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Levantarse para ir a trabajar por la mañana puede ser difícil. Quizá no quieras salir de la cama o termines corriendo por doquier para preparar todo a tiempo. La clave para alistarse para el trabajo es preparar unas cosas la noche anterior para que no te quedes corto de tiempo antes de salir de casa.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empezar la noche anterior

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    Toma una ducha. Si bien una ducha por la mañana puede ayudarte a despertar, también puede quitarte tiempo valioso de tu rutina matutina antes de ir al trabajo. Para tener un poco más de libertad al salir de la cama, toma una ducha antes de acostarte la noche anterior. Como después solo vas a dormir, ensuciarse antes del trabajo no será una preocupación. Las duchas por la noche también pueden mejorar tu calidad de sueño, así que estarás bien descansado para el trabajo. [1]
    • Si te preocupa que tu cabello se vea aplastado o incluso grasoso si no te duchas por la mañana, el champú seco te salvará. Este absorbe el exceso de grasa en el cuero cabelludo y le da cuerpo sin necesidad de lavarlo ni usar equipos de peinado. [2]
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    Escoge un conjunto de ropa. Esperar hasta salir de la cama para encontrar el conjunto correcto para ir a trabajar puede hacer de tu mañana más estresante de lo necesario. Más bien, escoge tu ropa la noche anterior y extiéndela para que sea fácil de tomar después de despertarte. También es recomendable que te pruebes el conjunto para asegurarte de que todo combina y esté listo para que te lo pongas para el trabajo. [3]
    • Asegúrate de que tu ropa sea adecuada para el trabajo. Aunque tengas que ir de traje si trabajas en una oficina, debes escoger ropa prolija. Debes hacerlo, aunque el ambiente de trabajo sea casual para poder proyectar una imagen profesional, en especial si te reúnes con clientes. Eso quiere decir ropa sin manchas, rota ni rasgada.
    • Por ejemplo, si eres hombre y tu ambiente de trabajo es casual, puedes ponerte una camisa planchada, pantalones de vestir y zapatos de vestir con cordones . Cualquier conjunto que elijas debe ser de vestir, pero no demasiado formal.
    • Al alistar la ropa la noche anterior también tendrás tiempo para saber si tienes que planchar algo para no llegar al trabajo con la ropa arruga.
    • Si quieres, puedes instalar rejillas empotradas a la pared en tu dormitorio o armario para colgar varios conjuntos para varios días. De esta manera, podrás planificar tu ropa para una semana y no tendrás que preocuparte de hacerlo todas las noches.
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    Organiza tus materiales de trabajo. No querrás llegar al trabajo y darte cuenta de que dejaste algo importante en casa, así que mejor organiza tus materiales de trabajo la noche anterior. Así también evitarás andar corriendo por la mañana tratando de encontrar lo que necesitas. Revisa que tienes todos los documentos, archivos y demás papeles que puedas necesitar, y ten tu laptop o tableta listos. Si necesitas herramientas o equipos especiales para el trabajo, también asegúrate de que estén organizados. [4]
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    Pon dos alarmas. Pocas cosas son peores que llegar tarde al trabajo, pero todos nos hemos quedado dormidos alguna vez. Lo ideal es no tener una alarma para despertarse porque ya se tiene un horario tan regular, pero en realidad no es práctico. Si te cuesta levantarte por la mañana, pon una alarma antes de acostarte para despertarte con el tiempo suficiente para alistarte y luego pon otra alarma de contingencia unos cuantos minutos después de la primera en caso de que no la oigas o presiones el botón “Snooze”. No tienes que comprarte otro reloj despertador, solo usa tu smartphone. [5]
    • Se recomienda poner el despertador y el celular lejos de la cama para que tengas que levantarte físicamente para apagarlos.
    • Si tienes la costumbre de presionar el botón “Snooze”, hay algunas aplicaciones de despertador para smartphone para las que tienes que resolver un rompecabezas u otro desafío antes de que alarma se apague. Esto quizá te ayude a despertarte lo suficiente para darte cuenta de que presionar ese botón es una mala idea.
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    Ten una noche reparadora de sueño. Es difícil enfrentar el día si no se está bien descansado. Para prepararte para el trabajo, asegúrate de dormir lo suficiente. Evita la cafeína aproximadamente de 4 a 6 horas antes de irte a la cama. A su vez, crea un ambiente más propicio para dormir cubriendo las ventanas de tu dormitorio con cortinas pesadas o persianas tipo blackout para impedir la entrada de luz. Mantén tu dormitorio entre 15 y 24 °C (60 y 75 °F) para que sea cómodo para dormir y elimina toda distracción, como una televisión, computadora o tableta. [6]
    • Para jóvenes adultos, de entre 18 a 64, de 7 a 9 horas de sueño normalmente es suficiente para prepararse para el siguiente día. Si tienes más de 64, podrás estar bien con 7 a 8 horas de sueño. [7]
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    No te preocupes por tener que volver a trabajar hasta la siguiente mañana. Si te distraes con los problemas del trabajo o con lo que tienes que hacer el siguiente día, es probable que tengas problemas para dormir. Procura relajarte dejando de pensar en los asuntos relacionados al trabajo durante la noche para que puedas dormir bien.
    • Si te cuesta despejar la mente, puedes hacer meditaciones especiales para dormir al momento de acostarte para ayudar a calmar y relajar la mente. Puedes usar diversas aplicaciones para smartphone para hacer estas meditaciones con una guía. [8]
    • Leer un libro en silencio en la cama antes de dormir también puede ayudarte a dejar de pensar en las cosas del trabajo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Cuidar de tu apariencia física

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    Encárgate del aseo básico. Cuando salgas de la cama por la mañana, deberás sentirte lo más fresco posible, en especial si te has duchado la noche anterior. Ve al baño para cepillarte los dientes, lavarte la cara y echarte desodorante para que te sientes listo para enfrentar otro día laboral. [9]
    • Usar una pasta dental de menta piperita o de otro sabor de menta al cepillarte puede ayudarte a despertar por la mañana.
    • No es necesario que uses jabón o un limpiador facial para lavarte la cara por la mañana. Solo échate un poco de agua fría en la cara para despertar.
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    Encárgate de las tareas extra de cuidado personal. Algunas personas no están listas para ir a trabajar si solo se han encargado del aseo básico. Los hombres quizá también tengan que afeitarse para tener un look prolijo, mientras que las mujeres quizá quieran maquillarse un poco para ir al trabajo. Tomarte el tiempo de arreglarte hará que te sientas más cómodo y seguro en tu centro de labores.
    • Para ahorrar tiempo, ten todos tus artículos de aseo, como los productos para afeitar y cosméticos, que usas por la mañana en un solo lugar en el baño para que no pierdas tiempo buscándolos mientras te alistas
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    Vístete. Si has preparado tu ropa la noche anterior, vestirse para el trabajo será bastante sencillo. Sin embargo, todavía puedes simplificar el proceso. Mantén los accesorios al mínimo para que no tengas que ponerte demasiadas piezas a último minuto. También se recomienda separar la ropa de protección, como abrigos, bufandas y sombreros, de la ropa regular. Más bien, procura tenerla en un armario cerca de la puerta principal para que la tomes al salir.
    • Si normalmente te pones joyas como el toque final de los conjuntos, asegúrate de que estén organizadas. No querrás buscar por doquier un pendiente o desenredar varias cadenas mientras tratas de alistarte para irte a trabajar.
    • Acostúmbrate a ver el pronóstico del tiempo de la semana. Así, podrás asegurarte de tener a mano cualquier artículo extra que puedas necesitar, como un paraguas o botas para la lluvia.
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    Arréglate el cabello. Lo mejor es dejar los peinados elaborados para días no laborales, porque hay más tiempo. Más bien, opta por hacerte algo al mínimo. Para los hombres, esto normalmente significa peinarse y echarse algún producto, como gel o pomada. Para las mujeres, un simple peinado clásico como una cola de caballo, un moño o una trenza son buenas opciones.
    • Si no te has lavado el cabello y se ve mal, procura tratar las áreas problemáticas. Por ejemplo, si tu flequillo se ve aplastado, lávalo rápidamente con champú y sécalo rápidamente con el secador y un cepillo redondo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Prepararte para el día laboral

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    Incluye un poco de ejercicio. Hacer ejercicio antes de ir al trabajo puede ser una manera efectiva para energizar la mente y el cuerpo, y así estar listo para enfrentar el día. Si puedes salir a correr o ir a una clase en el gimnasio antes de empezar el día laboral, hazlo. Sin embargo, incluso hacer un poco de estiramientos suaves puede ayudarte a liberar endorfinas para tener más energía. [10]
    • Una caminata enérgica por el vecindario es otra manera de hacer fluir la circulación.
    • Crea tu propia rutina rápida matutina haciendo una serie de abdominales, lagartijas y saltos de tijera.
    • Recuerda que, si haces ejercicio antes de ir al trabajo, quizá sientas la necesidad de ducharte por la mañana, dependiendo de cuánto sudes. Incluye algún tiempo para ducharte en tu rutina, si ese es el caso.
    • Si bien una rutina de ejercicios puede ayudarte a ponerte en marcha por la mañana, no debes sacrificar tus horas de sueño para hacerla. Si no tienes tiempo en tu rutina, es mejor omitir el ejercicio.
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    Consigue la mentalidad correcta. Así como meditar antes de acostarse puede ayudar a estar más calmado y relajado, meditar por la mañana puede ponerte en el estado de ánimo correcto para ir a trabajar. Hasta 5 minutos de meditación puede ayudarte a relajarte lo suficiente para estar más concentrado y ser más productivo en el trabajo. [11]
    • Para meditar, despeja un lugar en el suelo donde puedas sentarte cómodamente. Relaja el cuerpo, cierra los ojos y trata de despejar la mente. Normalmente ayuda concentrarse en la respiración.
    • Si te cuesta despejar la mente, no trates de bloquear tus pensamientos de manera activa. Reconoce aquellos que cruzan tu mente, pero déjalos pasar hasta que tu mente quede vacía.
    • Si bien es posible meditar al menos unos cuantos minutos, entre más tiempo lo hagas, más relajado te sentirás.
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    Ten un desayuno saludable. Si quieres un día laboral exitoso, necesitarás el combustible correcto, lo que significa que no debes saltarte el desayuno. Además, es importante escoger los alimentos correctos para la primera comida del día. Normalmente esto se traduce a una combinación de carbohidratos saludables, fibra y proteína. Si bien no debes tomar demasiada cafeína, una taza de café o té también puede ayudarte a arrancar el día. [12]
    • La avena es una opción saludable para desayunar. Puedes usar la avena instantánea si tienes prisa, pero asegúrate de que no tenga saborizantes para que no tenga demasiada azúcar. La avena es rica en carbohidratos saludables y fibra, pero échale algunas nueces para subir su contenido proteico.
    • El yogur griego es un desayuno sin cocción que puede prepararse rápidamente. Hazte un parfait poniendo capas de yogur y de tus frutas favoritas, como arándanos, frambuesas o fresas.
    • Los huevos pueden ser un buen desayuno alto en proteínas. Echa algunas de tus verduras favoritas y un poco de queso bajo en grasa para hacer un rico omelette. Si te preocupa su contenido de colesterol, usa solo las claras.
    • Si te gustan mucho las tostadas, usa pan integral en vez de pan blanco. Sustituye la mantequilla o mermelada convencionales por mantequilla de almendras para obtener un poco más de proteína.
    • Si te quedas dormido y no tienes tiempo para hacer un buen desayuno, con una barrita de proteínas podrás resistir hasta el almuerzo.
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    Prioriza tus tareas. Mientras haces el desayuno, ponte a pensar en las cosas que tienes que hacer en el trabajo ese día. Procura que la lista no sea demasiado larga, sino empezarás a sentirte abrumado. Más bien, céntrate en varias de las tareas más importantes y luego decide cuáles son las más críticas para que sepas qué tienes que hacer de inmediato. [13]
    • Asegúrate de solo centrarte en lo que tienes que hacer ese día. No te preocupes por todas las cosas que tienes que hacer en la semana.
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    Planifica tu día. Cuando ya sepas cuáles son tus prioridades para ese día, será hora de hacer un horario. Tómate el tiempo de escribir tu plan para el día, incluyendo cualquier reunión, sesión de capacitación o cita a la que tengas que ir. Cuando llegues al trabajo, estarás listo para empezar de inmediato porque sabrás qué hay que hacer. [14]
    • Es recomendable dejar un poco de tiempo libre en el horario. Así, si algo surge a último momento, no te retrasarás demasiado con las demás cosas planificadas para ese día.
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    Prepara tu bolso. Además de los materiales de trabajo, de seguro habrá otras cosas que necesitarás para tu día laboral. Antes de salir de casa, pon en tu cartera, maletín u otro bolso los artículos esenciales, tales como el celular, la billetera, el cargador y las llaves. También puedes incluir un almuerzo para llevar o algunos bocadillos para el día. [15]
    • Si quieres llevar tu almuerzo al trabajo, te recomendamos hacerlo y ponerlo en tu bolso la noche anterior.
    • Si necesitas medicamentos, revisa que estén en tu bolso antes de salir de casa.
    • Si usas maquillaje, puedes llevar algunos cosméticos para hacerte retoques durante el día, si quieres.
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Consejos

  • Es de mucha ayuda tener una actitud positiva al llegar al trabajo. Repítete que tendrás un buen día productivo para ayudarte a estar más seguro de ti mismo.
  • La cafeína puede ayudarte a ponerte en marcha por la mañana, pero no tomes demasiado, sino podrías terminar inquieto en el trabajo. Una taza generalmente es suficiente.
  • Si no tienes problema en levantarte un poco más temprano, una rutina de ejercicios por la mañana puede ser excelente para arrancar tu día laboral. Hacer incluso un poco de estiramientos ligeros puede energizarte.
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