La hemorragia posparto se define como un sangrado vaginal en cantidades anormales luego de un parto. Este sangrado puede ocurrir 24 horas después del parto o después de unos pocos días. Hoy en día, la hemorragia posparto es la principal complicación después de un parto y causa el 8% de las muertes entre las mujeres que han dado a luz. Las cifras de muerte por hemorragia posparto son mucho más altas en los países subdesarrollados o en desarrollo. Sin embargo, es normal tener cierta cantidad de sangrado (conocido como loquia) después de dar a luz a tu bebé. Generalmente, este sangrado dura unas pocas semanas. Es importante aprender a diferenciar a tiempo la hemorragia posparto de la loquia para evitar complicaciones.
Pasos
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Conoce cuáles son las condiciones que pueden causar una hemorragia posparto. Muchas condiciones que ocurren antes, durante o después de dar a luz pueden ocasionar una hemorragia posparto. Algunas de estas condiciones requieren que se haga un seguimiento de la mujer durante y después del alumbramiento para descartar la hemorragia posparto. Es importante saber sobre estas condiciones que aumentan las posibilidades de que la mujer sufra esta complicación.
- Placenta previa, desprendimiento de la placenta, retención de la placenta y otras anormalidades de la placenta
- Embarazos múltiples
- Preeclampsia o presión sanguínea elevada durante el embarazo
- Historia de hemorragia posparto en un alumbramiento anterior
- Obesidad
- Anormalidades del útero
- Anemia
- Cesárea de emergencia
- Sangrado durante el embarazo
- Trabajo de parto de más de 12 horas
- Peso del bebé al nacer de más de 4 kg
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Debes saber que la atonía del útero causa pérdidas de sangre importantes. La hemorragia posparto o la pérdida de sangre después de un alumbramiento es una de las principales causas de muerte materna en el mundo, incluso después de un parto seguro. Hay varias razones por las cuales ocurre un sangrado de más de 500 ml después de un parto. Una de ellas se llama atonía del útero.
- La atonía del útero es cuando el útero de la madre (la parte del sistema reproductivo femenino que albergaba al bebé) tiene dificultades para volver a su estado original.
- El útero se mantiene blando, vacío y no se contrae, cuando debería estar firme y en contracción. Esto hace que el paso de la sangre sea más fácil y rápido, contribuyendo a una hemorragia posparto.
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Debes saber que un trauma durante el nacimiento del bebé puede conducir a una hemorragia posparto. Otra razón para que se presente un sangrado excesivo es cuando ocurre un trauma o lesión mientras el bebé sale del cuerpo.
- El trauma puede deberse a cortaduras, las cuales pueden ocurrir al usar instrumentos médicos durante el parto.
- Otra alternativa son las laceraciones que pueden ocurrir cuando el bebé es más grande de lo normal y sale muy rápidamente. Esto puede causar un desgarro en la abertura vaginal.
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Debes saber que algunas veces la sangre no sale del cuerpo de la mujer. El sangrado causado por una hemorragia posparto no siempre sale del cuerpo. Algunas veces el sangrado ocurre internamente y si no hay una salida, se moverá hacia los pequeños espacios que se encuentran entre los tejidos del cuerpo y formará lo que se conoce como un hematoma.Anuncio
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Lleva cuenta de la cantidad de sangre. El tipo de sangrado que ocurre inmediatamente después del parto, dentro de las 24 horas o pocos días después, es crucial para ayudar a descartar una hemorragia posparto. El parámetro más importante para este fin es la cantidad del sangrado.
- Cualquier sangrado por encima de 500 ml después de un parto vaginal y por encima de 1000 ml después de una cesárea se considera una hemorragia posparto.
- Además, un sangrado que excede 1000 ml se categoriza como hemorragia posparto severa y requiere atención médica inmediata, especialmente si hay factores de riesgo adicionales.
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Fíjate en el flujo y la textura de la sangre. Generalmente, la hemorragia posparto es un flujo continuo y abundante, con o sin coágulos grandes. Sin embargo, los coágulos son mucho más comunes en una hemorragia posparto que se presenta varios días después del alumbramiento y ese tipo de sangrado puede tener un flujo más gradual.
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Conocer el olor de la sangre te puede ayudar a determinar si es o no una hemorragia posparto. Algunas características adicionales que te pueden ayudar a diferenciar una hemorragia posparto de un sangrado normal o loquia (descarga vaginal de sangre, tejidos del útero y bacterias) son los olores del flujo. Sospecha que se trata de una hemorragia posparto si la loquia tiene un olor desagradable o si tu flujo aumenta repentinamente después del parto.Anuncio
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Busca ayuda médica si reconoces cualquier síntoma severo. Generalmente, una hemorragia posparto aguda está acompañada de signos de shock como baja presión sanguínea, taquicardia o pulso bajo, fiebre, escalofríos y desmayos o colapsos. Estos son los indicadores más definitivos de una hemorragia posparto, pero también son muy peligrosos. Requieren atención médica inmediata.
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Vigila los síntomas que se presentan pocos días después del alumbramiento. Hay algunos que son menos severos, aunque peligrosos, de una hemorragia posparto secundaria que tiende a presentarse pocos días después del parto. Estos incluyen fiebre, dolor abdominal, dolor al orinar, debilidad general, sensibilidad arriba del área púbica y en la zona del útero.
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Ve al hospital si notas estos síntomas alarmantes. La hemorragia posparto es una emergencia médica y requiere hospitalización y medidas inmediatas para detener el sangrado, por lo tanto, es una condición que no puedes ignorar. Si experimentas alguno de los siguientes síntomas después del parto, contacta de inmediato a tu ginecólogo, pues podrías entrar en shock .
- Baja presión sanguínea
- Pulso bajo
- Poca producción de orina
- Sangrado vaginal repentino y continuo o descarga de coágulos
- Desmayos
- Escalofríos
- Fiebre
- Dolor abdominal
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Diseña un plan de cuidados de enfermería (para enfermeras y doctores)
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Debes saber qué es un plan de cuidados de enfermería. Lo más importante para disminuir el riesgo de muerte después de un alumbramiento es la capacidad de advertir las señales de sangrado a tiempo y determinar su causa. Identificar rápidamente la causa del sangrado permitirá una atención más oportuna.
- Un plan de cuidados de enfermería es una herramienta muy útil para hacer justamente eso. Hay cinco pasos en el plan de cuidados de enfermería. Estos pasos son: revisión, diagnóstico, planeamiento, intervención y evaluación.
- Para hacer un plan de cuidados de enfermería para una hemorragia posparto es importante saber qué buscar y qué hacer en cada uno de los pasos.
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Pon mucha atención a las madres que estén predispuestas a desarrollar una hemorragia posparto. Antes de hacer una revisión, es importante tomar nota de la historia de la madre. Hay varios factores previos que hacen que una madre sea más propensa a una hemorragia posparto, así como todas las mujeres que recién han dado a luz son más propensas a pérdidas excesivas de sangre. Si uno o más de los siguientes factores están presentes en la madre, la revisión debe hacerse por lo menos cada 15 minutos durante y después del parto hasta que la madre no muestre signos de sangrado.
- Estos factores de predisposición incluyen un útero distendido por llevar dentro un bebé muy grande o por tener fluidos excesivos en la placenta (el saco que rodea al bebé), haber dado a luz a más de cinco niños, trabajo de parto rápido, trabajo de parto prolongado, el uso de instrumentos médicos de ayuda, cesárea, sacar la placenta manualmente y un útero invertido.
- Los factores que predisponen a un sangrado excesivo también incluyen a la madres que han sufrido ciertas condiciones, tales como: placenta previa, placenta adherida, el uso de drogas como oxitocina, prostaglandina, tocolíticos o sulfato de magnesio, anestesia general, si la madre tiene problemas de coagulación, ha sufrido hemorragia en un parto anterior, tiene fibroma uterino, o ha sufrido una infección bacteriana en las membranas fetales (corioamnionitis).
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Evalúa las condiciones de la madre con frecuencia. Al evaluar a la madre hay ciertos aspectos físicos que deben revisarse con regularidad para determinar si se está produciendo una hemorragia posparto y poder conocer la causa. Estos aspectos físicos incluyen:
- El fondo del útero (la parte superior del útero opuesta a la cérvix), la vejiga, la cantidad de loquia (el fluido que sale de la vagina y está compuesto por sangre, moco y tejidos del útero), los cuatro signos vitales (temperatura, pulso, respiración y presión sanguínea) y el color de la piel.
- Cuando evalúes estas áreas es importante que tomes nota de lo que estás buscando. Sigue los pasos que te damos abajo para mayor información.
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Monitorea el fondo del útero. Es importante revisar su consistencia y ubicación. Normalmente, el fondo del útero debe sentirse firme al palparlo y su nivel debe estar alineado hacia la zona umbilical (ombligo). Cualquier cambio en esto, por ejemplo si el fondo del útero está suave o es difícil de ubicar, puede ser indicación de una hemorragia posparto.
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Mira la vejiga. Puede haber casos en los que la vejiga esté causando la hemorragia y esto indica que el fondo del útero está siendo desplazado arriba de la zona umbilical (ombligo).
- Haz que la madre orine y si después de orinar el sangrado se detiene, entonces es porque la vejiga estaba causando el desplazamiento del útero.
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Evalúa la loquia. Al evaluar la cantidad de descarga que sale de la vagina, es importante pesar las toallas sanitarias que se usan, antes y después, para tener información exacta. Un sangrado excesivo se puede reconocer por la saturación de una toalla en 15 minutos.
- En algunas ocasiones la madre no siente el sangrado y para revisarla debes pedirle que se ponga de lado para mirar debajo de ella, especialmente en el área de sus nalgas.
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Revisa los signos vitales. Los signos vitales de la madre incluye su presión sanguínea, frecuencia respiratoria (número de respiraciones), pulso y temperatura. En una hemorragia posparto el pulso es más bajo de lo normal (60 a 100 por minuto), pero puede variar dependiendo del pulso anterior de la madre.
- Sin embargo, los signos vitales de la madre pueden no mostrar ninguna anomalía hasta después de sufrir una pérdida excesiva de sangre, por lo tanto, debes evaluar cualquier variación de lo que normalmente se espera con un volumen adecuado de sangre, como su temperatura, piel seca y labios rosados y mucosidad de las membranas.
- También se pueden revisar la uñas, presionándolas y soltándolas. Deben haber intervalos de tres segundos para que la uña retome su color rosado.
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Debes saber que un trauma puede ocasionar un sangrado excesivo. Si todos estos cambios han sido evaluados, la madre puede estar sufriendo una hemorragia posparto por falla del útero para contraerse y volver a su forma original. Sin embargo, si ya evaluaste el útero y se encontraba contraído y en su lugar y aun así hay sangrado excesivo, la causa puede ser un trauma. Al evaluar un trauma, se debe tener en cuenta el dolor y color externo de la vagina.
- Dolor: la madre estará sufriendo un dolor profundo y severo en la pelvis o el recto. Esto puede indicar que hay un sangrado interno.
- Orificio exterior de la vagina: se verán masas abultadas y decoloración de la piel (generalmente de morada a negro azulado). Esto también puede indicar una hemorragia interna.
- Si la laceración o la herida se encuentra en la parte externa, se puede evaluar rápidamente con una inspección visual, especialmente si se hace con la luz apropiada.
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Notifica a otros profesionales de salud. Si hay una pérdida de sangre considerable y la causa ya se ha determinado, el siguiente paso del plan de cuidados de enfermería está cumplido, el cual era el diagnóstico.
- Una vez confirmado el diagnóstico de hemorragia posparto, el primer paso del plan siempre es informar al médico y a otros profesionales de la salud que estén involucrados en el cuidado de la madre, pues la enfermera no puede aplicar metas centradas en su cliente.
- La tarea clave de la enfermera en este tipo de complicación es monitorear a la madre, implementar formas para reducir la pérdida de sangre y reponerla, así como reportar de inmediato si hay algún cambio importante en su estado y si la respuesta de la madre no es la deseada.
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Masajea el útero de la madre y hazle seguimiento de la pérdida de sangre. La intervención apropiada de la enfermera en una hemorragia posparto será monitorear continuamente los signos vitales y la pérdida de sangre pesando las toallas sanitarias y las sábanas. Masajear el útero ayudará a que se contraiga y se ponga firme nuevamente. También es importante avisarle a los médicos o a la partera cuando el sangrado continúe (aun durante el masaje).
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Regula los niveles de sangre de la madre. La enfermera debe notificar al banco de sangre oportunamente, en caso se necesite hacer una transfusión. La regulación del flujo intravenoso también es responsabilidad de la enfermera.
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Coloca a la madre en la posición Trendelenburg. También se le puede poner en una posición llamada Trendelenburg modificada, elevando sus piernas por lo menos 10 grados y como máximo 30 grados. El cuerpo debe estar en posición horizontal y la cabeza elevada un poquito también.
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Dale medicamentos a la madre. Por lo general, la madre ya está tomando varios medicamentos como oxitocina y metergina y la enfermera debe ser capaz de reconocer los efectos secundarios de estas medicinas ya que también pueden ser una amenaza para la vida de la madre.
- La oxitocina se usa principalmente para inducir el trabajo de parto y es seguro administrarla durante el trabajo de parto, sin embargo, también se utiliza después del parto. La acción de esta droga es facilitar la contracción del músculo del útero. Generalmente se administra con una inyección intramuscular (usualmente en la parte superior del brazo) con una dosis de 0,2 mg cada 2 a 4 horas, con un máximo de 5 dosis después del parto. La oxitocina tiene un efecto antidiurético, lo que significa que reducirá la orina.
- La metergina es una droga que nunca se administra antes del parto, pero puede usarse después. Esto se debe a que la metergina provoca contracciones continuas del útero y por lo tanto causaría una reducción en el consumo de oxígeno del bebé que todavía está dentro del útero. La metergina también se administra con una inyección intramuscular y la dosis es 0,2 mg cada 2 a 4 horas. Un efecto secundario de la metergina es la subida de la presión sanguínea. Se debe tomar nota si la presión sube más de lo normal.
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Monitorea la respiración de la madre. La enfermera debe estar atenta para que no se formen fluidos dentro del cuerpo y debe escuchar cuidadosamente los sonidos de la respiración. Esto se hace para identificar la presencia de cualquier fluido en los pulmones.
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Evalúa a la madre cuando esté en condiciones seguras. El paso final del proceso es la evaluación. Así como en la revisión, se deben revisar las áreas que son motivo de preocupación cuando una madre sufre sangrado excesivo.
- La ubicación del útero debe ser en la línea media, con el ombligo como centro. El útero debe sentirse firme cuando se palpa.
- La madre no debe necesitar cambiar sus toallas higiénicas muy seguido (debe usar solo una cada hora más o menos) y no debe haber manchas por filtración de sangre o fluidos en las sábanas.
- Los signos vitales de la madre deben ser los normales, los que tenía de antes del parto.
- Su piel no debe estar húmeda o fría y sus labios deben estar rosados.
- Debido a que ya no está expulsando fluidos en grandes cantidades, su orina debe ser de 30 ml a 60 ml cada hora. Esto indica que hay suficientes fluidos circulando adecuadamente dentro de su cuerpo.
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Revisa cualquier herida abierta que tenga la madre. Si el sangrado se debía a un trauma, cualquier herida abierta debe ser suturada por el médico. Debes monitorear estas heridas continuamente para asegurarte de que no se vuelvan a abrir.
- Ya no debe haber ningún dolor intenso, aunque puede haber algo de dolor localizado en las heridas suturadas.
- Si hubo acumulación de sangre en los tejidos o músculos de la madre, el color morado o negro en la piel debe desvanecerse con el tratamiento.
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Revisa si hay efectos secundarios de los medicamentos. Se debe revisar de manera rutinaria los efectos secundarios de los medicamentos que se mencionaron antes, hasta que se suspenda su uso. Aun cuando la atención de una hemorragia posparto se hace en cooperación con el médico, la enfermera debe ser capaz de valorar la efectividad de las intervenciones a través de una mejora continua de las condiciones de la madre.Anuncio
Consejos
- En forma cuantitativa, cualquier sangrado encima de 500 ml después de un parto normal y encima de 1000 ml después de una cesárea se considera hemorragia posparto.
Advertencias
- En caso de que la condición de la madre empeore, es de suma importancia informar al médico.
Referencias
- Murray, S. S., & McKinney, E. S. (2010). Postpartum Maternal Complications. Foundations of maternal-newborn and women's health nursing (quinta edición). Maryland Heights, Missouri. Saunders Elsevier.
- http://www.patient.co.uk/doctor/postpartum-haemorrhage
- http://emedicine.medscape.com/article/275038-overview#a0112
- Obstetrics and Gynecology de Dewhurst, séptima edición.