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Las mantas decorativas le pueden dar un toque especial a tu sala y pueden ser una fuente de abrigo en las noches frías. Escoge una que sea proporcional al sofá. Si tienes un seccional largo, la manta tendrá que ser grande. Por el contrario, si quieres ponerla sobre un sillón de dos cuerpos o una silla de brazos, mejor escoge una que sea pequeña. Acomodarla correctamente contribuirá a que el sofá se mantenga ordenado y tienes varias opciones con base en tu estilo y preferencias personales.

Método 1
Método 1 de 3:

Doblar la manta

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  1. Una manta doblada en tres puede permanecer acomodada en su lugar sin importar cuántas personas se sienten en el sofá. Sostenla adelante de ti a lo largo y dóblala llevando los extremos hacia el medio. [1]
    • Después podrás colocarla como está o doblarla por la mitad para evitar que un extremo se arrastre por el suelo. Puedes colocarla sobre los cojines, los brazos o el respaldar, lo que dependerá de tu estilo de decoración.
  2. Algunas mantas (en especial las tejidas con trenzas) se ven mejor con "un poco de desarreglo ordenado". Dóblala por la mitad directamente sobre los brazos, el respaldar o los cojines del sofá. Incluso podrías tirársela encima para que tenga una apariencia agradable pero natural. [2]
  3. Dobla la manta por la mitad a lo largo y luego nuevamente por la mitad. A partir de ahí, la puedes acomodar directamente sobre el brazo del sofá. Otra opción es arreglarla en una esquina y poner un cojín decorativo sobre la parte de adelante del sofá. [3]
  4. No todas las mantas se tienen que doblar. Las ligeras se ven bien dobladas, pero las gruesas (como las de piel de oveja o lana) se verán abrigadoras por naturaleza si las tiras sobre el mueble. Tu sofá se verá tan agradable y acogedor como para acurrucarte en él. [4]
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Método 2
Método 2 de 3:

Situar las mantas decorativas

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  1. Escoger un solo lado para colocar tu manta es una forma sencilla y subestimada de darle estilo a un sofá. Puedes tirar la manta en un lado sin doblarla o escoger alguna de las tres opciones de doblado. Doblarla a lo largo se ve mejor con esta opción. [5]
  2. Dóblala en cuatro y métela en una esquina para darle una apariencia mullida. De esta forma, quien quiera utilizarla podrá tener acceso a ella fácilmente. Una manta decorativa en la esquina del sofá es la mejor opción para un estilo cálido y no para uno formal. [6]
    • Después puedes ponerle cojines decorativos encima para fijarla en su lugar.
  3. Colócala sobre el brazo del sofá si quieres una mezcla de comodidad y sofisticación. Después de doblarla, gírale el extremo que queda acomodado sobre el brazo para darle un toque personal. [7]
  4. Quizás utilices tu sofá como una cama improvisada para tus compañeros de casa o invitados. En ese caso, la manta debe poder moverse con facilidad sin que interfiera mucho con las demás decoraciones. Dóblala en tres y ponla sobre el respaldar del sofá.
  5. Si tienes un sofá seccional, puedes poner tu manta sobre el soporte para pies. Dóblala por la mitad, juntando los lados cortos, para formar un rectángulo largo. Después, colócala sobre el diván o la otomana para añadirle textura. Esta es una opción popular y en tendencia. [8]
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Método 3
Método 3 de 3:

Decorar con mantas

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  1. Si tienes muebles de varios colores diferentes, entonces una manta de color neutro quedará mejor. Pero si tienes un esquema de color único, una manta de un color vibrante puede aportar un toque atrevido a tu sala. Puedes cambiar de manta de acuerdo a la estación, usando colores fríos para los meses de otoño e invierno y cálidos para los de primavera y verano. [9]
    • Los colores claros (como el amarillo y el naranja) pueden avivar habitaciones que tienen una iluminación oscura. [10]
  2. Un par de cojines contribuyen a que tu manta se vea más elegante y te darán algo cómodo donde recostarte. En lugar de añadir varios cojines multicolores, opta por varios del mismo color de tu manta. Más bien, varía en la textura, como piel de oveja o terciopelo. [11]
    • El número de cojines que agregues dependerá de la cantidad de personas que quepan en el sofá. En el caso de uno pequeño, solo usa 1 o 2, pero agrega más a los sofás más grandes y los seccionales si quieres. [12]
  3. Una manta decorativa puede servir para mucho más que verse elegante y abrigar personas. Tal vez encuentres una hecha de un material resistente que puedas llevar para hacer un picnic. Quizás también encuentres una manta de satín que podría servir como un camino de mesa a la vez. [13]
  4. Muchos diseños pueden resultar demasiado estimulantes, pero la simplicidad excesiva puede hacer que una habitación se vea aburrida o paralizada. En el caso de un sofá con estampado, escoge una manta de un solo color. Por otro lado, un sofá de un solo color se verá bien con mantas con diseños locos acomodada a lo ancho, como una de cuadros o cachemira. [14]
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Consejos

  • Una manta es una forma poco costosa de modernizar un espacio y revivir un sofá pasado de moda.
  • Asegúrate de utilizar una manta que se pueda meter en la lavadora para que puedas lavarla con frecuencia. [15]
  • Usa mantas para esconder áreas desgastadas o dañadas del sofá.
  • Acomoda varias mantas sobre el sofá si recibes invitados en tu sala con frecuencia. De esta forma, si ven una película o se quedan a dormir, tendrás suficientes para todos.
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