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El acondicionamiento mantiene el cabello brillante, suave y libre de frizz. Es buena idea acondicionártelo ligeramente después de cada lavado con champú, concentrándote principalmente en las puntas, pues estas se secan más fácilmente que las raíces. Después, cada cierto número de semanas, hazte un acondicionamiento profundo con un elemento nutritivo como el aceite de coco para darle a tu cabello un brillo intenso y radiante.
Pasos
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Acondiciónate después de cada lavado con champú. Este producto está diseñado para limpiar el cabello quitándole la suciedad y la grasa. Es necesario enjuagar la grasa natural que produce tu cuero cabelludo para que el cabello se vea limpio, pero hacerlo podría secártelo. Aquí es donde entra a tallar el acondicionador. Después de cada lavado con champú, aplícate uno que sea adecuado para tu tipo de cabello.
- Si lo tienes muy seco o dañado, elige un acondicionador humectante que restaure su brillo natural.
- Si tu cabello es fino y delgado, elige un acondicionador más ligero que no te lo deje sin vida.
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Utiliza solamente lo necesario. Cuando se trata de acondicionadores, es posible utilizar demasiado de uno bueno. Solo debes utilizar la cantidad necesaria para tu tipo y largo de cabello. Si usas una mano llena de producto, este terminará con una apariencia opaca e incluso grasosa. Utiliza lo suficiente para cubrirlo ligeramente y hacer que desenredarlo sea más fácil.
- Si tienes el cabello corto, solo necesitas una cantidad de acondicionador similar al de una moneda de 17 mm de diámetro.
- Si lo tienes mediano, utiliza como referencia una moneda de 24 mm de diámetro.
- Para el cabello largo, utiliza una cantidad similar al de una moneda de 25 mm de diámetro.
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Concéntrate en las puntas de tu cabello. Como el cuero cabelludo produce su propia grasa natural, tus raíces no necesitarán tanto acondicionamiento como las puntas, pues estas se secan más fácilmente, lo que provoca que se abran y se desgasten. Cuando te acondiciones el cabello, frota el producto entre las palmas de tus manos y péinatelo con los dedos a partir de unos 2,5 cm (1 pulgada) del cuero cabelludo. Péinalo hasta las puntas y frótalo suavemente. Después regresa, y masajea tu cuero cabelludo y las raíces con el poquito de acondicionador que te quede en las manos.
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Enjuágatelo bien cuando termines. Después de enjuagarlo, todavía quedará una capa ligera de acondicionador en el cabello. El objetivo es tener lo suficiente como para proporcionarle humedad y protegerlo de elementos perjudiciales, pero no tanto como para que lo apelmace o le dé una apariencia grasosa. Péinate el cabello con los dedos cuando te lo enjuagues para asegurarte de que no queden áreas con mucho producto acumulado.
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Utiliza el champú con menos frecuencia para que el cabello no se seque. No debe ser necesario que te eches champú y acondicionador al cabello más de dos veces por semana, máximo tres. Cuando te lavas con champú, la grasa natural que produce el cuero cabelludo se va con el agua y no hay ningún acondicionador que pueda reemplazarla en su función de mantener tu cabello saludable y brillante. Además, cuando te lo lavas con mucha frecuencia, las glándulas del cuero cabelludo trabajarán a toda marcha para producir más grasa y tu cabello terminará con una apariencia grasosa más rápidamente.
- Cuando empieces a dejar de lavarte todos los días, tu cabello se verá grasoso con mucha frecuencia. Aguanta lo más que puedas (los sombreros son muy útiles en este caso). Así, la próxima vez que te laves con champú y acondicionador, este tardará más en verse sucio.
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Piensa en comprar un acondicionador sin siliconas. Si tu cabello suele verse opaco aunque los productos que utilizas afirman que lo pondrán brillante y lustroso, sería mejor que los cambies. La silicona es un producto presente en acondicionadores comerciales que en realidad hace que tu cabello se vea más brillante al principio. Sin embargo, después de un tiempo esta se acumula en él y hará que pierda su brillo. Busca acondicionadores que digan “sin siliconas” y no tendrás que preocuparte de este problema.
- También es recomendable que tu champú no contenga sulfatos. Estos son muy eficaces en quitarle la grasa natural a tu cabello, demasiado eficaces. Si el tuyo tiende a ser seco, utilizar un champú con sulfatos lo secará aún más y no habrá acondicionador que pueda hacer que se vea saludable nuevamente. Utiliza un champú sin sulfatos junto con un acondicionador sin siliconas.
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Averigua sobre los acondicionadores sin enjuague. Esta es una buena opción para las personas que tienen un cabello que suele secarse y tener frizz. En lugar de enjuagarte el acondicionador, tendrás que rociarlo como aerosol o peinártelo en el cabello y dejarlo ahí mientras este se seca. Si tu cabello es muy fino o suele ponerse grasoso rápidamente, esta no será la mejor opción para ti.Anuncio
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Hazte un acondicionamiento profundo una vez cada cierto número de semanas. No es necesario utilizarlo con más frecuencia; de hecho, el acondicionamiento profundo muy frecuente puede dañarte el cabello y provocar que se rompa más fácilmente. Una vez dejando una semana y media o dos será suficiente. Sabrás que es momento de hacerte el acondicionamiento cuando tu cabello se sienta un poco seco o las puntas parezcan estar a punto de quebrarse.
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Elige un tratamiento de acondicionamiento profundo. Existen cientos de tratamientos comerciales entre los que puedes escoger, además, los salones también ofrecen este tipo de productos. Sin embargo, si no quieres gastar tu dinero en un tratamiento de acondicionamiento profundo, puedes utilizar ingredientes caseros que tendrán el mismo efecto. Algunos acondicionadores que probablemente tengas a la mano son:
- aceite de coco (sin refinar)
- aceite de oliva
- mayonesa
- aceite de almendras
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Péinate el cabello con aproximadamente una cucharada del producto. Utiliza un poco menos si el tuyo es corto o un poco más si es largo. Aplícalo cerca de las raíces y péinalo en tu cabello hasta llegar a las puntas, cerciorándote de que todo quede cubierto. Un peine de dientes anchos es una herramienta excelente para este propósito; de lo contrario, puedes utilizar tus dedos.
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Ponte un gorro de baño. Este atrapará el calor de tu cuerpo en tu cabeza, calentará levemente el producto y, así, lo hará más efectivo. Además, evitará que el acondicionador caiga en tu ropa y tus muebles. Si tu cabello es largo, puedes sujetártelo con un gancho y luego cubrirlo con un gorro de baño.
- Si no tienes un gorro, utiliza film plástico o una bolsa de este material y sujétala con ganchos alrededor de tu cabello.
- Asegúrate de utilizar un material sin poros, en lugar de un artículo poroso como una toalla o una camiseta que dejarán escapar el calor.
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Déjalo reposar al menos por una hora. Este tiempo será suficiente para que el tratamiento penetre en tu cabello y haga magia. Si tienes tiempo de sobra, podrías dejártelo por varias horas o incluso toda la noche.
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Enjuágalo con champú. En algunos casos tendrás que lavarte dos o tres veces con champú para enjuagar el tratamiento por completo. Este es el caso de los aceites de coco y de oliva que son productos muy densos y difíciles de enjuagar. Lávate el cabello hasta que no se sienta cubierto de aceite. Cuando se seque, estará sedoso y tendrá volumen.Anuncio
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Utiliza mascarillas para el cabello. Estas se pueden utilizar con mayor frecuencia que los tratamientos de acondicionamiento profundo y no están hechas para penetrar en el cabello, sino para dejar una mascarilla ligera que retenga la humedad y lo proteja. Aplícate una cucharada de mascarilla, peinándotela en el cabello después de mojarlo al inicio de tu ducha. Luego de unos 10 minutos enjuágatela con champú. Puedes comprar este producto en una tienda o hacerlo con alguno de estos ingredientes:
- miel
- claras de huevos
- leche o yogur
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Utiliza un cepillo de cerdas de jabalí para distribuir la grasa natural de tu cabello. Este está diseñado para esparcir el sebo que produce tu cuero cabelludo desde las raíces hasta las puntas, de modo que todo el largo el cabello obtenga sus beneficios. Los cepillos de cerdas de jabalí no hacen que este se quiebre o se dañe como los de plástico. Aunque son difíciles de introducir en el cabello muy rizado, funcionan bien para personas que lo tienen ondulado o liso.
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Trata de eliminar el champú. Las personas de cabello muy rizado u ondulado han encontrado una solución para la resequedad y el frizz: dejar por completo el champú. En lugar de echarte champú y luego acondicionador, prueba utilizar este último para lavarte el cabello. Mójalo al inicio de tu ducha, aplícate el acondicionador en el cuero cabelludo y el cabello, masajeándolo desde las raíces hasta las puntas; luego enjuágalo bien. Esta técnica apelmazará los cabellos delgados, pero dará buenos resultados en los gruesos y secos.
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Reduce el frizz. Las personas que tienen el cabello seco a menudo también tienen frizz. Hay algunos cambios que puedes hacer en tu rutina para reducirlo y tal vez incluso eliminarlo por completo. Prueba lo siguiente:
- Sécate el cabello presionándolo y no frotándolo fuertemente con la toalla.
- Deja que se seque al aire libre en lugar de utilizar un secador; reserva el calor para ocasiones especiales.
- Utiliza un peine de dientes anchos en lugar de un cepillo.
- Manipula tu cabello lo menos posible durante el día.
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Utiliza un aceite de acabado. Este tipo de aceite es similar a un acondicionador sin enjuague, pero brinda un poco más de protección al cabello que tiende a secarse mucho. Puedes comprar aceites y sueros para el cabello en salones y tiendas de productos de belleza. Busca productos que contengan alguno de los siguientes ingredientes:
- aceite de argán
- aceite de Marruecos
- aceite de jojoba
- aceite de rosa mosqueta
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