por un lado, pero si tu atacante viene de un ángulo diferente, tendrás que rotar tu postura hasta que tu hombro se alinee con el centro vertical de su cuerpo. [3]
    • Ten en cuenta que puedes utilizar cualquiera de los lados de tu cuerpo para este ataque, pero podrás aplicar más fuerza si giras el cuerpo para que tu lado dominante se enfrente al atacante.
  2. Cuando tu atacante vaya hacia ti, da un paso adelante con el pie más cercano a él, lo que desplazará todo el peso de tu cuerpo sobre ese punto.
    • Necesitas entrar en el ataque de tu agresor, no alejarte de él.
    • Esta maniobra solo funciona si el atacante está en la ofensiva y viene hacia ti activamente. Su función es utilizar la fuerza del atacante para infringirle daño.
  3. Levanta el codo al tiempo que entras en el ataque de tu oponente para que se encuentre con la manzana de Adán en cualquier lado del cuello.
    • Si golpeas la manzana de Adán desde un ángulo de 45 grados, puedes lograr que tu atacante se desplome.
    • Incluso si no consigues golpear el punto sensible a la presión, la fuerza del impacto puede bastar para quitártelo de encima.
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Método 4
Método 4 de 4:

Rodillazo en la cabeza

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  1. Párate con los pies separados a la altura de los hombros y las rodillas ligeramente dobladas. Tu pie no dominante debe estar ligeramente frente a tu pie dominante y tus manos deben estar levantadas, listas para moverse. [4]
    • Colocarte de esta manera mantiene tu centro de gravedad en el centro de tu postura, lo que te permitirá mantener el equilibrio perfectamente.
    • Ten en cuenta que esta maniobra se puede ejecutar incluso aunque no estés en una postura equilibrada y defensiva, pero tendrás más posibilidades de dejar a tu atacante sin sentido si comienzas desde esta postura.
  2. El atacante debe estar agachado y a no más de media pierna de distancia.
    • Puedes hacer que el atacante baje la cabeza con un rodillazo en la entrepierna o con una patada rápida en la espinilla.
    • Esta maniobra generalmente funciona mejor si tu atacante está ya doblado y con la guardia baja. Tendrá menos eficacia si ya está en frente de ti e intentando levantarse.
  3. Presiona los dos hombros del atacante con la palma de las manos.
    • Utiliza todo el peso de la parte superior de tu cuerpo en este gesto para poder aplicar la máxima fuerza posible.
    • Mantén la postura de tus piernas para conservar el equilibrio mientras te preparas para dar el golpe de gracia.
  4. 4
    Levanta rápidamente la rodilla mientras llevas a tu atacante hacia abajo. Mientra bajas los hombros del atacante, lleva tu rodilla dominante hacia adelante para golpear al atacante en la nariz o el mentón. Error en la cita: Closing </ref> missing for <ref> tag
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, incluso si se ejecuta en un contexto supuestamente "seguro" como el boxeo. Lo ideal es que estas técnicas se utilicen solo para la defensa personal. Si deseas practicar antes de utilizarlas, hazlo con un muñeco o maniquí inanimado, o con la guía de un entrenador de defensa personal profesional.

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