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Ahorrar electricidad en casa se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, puesto que el uso excesivo contribuye al calentamiento global y genera facturas de electricidad masivas. Sin embargo, si sigues algunos pasos sencillos, puedes empezar a ahorrar electricidad para ahorrar dinero en tu factura mensual.

Método 1
Método 1 de 3:

Iluminación interior y exterior

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  1. ¿Tiendes a mantener las cortinas y las persianas cerradas y enciendes las luces del techo? Dejar que la casa se llene de luz natural puede dar lugar a grandes ahorros de electricidad. [1] A menos que necesitas una luz intensa y enfocada para completar una tarea en particular, deja las luces apagadas durante el día y aprovecha los rayos solares en las habitaciones que utilices.
    • Trata de establecer el trabajo diurno y el espacio de juegos de la familia en la habitación más iluminada de la casa. De este modo, todos pueden leer, trabajar en los proyectos de arte, utilizar la computadora, etc. sin depender de la iluminación artificial.
    • Utiliza cortinas y persianas de colores claros como cubiertas de ventanas. Busca cubiertas que aporten privacidad pero que aún permitan que la luz difusa inunde tus habitaciones.
  2. En vez de estar esparcidos por toda la casa, pídeles a tus familiares que pasen las horas nocturnas solo en una o dos habitaciones. Así no tendrás que iluminar toda la casa para disfrutar de la noche. Además, tendrás el beneficio adicional de pasar tiempo de calidad con cada miembro de la familia.
  3. Utiliza velas en vez de luz eléctrica unas cuantas veces por semana. No es necesario esperar a que haya un corte de energía para encender las velas. Elige una o dos noches por semana para dejar las luces apagadas e ilumina tu casa con velas resistentes de combustión lenta que emiten una buena cantidad de luz. A los niños les fascinará y con el paso del tiempo, ahorrarás electricidad y dinero.
    • También puedes utilizar las noches a la luz de las velas como una excusa para apagar el resto de la casa. Anima a tus familiares a hacer actividades que no requieran electricidad, como leer a la luz de las velas o contar historias divertidas o de terror.
    • Asegúrate de que tus hijos sepan cómo manipular las velas de forma segura y que las velas y los fósforos estén guardados en un lugar seguro cuando no se utilicen.
  4. Dejar la luz del porche o las luces del camino encendidas toda la noche puede desperdiciar mucha electricidad. Determina si tener luces encendidas toda la noche es muy necesario antes de encender el interruptor por las noches.
    • Si has instalado luces alrededor de la casa por motivos de seguridad, considera comprar luces de seguridad automáticas con detectores de movimiento en vez de utilizar luces que permanecen encendidas de forma constante.
    • Puedes reemplazar las luces decorativas que complementan tu jardín o sendero con luces de energía solar que se cargan durante el día y emiten un brillo suave y agradable por la noche.
    • Si utilizas luces para decorar durante los días festivos, apágalas antes de acostarte, en vez de dejarlas encendidas toda la noche.
  5. Sustituye todos los focos incandescentes con focos fluorescentes compactos (CFL, por sus siglas en inglés) o focos LED. Los focos incandescentes liberan la mayor parte de su energía mediante el calor, en vez de la luz. Los estilos de focos más nuevos son mucho más eficientes en el plano energético, además de ahorrar mucha electricidad y dinero con el paso del tiempo.
    • Los CFL utilizan solo 1/4 de la energía de los focos incandescentes. Vienen en muchas formas y estilos. Asegúrate de deshacerte de ellos de forma adecuada, puesto que contienen cantidades pequeñas de mercurio.
    • Los focos LED son ligeramente más costosos que los CFL, pero duran más y no contienen mercurio. También son un poco más eficientes que los CFL. Si te gusta la capacidad de personalizar tu ambiente, los focos LED están disponibles en variantes multicolores y regulables. Algunos incluso te permiten elegir un color utilizando tu celular.
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Método 2
Método 2 de 3:

Electrodomésticos y dispositivos electrónicos

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  1. ¿Sabías que los electrodomésticos y los dispositivos electrónicos siguen consumiendo electricidad siempre y cuando estén conectados, incluso cuando sus interruptores están apagados? [2] Adoptar el hábito de desconectar dichos artículos cuando no estén en uso ahorra mucha energía con el paso del tiempo.
    • Apaga la computadora y desconéctala cuando no la estés utilizando. Las computadoras son uno de los principales culpables cuando se trata de utilizar mucha energía en un hogar, así que vale la pena desconectarlas cuando termines de revisar tu correo electrónico por la noche.
    • Desconecta el televisor, la radio y el sistema de sonido. Dejarlos conectados día tras día es un desperdicio de electricidad y dinero.
    • No olvides los electrodomésticos más pequeños como las cafeteras, las tostadoras, las secadoras de cabello y los cargadores de celulares. Estos emplean cantidades pequeñas de energía, pero se acumulan con el paso del tiempo.
  2. ¿Qué electrodomésticos necesitas utilizar en verdad cada día? Piensa en tu rutina y determina dónde puedes ahorrar algo de energía. En ciertos casos, esto implica pasar más tiempo en determinados quehaceres del hogar, pero la recompensa es ahorrar energía, dinero y tener la satisfacción que viene con el hecho de ser más autosuficiente. Por ejemplo:
    • Seca la ropa en un tendedero al exterior en vez de utilizar la secadora. Esto ahorra mucha energía y muchas personas consideran que la antigua tarea de colgar la ropa en el cordel es uno de los quehaceres del hogar más relajantes.
    • Llena el lavavajillas hasta el borde en vez de hacer una carga parcialmente vacía. [3] También puedes lavar los platos a mano utilizando el método de conservación de agua en vez de depender del lavavajillas para hacer el trabajo.
    • Barre en vez de pasar la aspiradora. Si tienes alfombras, aún será necesario pasar la aspiradora de vez en cuando, pero puedes barrer las migajas grandes y los grumos de tierra con una escoba entre las sesiones con la aspiradora. Sacar la aspiradora cada día consume mucha energía.
    • Hornea tus comidas un solo día de la semana. Calentar el horno requiere mucha electricidad (a menos que el horno funcione con gas), así que tiene sentido calentarlo una vez y hornear más de un plato, en vez de hornear durante el transcurso de la semana.
    • También reduce tu dependencia de los electrodomésticos pequeños. Deja que el cabello se seque al natural con más frecuencia de la que lo secas con la secadora, tira ese ambientador enchufable y pica los alimentos a mano en vez de utilizar un procesador de alimentos.
  3. [4] Los fabricantes no acostumbraban a prestar mucha atención a la cantidad de energía que empleaban sus productos, pero los tiempos han cambiado cuando se trata del diseño de electrodomésticos grandes. Muchos están diseñados para ser más eficientes en el plano energético y algunos incluyen funciones que te permiten elegir la cantidad de energía que vas a utilizar en determinado ciclo. La próxima vez que necesites cambiar un electrodoméstico grande, investiga un poco para encontrar un modelo que no gaste mucha electricidad. Si compras electrodomésticos hechos y distribuidos en los Estados Unidos, busca una certificación "Energy Star". Esta certificación significa que el departamento de energía de los Estados Unidos ha probado el electrodoméstico y que supera los requerimientos federales de eficiencia energética.
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Método 3
Método 3 de 3:

Calefacción y enfriamiento

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  1. [5] Calentar agua requiere mucha electricidad. Mientras más agua caliente utilices, más deberá producir tu calentador de agua para mantenerse. Utilizar menos agua caliente a diario es una forma importante de ahorrar energía. Empieza a adoptar estos nuevos hábitos de ahorro de agua caliente:
    • Lava la ropa con agua fría. A menos que vayas a lavar una carga de ropa llena de tierra, no es necesario hacerlo con agua caliente. De hecho, el agua caliente desgasta la ropa mucho más rápido.
    • Toma duchas en vez de baños. Llenar una bañera requiere muchos litros de agua caliente. En cambio, ducharte requiere mucho menos.
    • Toma duchas más frías. ¿En verdad necesitas tomar una ducha caliente todos los días? Reduce la temperatura solo un poco cada vez que te duches hasta que te acostumbres a una temperatura tibia. Ahorra las duchas calientes para un momento especial.
    • Aísla el calentador de agua. Los calentadores de agua que no están aislados desperdician energía que se libera del calentador en vez de utilizarse para calentar el agua. Asegúrate de que el tuyo esté aislado o compra un nuevo modelo diseñado para ahorrar energía.
    • Aísla las tuberías en las zonas sin calefacción y sin aislamiento de tu casa, como el sótano, ajustándolas con manguitos para tubos. Esto es importante en los climas donde las temperaturas invernales pueden llegar a ser bajo cero, puesto que las tuberías sin aislamiento pueden congelarse y explotar, lo que da lugar a reparaciones costosas. Incluso si no tienes inviernos con temperaturas bajo cero, asegúrate de aislar al menos los primeros 90 cm (3 pies) de tuberías de agua (tanto la entrada fría como la salida caliente) de tu calentador de agua para reducir la pérdida de calor. Según el departamento de energía de los Estados Unidos, aislar las tuberías con manguitos para tubos puede ahorrar hasta $8 a 12 al año. [6]
  2. . Es importante asegurarte de que tu casa no esté liberando mucho aire acondicionado durante el verano o aire caliente durante el invierno. Si hay grietas en los marcos de las ventanas, debajo de las puertas, en el sótano o los cimientos de la casa, en el ático o en cualquier otro lugar de la casa, es posible que estés desperdiciando electricidad y dinero.
    • Llama a un contratista para que inspeccione tu casa con el fin de determinar si necesita aislamiento adicional.
    • Utiliza masilla o sellos de puertas para sellar las zonas alrededor de los marcos de las ventanas y las puertas. También puedes comprar láminas de plástico para cubrir las ventanas durante el invierno.
  3. Es tentador mantener la casa agradable y fresca durante el verano, pero esta comodidad implica un gran gasto. Deja el aire acondicionado apagado la mayor parte del día y utilízalo para enfriar las habitaciones solo cuando el calor se vuelva incómodo. Utiliza estrategias alternativas para refrescarte siempre que sea posible.
    • Toma una ducha fría durante el calor de la tarde.
    • Abre las ventanas para permitir la entrada de la brisa.
    • Toma abundante agua y come cubitos de hielo para mantenerte fresco.
    • Pasa tiempo al aire libre cerca de un lago, un río o una piscina.
  4. Puedes ahorrar mucho dinero si bajas la temperatura del termostato unos cuantos grados durante el invierno en vez de calentar la casa hasta que proporcione un calor agradable. Pon la temperatura solo lo suficientemente baja para que aún te sientas cómodo mientras utilizas capas gruesas de ropa. [7] Ponte medias y suéteres de lana para mantenerte abrigado en vez de depender del sistema de calefacción de tu casa.
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Consejos

  • Limita el tiempo que pasas frente al televisor a unas cuantas horas por semana y anima a los miembros de tu familia a realizar actividades que no requieran electricidad.
  • Considera cambiarte a la electricidad solar o eólica para un mayor ahorro de energía. Incluso puedes instalar paneles solares.
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