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Los suegros pueden ser un punto de tensión en cualquier relación. Es probable que hagan las cosas de manera diferente a tu familia y con frecuencia tendrán expectativas de que tú hagas las cosas a su manera. De la misma manera, puede que esperes que ellos actúen de la misma manera que tu familia. Ambas partes pueden olvidar o pasar por alto estas diferencias en el día a día, pero cuando los suegros te visitan, las cosas se pueden poner muy difíciles. Puedes mejorar la situación planificando la visita con antelación, esforzándote por pasar un buen rato mientras estén en casa y evaluando la visita para mejorar en futuras ocasiones.

Método 1
Método 1 de 4:

Planificar la visita

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  1. Para que la visita sea exitosa, tanto tú como tu pareja deberán estar en la misma página. Mientras planificas la visita, discute todos los arreglos necesarios junto a tu pareja. Además, hablen de los aspectos familiares y cotidianos en los que tus suegros son y no son bienvenidos a involucrarse.
  2. Si tus suegros viven lejos, van a necesitar un lugar donde dormir. Haz espacio en un dormitorio libre o convierte otra habitación en un dormitorio temporal. Si prefieres que tus suegros se queden en otro lugar, ayúdales a encontrar un alojamiento cómodo y a un precio razonable.
    • Para aliviar la tensión de sugerir un alojamiento, ofrécete a pagar parte o la totalidad del mismo, si tus posibilidades económicas lo permiten.
  3. Debes acordar de antemano con tu pareja qué implicación pueden tener los suegros en sus actividades cotidianas. Considera los límites en cosas como la crianza de los niños, el mantenimiento de la casa y las decisiones familiares. Lleguen a un acuerdo que funcione para ambos y que los haga sentirse cómodos y a gusto con la visita en cuestión. [1]
    • Por ejemplo, podría ser inaceptable que tus suegros le den comida chatarra a los niños antes de la cena. Haz que este límite se conozca.
  4. Si sabes que necesitarás un descanso de la visita, planea hacer algunas tareas durante la misma. Puedes organizar hacer recados, tomar llamadas importantes o asistir a una clase o una reunión en este tiempo. Sin embargo, ten cuidado de no exagerar. Mantenerte alejado durante toda la visita probablemente sea visto como algo grosero.
    • Planifica junto a tu pareja un descanso de la presión de atender a tus suegros. Cada uno deberá saber cuándo serán estos descansos y lo que planea hacer con los suegros.
  5. En lugar de darte un descanso, también puedes considerar darles un descanso a tus suegros. Encuentra alguna forma de entretenimiento local para ellos o recomiéndales un buen restaurante. Esto te dará un poco de espacio y será visto como un gesto amable hacia tus suegros.
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Método 2
Método 2 de 4:

Manejar la visita

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  1. Independientemente de los límites que establezcas, tienes que mantenerlos durante la visita. En general, es mejor que tu pareja aborde estos límites con tus suegros cuando sea posible. Esto demostrará que ambos están en la misma página. [2]
    • Por ejemplo, si tus suegros quieren darles caramelos a tus hijos antes de la cena, tu pareja podría intervenir y decir algo como: "Los niños deben cenar primero, luego podrán comer dulces. Esa es nuestra regla".
  2. Cuando tu pareja no esté disponible para discutir estos límites, deberás intervenir y mantenerlos. También debes entablar conversaciones con tus suegros y no dejar que tu pareja se encargue de todo. Esto te ayudará a construir una relación con tus suegros y hará que las visitas a futuro sean menos incómodas. [3]
    • Por ejemplo, si uno de tus suegros dice algo que te parece ofensivo, puedes decirle algo como: "Por favor, no digas cosas así delante de mí. Tienes derecho a tu opinión, pero oírte decir esas cosas me molesta".
  3. Mantener una rutina ayuda a todos. Sin embargo, esto es especialmente importante si tienes hijos, ya que necesitarás mantener la sensación de normalidad. Asegúrate de que todos sigan yendo al trabajo, a la escuela y a las actividades extracurriculares durante la visita. Esto hará que la visita sea más agradable y facilitará el regreso a la vida normal una vez que la visita haya terminado.
  4. Mantener un horario normal no significa que tengas que excluir a tus suegros. Déjalos que asistan a las actividades extracurriculares con los niños. Puedes incluso pedirles ayuda para que dejen o recojan a los niños de la escuela o que los cuiden por las noches. Disfrutarán de pasar tiempo con su familia y puede que también consigas un descanso.
  5. No estás obligado a atender a tus invitados las veinticuatro horas del día. Si necesitas relajarte, puedes dar un paseo o irte a la cama temprano. Simplemente discúlpate educadamente y tómate el descanso que necesites.
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Método 3
Método 3 de 4:

Lidiar con los problemas

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  1. Es probable que surjan puntos de tensión con tus suegros. Cuando esto ocurra, haz un esfuerzo consciente para decidir si vale la pena mantenerte firme o dejarlo pasar. Si la ofensa no es un gran problema, no lo menciones. Tus suegros se irán y las cosas volverán a la normalidad en poco tiempo. [4]
    • Por ejemplo, dejar que los niños se queden despiertos hasta tarde un fin de semana jugando a juegos de mesa con sus abuelos es probablemente algo excusable.
  2. Si sientes con fuerza que algo necesita ser abordado, debes hacerlo. Cuando tus suegros crucen tus límites, dejarlo pasar solo empeorará las cosas. Esto dará la impresión de que las reglas no se aplican a tus suegros o en su presencia. [5]
    • Por ejemplo, si un suegro socava tu manera de criar a tus hijos, tienes que abordarlo de inmediato para evitar que vuelva a suceder. Puedes decir algo como: "Yo pongo las reglas para mis hijos y estas se cumplirán incluso cuando tengamos compañía".
    • Si tus suegros están de visita con frecuencia, puede que tengas que abordar las cosas más a menudo que si solo vienen una o dos veces al año.
  3. Es probable que la familia de tu pareja haga las cosas de manera diferente a la tuya. Las vacaciones, las tradiciones y la vida cotidiana pueden ser muy diferentes para tus suegros. Dales el espacio para ser ellos mismos y evita presionarles para que se adapten a tu forma de vida. [6]
    • Trata de ver las cosas desde sus puntos de vista. Así como te molestaría que te obligaran a cambiar tus costumbres y tradiciones, es injusto que seas demasiado estricto y trates de forzarlos a hacer las cosas a tu manera.
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Método 4
Método 4 de 4:

Volver a la normalidad

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  1. Una vez que la visita haya terminado, discútelo con tu pareja. Analiza qué cosas salieron bien y qué cosas podrían necesitar ser cambiadas en el futuro. Trata de mantener un tono positivo durante la conversación para que tu pareja no se incomode demasiado.
  2. Tus suegros pueden sacar a relucir puntos importantes mientras están de visita. Si dicen algo que te haga replantearte la forma en que haces las cosas a diario, habla con tu pareja para ajustar tu rutina. Si las cosas no fueron tan bien en las visitas, habla con tu pareja sobre cómo mejorar la próxima visita.
    • Por ejemplo, si la estadía de tus suegros en casa causó mucha tensión, puedes sugerir que la próxima vez que te visiten pagues una habitación de hotel.
    • Siempre hay espacio para mejorar, así que considera cada visita como una experiencia de aprendizaje. Reflexiona sobre tus errores y trata de planear las formas de evitarlos en la próxima visita.
  3. Dale tiempo a tu familia para reasentarse antes de tener compañía de nuevo. Esto incluye a los suegros que acaban de irse. Una vez que todos vuelvan a estar en sus rutinas habituales, puedes considerar invitar a más compañía.
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Consejos

  • Evita poner a tu pareja en la posición de elegir un bando. Esta es una situación imposible para ella.
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