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Verte a ti mismo como realmente eres puede ser un proceso insoportablemente difícil, pero si le pones tiempo y esfuerzo, conocer a tu verdadero tú puede ser una experiencia extremadamente gratificante. Al verte a ti mismo de manera objetiva y honesta, puedes aprender a aceptarte a ti mismo y descubrir maneras de mejorarte en el futuro.
Pasos
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Escribe al detalle tus percepciones. [1] X Fuente de investigación Toma un bolígrafo y un papel y escribe una descripción de ti mismo. Hazla lo más detallada posible, definiéndote como una persona completa: físicamente, mentalmente, emocionalmente y espiritualmente.
- Empieza por una declaración tipo "Yo soy…" o "Algo mío de lo que estoy muy orgulloso es...".
- Completa cada declaración con al menos 8 a 12 ideas.
- Detalla tanto tus fuerzas como tus debilidades. La mayoría de personas pueden identificar al menos una cosa buena y una mala de sí mismos, sin importar cuán inflado esté su ego o cuan baja se haya vuelto su autoestima. Escribe lo que tú opinas son tus puntos fuertes y flacos, guiado solo por tu respuesta visceral.
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Recuerda momentos significativos en tu vida. Piensa en todas las historias de tu pasado que sueles compartir. Pregúntate a ti mismo qué dicen esas historias sobre ti y por qué sientes la necesidad de contárselas a las personas que conoces.
- Préstale atención especial a lo que estas historias dicen sobre ti como persona. ¿Resaltan estas historias tu honestidad o valentía? ¿Te gusta contarlas porque estos rasgos ejemplifican tu comportamiento normal o las cuentas porque son raros ejemplos de rasgos que desearías poseer en mayores cantidades?
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Recuerda tu niñez. La mayoría de gente es más honesta con sus deseos y personalidad cuando son niños. Determina qué te hacía feliz cuando eras niño, al igual que lo que te decepcionó. Piensa en el tipo de sistema de creencias que seguías de niño. Si algunos de estos elementos han cambiado, toma nota de ellos y piensa en las razones que aduces como motivo del cambio.
- Por ejemplo, quizás de niño atesorabas los momentos en que hacías cosas de manera independiente y a solas. Si aún valoras tu espacio personal, esta búsqueda de libertad es una parte obvia de quien eres realmente.
- Si en cambio en la actualidad estás sujeto a una serie de obligaciones, pregúntate por qué. Quizás hayas aprendido a valorar la familia y las amistades de una manera nueva, en cuyo caso el deseo de cumplir cualquier obligación relacionada podría ser parte del verdadero tú. Por otro lado, quizás estés llenándote de obligaciones tan solo para encajar con las expectativas externas, en cuyo caso el verdadero tú sigues siendo la persona independiente que eras de niño.
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Prohíbete el espejo. [2] X Fuente de investigación Aléjate del espejo una semana completa y deja de mirar tu reflejo. Al hacerlo interrumpes las percepciones falsas del tú físico que continuamente mantienes a diario cuando revisas cómo te es.
- Cuando termine tu prohibición de espejos, quizás te des cuenta de que el único tan preocupado por tu apariencia y tan crítico de ella eres tú mismo. Una vez que te obligues a dejar de lado la fijación por tus supuestas fallas físicas, probablemente te darás cuenta de que nadie más toma tu lugar y adquiere una fijación por ellas. Como resultado, a la larga podrías darte cuenta de que las cosas negativas que piensas de tu apariencia no son reales después de todo.
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Acalla el ruido en tu cabeza. [3] X Fuente de investigación La vida puede ser muy demandante y tus propios pensamientos pueden jalarte en cien direcciones distintas al mismo tiempo. Simplifica tu vida por algunas semanas para ayudar a minimizar los pensamientos ansiosos y negativos que por lo general van de la mano con una agenda ocupada.
- Si te cuesta acallar el ruido en tu cabeza inmediatamente, planifica con anticipación tomarte algo así como unas vacaciones lejos de tus quejas internas. Resuelve la mayor cantidad que puedas de todas las cosas que tengas que realizar, de manera que tengas poco o nada que hacer durante esa semana (aproximadamente) de "vacaciones." Programa tus obligaciones de manera que no haya motivos de ansiedad externos invadiendo tus pensamientos durante ese periodo de tiempo.
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Alienta a los demás a que sean honestos contigo. Necesitas verte a ti mismo desde un nuevo punto de vista. Es más probable que alguien que te conoce bien tenga un buen entendimiento de quién eres realmente, pero la parte complicada es que pocas personas cercanas estarán dispuestas a ser completamente honestas sobre tus carencias. Necesitas encontrar amigos que serán honestos contigo y alentar a esos amigos que ya tienes a hablar honestamente sin miedo a tu reacción.
- Puedes hacer que los demás se sientan cómodos con la idea de criticarte aprendiendo a criticarte a ti mismo. Si puedes demostrar autocrítica constructiva, las personas cercanas a ti podrían sentirse más cómodas diciéndote la verdad según su punto de vista.
- Algunas personas se sienten naturalmente cómodas siendo honestas. Otras aprenden a ser honestas una vez que se sienten cómodas con alguien. Deberías tener uno o ambos de estos tipos de persona en tu vida.
- Cuando la gente te critique constructivamente, escucha cuidadosamente y acepta lo que tengan que decir. No reacciones con molestia ni presiones a otros amigos a apoyar o negar sus declaraciones.
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Admira a las personas. Los seres humanos detestan sentirse insignificantes, así que por lo general una persona que se siente descontenta consigo misma reacciona buscando a alguien que pueda considerar inferior. Sin embargo, esto distorsiona tu autopercepción. Algo más positivo sería encontrar personas a quienes puedas admirar.
- Admirar a otras personas también te da una meta a la cual aspirar. Nadie es perfecto, pero a menudo uno tiende a admirar a personas que poseen cualidades positivas que uno por lo general no posee. Admirar a estas personas puede hacerte más consciente de las cualidades que no posees y una vez que adquieres consciencia de ellas, puedes luego tratar de emularlas en tu propia vida.
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Analiza cada percepción que tenías originalmente. Luego de haberte dado unas vacaciones de tus percepciones originales, saca la lista y revísala punto por punto. Pregúntate a ti mismo si cada punto tiene alguna validez y dedícate a revisar cada uno de ellos a lo largo de toda la lista.
- Con cada percepción o declaración que hiciste, pregúntate:
- "¿Realmente es verdad?"
- "¿Puedo probar que es completamente cierto? ¿Puedo probar que es falso?"
- "¿Cómo reacciono física y emocionalmente a este pensamiento o idea?"
- “¿Hay atributos positivos asociados a esta cualidad negativa? ¿Hay atributos negativos asociados a esta cualidad positiva?”
- Con cada percepción o declaración que hiciste, pregúntate:
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Sal de tu zona de comodidad. Valida tus percepciones forzándote a volver a ser un principiante en algo nuevo. [4] X Fuente de investigación Durante los momentos de incertidumbre, las fuerzas y debilidades tienden a mostrarse. Préstale mucha atención a tus propias reacciones durante la experiencia para tener una mejor idea de cuáles son realmente tus atributos positivos y negativos.
- El truco es encontrar algo sobre lo que no sabes nada y forzarte a aprender sobre el tema. Si por ejemplo no sabes nada sobre la cocina, entonces aprende a cocinar.
- Necesitas prestarle una atención especial a tus respuestas y reacciones durante este periodo de tiempo. También debes completar este proceso a solas. No dependas de otros para que te ayuden a superarlo.
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Acepta tus carencias. La gente detesta estar equivocada, pero nadie es perfecto. En vez de tratar de negar tus carencias y fallas, deja de inventarte excusas para ti mismo y sé honesto con las cosas que están mal. Esto incluye las cosas que ya pensabas que estaban mal y las que quizás negabas previamente.
- Entiende que aceptar tus carencias es un paso necesario para verte a ti mismo como eres realmente. Aparte de eso, solo puedes intentar mejorar tus fallas si primero las reconoces y aceptas.
- También necesitas deshacerte de las excusas. Por ejemplo, si procrastinas habitualmente, no intentes justificarlo diciendo que igual logras cumplir con el trabajo así que realmente no importa. En vez de eso, simplemente admite que procrastinas.
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Proyéctate internamente. Cuando enfrentes un problema, busca la causa internamente. Puede ser increíblemente fácil echarle la culpa a alguien más, pero para evitar elevar tu ego injustamente necesitas preguntarte seriamente si también posees culpa por la situación actual.
- Similarmente, debes proyectarte internamente siempre que sientas la tentación de quejarte de los demás. Cuando esto suceda, detente y pregúntate a ti mismo si podría haber otra gente realizando las mismas quejas sobre ti.
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Observa desde afuera. Piensa en tus metas, ideas y deseos. Quizás puedas justificar y racionalizar cada uno en tu propia mente, pero pregúntate a ti mismo cómo mirarías estos atributos en caso los vieses desde la perspectiva de otra persona. Si la reacción esperada varía, determina por qué sucede esto.
- Por ejemplo, si deseas tener una relación con cierta persona y sientes que tu deseo está justificado, piensa en lo que un individuo externo y ajeno podría ver. Si un punto de vista objetiva te consideraría ingenuo o imprudente, deberías aceptar ese rasgo tuyo por lo que es.
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Mantén un diario. Escribe sobre tus nuevos descubrimientos y dudas a través de todo el proceso de renovar tu autoimagen. Puedes escribir sobre tus sentimientos, frustraciones o cualquier otra cosa relacionada al tema. Lo más importante es simplemente escribir consistentemente y de manera honesta.
- Cada vez que te sientes a escribir en tu diario, deberías seguir hasta que alcances algún nivel de comprensión o un estado de emoción incrementada.
- Asegúrate de tomarte el tiempo de escribir en tu diario cuando puedas enfocarte en la tarea sin distracción.
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Piensa en ti mismo de maneras saludables. Aunque debes ser honesto respecto a tus propias carencias, también necesitas aceptarte a ti mismo por quien eres y aprender a ser honesto respecto a tus aspectos positivos. Tener una autoimagen excesivamente pobre puede ser tan dañino (si no más) como tener una autoimagen excesivamente inflada.
- Necesitas enfatizar ante ti mismo que eres valioso, incluso con todas tus fallas y carencias.
- Cuando sientas que tus percepciones se muevan hacia una dirección negativa, cuestiona la culpa innecesaria. Si algo sale mal y te dices a ti mismo "no puedo hacer nada bien", corrígete a ti mismo haciendo una lista de cosas que has hecho bien.
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Pregúntate a ti mismo quién quieres ser. Considera cuál es la imagen propia a la que has llegado y pregúntate quién es la persona en la que deseas convertirte algún día. Quizás sea similar a la persona que antes pensabas ser. Decide qué necesitas hacer para transformarte y hacer de este deseo una realidad.Anuncio
Referencias
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