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Por lo general, se cree que los perros toleran más el dolor que las personas, lo cual puede dificultar el darse cuenta de cuándo un perro tiene dolor. Algunos perros te demostrarán que sienten dolor, mientras que otros pueden ser muy serenos y hacer que sea difícil determinarlo. [1] Muchas veces, los perros hacen lo posible por ocultar su dolor, ya que ello se trata de un mecanismo natural de supervivencia. Sin embargo, hay muchas formas de determinar si tu perro tiene dolor. Mientras más pronto puedas detectarlo, más pronto podrás buscar ayuda. Esto te permitirá evitar que los problemas menores se conviertan en problemas mayores.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Buscar cambios corporales

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  1. Uno de los signos más obvios de dolor es cojear. La cojera ocurre cuando duele poner peso sobre una pata. [2]
    • Si una pata le causa dolor, es menos probable que la use y a veces, podría apoyarse en las otras tres patas.
    • Los perros con dolor también se desplazarán menos. [3]
  2. Aparte de cojear, es posible que veas otros cambios en la movilidad. Por ejemplo, tu perro podría tener dificultades para levantarse o acostarse. También podría desplazarse con más lentitud que lo usual o mostrar una reticencia a realizar ciertas actividades. [4]
    • Dudar en subir o bajar escaleras, correr o saltar, puede ser un signo de dolor.
  3. Nota la posición en que tu perro sostiene su cabeza o cola. Cualquier variante en su postura normal (por ejemplo, una cola colgante o metida en un perro que normalmente tiene una cola activa) puede indicar dolor. [5]
    • Si tu perro sostiene una pata de forma distinta a lo habitual, ello podría ser un signo de que siente dolor.
    • El dolor también podría hacer que tu perro se pare con la espalda arqueada o que esté muy rígido al momento de pararse o desplazarse.
  4. Si tu perro tiene dolor, podrías ver un aumento en el ritmo de su respiración o un jadeo intenso. [6]
    • Un perro que jadea constantemente (sobre todo cuando hace frío) podría sentir dolor.
  5. Sus ojos pueden decirte mucho sobre cualquier dolor que podría experimentar. Si hay dolor en la zona de los ojos, podrías ver que entrecierra los ojos, que hay un enrojecimiento, una nubosidad (como una capa blanca en el ojo) o una secreción. [7]
    • También podría frotarse la zona que le duele. Si tu perro se frota alrededor de sus ojos con frecuencia, esto podría indicar incomodidad en dicha área.
    • Los ojos también pueden darte un indicio sobre dolor en otras zonas. Entrecerrar los ojos puede ser un signo de dolor en la zona de los ojos, pero algunos perros también entrecierran los ojos cuando experimentan dolor en cualquier otra parte del cuerpo.
    • Las pupilas dilatadas también pueden indicar que tu perro tiene dolor. [8]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Buscar cambios conductuales

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  1. El dolor puede cambiar la conducta de un perro. Incluso un perro amigable que siente mucho dolor será más propenso a morder. [9]
    • Incluso un perro que nunca antes ha mordido podría hacerlo cuando se acercan a él si experimenta un dolor significativo.
    • Un perro con dolor también puede morder si tocas o mueves la zona adolorida. [10] Cuando tocas una zona adolorida, su respuesta natural es voltearse hacia dicha zona. El perro podría tratar de morder por instinto.
    • Primero podrías ver signos de alarma como gruñir. Un perro a punto de morder podría colocar sus orejas hacia atrás o mostrar los dientes. Este es un mecanismo de protección natural que el perro puede usar para evitar sentir más dolor. [11]
  2. Un perro adolorido podría reducir su consumo de alimentos. Si disminuye su apetito de forma repentina, esto puede ser un signo de dolor. [12]
    • Un perro con dolor en la boca también podría dejar caer la comida al momento de comer. [13]
  3. Un perro con dolor podría experimentar agitación o incapacidad de sentirse cómodo. Algunas manifestaciones de ello son: caminar de un lado a otro, reajustar su posición una y otra vez o levantarse y acostarse con frecuencia. [14]
  4. Un perro adolorido podría experimentar cambios en su horario de sueño normal. Podría dormir más que lo normal [15] o tener problemas para dormir. [16]
  5. Las vocalizaciones poco usuales (incluyendo gemir, lloriquear, dar pequeños ladridos e incluso gruñir) pueden ser signos de dolor. [17]
    • Dichos sonidos podrían relacionarse con movimientos particulares, como cuando se levanta por primera vez en la mañana. Ello puede darte una idea sobre la naturaleza del dolor. [18]
    • Un perro que usualmente es expresivo con su voz también podría volverse callado de un momento a otro. [19]
  6. Las conductas evasivas como esconderse o huir del contacto con la gente u otros animales son comunes en los perros adoloridos. [20] Dichas conductas constituyen esfuerzos para evitar situaciones potencialmente dolorosas.
    • Si tu perro aleja su cabeza cuando tratas de acariciarlo o hace otros movimientos para evitar que lo toques, esto podría indicar que siente dolor. Presta atención a dichas conductas si a tu perro normalmente le gusta que lo toquen.
    • Estas conductas pueden acompañar a un perro más retraído y menos interactivo que lo normal.
    • También podrías notar una actitud de depresión o falta de lucidez mental si tu perro experimenta dolor. [21]
    • Ten en cuenta que algunos perros podrían buscar más atención en vez de evitarla, si tienen dolor. [22] Por ello, debes prestar atención a conductas evasivas o a una excesiva búsqueda de atención.
  7. Conocer sus hábitos normales para ir al baño puede ayudarte a reconocer una gran cantidad de distintos problemas.
    • Cuando un perro siente dolor, podrías notar que muestra una postura distinta al momento de orinar o defecar. Por ejemplo, un perro macho que normalmente levanta su pata para orinar, podría dejar de hacerlo.
    • Además, puedes ver un cambio en la frecuencia con que tu perro necesita ir al baño. También podría hacer sus necesidades involuntariamente si para él es doloroso llegar a la zona donde acostumbra a hacerlo.
    • El dolor también puede cambiar la consistencia de las heces de un perro, debido al estrés relacionado con ello. Además, puede provocar estreñimiento. [23]
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Consejos

  • Ten cuidado con empeorar el dolor. En ocasiones, debes encontrar el dolor para saber que está allí. Con un perro, a veces la única forma de lograrlo es tocar o mover una zona que puede provocar dolor. Es posible que hayas visto a tu veterinario hacerlo al momento de examinar a tu perro, pero los veterinarios están capacitados para ello sin causar mayores lesiones. Pero, podrías lastimar a tu perro al tratar de diagnosticarlo por tu cuenta ya que careces de dicha capacitación.
  • Tu objetivo no necesariamente debe ser localizar el dolor, sino determinar si tu perro tiene dolor. Una vez que obtengas una respuesta, es momento de consultar con tu veterinario para encontrar posibles soluciones.
  • Muchos de los signos de dolor en un perro son sutiles. Es mucho más fácil detectar dichos cambios sutiles si sabes lo que es normal. Si eres consciente de las actividades y conductas normales de tu perro, reconocerás cualquier cambio con más facilidad. [24]
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Advertencias

  • No trates de medicarlo en casa sin haber recibido instrucciones de tu veterinario. Los medicamentos para seres humanos contra el dolor y la inflamación pueden ser peligrosos para los perros, en especial si las dosis son erróneas.
  • Además, si sospechas que tu perro siente dolor, pero no estás seguro de ello, acude a tu veterinario.
  • Aunque todos los signos mencionados anteriormente pueden sugerir que tu perro está sufriendo de dolor, algunos de ellos también podrían indicar otros problemas. Si cualquiera de dichos signos persiste o empeora entre 24 y 48 horas, consulta con tu veterinario.
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