El hábito de ahorrar es, por sí mismo, una excelente práctica que resulta recomendable realizar si tienes capacidad para ello. Puedes ahorrar por cuenta propia, así como a partir de entidades diversas que te pueden ayudar en tus planes de ahorro. Ten presente que, a menudo, esto va ligado a la reducción de gastos y, dado que tu finalidad es ahorrar de forma sencilla sin reducir tu calidad de vida ni tu capacidad adquisitiva, podrás lograrlo racionalizando y reordenado tus hábitos de consumo. Por ello, conviene controlar los gastos y, si es posible, reducirlos. En este artículo, te presentamos una serie de pautas que te permitirán ahorrar un dinero a lo largo del año, casi sin gastar ni un euro de más y dedicando, a lo sumo, un poco de tu tiempo libre. También te indicamos algunos métodos que pueden proporcionarte un rendimiento extra a tu dinero, una vez ahorrado.
Pasos
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Plantéate cuáles son tus razones para ahorrar. Es básico plantearte qué necesidades te impulsan a ahorrar o qué intereses tienes para el futuro y, en consecuencia, fijar los objetivos del ahorro. Para ello, debes pensar en el tiempo que te llevará conseguir el dinero necesario para alcanzar tu objetivo. Establece los siguientes periodos de ahorro:
- a corto plazo (vacaciones, regalo, escapada de fin de semana, etc.)
- a largo plazo (compra de vivienda, segunda residencia, jubilación, vehículo)
- simplemente como recurso para imprevistos
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Piensa en lo que harás con el dinero ahorrado. Si quieres comenzar a ahorrar dinero de manera sensata y constante, es necesario que sepas lo que harás con él. Por ejemplo, ¿planeas utilizarlo para pagar tus estudios?, ¿quieres comprarte un inmueble? o ¿piensas hacer una gran inversión? Este es el primero pasa para comenzar a ahorrar.
- Si no tienes un objetivo específico en mente, pide el consejo de personas de confianza, tales como tus familiares o amigos cercanos. Los consejos de estas personas te ayudarán a mantener un objetivo en mente.
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Fija tu objetivo de ahorro. Una vez que hayas determinado lo que quieres hacer con el dinero ahorrado, considera el monto que juntarás cada semana o cada mes con base en tus ingresos económicos.
- También determina la cantidad de dinero que quieres ahorrar al final y el plazo en que planeas lograrlo. Con ello, tendrás una perspectiva más clara de tus objetivos de ahorro.
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Establece tus gastos e ingresos. Prácticamente, todos sabemos lo que cobramos por nuestro trabajo y también cómo nos alegra ver ese dinero en nuestra cuenta bancaria a final de mes.
- No obstante, los gastos son otra cosa. De seguro eres consciente de lo que te cuesta la hipoteca o el alquiler, la mensualidad de la escuela o las cuotas de la ortodoncia de tus hijos, pero existen multitud de gastos asociados a la actividad diaria que probablemente pasarán desapercibidos y que suponen una carga importante a tener en cuenta si te planteas ahorrar.
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Elabora un esquema de tus flujos económicos. Es muy necesario que conozcas las entradas y las salidas que tienes en tu hogar. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos para estructurarlo. Hazlo mensualmente hasta abarcar un año completo:
- Anota tus ingresos. Además de tu sueldo, pensión, subsidio o tu facturación prevista si eres autónomo, considera las becas, el apoyo de la administración por circunstancias especiales (discapacidad, indemnizaciones, etc.). Incorpora también lo que aportan los otros miembros de tu hogar (pareja, hijos que trabajan, la pensión de la abuela, etc.).
- Elabora una lista exhaustiva de todos tus gastos fijos. Empieza revisando los recibos domiciliados en tus cuentas bancarias, a través del acceso por Internet o a partir de los extractos que te envía el banco. Te aparecerán créditos diversos, luz, agua, escuela, gimnasio, academias, mutua, móvil, televisión de pago, bonos de transporte, etc. También encontrarás gastos bancarios, donaciones a entidades, suscripciones, cuotas de la seguridad social si eres autónomo, entre otros.
- Contabiliza los gastos variables, habituales o esporádicos que acostumbras a tener, aunque no sea de forma exacta, como las compras en el supermercado, la ropa, los caprichos, comidas en restaurantes, combustible, artículos deportivos, cine, reparaciones del coche, etc. Como referencia, puedes recurrir a lo que tuviste que pagar el año anterior, o durante los últimos meses. Haz memoria.
- No olvides las deudas antiguas que tengas con familiares, amigos o proveedores. Vale la pena tenerlo en cuenta para que después lo ahorrado no desaparezca con ellas. Contabilízalas.
- Elabora una tabla con todos estos ingresos y entradas distribuidos mensualmente. Te recomendamos que, si tienes habilidad con las hojas de cálculo, crees tu propia hoja desde tu computadora. De lo contrario, existen multitud de hojas y plantillas en Internet que, de forma gratuita, te puedes descargar y adaptar a tus necesidades. También puedes pedir ayuda a un familiar o amigo. Suma los ingresos por un lado y los gastos por otro. Si restas los totales (ingresos – gastos), obtendrás tu capacidad de ahorro. Anota al comienzo de tu hoja de cálculo tus objetivos de ahorro, en tiempo y cantidad. Esto te servirá de recordatorio.
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Analiza qué gastos puedes reducir. Una vez conozcas al detalle por dónde se escapa el dinero, debes plantearte qué cambios puedes realizar en tus hábitos o en tus preferencias para recortar los gastos. El objetivo es que todo aquello que dejes de pagar se convierta en dinero que puedas ahorrar. Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), una buena gestión del gasto te permitirá ahorrar hasta 4000 euros al año. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos:
- Utiliza la hoja de cálculo que has preparado. Es sencillo plantearte situaciones nuevas, eliminando gastos, o reduciéndolos y viendo cómo afecta al dinero que puedes ahorrar. Sé coherente; no vale hacer desaparecer la cuota de la hipoteca o del alquiler, pero sí la del gimnasio donde no vas casi nunca o aplicar algún descuento de luz, móvil, etc. que hayas visto en publicidad.
- Valora la posibilidad de utilizar servicios públicos, sobre todo en materia de transporte (autobuses, tren, etc.) o compartir vehículo para ciertos trayectos. Te ahorrarás en combustible y mantenimiento del coche. En la página web de tu ayuntamiento, te informarán de los descuentos que puedes obtener utilizando transporte público.
- Llama a tus proveedores de telefonía, televisión, Internet, etc. Pregúntales si disponen de alguna oferta para rebajar lo que estás pagando mensualmente, porque, si no, deberás darte de baja. Normalmente, antes de perderte como cliente, te ofrecen descuentos o mejoras del contrato.
- Aunque es más difícil obtener beneficios, infórmate en las páginas web de tu compañía eléctrica, de agua, de gas, etc. por si aparece alguna oferta atractiva. Por ejemplo, actualmente, las empresas como Endesa, FactorEnergía, Iberdrola proponen descuentos de hasta un 12 % anual por contratar conjuntamente electricidad y gas. También debes revisar tus facturas porque a veces te cobran por conceptos que contrataste alguna vez y que actualmente no usas, ya que en muchos casos los tendrás por duplicado.
- Busca bancos que no te cobren comisiones por las operaciones habituales: transferencias, consultas, uso de cajeros, etc. Muchos bancos ofrecen esta posibilidad, pero es más común en los de que utilizan plataformas en líneapor Internet, como ING Direct, Evo o SelfBank, entre otros.
- Existen innumerables empresas de seguros con precios muy diferentes. Incluso hay comparadores en línea (rastreator.com, acierto.com, etc.) que te permiten escoger cuál es la compañía más barata para ti. En el caso de seguros de vehículos, en función de la edad y el uso de tu auto, podrás plantear una reducción en el servicio del seguro (p.ej: pasar de todo riesgo a terceros), con lo que también te ahorrarás dinero.
- Si perteneces a agrupaciones tipo RACE, RACC o similares, ten en cuenta que estas compañías suelen ofrecer buenas ofertas si contratas con ellos diversos productos: membresía, seguros, telefonía u otros.
- Aprovecha las ofertas y tarjetas de supermercados, de tiendas de electrodomésticos, o los periodos de rebajas, especialmente en ropa o complementos. La OCU calcula que una buena elección de los lugares de compra de alimentación puede suponer, en promedio, un ahorro de 300 a 2700 euros anuales . También opta por las ferias, fiestas locales, promociones de asociaciones de comerciantes o de fabricantes, etc., que periódicamente se celebran y te ofrecen buenos descuentos.
- Repara las pérdidas de agua de los grifos de tu casa, las ventanas que cierren mal, las estufas que consumen mucho, y reduce el consumo eléctrico colocando bombillas de bajo consumo o led y comprando electrodomésticos de la categoría A o A+. Utiliza los programas “eco” del lavavajillas, la lavadora o el frigorífico.
- El tiempo libre también te permite ahorrar mientras te diviertes. A todos nos encanta ir a un restaurante, pero un buen picnic preparado en casa y tomado a la sombra de una haya o cerca de un arroyo puede resultar magnífico y muy relajante. Aprovecha también las promociones que hacen museos, salas de conciertos, parques acuáticos, parques temáticos, paquetes de viajes, etc.
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Busca ayuda de una administración pública. Tanto el gobierno como los autonómicos, las diputaciones y los ayuntamientos disponen de líneas de ayudas económicas para ciertos casos. Es recomendable que entres en las páginas web de las administraciones que te correspondan y busques a qué beneficios puedes acogerte según tu caso, tales como los siguientes:
- familias numerosas
- becas para estudios reglados (formación profesional, bachillerato, universidad, conservatorios de música, de danza, etc.)
- becas comedor, para desplazamientos de estudiantes, para material escolar, idiomas, deportistas, etc.
- En esta página web , podrás descargar una guía informativa actualizada para familias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en donde encontrarás todo tipo de ayudas y subvenciones promovidas por las diferentes administraciones existentes en España, junto con los teléfonos y formas de acceder e informarte.
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Utiliza instrumentos financieros y bancarios. Una vez hayas desarrollado los puntos anteriores y dispongas de dinero destinado al ahorro, determina qué puedes hacer con él para sacar un rendimiento extra. Dicho de otro modo, cómo podrás incrementar, prácticamente sin esfuerzo, ese dinero ahorrado.
- Sin considerar las deudas a futuro que no aportan prácticamente nada, ten en cuenta que existen diversos mecanismos de bancos y otras empresas de gestión de capital que se encargan de tu dinero y lo ponen a “trabajar” para que puedas obtener unos euros extras. También es muy útil para las ocasiones en las que no puedes mantener por demasiado tiempo el dinero ahorrado sin echarle mano. Así lo protegerás de “despistes” y podrás conseguir el objetivo de ahorro que te habías propuesto.
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Busca información sobre los principales productos financieros de los que puedes disponer. En muchos casos, hay que tener ciertos conocimientos financieros de los productos a los que puedes acceder. Si no es así, es aconsejable ponerse en manos de expertos de los propios bancos convencionales o, mejor, de gestores, bancos financieros o empresas especializadas que, a menudo sin coste, te asesorarán sobre lo que te conviene más, por rentabilidad y por riesgo. Algunos de los productos financieros más habituales para un ahorrador medio como tú son:
- Fondos de inversión. Se invierte dinero a través de una entidad bancaria o de inversión que, juntamente con lo que aporten otros inversores, se agrupa una cantidad significativa de dinero que la entidad invierte en diferentes productos financieros, obteniendo un mayor rendimiento para cada uno de ellos y aportándote el beneficio cuando finaliza el periodo de actividad del fondo. Tu gestor te informará de los riesgos asociados a los diferentes fondos.
- Planes de pensiones. Permiten ahorrar periódicamente un dinero que solo se podrá rescatar una vez cumplida la edad de jubilación. Proporcionan rendimiento del capital y ahorros fiscales en la declaración de renta. Hay diferentes niveles de riesgo.
- Depósitos a plazo. Con unos intereses mayores que otros productos permiten, sin riesgo, situar un dinero durante un tiempo determinado, y recuperarlo al final, con ganancias que, según el depósito contratado, pueden obtenerse periódicamente.
- Bolsa de valores. Está dirigida a inversores que les guste arriesgar, pero también ganar más dinero. Consiste en comprar acciones de empresas que coticen en la bolsa y, en función de cómo evoluciona su precio a lo largo del tiempo, luego venderlas para obtener un beneficio económico.
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Consejos
- Cuando contabilices tus ingresos, no olvides los pagos extras, las bonificaciones y demás.
- La hoja de cálculo que elabores puede servir como presupuesto para controlar cada año tus gastos y establecer pautas de ahorro, tal y como te explicamos en este artículo.
- Piensa qué parte de tu calidad de vida pasa por disponer de un dinero para diversión y ocio. No lo elimines completamente o sentirás que lo que haces para ahorrar es más una obligación impuesta que una forma de mejorar tu vida.
- Si tienes una hucha perdida por casa, recupérala y ve poniendo la calderilla que encuentres en los bolsillos de los pantalones. Poco a poco acumularás un dinerito que se sumará a tu ahorro más controlado.
- Inculca a tus hijos o familiares la cultura del ahorro. Cuando te hagas un “experto”, ayúdalos a desarrollar estrategias para ahorrar.
Advertencias
- Vigila el fraude cuando compres por Internet. Al acceder por primera vez a una tienda online, asegúrate que es de prestigio, conocida o con buena valoración. Lo más simple es entrar en foros de Internet que discutan sobre ella y permitan formar te una opinión.
- Para invertir en bolsa no podrás hacerlo directamente. Es obligatorio contratar a un intermediario (el denominado bróker), que te cobrará por sus servicios, pero es quien conoce el mercado, custodiará tus acciones y te informará de cómo evolucionan. Infórmate bien de las comisiones y otros costes que te cobrará para no salir perjudicado.
- Existen muchas plataformas de Internet que ofrecen sistemas para obtener ganancias mediante un tipo de “juego” en productos de inversión a partir de Opciones Binarias, Mercado Forex, etc. Debes tomarte muy en serio las advertencias que se hacen en la CNMV al respecto ya que, bajo el paraguas de la simplicidad y altos rendimientos con bajas inversiones, a menudo pueden suponer un agujero negro para tus ahorros. Son productos que pueden ser muy rentables, pero que deben conocerse muy bien antes de trabajar con ellos.
Referencias
- Ahorro doméstico inteligente, por la OCU.
- Guía de ayudas y subvenciones a familias, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
- Registros de entidades de inversión y ahorro, de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- Listado de empresas de asesoramiento financiero, de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- Listado de empresas no autorizadas para prestar servicios de inversión en España, de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- Relación de entidades extranjeras no autorizadas en España (opciones binarias, forex…) de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).