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La salvia es una hierba leñosa y perenne que será un complemento excelente tanto para tu jardín como para tu cocina. Pódala en primavera para asegurarte de que crezca saludablemente. Cosecha sus hojas tanto como lo necesites o en grandes cantidades, secándolas y almacenándolas para usarlas más adelante.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Podarla

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  1. No se aconseja podarla en otoño o invierno. Si la podas, se desarrollará un nuevo crecimiento que será vulnerable al frío. Esto puede causar que se dañe o muera. Poda estas plantas en primavera, justo cuando las nuevas hojas empiecen a aparecer. [1]
    • Se pueden confundir fácilmente los tallos leñosos vivos con los muertos si los podas demasiado pronto. Por lo tanto, es mejor esperar a que el nuevo crecimiento aflore antes de empezar.
  2. Usa unas tijeras simples o de jardinería afiladas para cortar los tallos de la planta justo por encima del nuevo crecimiento. Es probable que las plantas que se dejen crecer más alto se caigan y las hojas inferiores se dañen. Asegúrate de que aún haya brotes en los tallos restantes. Pódalos menos para asegurarte de ello si es necesario. [2]
    • Poda la mitad de la planta para asegurarte de que rejuvenezca.
  3. Puedes realizar un mantenimiento básico en las plantas durante todo el año al sacar las hojas muertas o en proceso de morir cuando las veas. Pincha con cuidado y saca las hojas con una tonalidad amarilla, marchitas o secas. Si es necesario, usa unas tijeras simples o para podar, y corta los tallos y saca las hojas muertas. [3]
  4. Podar demasiado las plantas jóvenes que están creciendo puede dañarlas. Enfócate mayormente en sacar las hojas dañadas o marchitas durante el primer año. Sé prudente al cortar las ramas en primavera para asegurarte de que la planta sea fuerte durante las temporadas más frías. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Cosechar las hojas

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  1. Por lo general, se recomienda empezar la cosecha por la mañana. Para hacerlo, pellizca la parte inferior de cada hoja con el pulgar y el índice. Tira de la hoja con cuidado hasta que se separe del tallo. Esta acción debe sacarla de forma sencilla y no dañar el tallo. [5]
    • Puedes cosechar las hojas de esta planta en cualquier momento del año. [6]
    • Aparta las hojas secas, muertas o amarillas de las saludables que planees mantener.
  2. La salvia es una planta leñosa y sus tallos pueden ser duros algunas veces. Si no puedes arrancar las hojas con facilidad, sácalas con unas tijeras afiladas simples, para hierbas o de jardinería. Cortas los tallos justo por debajo de las hojas de manera limpia y pareja. [7]
    • Asegúrate de usar tijeras simples o de jardinería afiladas para evitar dañar o aplastar los tallos de la planta.
  3. Para cosechar la salvia en grandes cantidades, es más eficiente sacar todos los tallos con las hojas aún unidas a ellos. Córtalos aproximadamente de 7,5 a 12,5 cm (de 3 a 5 pulgadas) por debajo de las puntas. Sujeta los tallos con el pulgar e índice, y realiza los cortes con unas tijeras simples o de jardinería afiladas. [8]
    • Saca las hojas muertas o dañadas que veas cuando coseches los tallos para que las hierbas sean lo más saludables posible.
    • Puedes almacenar estos tallos y sacar hojas individuales a medida que lo necesites.
    • También puedes volver a plantar los tallos de esta planta para propagar un nuevo crecimiento.
  4. Coloca las hojas en un colador y ponlo en el lavabo. Enjuaga las hojas por completo con agua fría. Luego, colócalas entre dos toallas de papel para secarlas. [9]
  5. Es preferible agregar las hojas de salvia recién recogidas a las comidas justo después de cortarlas. Esta planta les da un sabor genial a las carnes, los guisos y los rellenos. Asimismo, puedes prepararla como té medicinal. Deshazte de las hojas de salvia después de una semana si no las has usado. [10]
    • Ten en cuenta que esta planta es una hierba potente. Por lo tanto, una pequeña cantidad bastará para darles mucho sabor a tus comidas.
  6. Si quieres secar esta planta, cuelga los tallos o esparce las hojas sobre una toalla de papel para que se sequen en un lugar fresco con poca humedad. Deja que se asienten por 2 a 3 semanas. Una vez que estén secas, colócalas en un contenedor hermético y almacénalas en un lugar oscuro sin luz. [11]
    • Una vez que las hojas estén secas, podrás triturarlas fácilmente con las manos si deseas almacenarlas de esa forma.
    • La salvia seca tiene un sabor más fuerte que la fresca, así que úsala moderadamente para evitar condimentar demasiado tus comidas.
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Consejos

  • Desinfecta las herramientas con alcohol isopropílico antes y después de usarlas.
  • Enjuaga la salvia por completo con agua tibia antes de consumirla o cocinar con ella. Esto es importante sobre todo si has usado algún insecticida o fungicida mientras la planta crecía.
  • No plantes la salvia cerca de los pepinos, ya que impedirá su crecimiento. [12]
  • Reemplaza las plantas cada 4 a 5 años para asegurarte de que las hierbas tengan la mejor calidad posible.
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