La salsa blanca (también conocida por su nombre francés, “bechamel”) [1] X Fuente de investigación es una salsa sencilla y a la vez versátil que casi siempre es una de las primeras recetas que se les enseñan a los estudiantes de cocina. Esta salsa queda deliciosa en diversos platillos, por ejemplo, los hechos a base de pollo y verduras, pero también es la base de recetas más complejas, tales como la salsa a lo alfredo y los soufflés. Prepara tu propia salsa blanca deliciosa y cremosa con el paso 1 a continuación.
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocción: 10 minutos
- Tiempo total: 15 minutos
Ingredientes
Para salsa blanca básica:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 3 cucharadas de harina
- 1 taza de leche (opcional caliente)
- 1/4 cucharadita de sal
- Pizca de pimienta blanca
- Pizca de nuez moscada (opcional)
Para salsa a lo alfredo para pasta:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo (machacado)
- 1 taza de crema de leche
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
- 1/4 taza de queso crema para cocinar
- 1/2 taza de queso parmesano (rallado)
- 1/4 taza de queso asiago (rallado)
- Vino blanco seco
Pasos
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Derrite la mantequilla. En una cacerola de fondo pesado, derrite la mantequilla a fuego lento a medio en la estufa. Cuando la mantequilla esté derretida, procede de inmediato a realizar el siguiente paso y no dejes que se siga reduciendo. [2] X Fuente de investigación
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Bate la harina, la sal y la pimienta. En un tazón separado, mezcla apenas la harina, la sal y la pimienta. Bate esta mezcla con la mantequilla derretida hasta que obtengas una pasta suave.
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Cocínala hasta que le salgan burbujas. Caliéntala a fuego medio hasta que le salgan burbujas y no dejes que se dore: aproximadamente 1 minuto. Esta mezcla de grasa y harina se denomina “roux” y puede emplearse como base o como espesante en diversas recetas, desde gumbo hasta otras sopas espesas.
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Calienta la leche (opcional). No es obligatorio calentar la leche antes de agregarla a la salsa blanca, pero hacerlo ayudará a garantizar que el producto final sea suave como la seda. Si lo deseas, calienta la leche en una cacerola aparte a fuego lento hasta que salgan burbujitas en los bordes, luego retírala del fuego.
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Agrega la leche lentamente. Vierte y revuelve la leche en la mezcla de roux. Para mayor suavidad, lo ideal es agregar un chorro de leche, revolver hasta que esté completamente incorporado a la salsa y luego repetir. Si echas toda la leche, es probable que no se absorba por completo, lo cual ocasionaría que la salsa tenga grumos y no esté del todo uniforme. [3] X Fuente de investigación
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Bátela hasta que esté suave. Cuando hayas echado toda la leche, revuelve ligeramente la salsa con un batidor; asegúrate de desintegrar toda parte sólida. Sigue batiendo hasta que toda la salsa esté uniforme.
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Cocínala hasta que esté espesa y suave. Lo único que tienes que hacer es cocer la salsa hasta que se reduzca a la textura que desees. Cuécela unos 2 a 3 minutos adicionales, batiendo con frecuencia y probando la uniformidad de la salsa. [4] X Fuente de investigación Si es necesario, echa más sal y pimienta al gusto. Esta receta es para 4 porciones.
- Cuando la salsa enfríe, podría aparecerle una capa poco agradable. Para evitar que aparezca, cúbrela con papel parafinado o vierte encima una capa delgada de leche antes de refrigerarla.
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Trata de personalizar tu salsa. Una de las características más útiles de la salsa blanca básica es que es muy fácil de modificar. Por ejemplo, si quieres que tenga un sabor más intenso, prueba echarle chile rojo. También, para que tenga un sabor suculento a queso, échale queso cheddar rallado. Puedes experimentar con muchos sabores, porque el sabor original de la salsa es neutro: la mayoría de los ingredientes comunes será un buen complemento.
- Nota: la receta de la siguiente sección es una modificación de la salsa blanca básica. Es la salsa de pasta a lo alfredo. Esta salsa tiene unos cuantos ingredientes adicionales, pero no lleva harina.
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Derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva. Añade la mantequilla y el aceite de oliva a una cacerola de fondo pesado. Caliéntala a fuego lento a medio hasta que la mantequilla esté completamente derretida, pero no debe humear ni estar de color marrón.
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Agrega el ajo, la crema de leche y la pimienta. Agrega el ajo machacado y la salsa espesa a la cacerola. Bate hasta que esté bien integrado. [5] X Fuente de investigación Agrégale pimienta (al gusto) y cuece a fuego lento. Bate con frecuencia. br>
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Agrega los quesos. Añade el queso crema, el parmesano y el asiago. Revuelve para que todo esté bien combinado; asegúrate de que todos los quesos se hayan derretido por completo antes de continuar.
- En este paso tienes mucha libertad: puedes agregar más queso o menos dependiendo del balance que más te gusta. Por ejemplo, algunos chefs prefieren usar mozzarella o agregan un toque de queso cheddar blanco ácido para más sabor.
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Añade vino al gusto. Agrega un chorro de vino blanco seco a la salsa, luego revuelve para que todo se incorpore. Después de que se absorba el vino, prueba la salsa. Dependiendo de tus gustos, podrías echarle más vino, pero recuerda que echarle demasiado podría dejar la salsa muy líquida, lo cual implica que tendrás que reducirla durante más tiempo.
- Puedes usar uvas en polvo o jugo de uvas en lugar del vino. Estos tienen casi el mismo efecto.
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Reduce la salsa a fuego lento. Si no cueces la salsa a fuego lento, entonces baja el fuego, luego deja que se reduzca gradualmente y revuelve con frecuencia. Esto último es vital, ya que estará relativamente espesa; la salsa a lo alfredo es muy susceptible a pegarse y quemarse. El producto final deberá ser espeso, cremoso y con mucho sabor, pero no gomoso ni sólido. Cuando obtengas el nivel deseado de espesura, retira de inmediato la cacerola del fuego y sírvela con pasta. Esta receta es para 4 a 6 personas.
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Listo.Anuncio
Consejos
- Añade queso para hacer una salsa de queso tipo Mornay.
- Duplica las cantidades y usa la que necesites.
- Si le salen grumos, pásala por un colador.
- Ten leche caliente a la mano en un vaso o jarra fácil de agarrar para que te sea más cómodo verterla.
- No reemplaces la pimienta blanca por pimienta negra. Así evitarás esas indeseables "manchitas negras".
- Calienta la leche en una taza medidora apta para microondas. Echa y bate la mezcla de harina.
- Otra variante consiste en sofreír un poco de cebolla rallada en la mantequilla. Sólo procura en este caso evitar que se dore.
- Añade más harina o fécula de maíz si la quieres más espesa (como para hacer croquetas) o más leche si la quieres más líquida (para preparar lasaña, canelones o para gratinar verduras).
- Reemplaza el vino con jugo de uva para tener una versión islámica de la salsa a lo alfredo.
- Normalmente se suele emplear mantequilla o margarina, sin embargo, es mejor emplear la mantequilla láctea ya que da mejor sabor. La margarina es más proclive a saber a grasa rancia.
Advertencias
- No dejes que la mantequilla se queme ni se oscurezca. Los mejores resultados se obtienen a una temperatura uniforme.
- Cuando añadas la crema de leche y los quesos caliéntala pero no dejes que hierva . De lo contrario se te cortará.
Referencias
- ↑ https://www.epicurious.com/recipes/food/views/white-sauce-or-bechamel-sauce-40046
- ↑ https://www.seriouseats.com/recipes/2016/09/bechamel-white-sauce-recipe.html
- ↑ https://www.foodnetwork.com/recipes/bechamel-sauce-recipe-1956748
- ↑ https://www.allrecipes.com/recipe/139987/basic-bechamel-sauce/
- ↑ https://www.allrecipes.com/recipe/22831/alfredo-sauce/
Acerca de este wikiHow
Para hacer una salsa blanca básica, primero derrite 2 cucharadas de mantequilla en una sartén a fuego medio. Luego añade 2 cucharadas de harina multipropósito y bate hasta que la mezcla esté suave. Vierte 1 taza de leche y sigue batiendo hasta que la salsa se espese. Por último, añade un poco de sal y una pizca de pimienta blanca. Para hacer una salsa blanca con queso, agrega ½ taza de queso rallado en una cacerola después de añadir la leche. Si quieres aprender a hacer una salsa Alfredo para combinar con la pasta, ¡sigue leyendo!