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Tener una conversación telefónica con una novia puede ser una tarea difícil, especialmente si no estás acostumbrado a hablar por teléfono por largos periodos de tiempo. Puede ser difícil saber cómo responder cuando no se cuenta con señales visuales como expresiones faciales y lenguaje corporal, o pensar en temas de conversación cuando no se tiene mucho que contar. Sin embargo, hablar con tu novia no tiene que ser una experiencia angustiante. De hecho, con un poco de información y una buena actitud, podrías hasta esperar la próxima comunicación telefónica con ansias.

Método 1
Método 1 de 3:

Buscar temas para hablar

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  1. Esta es la parte más importante para tener una buena conversación con cualquiera, ya sea tu novia, tu abuelo o el niño de al lado. Por lo general, a la gente le gusta hablar de sí misma, y si abres la puerta conversacional, casi todos querrán entrar. [1] Procura hacer más preguntas abiertas y evita aquellas donde la persona tenga que responder con un sí o con un no. La idea es preguntarle cosas que naturalmente lleven a una conversación, no acribillarla con preguntas de interrogatorio.
    • Pregúntale sobre su día. Este es el punto de partida evidente. Cuando nos preguntan: “¿Cómo te fue hoy día?”, muchos respondemos automáticamente: “Bien gracias”, sin siquiera pensarlo. Esto probablemente no lleve a nada. Más bien, procura algo más específico, como: “¿Hiciste algo interesante hoy día?” o “¿Llegaste al trabajo antes de que la tormenta empezara esta mañana?”. Quizá no lleve a nada particularmente fascinante, pero los guiará a una conversación.
    • Pregúntale sobre intereses y personas conocidas en común. Esta manera es excelente para introducir un tema del que ambos puedan hablar, mientras conserva su forma de pregunta. Procura preguntarle qué pensó del último capítulo del programa de televisión que a ambos les gusta o si ha leído la entrevista reciente a uno de los autores que a ambos les gusta o si ha visto tal o cual cosa últimamente.
    • Pídele apoyo o un consejo. Es importante que seas comprensivo y seas un oído atento o un hombro donde llorar cuando lo necesite, pero si siente que nunca necesitas su apoyo, podría sentirse una carga. Nadie quiere tener por novio un robot sin sentimientos que nunca necesita ayuda. No inventes problemas si no existen, pero si algo te trae dificultades, no tengas temor de mostrar tu vulnerabilidad y acudir a ella por un consejo o validación.
    • Pregúntale qué quería ser de grande cuando tenía 7. Esta pregunta es un poco fuera de lo común, pero le mostrará que estás interesado en conocer más de ella y le dará una nueva perspectiva. [2]
  2. Si algo particularmente gracioso o interesante te pasó hoy día, cuéntaselo. Cuando lo hagas, puede ser fácil depender de las quejas por las situaciones frustrantes, así que asegúrate de no estar solo arremetiendo con quejas.
  3. Propón ideas divertidas que ambos puedan hacer en la semana. Si ya tienen planes, habla de lo emocionado que estás de ir al concierto o háblale sobre la crítica que leíste de la obra de teatro que van a ver. Así ella también se emocionará y la hará sentir parte valiosa de tu vida.
  4. No debes monopolizar la conversación, pero a nadie le gusta salir con una persona sin aspiraciones. Cuéntale más sobre tus sueños y metas.
  5. El chisme debe constituir parte mínima de la conversación y debes evitar todo lo que sea demasiado brutal o personal, pero puede ser un buen recurso si no se te ocurre qué decir. No hay muchos quienes se resisten al placer del chisme de vez en cuando. [3]
  6. Invítale a contarte más sobre algo que haya dicho para hacerle saber que estás interesado. También ayudará a exprimir el jugo de un tema en particular, lo cual te ahorrará tener que pensar en un tema nuevo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Escuchar empáticamente

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  1. La capacidad de escuchar empáticamente también se denomina “escuchar activamente” o “escuchar reflectivamente”. Hace referencia a la capacidad de escuchar y responder que sobre todo busca comprender al interlocutor. Esta quizá sea la habilidad conversacional más importante que debas cultivar. Además de facilitar las conversaciones con tu novia y hacerlas más naturales, lograrás hacerla sentir verdaderamente comprendida y escuchada, confiará más en ti y los acercará más. [4]
  2. En una relación sana, ambos deben tener el mismo espacio para poder conversar. Sin embargo, a veces uno necesitará más atención o apoyo que el otro. Un oyente empático está dispuesto a dejar que el otro domine la charla cuando lo necesita, sin inmiscuir su ego.
  3. Esto no se puede fingir, así que no lo intentes. Puede ser fácil perderse tanto en tratar de pensar qué decir cuando olvidas escuchar de verdad. Esta es la receta para la muerte de la empatía. Déjala decir lo que necesite y escúchala sin interrumpir.
  4. Por lo general, puede ser algo simple, por ejemplo: “Suena muy duro. Sé lo importante que era tu perro para ti”. Así, ella sabrá que estabas escuchándola y que la comprendes, mientras a su vez le das bastante espacio para continuar compartiendo.
  5. Si te acaba de contar de la vez que se peleó con sus amigas, evita decirle: “Parece que tus amigas son unas cretinas. No valoran lo maravillosa que eres”. Quizá a ti te parezca una respuesta que muestra apoyo, pero la verdad es que ella quiere a sus amigas y tu severa crítica al final te perseguirá. Procura responder con algo más bajado de tono, por ejemplo: “Parece que la manera en que te hablaron fue una gran falta de respeto para ti”. Esta frase valida lo que siente, sin tener que levantar un dedo acusador u ofrecerle consejos que no pidió.
  6. Emplea frases como “Cuéntame”, “A ver explícame”, “¿Cómo te sentiste?” o “¿Qué hiciste entonces?” para animarla a seguir compartiendo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Apoyarla

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  1. Esto le mostrará que realmente estabas poniendo atención a lo que te contaba y que te preocupas por las cosas que a ella le importan. Procura preguntarle: “¿Y tu jefe estaba más soportable hoy día?”, “¿Tu mamá se siente mejor?” o “¿Terminaste el libro que tanto te gustaba?”. [5]
  2. Muchos hombres consideran que cuando los demás les cuentan sus problemas es la oportunidad para solucionárselos. Muchas mujeres, por el contrario, quieren empatía más que consejos prácticos. Cuando tu novia te cuente sobre algún problema, tu primero instinto quizá sea ofrecer soluciones. Evítalo. Es muy probable que solo quiera sacarse algo de encima. Si quiere consejos, probablemente te los pida directamente. Si no, da por sentado que lo que realmente quiere es sentirse comprendida. [6] [7]
  3. Claro que esto no será apropiado en todas las situaciones, pero a veces compartir la historia sobre la vez que te pasó algo parecido puede ayudar a validar sus experiencias y hacerla sentir menos sola. Eso sí, no te extiendas. No deberás eclipsarla ni centrar toda la atención en ti.
  4. Nunca le digas, por ejemplo: “Estás exagerando”, “No te preocupes tanto”, “Te sentirás mejor mañana”, “No es tan terrible” ni “No hay motivo para enfadarse”. Ya sea que consideres que su respuesta emocional es apropiada o no, no cambiará su manera de sentir. No restes importancia ni minimices sus emociones. Tampoco esperes siempre racionalidad de su parte. Las emociones no son racionales, y la gente enfadada no siempre es razonable. Se supone que tiene que tratarte con respeto, pero no le digas que está siendo poco razonable ni le sugieras tomar un enfoque más racional. Ya habrá tiempo después. Por ahora tienes que limitarte a escucharla. [8]
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Consejos

  • Se supone que ella también tiene que preocuparse por tus sentimientos. Recuerda que no es solo tu responsabilidad que la conversación fluya u ofrecerle apoyo. Se supone que ella también debe poner de su parte en ello. Si no lo hace, busca una manera no acusatoria de mencionarlo. Emplea oraciones con “Yo” y céntrate en cómo te sientes. Puedes decirle: “A veces sientes que tengo mucha presión para que la conversación entre nosotros pueda fluir. ¿Te sientes así a veces?” o “Siento que he estado esforzándome muchísimo últimamente para ser un buen apoyo emocional. ¿Te importaría que también te confiese algunas de mis preocupaciones?”. Si no se muestra receptiva a tu pedido, quizá sea hora de considerar si esta es una relación saludable o no.
  • Toma en cuenta otros medios de comunicación. Algunos se ponen muy ansiosos por teléfono. Si te sientes así o sospechas que ella se pone así, procura sugerirle con tacto cambiar parte del tiempo telefónico por un chat con video, mensajes de texto, iMing o cualquier otro medio con el que se sientan cómodos. Déjale en claro que tu idea no es evitar hablar con ella, sino que crees que podrás comunicarte mejor con ella en otro formato.
  • Evita las conversaciones sin fin. Si uno de ustedes está disgustado o tiene un problema, quizá tenga que hablar por un tiempo. Pero en general, deberás tratar de ponerle final a la conversación mientras todavía fluya bien. No esperes a que ambos se queden sin temas de conversación y haya un silencio incómodo para encontrar una excusa para colgar. Recuerda: todavía tendrán que tener temas de conversación cuando se encuentren en persona.
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