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Las plantas necesitan una mezcla de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), y otros micronutrientes para poder crecer saludables y frondosas. Muchos de estos nutrientes se encuentran naturalmente presentes en el suelo, pero luego de años de plantar nuevas flores, césped o vegetales cada primavera, estos se van empobreciendo y necesitan reemplazarse. Continúa leyendo para conocer varios enfoques para alimentar a las plantas.
Pasos
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Abona el césped y los jardines con fertilizante granular. El fertilizante que viene en forma granular es más fácil de esparcir a lo largo del césped y el jardín. Al no tener que trabajar directamente en la tierra, debe volver a aplicarse cada unos meses. Para ayudar a que el fertilizante dure más tiempo, utiliza un rastrillo para mezclarlo con la tierra en tus canteros (o arriates).
- Los fertilizantes comerciales están etiquetados con las proporciones de N-P-K, indicando el nivel de cada sustancia contenida. Si fertilizas el césped, elige un fertilizante que sea particularmente alto en nitrógeno, ya que ese es el nutriente que ayuda a las plantas a crecer fuertes y frondosas. Si fertilizas plantas con flores o capullos, elige un fertilizante alto en fósforo, ya que ayuda al florecimiento de las mismas.
- Para obtener un césped lleno de energía, utiliza fertilizante justo después de plantar nuevas semillas de pasto. Puedes aplicarlo manualmente o utilizar una herramienta de dispensación para esparcirlo en forma pareja a lo largo del jardín.
- El fertilizante granular de aplicación controlada puede ser muy útil si tienes una gran extensión de césped, a la cual no te interesa fertilizar más de alrededor de dos veces por año. Los gránulos están diseñados para liberar fertilizante en forma lenta y gradual.
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Utiliza fertilizante líquido para las plantas en macetas. Los fertilizantes que vienen en espray o botellas con aplicador son convenientes para todas las plantas que están en macetas.
- Aplica o inyecta la cantidad recomendada alrededor de las raíces de las plantas. Las plantas lo absorberán inmediatamente y deberías ver los resultados en unos pocos días.
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Utiliza estiércol o desechos de aves de corral o de murciélagos. El estiércol de vaca ha sido una de las formas más populares para fertilizar las plantas. También puedes comprar cajas de guano de murciélago, el cual contiene nitrógeno, fósforo, y potasio, en la mayoría de los viveros y tiendas de suministros para granjas. Los desechos de aves de corral también son una elección popular entre los granjeros y jardineros. Esparce la substancia alrededor de las raíces de las plantas que quieras alimentar.
- El estiércol o los desechos animales en su forma fresca y natural pueden ser peligrosos. Emplea únicamente el estiércol que haya sido curado, compostado o descompuesto en un fertilizante más seguro y útil.
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Utiliza harina de carne y huesos. Estas substancias, sacadas de los huesos y la sangre de los animales en la tierra, contienen grandes cantidades de nitrógeno nutritivo y fósforo. Se encuentran disponibles en tiendas de suministros para granjas y viveros, en bolsas o cajas. Esparce la harina alrededor de las raíces de las plantas.
- Puedes fertilizar las plantas mientras las estés plantando, esparciendo la harina dentro de los hoyos que excavas al momento de plantar.
- Intenta mezclar la harina dentro del cantero o arriate donde plantarás vegetales, antes de plantar semillas o plantas de semillero, y agregando luego un poco más sobre la capa de tierra una vez que ya todo esté en el suelo.
- La mayoría de los granjeros y jardineros consideran que utilizar sustancias provenientes de animales, proporciona la mejor nutrición para las plantas, pero si eres algo remilgado a la hora de utilizar harina de carne y hueso, también podrías probar con harina de semilla de algodón.
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Nutre el suelo con abono. Abonar la tierra de tus canteros o arriates o de tus macetas da buenos resultados a la hora de mantener tus plantas alimentadas y saludables a lo largo del tiempo. Incluso es una buena idea para fertilizarlas de vez en cuando, pero los nutrientes contenidos en el abono, proporcionan una buena base para la salud de las plantas.
- Puedes preparar tu propio abono recolectando mondas de vegetales y otros restos en un cubo de abono.
- El abono también se encuentra disponible para la venta en viveros.
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Alimenta las plantas al plantarlas. Cada vez que plantes un nuevo cantero o arriate o incluso al colocar una planta en una maceta, es una buena idea fertilizarla para darle ventaja. Coloca el abono en el suelo, esparce harina en los hoyos que excaves, o aplica fertilizante granular sobre la tierra recién removida.
- Recuerda que el nitrógeno ayuda a que los tallos y hojas crezcan fuertes, el fósforo promueve un sistema de raíces saludables, y el potasio da a las plantas una forma saludable con flores bellas. Cada tipo de planta tiene diferentes necesidades, por lo tanto debes investigar o preguntarle a un experto en tu vivero local si no estás seguro exactamente de cómo debes alimentar a tus plantas.
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Alimenta a tus plantas cada unos meses. Intenta no esperar a que ocurra un problema para que decidas alimentar a tus plantas. Realiza un seguimiento de cuándo fue la última vez que las fertilizaste y planea volver a alimentarlas nuevamente luego de unos meses durante la estación de crecimiento.
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Alimenta a tus plantas cuando luzcan afligidas. Si tus plantas tienen manchas amarillas o marrones, hojas marchitas, u otros problemas, es posible que estén desnutridas. Puedes comprar espray de fertilizante especialmente creados para ayudar a revivir inmediatamente a las plantas cuando están afligidas.Anuncio
Consejos
- Crear tu propio alimento para plantas no es difícil. Intenta combinar cáscaras de huevos, hojas secas y unas pocas cáscaras de manzana, naranja y/o banana y tu planta tendrá un poco de todo.
- Permite que las lombrices que se acerquen a tu jardín. Ayudan a acelerar la descomposición.
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