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A muchos les encanta cómo se ve y lo suave que es un cabello lacio. Desafortunadamente, muchas de las herramientas y los productos que se usan para alisar el cabello, tales como las planchitas, los alisadores químicos y muchos otros, pueden irritar o incluso dañar el cabello y el cuero cabelludo. Por suerte, hay muchas opciones para alisar el cabello naturalmente con productos que todos tienen en casa. Si bien es probable que no obtengas un lacio perfecto solo con procesos naturales, las siguientes técnicas ayudarán a hidratar, relajar y alisar el cabello sin los efectos secundarios perjudiciales de los químicos o el calor.
Pasos
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Lávate con champú y acondicionador. Usa un champú suave y un acondicionador profundo para retener la humedad en el cabello. Evita los champuses con surfactantes o sulfatos, porque pueden dañar el cabello.
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Escurre el exceso de agua del cabello con una toalla. NO te restriegues el cabello, sino podría quebrarse y esponjarse. Solo estruja secciones de cabello con una toalla para sacar el exceso de agua.
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Péinate con un peine desenredante. Estos peines suelen tener dientes anchos para que desenreden sin arrancar hebras. Luego, péinate con un peine de cerdas finas para alisar más el cabello.
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Divídete el cabello en 2 coletas. Las coletas deberán nacer cerca de la nuca, porque si son más altas, podrían ondear más el cabello mientras se seca. Sujétalas con coleteras elásticas.
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Ponte coleteras elásticas intercalas a lo largo de las coletas. Cada 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas), ponte una coletera en cada coleta. No las ajustes demasiado, sino se formarán ondas en el cabello mientras se seca. Deberás tener al final unas coletas “rayadas”. [1] X Fuente de investigación
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Ponte una bufanda de seda en la cabeza. Sujétala con horquillas. La seda evitará que el cabello se enrede mientras se seca y también ayudará a reducir el frizz.
- Puedes dormir cómodamente con este estilo o hacerlo a primera hora de la mañana si no tienes que salir en unas cuantas horas.
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Sácate la bufanda, las horquillas y las coleteras. Péinate con un peine de dientes anchos. Evita usar un cepillo con cerdas, sino podría esponjarlo más.Anuncio
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Lávate con un champú y acondicionador. Entre más espeso, o hidratante, sea tu acondicionador, aplastará más tus rizos y ayudará a que la caída del cabello sea más larga y lacia.
- No te seques el cabello con una toalla. La fricción causada por la toalla te esponjará más el cabello y te lo rizará más. Ten el cabello mojado para los siguientes pasos.
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Échate un acondicionador sin enjuague en las palmas de tus manos y aplícatelo de manera uniforme por el cabello mojado. Así tendrá más peso para aplastar los rizos y evitar el frizz. Si prefieres evitar las marcas comerciales, podrías aplicarte un aceite natural.
- El cabello grueso se beneficiará con un aceite más espeso como el argán o aceite de oliva. Para el cabello fino o delgado será mejor un aceite más ligero como el aceite de semilla de uva o de coco.
- Recuerda empezar solo con un poco de aceite: en las matemáticas capilares, es más fácil sumar que restar.
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Sepárate el cabello en 4 partes igualmente divididas por todo el cuero cabelludo. Si tu cabello es particularmente grueso, tendrás que dividirte el cabello en 6 partes.
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Usa un cepillo con cerdas naturales y redondas para cepillarte una sección de cabello. Cepíllate esta sección para desenredarla, pero asegúrate de dejar los aceites distribuidos de manera pareja.
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Cepíllate esta sección y a lo largo del cuero cabelludo. Sostén el cepillo con una mano y con la otra, ponte suavemente las horquillas cada 5 cm (2 pulgadas) para sujetar una sección del cabello al cuero cabelludo.
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Sigue sujetando la sección del cabello a lo largo del cuero cabelludo. Dependiendo del largo de tu cabello, la sección podría pasar por el lado, la parte inferior y la parte opuesta del cuero cabelludo. Ponte cuantas horquillas sean necesarias para mantener sujetada esa sección.
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Toma la siguiente sección de cabello y repite el mismo proceso. Sujeta el cabello al cuero cabelludo con horquillas cada 5 cm (2 pulgadas).
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Repítelo hasta que todas las secciones estén sujetadas al cuero cabelludo. Si tu cabello empieza a secarse, échate más agua con una botella atomizador o con tus manos.
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Déjate las horquillas toda la noche y ve a dormir. Si te incomoda dormir con las horquillas, envuélvete una toalla suavemente en la cabeza para acolchar tu cuero cabelludo.
- Si te da dolor de cabeza, quizá hayas puesto las horquillas demasiado ajustadas en el cuero cabelludo. Deberás experimentar con marcas diferentes para encontrar las más cómodas para tu cabeza.
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Sácate las horquillas con cuidado en la mañana. Salvo que tu cabello sea extremadamente grueso, estará mayormente seco. No te las hales con fuerza, sino podrías dañarte el cabello.
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Péinate con un peine de dientes anchos, desenredando los nudos pequeños. Evita hacerlo con un cepillo, sino lo esponjará más.
- Si tu cabello es particularmente reseco o grueso, te recomendamos aplicarte una segunda capa de acondicionador sin enjuague o aceite. Échate el producto en las palmas de tus manos y aplícatelo de manera uniforme en el cabello, de las raíces a las puntas.
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Lávate el cabello con champú y acondicionador. Evita los champuses con surfactantes o sulfatos. Si puedes, usa un producto diseñado para cabello seco o dañado. Mientras te lavas con el champú y acondicionador, evita restregarte el cabello, sino podría quebrarse y esponjarse.
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Usa una toalla para presionar y sacar levemente el exceso de agua del cabello. Aplícate un acondicionador sin enjuague o aceite natural para humedecer el cabello; distribúyelo de manera uniforme de las raíces a las puntas. Péinate con un peine de dientes anchos.
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Trabaja en secciones de 5 cm (2 pulgadas). Usa la punta del peine para separarte las secciones del cabello. Ponte un rulo grande en la sección del cabello cerca de las puntas, enrollando las puntas sobre el rulo. Enrolla el cabello en dirección al cuero cabelludo.
- Ponte los rulos más grandes que encuentres. Los rulos de velcro y de malla suelen venderse en tallas muy grandes. Pero si tienes pensado dejarte los rulos toda la noche, quizá prefieras los de espuma suave.
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Sujeta el rulo por lo menos 3 cm (1 pulgada) del cuero cabelludo. Sujétalos con horquillas o clips de plástico. El peso del rulo que colgará ligeramente de la cabeza ayudará a alisarlo en la base del cuero cabelludo, lo cual evitará que se forme mucho cuerpo en la coronilla.
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Déjate el cabello secar naturalmente. Podrás secártelo con un secador si estás con prisa, pero te recomendamos usar una temperatura baja para no dañarlo. Dejarlo secar naturalmente hará que la tensión del rulo hale gradualmente el cabello, alisándolo.
- Si tienes pensado dejarte los rulos toda la noche, envuélvete la cabeza con una bufanda suave, lo ideal sería de seda. Así evitará que haya fricción entre tu cabello y la almohada, lo cual podría esponjarlo y dislocar los rulos.
- No te vayas a dormir con el cabello cubierto con una gorra de ducha. Las gorras de ducha están hechas de plástico y están diseñadas para evitar que la humedad entre o salga. Esta gorra impedirá que el cabello se seque durante la noche.
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Sácate los rulos cuando tu cabello esté completamente seco. No los hales, sino podrías dañarte el cabello. Solo desenróllalos suavemente y deja que caigan naturalmente del cabello.
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Péinate con un peine de dientes anchos. No uses un cepillo con cerdas, porque podría esponjarte el cabello. Un peine desenredante es la mejor opción para este paso.
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Échate un poco de aceite de coco en las palmas de tus manos. Aplícate el aceite por todo el cabello. Este ayudará a sellar la cutícula y a mantenerlo suave y brilloso.Anuncio
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Reúne los ingredientes. La leche de coco tiene un alto contenido de grasa, fibra y nutrientes como la vitamina E que la hace un excelente hidratante capilar. Combinado con el poder súper hidratante del aceite de oliva extra virgen y el ácido del jugo de limón, esta mascarilla ayudará a alisarte el cabello. [2] X Fuente de investigación Las personas con el cabello teñido deben evitar echarse el jugo de limón, sino el color se despintará más rápido.
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Bate 1 taza de leche de coco y 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen en una cacerola mediana. En otro tazón, mezcla 3 cucharadas de fécula de maíz con 4 cucharadas de jugo de limón hasta obtener una pasta homogénea.
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Agrega la pasta a la mezcla de leche de coco, sin dejar de batir. A fuego medio, bate la mezcla constantemente hasta que espese. Cuando obtenga la consistencia de los acondicionadores comerciales, sácala del fuego y déjala enfriar un poco.
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Distribuye la mascarilla por todo el cabello. Podrás hacerlo con una brocha de repostería o de pintar para que la aplicación sea más fácil. Si no, solo con los dedos. Asegúrate de que tu cabello esté bien bañado con la mascarilla para obtener los mejores resultados.
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Cúbrete el cabello con una gorra de ducha. Si no tienes una gorra de ducha a la mano, también podrás cubrírtelo con papel film. Así, el cabello retendrá mejor el calor, lo cual ayudará a alisar los rizos.
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Aplícate calor. Si tienes un secador, ponlo en una temperatura baja y échate el aire hasta que tu cabello esté caliente. Si no, calienta una toalla húmeda en el microondas y amárratela en la cabeza.
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Lávate con un champú suave y agua caliente. Evita los champuses con surfactantes o sulfatos, pues endurecerán las cutículas del cabello y revertirán la acción hidratación y alisadora de la mascarilla. Luego, échate un acondicionador profundo.
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Péinate alisándote. Usa peines cada vez más finos para desenredar por completo y estirar suavemente el cabello.
- La leche de coco es diferente del agua de coco (que es más líquido) y de la crema de coco (que está endulzada y espesada). Asegúrate de comprar el ingrediente correcto.
- Esta mascarilla alisará y soltará tus rizos, pero si tu cabello es muy rizado, es posible que no lo alise por completo. Sin embargo, la hidratación extra que te brindará la mascarilla también te ayudará a proteger el cabello si usas aparatos de calor.
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Reúne los ingredientes. Las bananas están repletas de nutrientes beneficiosos para el cabello como el folato y la vitamina B6, y su alto contenido de azúcar ayudar a retener la humedad. El aceite de oliva ayuda a sellar las cutículas capilares, mientras que la leche tiene proteínas y azúcares que también ayudan a alisar y a hidratar el cabello. Esta mascarilla que no altera el color te acondicionará profundamente y ayudará a alisar tu cabello. [3] X Fuente de investigación
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Pela y machaca de 2 a 3 bananas maduras en un tazón mediano. Puedes hacerlas puré con un tenedor o un prensa papa. Para que la mezcla quede más homogénea, hazlo con una licuadora o procesador de alimentos. Hazlas puré hasta que no queden trozos de banana.
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Añade 2 cucharadas de yogur griego, 2 cucharadas de aceite de oliva y 2 cucharadas de miel. Mézclalo bien todo. La mascarilla deberá tener la misma consistencia que un acondicionador comercial.
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Distribuye la mascarilla por todo el cabello seco. Esta mascarilla es un poco líquida, así que quizá lo mejor sea aplicártela en el fregadero o incluso en la ducha para evitar hacer un desastre. Asegúrate de aplicarte la mascarilla hasta las puntas.
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Cúbrete el cabello con una gorra de ducha. También podrás envolverte el cabello con papel film o incluso una bolsa de supermercado. Deja el producto actuar 1 hora.
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Sácate la mascarilla con un champú suave y agua caliente. ¡Enjuágate bien el cabello! Esta mascarilla es bastante pegajosa, así que asegúrate de que tu cabello esté completamente enjuagado. Luego, échate acondicionador.Anuncio
Consejos
- Si por naturaleza tienes un cabello muy rizado, será extremadamente difícil alisártelo por completo sin tener que recurrir al calor, a alisadores eléctricos o químicos. Alisar naturalmente el cabello es una alternativa maravillosa, pues el objetivo es aumentar los niveles de hidratación del cabello y del cuero cabelludo, pero pocas veces es tan efectivo como un secador, una planchita o un servicio de alisado profesional.
- Pocos tienen por naturaleza un cabello perfectamente lacio. La mejor manera de dar la impresión de tener un cabello precioso y sano, pese a los rizos, es evitar el frizz y mantenerlo bien acondicionado. Los acondicionamientos profundos y los tratamientos con aceite caliente semanales son excelentes para mantener una cabellera brillante y saludable.
- Habla con tu estilista sobre el estilo de cabello más efectivo para minimizar el volumen y tenerlo más lacio. Todos los cabellos son diferentes y el corte correcto puede afectar dramáticamente la caída, el movimiento y los rizos.
- Entre más pesado sea tu cabello, más fácil será de alisar. Los estilos largos son más pesados, por lo tanto, aplastan el cabello y lo mantienen más lacio.
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Advertencias
- El cabello es delicado. Si bien es mucho más seguro y suave que el calor y los alisadores químicos, el uso repetido de horquillas y rulos, sobre todo si te los pones muy ajustados al cuero cabelludo, puede irritar la piel y causa pérdida del cabello.
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Referencias
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