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El Ave María es la oración tradicional católica mediante la cual se pide que la Virgen María, madre de Jesús, interceda y ore por todos los pecadores y se comunique con Dios en nuestro nombre. Puedes rezar el Ave María cada vez que necesites apoyo. Podrías rezarla tres veces al despertarte por las mañanas y antes de irte a dormir por las noches. En muchos casos, las personas prefieren usar un rosario o bien establecer una estación específica para la oración de forma que se contribuya a la intención del Ave María. Sin embargo, lo único que realmente necesitas son las palabras.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Rezar la oración

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  1. "Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el Fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén". [1]
    • Si quieres hacer honra a la tradición, podrías omitir el "Tú" en "bendita Tú eres", pero debes tener en cuenta que, de por sí, la versión clásica es una traducción arcaica del latín, por lo que debes preguntarte si son más importantes las palabras específicas o el significado que contienen. [2]
  2. " Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen ".
  3. Esta práctica es tradicional de la Iglesia católica, y consiste en rezar tres Ave Marías de manera secuencial para pedir pureza y otras virtudes. Debes rezarlas al despertarte por la mañana y antes de irte a dormir por la noche después de haber hecho un examen de consciencia. Debes rezar las siguientes oraciones de manera sucesiva, enfatizando cada una con un Ave María estándar para hacer honra al poder, la sabiduría y la misericordia de María:
    • Pronuncia las siguientes palabras antes del primer Ave María: "Oh, María Inmaculada, la Virgen más poderosa, te suplico a través del inmenso poder que recibiste del Padre Eterno que obtengas para mí pureza de corazón, fuerza para vencer a todos los enemigos de mi alma y el favor especial que te imploro en mi necesidad actual: [Menciona el favor]. ¡Madre purísima! No me abandones, no desprecies mi oración, escúchame gentilmente por la gloria de Dios, tu honor y el bienestar de mi alma. Para recibir este favor hago honra a tu poder rezando: [Reza el Ave María]".
    • Pronuncia las siguientes palabras enmarcando el segundo Ave María: "Oh Virgen María, mi Madre, a través de la inefable sabiduría que te ha otorgado el Verbo Encarnado de Dios, te suplico modestamente que obtengas para mí docilidad y humildad de corazón, un conocimiento perfecto de la voluntad divina y la fuerza para lograrla siempre. Oh, María, Trono de la Sabiduría, como una madre tierna, guíame por el camino de la virtud y la perfección cristianas, ilumíname y permíteme realizar lo que más complazca a tu Hijo amado y obtén mi petición. Para recibir esta gracia, hago honra a tu sabiduría rezando: [Reza el Ave María]".
    • Repite la siguiente frase como un prefacio para el tercer Ave María: "Oh, Madre de Misericordia, Madre de los pecadores en penitencia, me pongo ante ti, pecador y afligido, y te suplico a través del amor inmenso que recibiste del Espíritu Santo por nosotros, pobres pecadores, que obtengas para mí la contrición verdadera y perfecta por mis pecados, los cuales odio y detesto con todo el corazón porque amo a Dios. Madre más misericordiosa, ayúdame en mi presente necesidad. Vuelve entonces tus ojos misericordiosos hacia nosotros, ¡oh clemente, amorosa, dulce Virgen María! Para recibir este preciado regalo, hago honra a tu amorosa misericordia rezando: [Reza el Ave María]".
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Prepararte para rezar

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  1. Si bien es posible rezar esta oración en donde sea, quizás puedas alcanzar un nivel de reflexión más profundo estableciendo un espacio tranquilo y deliberado para aquellas palabras. En algunos casos, las personas prefieren rezar el Ave María en una habitación silenciosa y solitaria, mientras que, en otros, prefieren hacerlo en una iglesia o en alguna otra sesión de oración grupal. Debes encontrar un lugar y un momento en el que te sientas tranquilo, cómodo y meditativo.
  2. Lo tradicional es rezar el Ave María de rodillas, pero también puedes hacerlo de pie. En cualquier caso, tu espalda debe estar recta y tu cabeza erguida. Debes mirar hacia un lugar significativo, como un altar, una imagen o estatua de la Virgen María o cualquier otra cosa que consideres que realce la potencia de las palabras que vayas a rezar.
    • En caso de que vayas a arrodillarte, debes apoyarte sobre una banca de oración, una almohada o directamente sobre el suelo. En caso de que vayas a estar de pie, las piernas deben estar rectas en una postura sólida. Independientemente de lo que elijas, no debes enfocarte en tus piernas sino en las palabras y en la intención que contienen.
  3. Considera la posibilidad de usar cuentas de rosario . Un rosario es una secuencia católica de oraciones que María, la madre de Jesús, nos pidió recordar. Constituye una meditación sobre los misterios de la vida de Jesús. Las oraciones se rezan en una secuencia de cuentas con las que se lleva la cuenta de cada oración. Es posible comprar rosarios en línea, en ciertas iglesias o bien en determinados mercados dirigidos al público católico. En caso de que no puedas conseguir un rosario, puedes elaborar uno tú mismo .
  4. Esta frase debe anteceder al Ave María y tiene el propósito de establecer la intención de la oración. Si le dedicas tus palabras a la Santísima Trinidad, reconoces que no vas a rezarle a la Virgen María en sí misma sino que le pides que le rece a Dios junto contigo.
  5. Coloca tus manos unidas frente a tu pecho y apunta hacia arriba con las yemas de los dedos. Esta es la "postura de oración" clásica. Al unir las manos, tu energía física y espiritual se enfocará en un solo lugar. De esta forma, puedes hacer que el Ave María sea lo más significativa posible.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Comprender el Ave María

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  1. A esta también se le conoce como salutación angélica y constituye una oración católica tradicional mediante la cual se pide la intercesión de la Virgen María, madre de Jesús. En la Iglesia católica, esta oración constituye la base del rosario y de la oración del Ángelus. En la Iglesia católica apostólica ortodoxa y las Iglesias católicas orientales, se emplea una oración similar para las liturgias formales tanto en griego como traducida. Asimismo, la rezan muchos otros grupos dentro de la tradición católica del cristianismo, incluyendo los anglicanos, los católicos independientes y los católicos antiguos.
    • Asimismo, se reza una versión de esta oración en algunas denominaciones protestantes, como el luteranismo.
  2. En muchos casos, los católicos consideran que María era una joven piadosa y bendecida en gran medida para dar a luz al Salvador, pero, a pesar de eso, no era divina. Según esta narrativa, María no estaba libre de pecado, por lo que no se la debe adorar ni venerar ni tampoco se le debe rezar. Sin embargo, en el caso de otras personas, le hacen una mayor reverencia a Nuestra Señora y afirman que ser devotos de María constituye una forma de acercarse más a Dios. [3]
  3. El texto del Ave María incluye dos fragmentos de la Biblia: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lucas 1:28) y "Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno" (Lucas 1:42). La tercera parte del Ave María no proviene de la Biblia sino, de hecho, en muchos casos se cree que su existencia contradice de manera directa a la verdad de las Escrituras: "Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
    • El primer fragmento (Lucas 1:28) es el saludo que el Ángel Gabriel le hace a María. Estas palabras se las dice al ir a informarle que ha sido la elegida para dar a luz al Mesías.
    • El segundo fragmento (Lucas 1:42) es la cita del saludo que le hace a María su prima Isabel cuando María va a visitarla. En ese momento, Isabel también estaba embarazada de Juan el Bautista. [4]
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Consejos

  • Esta oración constituye uno de los pilares básicos de varias otras devociones marianas, como el Ángelus y el rosario .
  • También puede serte útil tener un ícono o una imagen de la Bendita Virgen María al momento de rezar la oración.
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Advertencias

  • No debes pensar que estas palabras constituyen una oración a la Virgen María, ya que el objetivo de rezar el Ave María es pedirle de manera sincera que rece a Dios con y por nosotros. Solo Él es la fuente de toda santidad y bendición.
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