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Todas las metas que nos proponemos requieren compromiso y dedicación, no obstante los objetivos a largo plazo son únicos. Requieren trabajar durante varios meses o años, por lo cual es fácil perder la motivación y dejar que el objetivo se escape. Para evitar esto, puedes tomar varias medidas que preservarán tu motivación y lograrán que tu objetivo a largo plazo sea mucho más alcanzable.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Desarrollar un objetivo a largo plazo

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  1. El desarrollo de un objetivo a largo plazo requiere de pensar mucho acerca del futuro y qué quieres tú de este. Para comenzar a desarrollar un objetivo a largo plazo, pregúntate dónde quisieras estar en los próximos cinco años. Piensa acerca de qué tipo de trabajo te interesaría, dónde quisieras vivir, si acaso quisieras formar una familia, y cualquier otra pregunta que pudiera ser importante para ti. Cuando tengas respuestas concretas a todas estas preguntas, tendrás una idea más clara respecto a cómo se verá tu futuro ideal. Entonces, puedes comenzar a trabajar en formular una meta que te ayude a alcanzar ese futuro. [1]
  2. Realiza una lluvia de ideas acerca del tipo de futuro que quieres, y a partir de esta, empieza a construir una meta para alcanzar ese futuro. Mira los elementos que conforman tu futuro ideal, y piensa acerca del tipo de objetivos que te ayudarán a alcanzarlo. De esta forma, puedes asegurarte de que tu objetivo a largo plazo te guiará a hacia un resultado que sea positivo para ti. [2]
    • Tu futuro ideal podría ser alcanzar estabilidad financiera. Esto implicaría conseguir un trabajo bien remunerado. Después de investigar un poco, podrías llegar a la conclusión de que una especialización en ciencias de la computación te llevaría a tener una profesión lucrativa. Así, podrías establecer la meta a largo plazo de obtener un grado en ciencias de la computación y trabajar para una empresa de programación.
  3. Las metas imprecisas son difíciles de alcanzar porque no hay un camino por el cual puedas registrar tu progreso. Para objetivos a largo plazo, la falta de especificidad puede hacerlos casi imposibles de completar. Necesitas ser específico con tus metas, especialmente aquellas a largo plazo. De esta forma, permaneces enfocado y puedes medir tu progreso efectivamente, de tal forma que puedes saber a ciencia cierta si tu meta es alcanzable. [3] [4]
    • Tu idea general podría ser volver a la escuela y obtener un grado. Este es un gran comienzo y una gran meta, pero aún es demasiado imprecisa. ¿Cuándo te vas a inscribir? ¿Qué vas a estudiar? Una mejor manera de parafrasear tu objetivo sería: "En el semestre de otoño me voy a inscribir en la escuela para obtener una licenciatura en biología". Esto te da un objetivo concreto, además de especificar cuándo vas a empezar a trabajar en pos de ese objetivo.
  4. En la formulación de un objetivo, es posible que llegues a objetivos ligeramente diferentes. Entre todos aquellos, probablemente varios son objetivos más bien a corto plazo que no requerirán varios años de compromiso. Como regla general, objetivos que te tomarán de pocos meses a un año son considerados de corto plazo. Objetivos que son más largos que esto entran en territorio de largo plazo. Separa objetivos a corto y largo plazo para asegurarte de que tus esfuerzos estén enfocados en las áreas correctas.
    • Por ejemplo, perder peso es más bien un objetivo a corto plazo que lleva unos pocos meses. Vivir un estilo de vida más saludable, sin embargo, es un compromiso de por vida. Debes hacer una separación entre estos dos a la hora de evaluar tus metas. Ciertamente, una pérdida de peso contribuirá a un estilo de vida más saludable, pero debes invertir mucho más tiempo y realizar un tipo de esfuerzo diferente si quieres cambiar tu estilo de vida.
  5. Si bien es bueno soñar en grande a la hora de ponerte metas, aquellas que son muy ambiciosas pueden resultar en frustración y llevarte a que te des por vencido. Hay formas de identificar si tus metas no son razonables, las cuales puedes aplicar a tus objetivos. Investiga más en Internet para obtener una descripción completa de cómo detectar metas poco realistas y cómo adaptarlas de modo que sean más alcanzables.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Alcanzar tu meta a largo plazo

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  1. Los objetivos a largo plazo requieren mucho tiempo, compromiso y energía. Debido a esto, sería mejor que solo te comprometas a un objetivo a largo plazo a la vez. De lo contrario, podrías terminar cumpliendo solo parcialmente tus metas y nunca las completes. Es mucho mejor tener una meta completada que tres incompletas. [5]
    • Esto no significa, por supuesto, que debas olvidarte de tus otros objetivos a largo plazo, si los tienes. Tienes mucho tiempo a lo largo de tu vida para lograr numerosos objetivos a largo plazo. Algunos solo tendrán que esperar hasta el momento que tengas el tiempo para comprometerte. Prioriza tus metas de tal forma que puedas alcanzar las más importantes primero.
  2. El logro de un objetivo a largo plazo puede parecer abrumador cuando lo ves como un todo. No obstante, lograr los objetivos se vuelve mucho más fácil si los separas en objetivos más pequeños. De esta manera, puedes concentrarte en tareas menos desalentadoras, mientras trabajas hacia tu meta general. [6] Infórmate más en Internet para obtener más detalles sobre cómo dividir tus metas a largo plazo.
  3. Ayuda mucho el fijar una fecha en la cual te gustaría lograr tu objetivo. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y comprometido trabajando en tu meta. Establece horarios para el objetivo global, y para cada pequeña tarea en la cual desmembraste el objetivo principal. De esta forma siempre sabrás en qué parte vas y si es que necesitas ajustar algo.
    • Digamos que tu meta es volver a la escuela para obtener un título de maestría en un tiempo límite de 2 años. Hay varias sub-metas involucradas en esta meta las cuales deberías registrar en el calendario también. Querrás aplicar para el programa dentro de 3 meses, luego encontrar un profesor asesor durante el primer semestre, a continuación desarrollar un tema de tesis durante tu segundo semestre. Apegándote a estos plazos pequeños, serás capaz de mantenerte alineado con tu meta global.
  4. Los objetivos a largo plazo requerirán desde varios meses a varios años de compromiso. No serás capaz de alcanzar tu objetivo si no puedes mantenerte disciplinado y enfocado. Ayudará el trabajar en tu autodisciplina para hacer más fácil el trabajo requerido para alcanzar la meta. Hay una serie de pasos que puedes seguir para hacer esto. [7] [8]
    • Trabaja en un área con pocas distracciones. Antes de ser lo suficientemente disciplinado para ignorar las distracciones, tal vez deberías eliminarlas totalmente.
    • Medita. La meditación regular puede ayudar a enfocar tu mente y a mantener las distracciones a raya.
    • Diseña un calendario y apégate a él. Sin una agenda apretada, eres más propenso a postergar. Programa tu día y asegúrate de que durante el tiempo programado para trabajar, efectivamente te enfoques en trabajar. [9]
    • Concéntrate en iniciar las tareas en vez de en completarlas. A veces es más difícil empezar a trabajar en algo. Al forzarte a trabajar, te puedes dejar llevar por el impulso y serás capaz de terminar con menor esfuerzo. [10]
  5. Un objetivo a largo plazo requiere más que solo unas semanas o meses de compromiso - puede requerir un cambio de estilo de vida completo. Puedes tener que reestructurar ciertos aspectos de tu vida para hacer que la meta sea más alcanzable. Si ese es el caso, deberías hacerlo. Toma nuevos hábitos que te ayuden a alcanzar la meta. [11]
    • Digamos, por ejemplo, que tienes el hábito de dormir más de la cuenta en los fines de semana. Sin embargo, te has fijado la meta de escribir un libro en los próximos años. Te darás cuenta de que puedes añadir varias horas de trabajo si te despiertas más temprano los fines de semana. Al hacer el hábito de despertar temprano, habrás encontrado más tiempo para investigar y escribir, lo cual te llevará a lograr más rápido tu meta.
  6. Siempre que tengas una meta en mente, debes hacer un seguimiento cuidadoso de tu progreso. Esto es aún más importante para un objetivo a largo plazo, ya que a lo largo de meses o de años de trabajo, podrías perder la pista de dónde estás en relación a tu objetivo. Desarrolla una manera de hacer un seguimiento a tu progreso, de tal forma que siempre sepas si lo estás haciendo bien, o si necesitas mejorar algo. [12]
    • Si tu objetivo a largo plazo es vivir un estilo de vida más saludable, puedes mantener un registro de tu dieta y hábitos de ejercicio, así como de tu pérdida de peso. De esta forma, siempre tendrás un registro de tu progreso. Al mirar este registro, podrás ver que ha pasado por mucho desde que comenzaste a trabajar en esta meta. Al ver tu mejoría, te ayudará a mantenerte motivado para seguir trabajando. También puedes ver si hay algunas áreas en las cuales deberías trabajar más duro. Puedes notar que el último mes te has atrasado en la dieta. Con esta información, puedes dar con un plan que mejore tus hábitos alimenticios durante el próximo mes para volver a la regularidad.
  7. Cuando se trabaja hacia una meta a largo plazo, es inevitable experimentar dificultades. A lo largo de los años que trabajes hacia esta meta, muchas cosas pueden salir mal o interponerse en el camino. La clave está en no evitar los obstáculos, sino planificarlos. Si puedes anticipar los problemas antes de tiempo, tendrás un sistema para poder sobrellevarlos.
    • Digamos que tu objetivo es iniciar tu propio negocio. Tú sabes que hay un riesgo financiero de por medio y tu negocio podría fallar en tener ganancias financieras en los primeros meses. A modo de preparación, comprométete en ahorrar el dinero suficiente para mantenerte durante 6 meses. De esta manera, si tu negocio tiene un comienzo lento, habrás anticipado este problema potencial y harás los arreglos necesarios para que esto no te arruine.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantenerte motivado para cumplir objetivos a largo plazo

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  1. Aunque tendrás que trabajar duro para cumplir tus metas, también necesitas descansar. Si estás agotado, tu mente y tu cuerpo trabajarán por debajo de su nivel de productividad óptimo. Esto se interpondrá en el camino de cualquier meta. Para mantenerte fresco y motivado, asegúrate de relajarte de vez en cuando. Si te sientes agotado, abrumado, o como si no pudieras llegar a tu objetivo, da un paso atrás. Haz algo que te distraiga, como salir a dar una caminata, leer, o cualquier actividad que disfrutes. Luego puedes volver a trabajar en tu meta descansado y listo para todo lo que venga. [13]
  2. No hay motivo por el cual no se pueda disfrutar el camino hacia la meta. Al hacer algunas actividades divertidas, podrás disfrutar al mismo tiempo que logras tu meta.
    • Si tu objetivo es vivir un estilo de vida más saludable, hay muchas maneras de hacerlo agradable. Practicar deportes, andar en bicicleta, y subir cerros son todas actividades divertidas que también te ayudan a mantenerte en forma. [14]
  3. Cada vez que completas una de las sub-metas, es un motivo de celebración. Estarás un paso más cerca de lograr tu objetivo general, y deberías sentirte orgulloso de eso. Celebra tomando un descanso y realizando alguna actividad de tu gusto. Estas pequeñas celebraciones te darán algo para continuar mirando hacia el futuro y mantenerte motivado para lograr tus metas.
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