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Saber vendar una herida constituye una parte integral para administrar los primeros auxilios correctamente. Nunca se puede predecir cuándo tú o un ser querido va a sufrir una herida que requiera atención inmediata. Aunque las heridas profundas que sangran de manera profusa necesitan atención médica de emergencia, la mayoría de los cortes y heridas de menor importancia pueden tratarse y vendarse en casa. Una vez que el sangrado se detenga y limpies la herida, colocar la venda es en realidad un procedimiento bastante sencillo.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Limpiar la herida

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  1. Aunque la mayoría de las heridas de menor importancia pueden vendarse con una curita y las heridas más moderadas con apósitos y esparadrapos, algunas son demasiado graves como para tratarlas en casa. Por ejemplo, las heridas que además presentan huesos seriamente fracturados necesitan atención médica de inmediato, al igual que las lesiones graves de los vasos sanguíneos que no dejan de sangrar profusamente. [1] Las heridas en los brazos y las piernas que causan adormecimiento o pérdida de la sensibilidad por debajo de la lesión pueden indicar daños a los nervios, por lo que también deben ser tratadas por un médico a la brevedad.
    • Si sufres una pérdida importante de sangre, te sentirás débil y cansado rápidamente (y tal vez llegues a desmayarte). Así que debes informarle de inmediato a alguien a tu alrededor sobre la gravedad de tu lesión para que se comunique con los números de emergencia y consiga ayuda.
    • Si presentas una herida profunda sobre la piel de tu abdomen, tus órganos pueden haberse herido y estar sangrando internamente, por lo que, debes tratar de llegar a un centro médico lo más rápido que puedas. Recuerda que debes pedirle a alguien que te lleve o pedir una ambulancia, ya que podrías perder el conocimiento.
  2. Antes de limpiar y vendar una herida, trata de mantener el sangrado bajo control. Utiliza una venda (o un paño absorbente) limpia y seca. Aplica presión suavemente sobre la herida para controlar el sangrado. En la mayoría de los casos, la presión sobre la herida estimula la coagulación de la sangre y el sangrado se detiene dentro de los primeros 20 minutos, aunque puede continuar goteando un poco hasta por 45 minutos. [2] [3] Además, la venda o tela ayuda a evitar que las bacterias ingresen en la herida y generen una infección. Para los casos más graves, puedes improvisar un torniquete utilizando una corbata (o un pedazo largo de tela) y atar un nudo justo por encima de la herida.
    • Si el sangrado continúa incluso después de aplicar presión durante 15 o 20 minutos, es probable que la herida necesite atención médica de inmediato. Continúa ejerciendo presión hasta llegar a un consultorio médico, una sala de emergencia o un centro de urgencias.
    • Si te resulta difícil controlar el sangrado, es probable que a la víctima le hayan administrado disolventes sanguíneos o presente problemas de coagulación subyacentes. En estos casos, debes buscar un profesional médico para que la atienda.
    • Antes de entrar en contacto con la herida, debes utilizar guantes médicos desinfectados (si están disponibles). Si no cuentas con estos guantes, debes envolver tus manos utilizando algún tipo de barrera limpia (por ejemplo, una bolsa de plástico o múltiples capas de tela limpia). Debes utilizar tus manos para aplicar presión directa sobre la herida solo como último recurso, ya que el contacto con la sangre puede transmitir enfermedades infecciosas.
    • Además, debes utilizar agua y jabón para desinfectarte las manos antes de hacer contacto directo con la herida. De esta manera, reducirás al mínimo las probabilidades de transferir bacterias desde tus manos hacia la herida expuesta.
  3. Si existen pedazos grandes de tierra, vidrio u otros objetos incrustados en la herida, trata de eliminarlos utilizando unas pinzas limpias. Primero debes enjuagar las pinzas en alcohol para ayudar a prevenir la transmisión de bacterias u otros microbios. [4] Debes tener cuidado de no incrustar las pinzas dentro de la herida para no causar más daño.
    • Si estás tratando con una herida de bala, no escarbes alrededor de la herida ni trates de sacar la bala; deja que los profesionales médicos se encarguen de eso.
    • Si tienes problemas para eliminar residuos grandes del área de la lesión, debes dejar esta tarea a los profesionales de la salud en lugar de tratar de retirarlos tú mismo. Si retiras los residuos que se encuentran enredados en los vasos sanguíneos, podrías hacer que la herida sangre más.
    • Algunos expertos en primeros auxilios recomiendan esperar a eliminar todos los residuos hasta después de haber lavado la herida. Si solo observas un poco de suciedad o mugre, esta podría constituir la mejor manera de abordar la situación, ya que al lavar la herida es probable que también elimines los residuos pequeños.
  4. Para obtener un mejor acceso a la herida una vez que el sangrado se encuentre bajo control, debes retirar las prendas y joyas que se encuentren sobre el área de la lesión. Debes realizar esto de tal manera que si el área de la herida se inflama, las prendas ajustadas o las joyas no interfieran en el flujo de la sangre. [5] Por ejemplo, si la herida sangrante se encuentra sobre la mano, debes retirar el reloj pulsera que se encuentra por encima de la herida. Si no puedes retirar la ropa que se encuentra alrededor de la herida, lo ideal es que la cortes utilizando tijeras de punta roma. Por ejemplo, si estás tratando una lesión sobre el muslo, debes retirar los pantalones o cortarlos lejos de la herida antes de limpiarla y vendarla.
    • Si no logras mantener el sangrado bajo control, es probable que tengas que rasgar la ropa o utilizar una correa para improvisar un torniquete con el que puedas ejercer presión sobre las arterias por encima de la herida. Sin embargo, los torniquetes solo deben utilizarse durante períodos cortos y en situaciones de emergencia en las que está en riesgo la vida de la víctima, ya que el tejido comienza a morir a las pocas horas debido a la falta de sangre.
    • Una vez que retires la ropa para limpiar y vendar la herida, puedes utilizarla como una manta improvisada para abrigar a la víctima y mantenerla caliente.
  5. En el mejor de los casos, debes lavar la herida con una solución salina durante al menos un par de minutos hasta que la veas libre de suciedad y residuos. Lo ideal es utilizar una solución salina, ya que disminuye la carga bacteriana y normalmente viene esterilizada cuando se compra en paquetes. Si no cuentas con una solución salina, puedes utilizar agua del grifo. Debes asegurarte de dejar correr el agua sobre la herida durante unos minutos. Además, puedes utilizar el agua de una botella para este propósito o mantener la herida bajo el grifo, si es posible. No utilices agua caliente. En su lugar, puedes utilizar agua tibia o fría.
    • Puedes adquirir la solución salina en el mercado.
    • Algunos expertos recomiendan utilizar un jabón suave (por ejemplo, un lavavajillas líquido suave de la marca Ivory) para dejar la herida lo más limpia posible. Sin embargo, es probable que el jabón irrite el tejido lesionado. [6]
    • Si limpias una herida cerca del ojo, debes tener mucho cuidado para que el jabón no ingrese en el ojo.
  6. Debes limpiar la herida presionándola suavemente con un paño limpio para asegurarte de que quede completamente limpia luego de lavarla con la solución salina o el agua del grifo. No presiones la herida con demasiada fuerza ni la frotes enérgicamente. Tan solo asegúrate de eliminar los residuos restantes. Debes tener en cuenta que el lavado suave puede provocar que la herida sangre un poco más, por lo que debes volver a aplicar presión sobre la herida después de la limpieza.
    • Antes de colocar la venda, debes aplicar una crema antibacteriana sobre la herida (si cuentas con una). Las cremas o ungüentos antibacterianos (como Neosporin o Polysporin) ayudan a prevenir la infección. Además, la crema ayuda a evitar que el apósito se adhiera a la herida.
    • Como alternativa, es probable que desees aplicar un desinfectante natural sobre la herida, por ejemplo, una solución de yodo, peróxido de hidrógeno o plata coloidal (que es la única que no provoca ardor). [7]
    • Evalúa la herida después de la limpieza. Algunas heridas requieren puntos de sutura para sanar de manera adecuada. Si notas alguno de los siguientes síntomas, debes buscar atención médica en lugar de tratar de vendar la herida tú mismo: la herida parece ser bastante profunda, tiene bordes irregulares o no deja de sangrar. [8]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Vendar la herida

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  1. Debes escoger una venda desinfectada (que aún se encuentre dentro de su envoltorio) y del tamaño adecuado para la herida. Si estás tratando un corte pequeño, es mejor que utilices una venda adhesiva (por ejemplo, una curita). Sin embargo, si estás tratando un corte más grande, lo ideal es que utilices un apósito más grande. Es probable que tengas que doblar o cortar el apósito para que solo cubra la herida. Ten cuidado de no tocar la parte inferior del apósito (el lado que se asentará sobre la herida) para reducir el riesgo de infección. Si no cuentas con una venda adhesiva y deseas colocar un apósito, debes dejar un poco de material adicional sobre los bordes para que el esparadrapo no se adhiera directamente a la herida.
    • Si no cuentas con apósitos ni vendas, puedes improvisar utilizando un trapo o un pedazo de ropa limpia.
    • Unta ligeramente un poco de crema antibiótica sobre la herida no solo para evitar la infección, sino además para evitar que la venda (o el apósito) se adhiera directamente a la herida. [9] Si la venda se pega a la herida, es probable que genere más sangrado una vez que la retires.
    • Las vendas en forma de mariposa sirven para mantener juntos los bordes de la herida. Si cuentas con una de estas vendas, debes colocarla sobre el corte de manera horizontal (en lugar de a lo largo) para juntar los bordes de la herida. [10]
  2. Utiliza un esparadrapo resistente al agua y que no se estire para adherir el apósito a la piel por todos sus lados. Asegúrate de que el esparadrapo haga contacto con la piel ilesa y saludable alrededor de la herida. Evita el uso de cinta industrial (por ejemplo, cinta adhesiva para tubos o cinta aislante), ya que puede arrancar la piel cuando la retires. Una vez que el apósito se pegue sobre la herida, debes cubrirlo por completo utilizando una venda elástico limpia para proporcionar una mayor protección. Asegúrate de no ajustar demasiado la venda, ya que puedes cortar la circulación hacia la herida o cualquier otra parte del cuerpo de la víctima.
    • Asegura la venda elástica externa utilizando pinzas de metal, imperdibles o cinta.
    • Considera colocar una capa de plástico entre el apósito y la venda externa si existe una gran probabilidad de que el área de la herida se moje. Además, la capa de plástico proporcionará protección adicional contra las bacterias y otros agentes infecciosos.
    • Si la herida se encuentra sobre la cabeza o el rostro, es probable que tengas que envolver la venda como si se tratara de un pañuelo y ajustarla lo suficiente para que se mantenga en su sitio. [11]
  3. Debes reemplazar el apósito todos los días para mantener la herida limpia y promover su curación. Si la venda elástica externa se mantiene limpia y seca, entonces puedes reutilizarla. Si el corte es lo suficientemente pequeño como para utilizar solo una curita, también debes cambiarla a diario. Si tu apósito (o venda) llega a mojarse durante el transcurso del día, debes cambiarlo de inmediato y no esperar hasta el día siguiente. Las vendas y los apósitos húmedos promueven la infección, por lo que, siempre debes tratar de mantenerlos limpios y secos. Si un apósito (o una curita) se adhiere a una costra recién formada, debes remojarlo en agua tibia para ablandar la costra y retirar el apósito con más facilidad. [12] Para evitar este problema, puedes utilizar una venda antiadherente (si está disponible).
    • Entre los signos de curación se encuentran los siguientes: reducción de la inflamación, dolor reducido o nulo y formación de costras.
    • La curación de la mayoría de las heridas se produce en unas pocas semanas. Sin embargo, los cortes más profundos pueden tardar hasta un mes en sanar por completo. [13]
  4. A pesar de los esfuerzos por mantener la herida limpia y seca, a veces puede llegar a infectarse. Esto es común cuando te cortas profundamente con algo oxidado o sucio o cuando te muerde un animal o una persona. Entre los signos que indican que la herida está infectada se encuentran los siguientes: aumento de la hinchazón y el dolor, secreción o pus (amarillento o verdoso), piel roja y muy caliente al tacto, fiebre alta y sensación de malestar general. [14] Si notas alguno de estos síntomas a los pocos días de producida la lesión, debes acudir al médico de inmediato. Es probable que te recete antibióticos u otros tratamientos para combatir la infección.
    • Si notas líneas rojas sobre la piel alrededor de la herida, puede ser indicio de una infección en el sistema linfático (sistema que drena el líquido de los tejidos). [15] Esta infección (linfangitis) puede ser potencialmente mortal, por lo que, debes buscar atención médica de inmediato.
    • Considera la posibilidad de aplicarte una vacuna antitetánica. El tétanos es una infección bacteriana grave que puede desarrollarse a partir de una herida infectada, en especial si esta se produjo con un objeto sucio. Si no te has vacunado contra el tétanos en los últimos 10 años, debes consultar con tu médico y ponerte al día con tus vacunas.
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Consejos

  • La mayoría de las heridas que necesitan puntos de sutura deben ser tratadas dentro de las primeras seis a ocho horas después de que se produzca la lesión para reducir el riesgo de infección. [16] Por lo general, las heridas sucias no se cosen con el fin de evitar el riesgo de infección.
  • Ten en cuenta que, si bien los resultados estéticos son importantes, no constituyen la preocupación principal al momento de curar las heridas. Lo más importante es evitar la infección.
  • Las heridas con más probabilidades de infectarse son las que se producen por punción. Por lo general, estas son causadas por un objeto puntiagudo que ingresa a la piel (por ejemplo, agujas, clavos, cuchillos y dientes).
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Advertencias

  • Evita entrar en contacto con la sangre de la víctima para que no te infectes. Siempre debes utilizar guantes de látex (si están disponibles).
  • Debes vacunarte contra el tétanos cada 10 años. El tétanos es una infección bacteriana grave que afecta el sistema nervioso, provoca contracciones musculares dolorosas en la mandíbula y el cuello e interfiere con tu capacidad para respirar. [17]
  • Si te resulta difícil mantener el sangrado bajo control, debes buscar atención médica de inmediato.
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