La leña recién cortada contiene hasta un 50% de agua y en esta condición no arderá en la chimenea. Antes de usarla primero debes curar (dejar secar) la leña, lo cual permite que escape la humedad. Mientras más seca esté la madera, más calor generará. La madera está lista para arder cuando su contenido de agua desciende a menos de 20%. Quemar madera sin secar (verde) o seca solo una parte en la estufa o chimenea provocará la acumulación de creosota en la misma, lo cual puede dar lugar un incendio en la chimenea (en el peor de los casos) y a la falta de fuego o una habitación llena de humo (en el mejor de los casos). Todo dueño de casa que depende de la madera debe saber cómo secarla.
Pasos
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Antes de secarla, conoce las propiedades de tu madera. La duración del proceso de secado depende de la madera. En el caso de los árboles de hoja caduca, depende de cuándo los talaron. La savia de estos árboles se traslada a las raíces en invierno. Por lo tanto, dichos árboles talados en invierno contienen mucho menos humedad para empezar y por ende, se secarán con más rapidez. Por lo general, el pino y otras maderas blandas requieren alrededor de 6 a 12 meses para secarse, mientras que las maderas duras como el roble tardan 1 o 2 años. [1] X Fuente de investigación The Natural Parent, <i>The Burning Issue…</i>, pp. 42-43, Issue Autumn 2012 Sin embargo, esta regla general tiene sus excepciones, por eso es importante conocer el tipo de árbol y su contenido de agua.
- El agua de la superficie normalmente se evapora con rapidez. Lo que interesa es el contenido de humedad dentro de la madera.
- Las maderas como la hicoria ovada, el cerezo y la falsa acacia obtendrán poco beneficio del secado al aire, ya que tienen un contenido bajo de humedad. Por otro lado, la madera de árboles como la cicuta, el álamo, el olmo americano y el sicómoro se beneficiarán de los periodos largos de secado. Muchos otros tipos de árboles son variables. [2] X Fuente de investigación Abigail Gehring, <i>The Back to Basics Handbook</i>, p. 67, (2011), ISBN 978-1-61608-261-1
- Es importante tener en cuenta que no hay ningún motivo para dejar secar la madera durante más tiempo de lo necesario. Si la dejas secar demasiado tiempo, está tendrá menos energía a medida que se evaporan los ésteres volátiles presentes en la madera. Estas sustancias cerosas contienen mucha energía calorífica, por eso es un error creer que más tiempo necesariamente es mejor.
- Puedes alquilar o comprar un instrumento especial que prueba el contenido de humedad de la madera (este se conoce normalmente como "medidor de humedad para madera" o algo similar).
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Tala y apila la madera en el periodo adecuado del año. A menos que quieras talar árboles de hoja caduca cuando su savia es más baja durante el invierno, talar y secar madera durante el verano es lo más sensato ya que puedes aprovechar el clima cálido para empezar a secar la madera. En zonas con poca lluvia durante el verano, almacenar al aire libre también es una opción viable. La lluvia remplazará a la savia y ya que el agua se evapora más rápido en el calor, la leña se secará más rápido. [1] X Fuente de investigación The Natural Parent, <i>The Burning Issue…</i>, pp. 42-43, Issue Autumn 2012
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Corta la madera con el fin de prepararla para su almacenamiento. Es mejor hacerlo en trozos de no más de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de diámetro. 45 cm (18 pulgadas) de largo es un tamaño común, aunque 40 cm (16 pulgadas) es la longitud adecuada para una pila de leña y entrará mejor en estufas pequeñas.
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Almacena la madera al exterior. No la almacenes en el interior. Si hay termitas, ¡no te gustará que entren en tu casa!
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Apila la madera de modo que no se asiente directamente sobre el suelo o contra una pared. Si no dispones de un almacén para leña, corta dos retoños para usarlo como una base para evitar que la leña tope el suelo. Los palés también son una excelente opción.
- Si no tienes o no deseas construir soportes para los laterales, puedes juntar los extremos girando la dirección de la madera 90 grados con cada capa y de este modo, las pilas se sostendrán por sí mismas.
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Deja espacio entre la pila y la pared para permitir la circulación del aire. La circulación del aire constituye una parte esencial del proceso de secado para garantizar que la madera se seque. Lo ideal es tener una barrera contra la humedad como una lona debajo de la madera y separarla del suelo para permitir el flujo del aire.
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Asegúrate de cubrir la parte superior de la madera para dejar que la lluvia (o la nieve) se deslice sin remojar la madera. Sin embargo, mantén destapados los extremos de la pila para permitir la circulación del aire y que escape la humedad.
- La corteza sirve como una tapa para la madera, lo cual le brinda protección natural. [1] X Fuente de investigación The Natural Parent, <i>The Burning Issue…</i>, pp. 42-43, Issue Autumn 2012 En el caso de leña partida, apila la madera con la corteza en el fondo para dejarla secar con más rapidez. Si vas a almacenar la madera sin taparla, apilarla con la corteza por encima evitará que la lluvia penetre en ella.
- Hay dos teorías respecto a la forma de cubrir la leña durante el proceso de secado y debes decidir qué teoría quieres seguir. Una teoría afirma que debes cubrir la madera para evitar que la lluvia y la nieve entren en el centro de la pila y se acumulen allí. Sin embargo (dentro de la comunidad de aficionados a la madera), otra teoría sostiene que no es necesario cubrir la madera en lo absoluto. Simplemente déjala afuera a merced del clima y se secará tan bien como si la hubieras cubierto. Esta teoría tiene sus partidarios y estos están muy seguros de que funciona tan bien como cuando cubres la pila. Tal vez podrías dividir tu leña para experimentar con ambos métodos.
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Revisa la sequedad de la madera. Puedes usar el medidor de humedad para madera como lo mencionamos anteriormente (es decir, si dispones de uno). Otra alternativa es hacer estas pruebas simples: [1] X Fuente de investigación The Natural Parent, <i>The Burning Issue…</i>, pp. 42-43, Issue Autumn 2012
- Escoge dos trozos de leña que creas que están secos. Chócalos entre sí. Si el ruido que oyes es más resonante que sordo, probablemente la leña está seca.
- También puedes revisar si hay grietas radiales en los extremos de la leña, lo cual indica sequedad.
- Quema un trozo en un fuego ardiente. Si tres de sus lados empiezan a arder dentro de 15 minutos, la leña está seca.
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Consejos
- La noción de que es peligroso quemar pino o que este genera más creosota es un cuento viejo. Si lo secas de forma adecuada, no generará más creosota que otros tipos de madera. Sin embargo, sí arde mucho más y más rápido que las maderas duras más densas debido a su elevado contenido de resina, lo cual significa que se agotará más rápido.
- Coloca la pila de madera donde reciba más sol durante todo el día.
- Contrariamente a lo que la mayoría de las personas cree, no puedes quemar el fresno de inmediato. Es necesario secarlo como cualquier otra madera. La mayoría de las personas considera que sí puedes quemarlo de inmediato debido a que contiene menos humedad que cualquier otra madera recién cortada. El fresno puede contener hasta un 30% de humedad, lo cual es poco en comparación con el 50% de otras especies de madera. La mayoría de las maderas requiere 8 meses para secarse lo suficiente si tomas las medidas adecuadas, pero evidentemente, más tiempo es mejor. Lo ideal es tener solo un 20% de humedad en la madera.
- No debes almacenar la leña a menos de 6 metros (20 pies) de distancia de tu casa. Además, debes preparar el suelo con un protector contra las termitas y debes tratarlo regularmente para evitar que las termitas y las hormigas carpinteras construyan su hogar en tu pila de madera.
Advertencias
- Nunca apiles madera podrida. No hay razón para conservarla ya que proporcionará muy poco calor al momento de quemarla.
- No apiles madera más arriba de tu estatura. Podrías lesionarte seriamente si te cae un tronco en la cabeza.
- Nunca cubras del todo la madera con una lona. Esta servirá para atrapar la humedad que se escapa de la madera y la pudrirá en lugar de secarla. Debes dejar que la humedad escape de la pila.
- Ten cuidado al momento de cortar la leña. Es más fácil de lo que crees hacerte daño con el hacha. En realidad, los accidentes con hachas constituyen una de las principales causas de lesiones en los hogares donde los propietarios se abastecen de su propia leña.
- Ten cuidado con las serpientes, arañas y otras criaturas potencialmente peligrosas que se estén instalando en tu pila de leña. Nunca pongas tu mano en una pila sin estar protegido. Compra un par de guantes de cuero u otro material y manipula la madera desde los extremos en vez de poner tus manos en los agujeros.
- Algunas maderas naturalmente sacan muchas chispas, incluso después de secarlas. Toma precauciones adicionales con dichas maderas para evitar que los materiales secos y las telas se quemen debido a las chispas.
- No quemes madera sin secar (verde) o seca solo una parte en la estufa o chimenea ya que esto provocará la acumulación de creosota en ella, lo cual podría dar lugar a un incendio en la chimenea. Además, es posible que no arda en lo absoluto.
- Evita usar leña proveniente de especies de árboles en peligro de extinción, además de evitar cualquier especie nativa que se esté reduciendo.
- Al momento de cortar madera, usa lentes de seguridad y espinilleras que usan los receptores de béisbol para evitar que el hacha entre en tus espinillas en caso de hacer un mal movimiento.