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Algunos nos sentimos enamorados de la idea de ir en paseos de vino o beber un vaso de vino en ocasiones especiales, pero nos decepcionamos al sentir un sabor tan fuerte. Por fortuna, adquirir el gusto por el vino es más fácil de lo que crees. Es casi una cuestión de hacer que tus papilas gustativas se acostumbren a los sabores que caracterizan al vino. Después de todo, hay tantas variedades diferentes que hay un tipo para todos los gustos.

Método 1
Método 1 de 3:

Probar el vino de la manera correcta

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  1. El vino recién abierto necesita estar expuesto al aire para oxidarse y producir una bebida más suave y agradable. Beber el vino apenas abres la botella podría darle a la bebida un cuerpo liviano en lugar de un sabor más completo.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Samuel Bogue

    Sommelier certificado
    Samuel Bogue es el director de vinos de Ne Timeas Restaurant Group en San Francisco, California. Es un sommelier certificado, ganador del premio Zagat’s 30 under 30", y consultor de vinos para algunos de los mejores restaurantes del área de la Bahía.
    Samuel Bogue
    Sommelier certificado

    Cuando se le preguntó cómo alguien debería probar el vino... ...Sam Bogue, un sommelier, respondió: "Comienzo observando el vino. Presto atención al color y si es trasparente u opaco. Luego, me gusta olerlo, girarlo y volverlo a oler. Creo que así obtienes un aroma ligeramente diferente antes de airear el vino. Intenta pensar a qué frutas, especias o hierbas te recuerda el olor. Luego, cuando pruebes el vino, piensa en las notas que tomaste cuando lo oliste y determina si puedes probarlas".

  2. El vaso de vino clásico atrapa los aromas del vino y podrás sentirlos de manera más precisa. Algunos aficionados al vino incluso colocan sus narices en el vaso para capturar todos los olores. Es posible que experimentes olores parecidos a fruta cortada, hierbas picadas o incluso a té caliente.
  3. Observa cómo el vino se pega a los costados del vaso o si se derrama muy rápido. Asimismo, debes observar el color del vino. Los expertos pueden saber cómo sabe un vino con solo mirarlo. Por ahora, lo mejor es prestar atención a cómo se comporta el vino y comparar su sabor. [1]
    • Cuando un vino “llora”, significa que se pega a los lados del vaso y que contiene mucho jugo de frutas.
    • Mientras más oscuro y profundo sea el color del vino, más intenso será el sabor.
  4. Asegúrate de que fluya por la punta de tu lengua, los costados, por debajo y hacia la parte posterior de tu boca. Después de percatarte de los sabores, puedes tomar o escupir el vino y luego respirar con tu boca mientras aspiras aire a través de todas esas partes de tu lengua nuevamente. Esto hará que cambien los sabores del vino, a veces de manera repentina y brusca. [2]
    • Las notas gustativas son los sabores individuales que puedes sentir a través de la experiencia general de un determinado vino. [3]
    • Al principio, es posible que no seas capaz de reconocer sabores como el chocolate o el roble, pero la práctica entrenará a tus papilas gustativas para reconocer estos sabores inusuales.
    • Puedes hacer trampa y mirar la etiqueta de la botella o preguntarle a alguien qué es lo que siente hasta que empieces a notar notas específicas por cuenta propia.
  5. Haz un seguimiento de los sabores que sientes en determinados vinos y qué te gusta y qué no. Anota tus impresiones de cada vino. De esta manera puedes revisar tus anotaciones y pruebas de sabor anteriores y buscar patrones en tus preferencias.
    • Los vinos tienen cuatros componentes básicos: sabor, taninos, alcohol y acidez. Cada uno de estos componentes tiene un rango de intensidad en vinos diferentes e influirán en tu preferencia de un vino sobre otro.
    • A medida que pruebes diferentes vinos, es posible que te des cuenta de que los vinos tintos secos no son tus favoritos, pero que disfrutas una variedad de vino blanco seco y ácido.
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Método 2
Método 2 de 3:

Probar diferentes variedades

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  1. Quizá pienses que no te gusta el vino porque los que has probado no eran compatibles con tus preferencias. Sin embargo, al exponerte a una gran variedad de vinos, podrás incrementar la probabilidad de encontrar al menos un tipo que te guste de verdad.
  2. No debes sentirte abrumado por la cantidad de vinos disponibles. La mejor forma de dividirlos es en categorías de vino blanco y vino tinto. A partir de ahí, puedes comenzar a probar tu paladar con mezclas, antigüedades e incluso con viñedos individuales. [4]
    • Los vinos blancos y dulces como el Viognier o el Riesling podrían ser más fáciles de apreciar para un principiante que un Sauvignon Blanc muy seco o un Chardonnay con roble.
    • En el caso de los vinos tintos, los Zifandels con sabores frutales más pronunciados podrían ser más accesibles que vinos más secos como el Cabernet o el Pinot Noir.
    • Las diferentes mezclas de vinos combinan las características de varias uvas para crear sabores equilibrados y complejos.
    • Existe mucho más que vinos tintos y blancos. Vinos colorados, helados, espumantes, madeira, porto y sherry, todos son diferentes métodos para procesar la fruta, jugo o vino.
  3. El lugar de origen del vino determinará su aroma y sabor. Algunos de los vinos más populares y accesibles llegan de Francia, Italia, España, Argentina y los Estados Unidos.
    • Los países diferentes tienen tipos de suelo diferentes, así como también diferentes métodos de producción. Esto crea un nuevo mundo de opciones para probar.
    • En general, los vinos del nuevo mundo de California y Sudamérica tienen sabores frutales más pronunciados y son menos secos que los vinos de Francia o Italia.
  4. La antigüedad del vino también determinará su sabor y matices de aroma. Prueba los vinos jóvenes y los añejos y, si es posible, compra un lote del mismo vino y bebe uno cada año para experimentar los cambios sutiles del vino a medida que se transforma con el tiempo.
  5. Los puristas del vino arrugan la nariz ante la idea de mezclar el vino con otras cosas, pero el vino con hielo, mezclado con otros jugos frutales, con licor u otras cosas a menudo da como resultado bebidas de buen sabor.
    • Añade hielo, especialmente en vinos más pesados, dulces o intensos. La frialdad del hielo adormece ligeramente tus papilas gustativas, lo cual baja la fuerza (y las cualidades astringentes) de algunos vinos, especialmente los tintos.
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Método 3
Método 3 de 3:

Explorar vinos con otras personas

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  1. La mejor manera de aprender más es ir a degustaciones de vinos con amigos en tiendas de vinos, bares o incluso galerías de arte. La ventaja de ir a una degustación de vino es que puedes probar diferentes tipos de vinos sin tener que comprar una botella que quizá no te guste. [5]
    • Algunas degustaciones de vino tienen pequeños refrescantes para limpiar tu paladar entre los vinos, así como baldes para escupir el vino para que no tomes accidentalmente el equivalente de una botella entera.
    • No te aproveches de tu anfitrión. El objetivo es probar nuevos vinos, no emborracharte.
  2. Los paseos de vinos son populares en todo el mundo y son una buena manera de aprender acerca del proceso de hacer vino y todos los detalles que se encuentran en un simple vaso.
    • Ve preparado para caminar por el terreno del viñedo y recuerda permanecer hidratado.
    • Averigua las comisiones y precios. Algunas veces, si compras una botella durante el paseo, se pueden reducir algunos costos.
    • Ve en grupo. Puede ser más divertido y también más barato.
  3. A menudo, una opinión o las etiquetas de las botellas de vino recomiendan diferentes quesos o carnes para que acompañen al vino que bebes. Comer y cocinar es simplemente equilibrar los aspectos de grasas, ácidos, sales y sabores dulces. [6] Los acompañamientos de vino son una buena excusa para hacer una comida centrada en un determinado vino tinto y un filete e invitar a tus amigos a tu casa para que lo prueben. [7]
    • Algunos vinos se acompañan mejor con alimentos de la misma región. Por ejemplo, un vino de Italia del norte podría acompañarse mejor con un queso de cabra de una granja de las regiones superiores de Italia.
    • Los acompañamientos son útiles, ya que es posible que no te guste el vino por su acidez, pero podrías disfrutarlo más si sabes que una fruta dulce puede ayudar a equilibrar los sabores.
  4. No es necesario que aprendas todo el lenguaje que usan los expertos en vinos, pero presta atención a la forma en que hablan acerca de los aromas del vino y sus sabores. Solo con escuchar podrías ganar una apreciación más profunda de una determinada variedad o uva o método de producción.
    • Tus amigos y familia también son buenos comparadores. Si tienen gustos similares, pídeles una recomendación y la razón por la que prefieren un tipo en particular.
    • Como mínimo, aprende a pronunciar los nombres de los diferentes tipos de vinos.
  5. El vino es apropiado para todo tipo de eventos y lugares, además de que diferentes vinos van con diferentes ambientes e incluso estaciones del año. Es posible que descubras que prefieres beber vino en lugar de una cerveza en eventos deportivos o que disfrutas el vino solo con postres.
    • Un vino dulce o espumante podría ir mejor con una celebración y un vino tinto podría ser más adecuado para una tarde en casa con un buen libro.
    • Algunas personas están de acuerdo en que los vinos fríos son mejores en los días calurosos de verano y que los vinos calientes y con especias son mejores para las largas noches en invierno.
  6. Tus papilas gustativas cambian todo el tiempo y es posible que descubras que el vino que no soportabas antes, ahora es tu favorito. Existen tantas opciones diferentes de vinos que no te quedarás sin alternativas. Así que sé paciente y continúa con tu búsqueda.
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Consejos

  • Una manera rápida de saber cuándo un vino blanco ya no es apto para su consumo es por el color. El vino blanco debe tener un tono dorado claro. Cuando el color es más oscuro o cercano al naranja o marrón claro significa que ya no es adecuado para su consumo.
  • El vino es especialmente susceptible a la oxidación. Una botella abierta de vino se echará a perder rápido al hacer reacción con el aire, por lo que es mejor consumirla dentro de las 24 horas.
  • La vida es demasiado corta como para beber un vino que no disfrutas. Hazles caso a tus papilas gustativas al elegir una botella o un vaso.
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Advertencias

  • Bebe con moderación. Asimismo, las mujeres embarazadas o lactantes deben beber solo si su proveedor de servicios de salud lo considera seguro. El consumo de alcohol, en especial combinado con alguna medicación, puede suponer un riesgo serio para la salud.
  • No bebas y conduzcas u operes equipos mecánicos.
  • A algunas personas les afecta la acidez del vino y les causa sensibilidad en los dientes.
  • Algunas personas le tienen alergia al vino. Si ves que tienes una reacción física al vino, intenta no adquirir un gusto por esta bebida sin antes consultar a tu médico.
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Cosas que necesitarás

  • vino
  • vaso
  • decantador (opcional)

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